Dirección Técnico Normativa Opinión T.D:10348604 OPINIÓN Nº 084-2017/DTN Entidad: Consejo Nacional de la Magistratura Asunto: Reemplazo del residente de obra Referencia: Carta N° 000019-2017-PNE/CNM 1. ANTECEDENTES Mediante el documento de la referencia, la Jefa del Proyecto “Construcción Local Institucional” del Consejo Nacional de la Magistratura consulta sobre el reemplazo del residente de obra. Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las consultas que absuelve este Organismo Supervisor son aquellas referidas al sentido y alcance de la normativa de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas genéricos y vinculados entre sí, sin hacer alusión a asuntos concretos o específicos, de conformidad con lo dispuesto por el literal o) del artículo 52 de la Ley de Contrataciones del Estado, Ley N° 30225 y la Tercera Disposición Complementaria Final de su reglamento, aprobado mediante Decreto Supremo Nº 350-2015-EF. En ese sentido, las conclusiones de la presente opinión no se encuentran vinculadas necesariamente a situación particular alguna. 2. CONSULTA Y ANÁLISIS De forma previa, es preciso señalar que la presente consulta se encuentra vinculada a la aplicación de la Ley de Contrataciones del Estado, aprobada mediante Decreto Legislativo Nº 1017 (en adelante, la “anterior Ley”), y su Reglamento, aprobado mediante Decreto Supremo Nº 184-2008-EF (en adelante, el “anterior Reglamento”)1; por tanto, será absuelta bajo sus alcances. La consulta formulada es la siguiente: “¿El profesional que reemplazará al Residente de Obra, ha realizado obras similares (edificios) solo en el ámbito privado puede calificar para remplazar al Residente de obra que tiene experiencia en ejecución de obras públicas?” (sic). Sobre el particular, corresponde señalar lo siguiente: 2.1 1 En primer lugar, debe indicarse que el primer párrafo del artículo 142 del anterior Reglamento señalaba que “El contrato está conformado por el documento que lo contiene, las Bases Integradas y la oferta ganadora, así como los documentos Normas vigentes hasta el 8 de enero de 2016. 2 derivados del proceso de selección que establezcan obligaciones para las partes y que hayan sido expresamente señalados en el contrato.” (El subrayado es agregado). Asimismo, es importante señalar que el segundo párrafo del referido artículo establecía que “El contrato es obligatorio para las partes (…).” (El subrayado es agregado). En atención a ello, puede inferirse que la oferta ganadora generaba obligaciones para el contratista, dado que era parte integrante del contrato. Esto significaba que el contratista se encontraba obligado a ejecutar el contrato por el precio ofertado, con el personal propuesto y respetando las demás condiciones señaladas en su oferta. 2.2 Sin perjuicio de lo anterior, era posible que la presencia efectiva del personal ofertado por el contratista pudiera verse afectada durante la ejecución del contrato, por diversas razones (caso fortuito o fuerza mayor, por ejemplo). De esta manera, si bien el contratista se encontraba obligado a asegurar la presencia del personal ofertado durante la ejecución del contrato, resultaba razonable −y en determinados casos hasta necesario− que existiera la posibilidad de reemplazar al personal propuesto originalmente, con la finalidad de continuar con la ejecución del contrato. En la línea de lo expuesto, es importante señalar que en el caso de obras, el cuarto párrafo del artículo 185 del anterior Reglamento señalaba que “La sustitución del residente sólo procederá previa autorización escrita del funcionario de la Entidad que cuente con facultades suficientes para ello, dentro de los ocho (8) días hábiles siguientes de presentada la solicitud a la Entidad. Transcurrido dicho plazo sin que la Entidad emita pronunciamiento se considerará aprobada la sustitución. El reemplazante deberá reunir calificaciones profesionales iguales o superiores a las del profesional reemplazado.” (El subrayado es agregado). Como se aprecia, la anterior normativa de contrataciones del Estado permitía la sustitución o cambio del residente de obra cuando se contara con la autorización previa del funcionario competente de la Entidad y siempre que el reemplazante tuviera calificaciones profesionales iguales o superiores a las del reemplazado. En este punto, es necesario precisar que se requería la autorización previa de la Entidad como medio para verificar que el reemplazante contaba con calificaciones profesionales iguales o superiores a las del profesional reemplazado2. De lo expuesto, se infiere que la anterior normativa de contrataciones del Estado permitía, de manera excepcional, el cambio del profesional que ejercía el cargo de residente de obra, siempre que con ello no se disminuyeran las calificaciones profesionales ofertadas por el contratista. Debe tenerse en consideración que el cumplimiento de esta condición le permitía a las Entidades asegurar que las prestaciones a su favor fueran ejecutadas con personal que reuniera las calidades técnicoprofesionales acordadas −respetándose, así, la calidad de la oferta− y al contratista le permitía reemplazar a su residente sin el riesgo que la Entidad le resolviera el contrato por el incumplimiento de los términos de la oferta. 2 3 2.3 Ahora bien, para verificar que el reemplazante cumplía con las mismas capacidades técnico-profesionales que las del residente de obra, la Entidad debía remitirse a los factores que fueron materia de evaluación y calificación; es decir, la Entidad no debía considerar características técnico-profesionales que no fueron materia de evaluación y calificación, tales como títulos profesionales o académicos no exigidos en las Bases o experiencia que no fue objeto de evaluación o calificación. En virtud de lo expuesto, el contratista podía sustituir al residente de obra siempre que el reemplazante tuviera iguales o superiores características técnicoprofesionales3; para ello, el contratista debía comunicar la necesidad del cambio a la Entidad, con la finalidad de que esta emitiera su conformidad y/o autorización al respecto. En este punto, debe reiterarse que para evaluar si el reemplazante reunía iguales o superiores características técnico-profesionales a las del residente de obra, la Entidad debía remitirse únicamente a los factores que fueron materia de evaluación y calificación y no a aquellos que no lo fueron4. 2.4 En ese orden de ideas, cuando los factores que fueron materia de la evaluación y calificación no hubieran establecido que la experiencia en obras similares solo sería considerada cuando proviniera de la ejecución de obras públicas, la Entidad podía aprobar que el residente de obra fuera reemplazado por un profesional cuya experiencia en obras similares hubiera sido adquirida únicamente en el sector privado. Finalmente, es importante señalar que -en principio- no resultaba razonable diferenciar la experiencia adquirida en obras públicas de aquella adquirida en obras contratadas por el sector privado; por lo tanto, de haber sido el caso, correspondía a la Entidad sustentar adecuadamente que para obtener un mayor grado de eficiencia en la ejecución de la obra era estrictamente necesario que la experiencia del personal profesional propuesto por el contratista proviniera de la ejecución de obras públicas5. 3. CONCLUSIONES 3.1 Cuando los factores que fueron materia de la evaluación y calificación no hubieran establecido que la experiencia en obras similares solo sería considerada cuando proviniera de la ejecución de obras públicas, la Entidad podía aprobar que el En caso el residente hubiera sido reemplazado por alguien que no cumplía, por lo menos, con las mismas características técnico-profesionales ofertadas, se generaba en la Entidad la potestad de resolver el contrato por el incumplimiento del contratista -según lo previsto en el literal c) del artículo 40 de la anterior Ley y 168 del anterior Reglamento- conforme a los procedimientos establecidos en los artículos 169 y 209 del referido Reglamento. 3 4 De conformidad con lo señalado en la Opinión N° 143-2016/DTN. Al respecto, debe considerarse que la anterior normativa de contrataciones del Estado establecía que la Entidad debía verificar que los factores de evaluación, dentro de los que se encontraba la experiencia y calificaciones del personal profesional propuesto, fueran objetivos y congruentes con el objeto de la contratación, debiendo sujetarse a criterios de razonabilidad y proporcionalidad. 5 4 residente de obra fuera reemplazado por un profesional cuya experiencia en obras similares hubiera sido adquirida únicamente en el sector privado. 3.2 En principio, no resultaba razonable diferenciar la experiencia adquirida en obras públicas de aquella adquirida en obras contratadas por el sector privado; por lo tanto, de haber sido el caso, correspondía a la Entidad sustentar adecuadamente que para obtener un mayor grado de eficiencia en la ejecución de la obra era estrictamente necesario que la experiencia del personal profesional propuesto por el contratista proviniera de la ejecución de obras públicas. Jesús María, 16 de marzo de 2017 PATRICIA SEMINARIO ZAVALA Directora Técnico Normativa MAMV/.