Trabajo Práctico Nº 1. Alumna Marcela Viaggio 12 mayo de 2007 La familia actual esta en crisis. ¿Por que esta afirmación?.Porque la forma tradicional de su estructura y organización se ha transformado, está transformándose ante los cambios de nuestra sociedad y cultura. El concepto clásico de familia esta ligado a la sexualidad y la procreación. La familia es la institución social y cultural que regula a estas dos necesidades.Incluye la convivencia cotidiana, en una vivienda, la economía compartida, una domesticidad colectiva. La familia “ideal” o idealizada en nuestra cultura occidental y cristiana es la que esta constituida por la madre, el padre y los hijos, viviendo en un techo en común. En la actualidad existen otras formas de organización de los vínculos familiares, otras formas de convivencia, otras sexualidades, otras formas de llevar a cabo la procreación( inseminación artificial por ejemplo) y reproducción. Vivimos en un mundo en que las tres dimensiones que conforman la definición clásica de familia: sexualidad, procreación y convivencia han sufrido transformaciones y han evolucionado en diferentes direcciones. El matrimonio monogámico, para toda la vida, no es la única opción, el sometimiento y la violencia doméstica tampoco. La independencia, la autonomía de la mujer, es un camino que hace tiempo estamos haciendo, con los costos que pueda tener esta adquisición de derechos. La responsabilidad, las obligaciones son mayores al sumar a la vida doméstica la vida pública, la vida del trabajo, en el afuera, en el mundo externo. La vida cotidiana para las personas que conforman a la familia se ha tornado en algo complejo, las exigencias de sustento son grandes, el trabajo si lo hay, para la mayoría es precario. Lo económico juega un papel fundamental en las dificultades para poder vivir dignamente. Me pregunto, ¿qué es vivir dignamente?.Es tener alimentación, 1 vivienda, educación, salud, trabajo, tiempo para el ocio creativo. En la actualidad son pocos los que tienen estos derechos. El grupo de niños con los que trabajo viven realidades muy diferentes entre sí. Por ejemplo Manuel es hijo de una madre adolescente, vive en casa de sus abuelos con su mamá. Jonathan vive con su mamá y dos hermanos, su papá trabaja en otra provincia. Carlos vive con sus tíos, sus padres murieron por el SIDA. Doy estos ejemplos crudos para mostrar las diferentes formas de familias que existen en un grupo de 30 niños, en una escuela de Barracas, otros compañeros tienen dificultades de adaptación, de aprendizaje, como consecuencia de la violencia doméstica que sufren. Muchos de estos chicos viven una situación de desamparo, porque no tienen cubiertas sus necesidades básicas: alimentación, salud, vivienda, seguridad, educación, a nivel afectivo tienen carencias. El afecto familiar es un alimento también, es un nutriente, un reaseguro que sostiene y contiene. Las figuras de apego, de sostén y acompañamiento no son sólidas. Sus padres, abuelos, miembros de la familia del primer matrimonio o los siguientes no están presentes. Las razones pueden ser varias, por ejemplo: la necesidad de trabajar más para poder solventar los gastos, el tiempo que ocupa el buscar trabajo, changas. El cansancio y falta de contención de los familiares de los niños en la vida doméstica, si es que se puede llamar así. Por los problemas cotidianos, económicos se produce una fractura en los vínculos, los niños están desamparados. El proceso de construcción de su identidad es atrofiado por los obstáculos cotideanos. El niño es vulnerable a todos estos cambios constantes, a la falta de encuadre, estructura, al borramiento de las figuras de sostén, a la falta de límite. La ley pensándola como la puesta de límites es indispensable para conformar la subjetividad. La institución familiar y la escolar son muy importantes para el niño porque contiene. Tendrían que dar herramientas para seguir creciendo, aprehendiendo valores, normas, ampliar la capacidad de escucha y de acción para poder convivir, compartir, ser solidarios. Con el objetivo de ir construyéndose con el/los otros para conformar una sociedad más democrática, teniendo una representación del mundo en que se vive, porque la representación es subjetiva. 2 El adulto también es vulnerable al vivir en esta sociedad individualista, de consumo, con falta de seguridad, con problemas económicos, angustias. A pesar de todos estos obstáculos ,el adulto es responsable de los niños, de su accionar como padre, docente y ciudadano. Tiene derechos y obligaciones que cumplir. En el vínculo niño / adulto existe una asimetría, no son iguales, hay una diferenciación. Al niño hay que contenerlo, acompañarlo, brindarle recursos y herramientas para que crezcan, vayan adquiriendo autonomía e independencia, poco a poco. El niño tiene que sentir que el adulto está presente, el adulto tiene que estar presente para enseñar, ayudar, contener, sostener, acompañar. Es importante que el adulto no crea que lo puede todo, que no sea omnipotente, ni autoritario, debe rever sus matrices de aprendizaje, reformular sus formas de comunicación, compartir con sus pares para poder seguir transformándose en un ser autónomo, activo, con capacidad de escucha, solidario y en una persona que aporte con su acción a la transformación de la sociedad en que vive. Desde lo más cercano a lo más amplio, lo vincular con su pareja si es que tiene, sus hijos, padres, los docentes de la escuela de sus hijos, compañeros de trabajo, estudio, sociedad de fomento, el club, etc. La trama de la red cada vez se hace más gruesa, la red vincular se agranda. Cuando se produce exclusión él vinculo social se rompe, no hay valores. La zona de exclusión la padecen los más desamparados, los más desfavorecidos de todo, los más pobres. Están desprovistos de todo o casi todo: recursos económicos, soportes relacionales de protección social, se les da el lugar del excluido, del estar afuera de. Por esta razón los excluidos son los más vulnerables, la violencia es vivida casi constantemente. El término vulnerabilidad designa al enfriamiento del vínculo social que precede a la ruptura. Las políticas del estado deberían tener en cuenta esta problemática y buscar las herramientas para modificar esta realidad. Es difícil porque esta crisis es a nivel mundial. Volviendo a lo más próximo, a lo posible en el accionar de nuestro rol como docente de una escuela intensificada en arte creo que podemos aportar mucho para producir cambios, mejor dicho aportar herramientas que fomenten lo creativo, 3 la revalorización de las propias sensaciones y percepciones, la expresión corporal, de la voz, el pensamiento. La Danza, el teatro, la plástica, la música, los medios audiovisuales en estas escuelas tienen un rol muy importante porque dan lugar a que los chicos se expresen, se comuniquen, que confíen en sus potenciales, que los compartan con sus pares, que muestren su producción a sus familiares, docentes, directivos, actores de la institución escolar. Que abran algo nuevo en el espacio que habitan ocho horas diarias, es mucho tiempo y al tiempo hay que darle importancia, vivirlo. La escuela tiene él desafió de sostener estos espacios creativos, de expresión de subjetividades individuales y grupales. Lo nuevo muchas veces asusta por ser desconocido, pero creo que el proyecto apunta a una mirada más abarcativa del niño, de la futura mujer y futuro hombre. El arte permite nutrir, enriquecer la vida de las personas, al estar estas áreas artísticas articuladas con las otras materias: lengua, matemática, ciencias, sociales, etc. el aprendizaje del niño, como también el del docente se enriquece, se potencia. Para terminar pienso que el desafió es para todos, docentes de arte, niños, la institución con sus actores: directivos, docentes, secretarias, maestranzas, y los padres. Culturalmente se cree que el arte no tiene un fin concreto, es posible que muchos familiares crean que esta nueva estructura no va a aportarles algo beneficioso a sus hijos, proyectando su futuro, quizás es más tranquilizador para ellos que sus hijos estudien inglés y /o computación. Nosotros los docentes podemos invitar a los padres a compartir nuestras clases, buscar nuevas formas de dar a conocer nuestro trabajo, seguir con este desafío en la práctica y fundamentarlo con el aporte de la teoría. Bibliografía: - Castel Robert, De la exclusión como estado a la vulnerabilidad. - Zelmanovich Perla, Enseñar hoy. - Jelin Elizabeth, Pan y afectos. 4