EL REFUGIO DE JAIME, ROBERTO Y ANDRES Había una vez un niño llamado Jaime. Jaime era rubio de pelo, ojos azules y blanco de piel. Vivía en Atlantis un una ciudad muy grande y bonita, con sus padres y abuelos. Era el primer día del colegio. Entro a clases y al ver que todos los niños y las niñas se conocían pues se puso triste porque no tenía ningún amigo ya que se había mudado de ciudad. - - Hola le dijo un niño ¿Cómo te llamas? Hola respondió Jaime ¿y tú? Soy Roberto. Encantado de conocerte. le dijo ¿Te quieres venir conmigo? Te puedo presentar a mas compañeros si quieres ¡claro! me encantaría. Los dos amigos se fueron cada uno a su pupitre y en la hora del receso se fueron juntos. Hola Andrés. Dijo Roberto - Te presento a Jaime. Es nuevo en clase. ¡hola! Dijo Andrés. Roberto ¿quieres venir esta esta tarde al campo con algunos compañeros? La pasaremos genial. Claro dijo Andrés entusiasmado. Antes de la hora quedada, fue a recoger a Andrés y a Jaime. Se fueron juntos Roberto, Andrés y Jaime, en el bosque se encontraron a los demás compañeros. - ¡Hola a todos! Dijo Roberto, ya estamos aquí. Si quieres ya podemos empezar con el paseo propuso Jaime. Claro dijo Andrés. Se fueron a dar el paseo, cuando se dieron cuenta, se habían perdido. No había nadie. - Creo que nos hemos perdido dijo Jaime. ¡respondió! Andrés. Tenemos que pensar donde vamos a pasar la noche, porque está anocheciendo. Es verdad contestaron Roberto y Jaime. ¡mira! Una cueva grito Andrés vamos entrar. Los chicos entraron en la cueva y al ver que estaba en buen estado decidieron quedarse a dormir allí. Al día siguiente se pusieron a buscar el camino de vuelta. Encontraron el camino. ¡Oye! dijo Andrés, la cueva puede ser nuestro refugio secreto porque con lo escondido que esta. No creo que nadie sepa de su existencia. - Tienes razón dijo pensativo Jaime. De verdad Andrés, siempre tienes nuevas ideas. Desde ese día la cueva paso a hacer llamado el escondite “El refugio de jame, Roberto y Andrés”. FIN.
