La ética en el ámbito legislativo Principios éticos: Legalidad: La legalidad como principio y en su acepción jurídica más aceptada, establece que todo acto de los órganos del Estado debe encontrarse fundado y motivado por el derecho vigente. Dicho de otra forma: el principio de legalidad demanda la sujeción de todos los órganos estatales al derecho; más aún, todo acto o procedimiento jurídico llevado a cabo por las autoridades estatales debe tener su apoyo estricto en una norma legal, la cual a su vez, debe estar conforme a las disposiciones de forma y fondo consignados en la Constitución. Legitimidad: Legitimidad es el conjunto de principios éticos apoyados por un pueblo, hace referencia al titular del poder, es decir, el súbdito, crea responsabilidad y reconocimiento como correcto y justo. ¿Qué se necesita para que éste cuerpo legislativo cumpla su función y las leyes que emanen de él tengan eficacia?, ante todo se necesita legitimidad, es decir que este órgano tenga autorización popular, el derecho de crear leyes, además la formalidad o cumplir con la forma previamente establecida, la pluralidad, tolerancia, el respetar los pactos o acuerdos e informar al lector, cada uno de estos puntos los desarrollare a continuación. Sobre la noción de legitimidad se ha escrito abundantemente, incluso parece uno de los temas obligados tanto para la ética, la teoría social, la filosofía política o la teoría del derecho, por ese mismo convendrá por hacer una importante distinción, usando la conocida dicotomía hecho/valor, llamaremos a la cuestión de hecho relativa a nuestro problema, cuestiones de valor la llamaremos cuestión de legitimidad. Democracia: La democracia es, por lo tanto, una forma de gobierno, un modo de organizar el poder político en el que lo decisivo es que el pueblo no es sólo el objeto del gobierno –lo que hay que gobernar– sino también el sujeto que gobierna. Se distingue y se opone así clásicamente al gobierno de uno –la monarquía o monocracia– o al gobierno de pocos –la aristocracia y oligarquía–. En términos modernos, en cambio, se acostumbra oponer la democracia a la dictadura, y más generalmente, a los gobiernos autoritarios. En cualquier caso, el principio constitutivo de la democracia es el de la soberanía popular, o en otros términos, el de que el único soberano legítimo es el pueblo. Pasividad: La pasividad del Poder Legislativo entraña complejos fenómenos políticos y jurídicos sobre los cuales vale la pena reflexionar y ensayar propuestas de solución doctrinal, jurisdiccional y legislativa. Dicho en términos de sociología comprehensiva, la pasividad legislativa es un tipo de acción política y jurídica que merece ser entendida e interpretada, para explicarla causalmente en su desarrollo y efectos. De ahí la importancia del concepto de omisiones legislativas. Uno de los mayores consensos en la doctrina jurídica es que las omisiones legislativas no se reducen a la abstención de actuación de las y los legisladores. En otras palabras, las omisiones legislativas no significan solamente que las personas encargadas de aprobar las normas no legislen, sino que, al no ejercer dicha facultad, incumplan con mandatos constitucionales expresos. Bibliografía: PRINCIPIO DE LEGALIDAD; HACIA UNA CULTURA DE RESPETO AL ORDEN JURÍDICO VIGENTE Autor: Dip. Profr. Carlos Vidal Yee Romo Microsoft Word - VIDAL YEE.doc (ordenjuridico.gob.mx) César Alejandro Giles Navarro; Omisiones legislativas del Congreso de la Unión: deudas normativas vigentes Nota_OmisionesLegislativas.pdf (senado.gob.mx)