Seca de luciérnaga Autor Geseo Weihmüller Foto y tapa, Yanina Gallardo I la luciérnaga curiosa entra en la habitación, el tiempo no ha transcurrido, una mañana me despierto y la veo acurrucada. Por la noche despliega sus alas y me produce bienestar. Su intermitente andar haciendose una con el espacio. Seca de Luciernaga, ya que una vez terminado el cigarro ya no está. Devuelve esperanza al mundo con tu aleteo y descubre nuevos universos bajo la estancia. Caminantes dispuestos y regulares. Imaginando un nuevo cielo en el horizonte. II Después de un largo viaja un trotamundos llamado Leonardo voló a Pojondo. Pojondo lo recibió con un eclipse y lo sintió en el cuerpo. III Edificios desbastados por la luna. Media dolida por el general. Inclina su gracia al entrar en personaje. IV Una monjita rezaba y rezaba hasta que un día formuló la pregunta ¿Qué es rezar? Y de repente todo el hechizo que la encubría desapareció y vivió feliz. V Zapatillas de plomo desperdiciadas en el fango de la niebla y un triste adiós entre soldados. VI En Pojondo hay un músico que cambia todo el tiempo. Al decir mesa se hace mesa. Al decir silla se hace silla, al decir hombre se transforma en hombre y nadie lo puede parar. VII Encontraron un dibujo en Pojondo extraordinario; divino en la arena. Todos asombrados preguntaron ¿Qué? ¿Quién había dibujad este hexágono? Es obra de la naturaleza afirmó una científica llamada Yanina. VIII Cree en ideas vetustas. Este ir y venir irónico. La poesía entra en el libro en que entran todos los otros libros de poesía. IX Soy Zeus vengo y derroto Titanes. Un rayo mío caerá en tu cabeza. X Canción que te gusta. Y asumiendo vida nueva, es decir, fundada en el comienzo de la juventud. Loras volando acá. Esta obra está protegida bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.