La Educación de Jóvenes y Adultos. Repensar las estrategias de enseñanza Lic. Gladys Pinto Problema En esta institución educativa se observa un alto índice de vulnerabilidad, es decir, son alumnos que hicieron numerosos recorridos por los diversos colegios de la zona, que no cuentan con todos los estímulos ni con los medios necesarios para aprender. Los docentes trabajan de manera solitaria y esta falta de espacio para la participación se repite entre los alumnos. Existen pocas instancias para la reflexión entre los docentes, no se trabaja por departamentos, no se socializan las experiencias en el aula. Otro grupo de docentes se siente atraído por el tipo de enseñanza tradicional basado en clases expositivas dirigida a un alumno oyente- pasivo. La educación de adultos ha atendido durante mucho tiempo las demandas de la población de jóvenes y adultos que no han completado la educación de nivel primario y/o secundario. La implementación de planes semipresenciales o a distancia y las experiencias de articulación de la educación de nivel con la formación para el trabajo, son demandas que evidencian cambios socialmente. Los destinatarios de esta modalidad son personas que desean completar sus estudios y fortalecer su educación general y/o formación laboral. Las personas matriculadas son en su mayoría adolescentes excluidos de la educación común y adultos generalmente desocupados o sub-ocupados con trabajos precarios y en el campo de lo no formal. Los estudiantes de la modalidad de adultos se ven en total abandono, son personas que desertaron del sistema o más aún personas que en su infancia nunca lograron insertarse en la educación y que hoy desean finalizar, hay complejidades académicas y de recursos, son alumnos que requieren del sistema para mejorar sus condiciones de vida y laborales, pues el mercado lo exige así como también la propia sociedad. Las instituciones educativas así como otras entidades de la sociedad civil organizaciones sociales, sindicatos, congregaciones religiosas, entre otras - reconocen la necesidad de poner en marcha estrategias destinadas a que muchos de los jóvenes y adultos que no han completado la educación primaria o secundaria puedan alcanzar tales certificaciones educativas con calidad suficiente para incorporarse o progresar en el mundo del trabajo, para continuar estudios superiores y para una participación más plena en el proceso de crecimiento sostenido del país. 1 Fundamentación Las nuevas demandas educativas refuerzan la defensa de la escuela como institución destinada prioritariamente a la transmisión y apropiación del conocimiento sistematizado. La lógica que opera para la transformación del Estado y la resignificación de sus funciones adecuándolas a las demandas de la sociedad, se aplica también para la transformación de la escuela y la resignificación de sus funciones para adecuarse a las exigencias de la comunidad y satisfacer sus necesidades educativas. La educación de adultos debe realizar una revisión y rediseño de nuevas estrategias que ayuden a favorecer a los estudiantes que no han cumplido su enseñanza formal, por diferentes razones, para enfrentar los nuevos desafíos. Las estrategias que surjan, deben ser capaces de responder con rapidez y eficacia a las necesidades del adultoestudiante actual. En las sociedades contemporáneas la enseñanza escolar debe ser certificada, para acceder a mejores empleos. Dicha certificación es necesaria para la continuidad de estudios, poder acceder a estudios superiores y mejores trabajos. La Resolución Nº 118/10 CFE constituye un paso trascendental a la hora de afianzar la identidad de la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos acorde con los principios, fines, criterios y objetivos establecidos para el sistema educativo en las Disposiciones Generales de la Ley de Educación Nacional Nº 26.206. En los Lineamientos Curriculares de la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos aprobados por la mencionada Resolución se establecen las condiciones básicas que se deben examinar al realizar el diseño curricular de la modalidad, tales como que sea modular, se otorguen acreditaciones parciales y que el enfoque del aprendizaje esté basado en el desarrollo y construcción de capacidades El Programa promueve que todo el conjunto docente asuma en la institución la revisión de la enseñanza a los efectos de promover aprendizajes duraderos y significativos. Es responsabilidad del Estado fijar la política educativa y controlar su desempeño, garantizando el cumplimiento del derecho que asiste a todos los estudiantes de contar con oportunidades educativas efectivas que posibiliten trayectorias escolares completas, satisfactorias y relevantes. Asimismo debe ofrecer condiciones para que en la escuela sucedan prácticas de enseñanza que promuevan aprendizajes posibles de consolidarse para ser usados a lo largo de la vida. De este modo, se garantiza de manera concreta, el derecho a la educación para todos independientemente de su género, edad, origen social, geográfico, cultural, étnico o religioso. 2 Como acción intencional, la tarea de enseñar requiere la puesta en juego de saberes y estrategias pedagógicas en variadas y complejas situaciones de actuación profesional. Planificar y gestionar una clase implica el manejo de un cuerpo de conocimientos del orden de lo conceptual y lo metodológico para poder enseñar y para poder actuar en la resolución de la situación general de enseñanza así como de problemas específicos. Las prácticas de enseñanza inciden en el dominio progresivo de conocimientos y capacidades por parte de los estudiantes, equilibrando el desarrollo cognitivo intra e interpersonal. Reflexionar sobre las formas de trabajo con los saberes y con el desarrollo de capacidades en la escuela genera un saber pedagógico que permite pensar los enfoques y estrategias de enseñanza con el fin de mejorar los aprendizajes de todos los alumnos en el aula. Este enfoque pedagógico propone la valoración, integración y organización significativa de los campos disciplinares a cargo de los docentes con una orientación explícita hacia el desarrollo de capacidades de los estudiantes. Podríamos definir las estrategias de enseñanza como los procedimientos o recursos utilizados por el agente de enseñanza para promover aprendizajes significativos (Mayer, 1984; Shuell, 1988; West, Farmer y Wolff, 1991). Por estrategias de enseñanza entendemos, entonces, un conjunto de actividades, técnicas y medios que se planifican de acuerdo con las necesidades de sus destinatarios, los objetivos que se persigue y la naturaleza de las áreas y cursos, todo esto con la finalidad de hacer más efectivo el proceso de aprendizaje. En este enfoque lo que se pretende es resignificar el conocimiento escolar a partir de situaciones problemáticas reales y proyectos de acción en función de desarrollar y construir capacidades. Las situaciones problemáticas y los proyectos de acción no son aquí considerados como una estrategia de aprendizaje más, sino como una forma de apropiarse, construir y organizar el conocimiento promoviendo aprendizajes significativos y productivos para las personas jóvenes y adultas, por lo que se los consideran generadores de procesos de aprendizaje. Este enfoque posibilita al mismo tiempo que nuevos ámbitos ignorados tradicionalmente en los diseños curriculares, incidan en las decisiones de la política curricular. Ello implica considerar como ámbitos valiosos la vida, experiencias y proyectos de organizaciones sociales, culturales, políticas, productivas y ecológicas. Con el objetivo de diseñar una Estructura Curricular para la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos (EPJA) adecuado con los propósitos éticos - políticos que respete las condiciones básicas y los criterios seleccionados para que la normativa no quede 3 sólo en un plano discursivo, implica una visión orientadora diferente de la que sustentan los diseños tradicionales que parten desde disciplinas aisladas y fragmentadas. Diseñar un curriculum y proyectos que organicen el conocimiento de forma diferente, un diseño coherente con un marco teórico donde la estrategia educacional busque producir más igualdad e inclusión y generar en los estudiantes capacidades, habilidades, actitudes y valores que los formarán para participar como ciudadanos activos, críticos, creativos e informados en un contexto local y nacional. Considerar también en las prácticas educativas las diversas formas de articulación que se dirijan a contribuir con la formación del sujeto ciudadano en cuanto a individuos críticos y conscientes de sus posibilidades de actuación en el contexto social. El fortalecimiento de los procesos de enseñanza y aprendizajes institucionales es una tarea que convoca a los adultos responsables en vistas de construir modos pertinentes de transmisión y recreación de la herencia cultural. En la organización pedagógica e institucional implica recuperar críticamente la propuesta formativa del diseño Curricular para crear las oportunidades concretas que los estudiantes tendrán al acceder a los aprendizajes expresados en el currículum. Resulta necesario revisar el tipo de experiencias de formación y socialización que se brinda, de manera tal, que se preste especial atención al sujeto que aprende, a los conocimientos construidos, a los vínculos que se propician y a los modos en que cada alumno transita su proceso de escolarización. Se espera que la escuela promueva los cambios necesarios y adecuados a las características de la matrícula escolar y las necesidades de la comunidad educativa, en el marco de una red de trabajo colectivo en el que todos los implicados, asuman la responsabilidad individual por el logro de las intenciones pedagógicas comunes. En este sentido, el acompañamiento cobra un significado vital como estrategia superadora del individualismo, la fragmentación y el aislamiento que nos ha caracterizado y debe ser superado. Esta nueva estrategia sugerida, promueve espacios para el diálogo, el reconocimiento y el planteo de interrogantes que permite construir colectivamente e institucionalizar procesos de mejora que garanticen las trayectorias escolares, los aprendizajes significativos y equivalentes y un modelo escolar que incluya a todos. El desarrollo de estrategias cognitivas y metacognitivas trasciende lo individual ya que las actividades que intervienen en su construcción se distribuyen entre los sujetos que participan en la resolución de una determinada tarea. Tienen lugar en prácticas intersubjetivas en las que intervienen educadores y estudiantes que son mediadas por artefactos culturales. 4 El sentido formativo establecido por la nueva Ley de Educación Nacional se compromete a trabajar en el fortalecimiento de las propuestas de enseñanza, en correspondencia con las exigencias planteadas por los profundos cambios que conlleva la propuesta educativa para el nivel y en articulación con la necesidad de revisar y modificar el modelo pedagógico, la organización de los espacios y tiempos, los modos de organización del trabajo y la elaboración de alternativas superadoras. La propuesta de enseñanza, debe promover experiencias de aprendizaje variadas que recorra diferentes formas de construcción, apropiación y reconstrucción de saberes a través de diferentes formatos y procesos de enseñanzas. El aprendizaje colaborativo es una propuesta de enseñanza-aprendizaje basada en los conceptos de cooperación, trabajo en equipo, comunicación y responsabilidad. La cooperación se realiza mediante tareas que son ejecutadas y supervisadas por todo el grupo, cuyos miembros han de actuar como agentes y evaluadores de las propuestas. El trabajo en equipo es fundamental, pero a diferencia del aprendizaje grupal, en el aprendizaje colaborativo no existe un líder, sino que cada uno actúa como líder en la tarea que le ha designado el grupo. Cada responsable de una tarea después la expone al equipo que actúa como evaluador, por ello la comunicación es de vital importancia en este tipo de aprendizaje. La evaluación ha de realizarse de forma compartida e incorporando aquellos aspectos que el grupo considere pertinentes después de discutirlos en su conjunto, de nuevo la existencia de una comunicación clara y directa dentro del grupo de trabajo es esencial para el éxito de este tipo de aprendizaje. El enfoque colaborativo destinado al aprendizaje se puede plantear desde dos puntos de vista o modalidades. Una de las modalidades es en la que colaboran distintos profesores para ofrecer herramientas de trabajo a los estudiantes. Se trata de colaborar conjuntamente en la elaboración de material para que los alumnos tengan una visión multidisciplinaria/interdisciplinaria de los conceptos que les están enseñando. Para llegar a que este aprendizaje sea totalmente colaborativo, incluso los conceptos en el aula deberían de enseñarse de forma conjunta entre varios docentes, para que en una misma asignatura se pudieran tener distintos puntos de vista. El aprendizaje colaborativo fomenta la discusión de las cuestiones o temas que se plantean, estimulando la toma de decisiones consensuada por los miembros del grupo. En cada propuesta el líder o experto en ese tema plantea unas cuestiones concretas que al ser discutidas por el grupo se convierten en proyectos conjuntos, lo que hace que las conclusiones o acuerdos finales contemplen todos los puntos de vista. El 5 trabajo colaborativo exige una mayor preparación de las tareas y que se involucren completamente los miembros del grupo. El individuo que participa en el aprendizaje colaborativo consigue conocer su propio ritmo de aprendizaje y con ello, compararlo con el resto. Este conocimiento le permite aplicar las estrategias cognitivas para mejorar su aprendizaje, incrementando su motivación al compartir responsabilidades dentro del grupo y con ello su autoestima. La organización institucional de la enseñanza pone el foco en la planificación colectiva cuatrimestral, en el desarrollo progresivo y recursivo de capacidades, en sostener la importancia de una mirada integral de las trayectorias de los estudiantes e implica que cada actor institucional asuma la responsabilidad pedagógica por los aprendizajes de los jóvenes más allá del espacio curricular que enseñe. Antecedentes En la Resolución del Consejo Federal de Educación (CFE) N° 254/15 se estableció en el Marco de Referencia para la modalidad de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos lo siguiente: Entre los objetivos y criterios establecidos por la Ley 26.206 para la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos se define el desarrollo de capacidades (Art. 48). Optar por un enfoque del aprendizaje basado en el desarrollo de capacidades implica relacionar los saberes y conocimientos con situaciones de la vida cotidiana y con las prácticas sociales transformadoras de la realidad. Se buscará proyectar el conocimiento en acciones, movilizar los saberes para aplicarlos a situaciones de la vida cotidiana y llevar adelante proyectos. Es decir, se resignifica el conocimiento escolar a partir de Situaciones Problemáticas reales y Proyectos de Acción para desarrollar capacidades. Los contenidos se abordarán, entonces, a partir de la formulación de Situaciones Problemáticas y Proyectos de Acción a fin de darles sentido en el marco de los principios establecidos para la modalidad en la Ley 26.206 y de los requerimientos que exige cada nivel de enseñanza. (MEN, 2015, pág. 40). En la organización pedagógica e institucional de la modalidad es modular refiriéndose a módulo como el componente curricular concerniente a un campo de contenidos que constituye una unidad de sentidos que organiza el proceso de enseñanza- aprendizaje a partir de objetivos formativos evaluables y que los resignifica a partir de un enfoque pedagógico que formula sus propuestas desde la problematización de la realidad de los sujetos y del conocimiento como estrategia para el aprendizaje. Pensar 6 la institución escolar desde un enfoque de capacidades para convertirla en práctica de la vida institucional depende principalmente de su inclusión formal en el proyecto curricular institucional, comprendido como un instrumento que ayuda a reflexionar sobre la práctica educativa con otros miembros de la comunidad y constituye un espacio privilegiado para planificar en forma conjunta una respuesta educativa ajustada a la realidad. Las nuevas demandas que impone la sociedad del conocimiento al sistema educativo, ya que exige una redefinición del contenido escolar, de la concepción de la enseñanza y del aprendizaje y de las relaciones formativas. Tedesco (1999) por su parte, afirma que la educación tiene que ser capaz de responder ante los nuevos desafíos de mayor cohesión social, de participación política, de empleabilidad e ingreso al mundo laboral. Refiriéndose específicamente a los contenidos de la enseñanza. Narodowski (2005) propone pensar las mejoras del currículo en función de los problemas relativos al mundo del trabajo, de los avances tecnológicos y de la nueva configuración globalizada para atender la formación de identidades conscientes de su singularidad. Asumir institucionalmente un enfoque de enseñanza centrado en el desarrollo de capacidades implica establecer claros acuerdos de trabajo entre los docentes, atendiendo la dimensión socio-comunitaria que incluye crear y mantener vínculos colaborativos hacia adentro y hacia afuera de la escuela. Esta mirada sobre la enseñanza nos lleva a asumir la planificación didáctica como el conjunto de decisiones estratégicas que toma el docente para alcanzar los objetivos curriculares, en el marco de un proyecto institucional, una hipótesis de trabajo que lo guía en sus prácticas de enseñanza, es decir, un proceso dinámico. Las concepciones pedagógicas que atraviesan a la EDJA guardan relación con lo que se piensa de los sujetos, el aprendizaje y la enseñanza y se traducen en el nivel político en prácticas de fragmentación o continuidad, en el nivel organizativo (flexibilidad en tiempos y espacios) y en lo propiamente pedagógico, lo específico curricular. Una mirada a las prácticas de la educación de adultos confirma la gran diversidad de programas y de situaciones de aprendizaje y enseñanza que la constituyen en la época actual, incluyendo la formación para el trabajo, la educación para la ciudadanía y otras modalidades, así como la imposibilidad de reducirla a la alfabetización o la educación básica. Sevillano García (2005) conceptualiza las estrategias de enseñanza–aprendizaje como constitutivas de actividades conscientes e intencionales que guían determinadas 7 metas de aprendizaje. Son actividades potencialmente conscientes y controlables. Son procedimientos que se aplican de un modo intencional y deliberado a una tarea, y que no pueden reducirse a rutinas automatizadas, es decir, son más que simples secuencias o aglomeraciones de habilidades. Implican, por tanto, un plan de acción, frente a una técnica, que es marcadamente mecánica y rutinaria. Una distinción de estrategias, se justifica en dos líneas de trabajo la ‘aproximación impuesta’ que consiste en realizar modificaciones o arreglos en el contenido o estructura del material de aprendizaje; y la ‘aproximación inducida’ que se aboca a entrenar a los aprendices en el manejo directo y por si mismos de procedimientos que les permitan aprender con éxito de manera autónoma (Díaz y Hernández, 2010). En el caso de la aproximación impuesta, las "ayudas" que se proporcionan al aprendiz pretender facilitar intencionalmente un procesamiento más profundo de la información nueva y son planeadas por el docente, el planificador, el diseñador de materiales o el programador de software educativo, por lo que constituyen estrategias de enseñanza. De este modo, podríamos definir a las estrategias de enseñanza como los procedimientos o recursos utilizados por el agente de enseñanza para promover aprendizajes significativos (Díaz y Hernández, 2010). Son justamente ellos, los profesores, los agentes de enseñanza, los que deben adquirir en su formación (inicial o continua) el dominio de determinados marcos conceptuales rigurosos que los habiliten tanto para seguir profundizando en la disciplina como para poder transformar esos saberes en contenidos a ser enseñados. Mirar la educación de adultos como campo de prácticas es recordar el papel del Estado, los movimientos sociales, las empresas, las organizaciones no gubernamentales en el proceso de su constitución y reconstitución, y cómo el Estado ha entrado y salido de esta modalidad. En síntesis, va creciendo la idea de que la educación de adultos no se limita a ser compensatoria sino se orienta hacia la humanización del hombre: “(los adultos) hacen evolucionar sus actitudes o su comportamiento en la doble perspectiva de un enriquecimiento integral del hombre y una participación en un desarrollo socioeconómico y cultural equilibrado e independiente” (UNESCO, Nairobi, 1976: 124). . 8