¡MAGIA POTAGIA! Mi madre y yo vivimos de alquiler y gratis en una

¡MAGIA POTAGIA!
Mi madre y yo vivimos de alquiler y gratis en una finca muy grande que se llama Tierra,
y que en sus tripas guarda fuego como los dragones. Por fuera es guay. Tiene aguas
sinceras y campos de colores: rojos, verdes, azules y amarillos. A veces, los colores se
mezclan y aparecen otros nuevos. La finca tiene árboles, plantas, flores, luces en el
cielo , que se llaman estrellas, una farola enorme que se llama luna, animales, gigantes
de piedra que se llaman montañas y personas listas, y torpes como yo.
Hace mucho tiempo, los listos, que también viven gratis de alquiler en la Tierra, se
creyeron que era sólo suya, entonces empezaron a cambiarla y a construir luces de
emergencia con la electricidad, montañas de mentira como los rascacielos , y
separaron unos trozos de tierra de otros diciendo que eran distintos y los llamaron
continentes y países. Para que la gente no se mezclara inventaron fronteras, que son
unas líneas de mentira que no se pueden pasar sin permiso y sin papeles, unos dioses
diferentes y muchas lenguas. Así, las personas si querían entenderse como antes de
separarse, tenían que aprender la lengua del otro país.
Cuando fue pasando el tiempo, a esta forma de vivir de cada lugar lo llamaron
costumbres e historia, y como cada trozo tenía unas distintas, dijeron que eran muy
diferentes unos de otros y que estaban mejor separados. También separaron a las
personas por colores, los blancos, los amarillos, los negros... ¿Pues no están los colores
juntos y mezclados en la Tierra? ¿Por qué no pueden estar igual las personas?
Además dijeron los listos que no todas las personas valían igual. Las blancas
importaban más que las de otros colores, así que la gente de otros colores tenía que
servir por obligación a los blancos. ¿La noche, por ser negra, tiene que servir a la
mañana blanca? Lo que pasa es que como soy torpe, no entiendo muy bien estas
cosas, y se me revuelven las tripas y vomito. Quizás las personas no somos malas sino
que, a veces, no sabemos cómo ser buenas.
Me parece que a la Tierra le pasa lo mismo que a mí, que también debe ser torpe, y no
entiende que le ensucien, que le dejen sin árboles, que le quemen o que desperdicien
su agua. Entonces vomita echando fuego y le dan ataques de terremotos y maremotos.
Mi madre dice que esto no es cierto, que existen una serie de reacciones que los
producen , pero yo no lo entiendo.
En el colegio los listos sacan sobresalientes, y eso debe ser lo más, porque sus padres
se hinchan como los pavos reales y presumen de sus hijos y dicen que están muy
orgullosos de ellos. Yo en las notas saco un muy buen corazón y algunos Insuficientes,
pero a mi madre no le preocupa mucho. Dice que todos somos imperfectos. Ella sonríe
y dice que está contenta gracias a mí, que soy su tesoro y que me adora porque soy su
hijo.
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Quiere que aprenda todo lo que pueda, pero sobre todo que sepa disfrutar de la vida
a pesar de sus inconvenientes, que cuide nuestra casa de alquiler, que sea activo, que
valore lo positivo de las personas, que me respete y respete a los demás, y que sea
autónomo el día de mañana.
Siento desobedecer a mi madre, pero yo no quiero ser autónomo, quiero ser
barrendero, tener mi propio carrito, una escoba y un recogedor, para ir por las calles y
ayudar a que nuestra finca esté limpia. Quitaré la basura del suelo, recogeré papeles,
hojas, comida y envases, y aprovecharé todo lo que pueda para hacer magia con las
sobras. Mi madre hace magia potagia con la comida: el pollo asado que sobra un día se
convierte en croquetas al día siguiente, el pan duro aparece en torrijas o en sopa de
ajo, y los restos de verduras se vuelven purés. Barreré todos los días las calles que van
desde nuestra casa a su trabajo, para que cuando ella pase por allí se sienta como una
reina, y se hinche como un pavo real, y esté orgullosa de mí, y presuma diciendo:
-Es mi hijo quien limpia estas calles.
Ana Serna
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