Este libro es una representación sincera y actual acerca de las diversas problemáticas y factores determinantes que constantemente aquejan y frenan el desarrollo de la educción Mexicana. El punto de partida debe ser el reconocimiento de que México ha realizado un enorme esfuerzo educativo que se manifiesta, sobre todo, en la existencia de un sistema educativo con casi 35 millones de alumnos, 1.5 millones de maestros y 250 mil escuelas, y que sobre estas realizaciones se ha logrado edificar una nación moderna, industrializada y democrática. sólo una reforma integral que profundice la descentralización, puede ayudarnos a salir de la crisis en que nos encontramos. El político. la distribución del éxito y el fracaso escolar hay que buscarla fuera de la escuela: tanto en el contexto social, como en la distribución de la ignorancia y la riqueza. El problema de la educación cala mas hondo. Se trata de someter a revisión todos sus aspectos: el político, el económico, el legislativo, el laboral y el pedagógico. En México no hay ningún mecanismo institucional que permita a la sociedad ejercer control (al menos parcial) sobre el desarrollo del sistema educativo. El mundo escolar es un universo herméticamente clausurado. El financiero. Más del 90% del gasto educativo se invierte en salarios, de tal modo que los recursos con que se cuenta para infraestructura, equipo, materiales educativos y otros gastos corrientes resulta insuficiente, aun cuando los ingresos de los docentes Mexicanos se encuentran entre los más bajos de la OCDE. El legislativo. la legislación vigente que -con excepción del artículo tercero constitucional-· es en ocasiones obsoleta y otras veces contradictoria e inoperante. El pedagógico el primer problema pedagógico que encontran1os en la educación básica de México es la pobre conciencia que, en general, se tiene de los fines de la educación. Los maestros son sólo operadores de consignas y normas que genera la SEP. Las escuelas semejan una suerte de talleres donde no hay creatividad propia (sólo se obedecen órdenes). Las escuelas carecen de poder propio, es decir, de recursos económicos propios y de facultades para desarrollar sus propios planes de desarrollo académico. El maestro ha recibido una formación inicial débil (pues las escuelas normales viven en un total abandono desde hace décadas) y en consecuencia, sus practicas en el aula se adquieren a través de la experiencia asimilada en la escuela misma. A los maestros de educación básica se les juzga como una suerte de “técnicos” o 2semiprofesinales” al servicio del estado, cuando deben ser profesionales en el sentido lato del termino. La tarea de la escuela compite en verdad con los medios de recreación principalmente la televisión, los videojuegos, las computadoras y toda la parafernalia digital. Un secretario de educación debería durar en su puesto mas de un sexenio, por que todo en educación es a largo plazo. Una vez nombrado, el secretario de Educación tiene ante si un enorme y complejo tramo por coordinar; los estados y sus secretarias de Educación, la educación básica, la media, la superior y un cumulo de organismos descentralizados y desconcentrados. La prioridad en la atención debe concentrarse en los jóvenes entre 15 y 30 años de edad, especialmente los que ya terminaron la primaria. El problema central es que el rezago no baja, sube cada año. La razón principal es la deserción de secundaria que se acerca al 20 % de la matricula. Se debe incrementar sustancialmente el presupuesto del INEA. Y además hacer esfuerzos considerables, enormes para disminuir la deserción en secundaria mediante medidas como poner tutores en las escuelas que cuiden y aconsejen a los alumnos que vayan mal y que puedan generarles una beca en caso de ser necesario. Que los alumnos de primer grado de primaria aprendan a leer, escribir y hablar con soltura. Los maestros deben ser certificados y actualizados en sus habilidades y competencias y no permanecer con el titulo de una escuela normal el resto de su vida. Reducir y articular los contenidos. No deben repetirse los temas en los grados. Comparado con el problema del rezago educativo, el abandono de los jóvenes es un problema social quizá más grave, por que afecta nuestro futuro con mayor rapidez. Dos grandes tareas: por una parte, modificar el contenido de los bachilleratos para hacerlos mas pertinentes y agradables para los jóvenes y establecer nuevos bachilleratos en ciudades que lo justifiquen, con suficientes secundarias. El problema de desenredar al SNTE de la SEP es arduo y largo, se debe lograr que todos los enormes fondos que envía la Secretaria de Hacienda a los estados que se vayan completados, sin restarles las cuotas sindicales, como ahora se hace. Se deben derogar los decretos de 1946 y algunos otros que le dan al SNTE su enorme poder y redactar nuevos decretos que fijen con claridad la función del sindicato y de la SEP también en el nivel de cada entidad federativa.