La 'doble' que no es 'doble' - Sobre la naturaleza jurídica y constitucionalidad de las normas establecidas en los arts. 5 y 6 del DNU 39/2021[1] Autor: Barciela, Gonzalo Cita: RC D 68/2021 Encabezado: Se analiza la naturaleza jurídica de la obligación sancionada por el art. 5 del DNU 39/2021, para, desde allí, señalar los términos del debate sobre la constitucionalidad del límite consagrado por el art. 6 a partir de los lineamientos establecidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Sumario: I. Introducción. II. ¿Indemnización o sanción? La respuesta estatal frente a los despidos sin justa causa y el art. 5 del DNU 39/2021. III. La constitucionalidad del límite establecido por el art. 6 del DNU 39/2021 o qué dijo la Corte en "Vizzoti". IV. Conclusión. La 'doble' que no es 'doble' - Sobre la naturaleza jurídica y constitucionalidad de las normas establecidas en los arts. 5 y 6 del DNU 39/2021[1] La determinación judicial, aunque controvertible en tanto compensa un déficit legislativo, y en este sentido adoptada en ejercicio de la "discreción" que implica el principio de inexcusabilidad, es una que reclama ser la mejor interpretación posible del derecho vigente. Fernando Atria. La forma del derecho I. Introducción El límite establecido por el art. 6 del Decreto de Necesidad y Urgencia 39/2021, al momento de cuantificar la obligación sancionada por el art. 5 del referido cuerpo normativo, convoca a pensar dos cuestiones[2]. La primera, relativa a la naturaleza jurídica de la reacción estatal que surge del art. 5 ya indicado y que remite expresamente al DNU 34/2019[3]. La segunda se refiere a la constitucionalidad de dicho límite a partir de explorar las directrices establecidas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El estudio de la eventual configuración de las circunstancias a las que sujeta su validez el ejercicio de la facultad legislativa de excepción prevista por el art. 99, inc. 3, CN es ajeno al estrecho propósito de la presente contribución. Sin perjuicio de ello, cabe remitir al lector a la lectura de los considerandos 5º), 6º) y 7º) de la causa "Aceval Pollacchi"[4], como así también, lo resuelto en las causas "Verrocchi"[5] y "Consumidores Argentinos"[6], donde podrá encontrarse una elaborada doctrina sobre el punto. II. ¿Indemnización o sanción? La respuesta estatal frente a los despidos sin justa causa y el art. 5 del DNU 39/2021 En una primera aproximación, el interrogante planteado podría parecer ocioso o más propio de una discusión desprovista de eficacia práctica. No obstante, el lector podrá apreciar en su momento que aquél reviste suma importancia a la hora de enfrentarnos a la discusión sobre la constitucionalidad del límite fijado por el art. 6 del DNU 39/2021, a la luz de la naturaleza jurídica de la reacción estatal establecida por su art. 5. El concepto de "naturaleza jurídica" carece de todo resabio metafísico, a poco que se repare en lo que el derecho 1/5 "es": El derecho no es, como a veces se dice, una norma. Es un conjunto de normas que tiene el tipo de unidad a que nos referimos cuando hablamos de un sistema. Es imposible captar la naturaleza del derecho si limitamos nuestra atención a una sola norma aislada. Las relaciones entre las normas de un orden jurídico son también esenciales a la naturaleza del derecho. Únicamente sobre la base de una clara comprensión de las relaciones que constituyen un ordenamiento jurídico, puede entenderse plenamente la naturaleza del derecho[7]. El derecho es, como todo concepto, relacional. Esto conlleva a que la mentada "naturaleza" refiera al conjunto de relaciones a partir de las cuales cobra operatividad una determinada norma atendiendo a su estructura y función[8]. En este sentido, cabe recordar que una norma no responde en términos constitucionales a su nomen juris, sino a las ya mencionadas estructura y función. De esta forma, la obligación que consagra el art. 5 del DNU 39/2021, remitiéndose al DNU 34/2019, no es de causa resarcitoria, sino punitoria. Veamos, las obligaciones de causa resarcitoria se dirigen a reestablecer o recomponer un equilibrio perdido o roto por la producción de un daño. Así, exigen la concurrencia de los elementos propios de la responsabilidad civil, a saber: daño calificado de injusto, antijuridicidad, nexo de causalidad adecuado y factor de atribución, sea de orden subjetivo u objetivo. La prueba del daño resulta un requisito esencial de este tipo de obligaciones. Por el contrario, en las obligaciones de causa punitoria es innecesaria la prueba o acreditación de daño, desde que no reparan ni sustituyen nada, sino que el orden jurídico reacciona frente a la conducta prohibida. Las penas civiles de carácter pecuniario constituyen agresiones al patrimonio del deudor cuyo límite no yace en la adecuada recomposición o reconstitución del equilibrio perdido, sino en su proporcionalidad en base a la gravedad de la infracción cometida y al bien jurídico tutelado, ello con base en los artículos 28 y 33 de la Constitución Nacional[9]. La obligación de causa punitoria sancionada por el art. 5 del DNU 39/2021 se incorpora a un vasto elenco que integra el Régimen de Contrato de Trabajo: las multas de los arts. 8, 9, 10 y 15 de la Ley 24013, 1 y 2 de la Ley 25323, 80, párrafo cuarto y 132 bis, LCT. A través del art. 5 del DNU 39/2021 el ordenamiento jurídico actúa sancionando una obligación de causa punitoria, cuando no se observa la prohibición establecida por su artículo 2. No repara ni sustituye, sino que agrede el patrimonio de su deudor. III. La constitucionalidad del límite establecido por el art. 6 del DNU 39/2021 o qué dijo la Corte en "Vizzoti". Sin duda que la norma que nace del art. 6 del DNU 39/2021 ha llamado la atención del juslaboralismo. Ahora bien, no es nuestra intención juzgar en abstracto la constitucionalidad de aquélla, sino establecer los términos a partir de los cuales podría plantearse el referido examen de conformidad con la Constitución Nacional. Inmediatamente que se pronuncia el término "tope" echamos mano de "Vizzoti"[10]. No obstante, y tal como observó la doctrina especializada, de aquella causa no se desprende tope "pretoriano" alguno[11]. Aún más, tras la decisión recaída en el célebre precedente, la Corte Federal explicitó la ratio decidendi establecida en aquél: Que no obsta a dicha solución lo resuelto en la causa V.967.XXXVIII. "Vizzoti, Carlos Alberto c/ Amsa S.A. s/ Despido", sentencia del 14 de septiembre de 2004. En efecto, en dicho precedente no se descalificaron los topes indemnizatorios sino que, en virtud de las circunstancias del caso, se acudió a una pauta estimativa para salvaguardar la tutela constitucional contra el despido arbitrario ante la notoria desproporción entre el ingreso del trabajador y la base de cálculo[12]. Así también, en "González", la Corte tuvo oportunidad nuevamente de señalar que la protección contra el despido 2/5 arbitrario que consagra el artículo 14 bis, CN no puede resultar en que la indemnización desconozca la concreta realidad a la que se quiere atender por la limitación del salario tomado como indicador de lo que se busca recomponer[13]. Resulta claro que el argumento expuesto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación es netamente resarcitorio, puesto que se refiere a la adecuada recomposición del equilibrio roto como consecuencia de un despido sin justa causa, donde la "concreta realidad" no es otra que la del salario como uno de los parámetros de cuantificación y, a la vez, de indicador de aquello que resultó perdido. Se advierte que, por un lado, no existe un "Tope Vizzoti" que sirva como parámetro para examinar la constitucionalidad del límite establecido por el art. 6 del DNU 39/2021. Por el otro, aún en el caso de que existiera tal tope, el mismo se corresponde con una obligación de causa resarcitoria, no punitoria. En tal sentido, no podría analogarse la ratio de "Vizzoti" a efectos de decidir sobre la constitucionalidad del límite fijado por el art. 6, DNU 39/2021, puesto que aquella se elaboró en torno a una obligación de causa resarcitoria, no punitoria. Ahora bien, en torno a la naturaleza jurídica de la obligación del art. 5 del DNU 39/2021, puede invocarse la ratio que se desprende del considerando 10) de la ya mencionada causa "Aceval Pollacchi"[14], donde la Corte manifestó: Que, como corolario de lo expresado, cabe destacar la naturaleza específica de las acreencias solicitadas por la parte actora. El fundamento valorativo de la solución dado al caso -en particular, en lo relativo al recaudo de "razonabilidad"- reposa en inexcusables principios de justicia social (Fallos: 250:46 y sus citas) y en la ponderada estimación de las exigencias éticas y condiciones económico-sociales propias de la situación a la que se aplicó. (...) Vale remarcar que en el sub examine, el distrato laboral y las normas que regularon su indemnización agravada correspondieron a momentos de dramática crisis institucional y social para la vida de la República. Esta visión de conjunto exime de un mayor esfuerzo para concluir que la disuasión de los despidos constituía una herramienta tan razonable como urgente para conjurar una mayor profundización de la crisis desatada. En tanto el salario, como contraprestación del trabajo dependiente, tiene naturaleza alimentaria pues permite la emancipación económica del individuo y de su grupo familiar en relación con sus necesidades primarias. En el contexto descripto, era imperativo tutelar la continuidad de la relación laboral[15]. Como se observa, lo expuesto por la Corte Federal refiere a la "razonabilidad" como parámetro para evaluar la validez constitucional del acto legislativo del Poder Ejecutivo Nacional en su aspecto sustancial, es decir, en su contenido. Desde este punto de vista, lo que se examina es la adecuación del medio elegido a la luz del fin expresamente perseguido por la ley[16]. Es a partir de allí que emerge la función de disuasión que se le acordó a la duplicación establecida por el Decreto 883/2002, "disciplinando" el despido. Emerge patente, entonces, la ausencia de toda motivación compensatoria, como así también, la inexistencia de una función resarcitoria. Por el contrario, se advierte la existencia de una clara respuesta estatal dirigida a tutelar un bien jurídico determinado: el trabajo como actividad que se subsume como medio personal en una organización ajena y una función disuasiva clara[17]. IV. Conclusión A partir de identificar la naturaleza jurídica de la obligación sancionada por el art. 5 del DNU 39/2021, pudimos indicar los términos desde los cuales podría efectuarse el examen de constitucionalidad del límite establecido por el art. 6 respecto a su cuantificación. 3/5 El término naturaleza, las más de las veces esquivo o connotado peyorativamente, nos muestra que cada instituto, más allá de la adecuación en cuanto a su terminología, opera e insiste sobre nuestra propia práctica del derecho. Como supo sostener Baruch Spinoza: "Cada cosa se esfuerza, cuanto está a su alcance, por perseverar en su ser"[18]. [1] Agradezco al profesor César Arese haber expuesto sus agudas observaciones, las que me han permitido desarrollar mejor algunos argumentos de este texto, los que continúo sosteniendo en entusiasta y respetuosa disidencia. [2] B.O 23/01/2021. Artículo 5. Durante la vigencia de la emergencia ocupacional, en los casos de despidos sin justa causa no cuestionados en su eficacia extintiva, la trabajadora afectada o el trabajador afectado, tendrá derecho a percibir el doble de la indemnización correspondiente, en los términos del citado Decreto de Necesidad y Urgencia 34/2019. Artículo 6. A los efectos de establecer el cálculo de la indemnización definitiva, en los términos del artículo 5° del presente decreto, el monto correspondiente a la duplicación no podrá exceder, en ningún caso, la suma de pesos quinientos mil ($ 500.000). [3] B.O 13/12/2019. [4] Fallos: 334:799, que confirmó expresamente la constitucionalidad del Decreto PEN 883/2002. [5] Fallos: 322:1726, que analizó la concurrencia de los recaudos previstos por el art. 99, inc. 3, CN con respecto al dictado de los Decretos 770/1996 y 771/1996. [6] Fallos: 333:633, donde la Corte se pronunció por la inconstitucionalidad del Decreto PEN 558/2002. [7] Kelsen, Hans; Teoría General del Derecho y del Estado, México D. F., Universidad Nacional Autónoma de México, 1988, pág. 3. [8] Fallos: 332:2043, considerando 5°) último párrafo. [9] Fallos: 312:826. Véase Quiroga Lavié, Humberto; Benedetti, Miguel Ángel; Cenicacelaya, María de las Nieves; Derecho Constitucional Argentino, Tomo I, Santa Fe, Rubinzal-Culzoni editores, 2009, págs. 442 y ss. [10] Fallos: 327:3677. [11] Véanse Arias Gibert, Enrique; "La protección contra el despido arbitrario en el modelo constitucional argentino", en Revista de Derecho Laboral, 2014-1: "El Derecho del Trabajo en la Constitución Nacional - I", Santa Fe, Rubinzal-Culzoni editores, pág. 416. Machado, José Daniel y Ojeda, Raúl Horacio; "Las indemnizaciones debidas como consecuencia de la extinción de la relación de trabajo", en Mario Ackerman (Director), Diego M. Tosca y Alejandro Sudera (Coordinadores), Tratado de Derecho del Trabajo, Tomo IV, segunda edición ampliada y actualizada, Santa Fe, Rubinzal-Culzoni editores, 2014, págs. 426-427. [12] CSJN N.10.XXXVIII. Recurso de hecho "Nine, Héctor Aldo c/ Automóvil Club Argentino", sentencia del 7 de febrero de 2006. El destacado me pertenece. [13] Fallos: 333:699, párrafo segundo del considerando 5°). 4/5 [14] Fallos: 334:799. [15] El destacado me pertenece. [16] Un ejemplo claro de este examen de razonabilidad es el que realizó la Corte en la causa "Milone" (Fallos: 327:4607) para censurar la constitucionalidad del pago en renta de la prestación dineraria establecida por el art. 14, apartado 2), inc. b) de la Ley 24557. [17] Merecería un detenido análisis la siguiente afirmación de la Corte en "Aceval Pollacchi": "Se desalentaba, así, la libertad de poner fin al vínculo laboral sin causa justificada". Tal afirmación descansa en un equívoco sobre la protección que otorgan las leyes frente al despido arbitrario. Por cuanto, ¿qué ejercicio de libertad conllevaría la obligación de afrontar el pago de una indemnización? Una vez más, se impone la lección del maestro Justo López, quien señaló que el despido es un acto ilícito, más válido en cuanto a su eficacia extintiva. Para una exposición detallada de este problema remito al artículo de Enrique Arias Gibert indicado en la cita nro. 11 de este texto. [18] Ética, III, proposición 6. Texto original en latín: "Unaquaeque res, quantum in se est, in suo esse perseverare conatur". 5/5 Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)