1.2.2. Derechos fundamentales y libertades públicas Los derechos fundamentales y libertades públicas constituyen un núcleo esencial y gozan del máximo nivel de protección jurídica. Su vulneración posibilita acceder al recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Los mismos pueden ordenarse de acuerdo con la siguiente clasificación: 1.2.2.1 Derechos de ámbito personal Aquellos que resultan consustánciales con la esencia misma la persona, y constituyen una protección directa de los componentes físicos y morales de esta: Derecho a la vida (art.: 15) “Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las Leyes penales militares para tiempos de guerra”. El derecho a la vida y a la integridad personal se proyecta sobre cuestiones tan controvertidas y polémicas, como la pena de muerte, el aborto, la eutanasia y el suicidio. Por otra parte, dentro del derecho a la vida se incluye el derecho a la integridad física y moral mediante la prohibición al sometimiento de torturas. Este aspecto es materia de especial relevancia en acuerdos internacionales (tanto de ámbito global como la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, como de ámbito regional como el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Públicas de 1950 o el Convenio Europeo para la prevención de la tortura y de las penas o tratos inhumanos o degradantes de 1987) Derecho a la libertad de ideología y de religión. (art.: 16) “1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y de las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que las necesarias para el mantenimiento del orden público protegido por la Ley. 2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias. 3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrá las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y demás confesiones”. La Constitución proclama el Estado laico (art. 16.3) y al mismo tiempo la libertad religiosa (art. 16.1). Esto entraña la proclamación de dos principios, de un lado de libertad religiosa entendida como un derecho subjetivo de carácter fundamental, y de otra, de igualdad entre todos los ciudadanos con independencia de su religión, cuya consecuencia es la no confesionalidad del Estado, y el mandato de cooperación con todas las confesiones con arraigo en la sociedad. Derecho a la libertad y seguridad (art. 17). Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. La detención preventiva no podrá durar más tiempo que el estrictamente necesario para la realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y en todo caso, en el plazo máximo de 72 horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición de la autoridad judicial. Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, y de modo que le sea comprensible, de sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar. Se garantiza la asistencia de abogado al detenido en las diligencias policiales y judiciales. 1.2.2.2 Derechos de la esfera privada Estos derechos tienen una estrecha relación con los derechos anteriores. Derecho al honor a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen (art. 18.1.) Derecho a la inviolabilidad del domicilio (art. 18.2).- Ninguna entrada o registro se podrá hacer sin consentimiento o resolución judicial, salvo caso de flagrante delito (este derecho asiste también a las personas jurídicas). Secreto de las comunicaciones (art.18.3).- Se garantiza el secreto a las comunicaciones (en especial las postales, telegráficas y telefónicas) salvo resolución judicial). El uso de la informática se limitará para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos. Libertad de residencia y desplazamiento (art. 19).- Los españoles tienen libertad de elegir su residencia y a circular por el territorio nacional, así como a salir y entrar libremente de España en los términos que la Ley establezca, y que no podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos. 1.2.2.3 Derechos de ámbito político o participativo Se incluyen aquí una serie de derechos que el individuo posee por su condición de una determinada comunidad política. Libertad de expresión (art. 20). En este bloque se reconocen y protegen los siguientes derechos: o A expresar y difundir libremente pensamientos, ideas y opiniones, mediante la palabra el escrito o cualquier otro medio de reproducción o A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica o A la libertad de cátedra, como proyección de la libertad de expresión a través de la cátedra. o A la libertad de información Derecho de reunión pacífica y sin armas3 (art 21). Derechos de asociación (art. 22) 4. Derecho de participación política (art. 23). Los ciudadanos tienen derecho a participar en los asuntos públicos directamente5 o por medio de representante, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal. Estos derechos de participación inicialmente sólo se atribuían a los españoles, mediante una reforma constitucional de 27 de agosto de 1992, se añadió una excepción referente al derecho de sufragio activo y pasivo de los extranjeros en las elecciones municipales. Derecho de petición (art. 29). Todos los españoles 6 tienen el derecho de petición individual y colectiva por escrito, en la forma y con los efectos que determine la ley. 1.2.2.4 Derechos jurisdiccionales Estos derechos hacen referencia a la tutela efectiva que de los derechos ofrecen los tribunales de justicia. Tutela Judicial efectiva (art. 24). Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que en ningún caso pueda producirse indefensión. ( En relación a las penas o sanciones7 (art. 25). Nadie puede ser condenado o sancionado por acciones y omisiones que en el momento de producirse no constituyan delito, falta o infracción administrativa, según la legislación vigente en aquel momento. 1.2.2.5 Derechos en el ámbito socieconómicos Se refieren a derechos cuyo por objeto es superar situaciones de desequilibrio que se producen en el seno de la sociedad. Educación (art. 27) Todos tienen derecho a la educación. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respecto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales. La enseñanza básica es obligatoria y gratuita. Libertad de sindicación (art. 28.1) Todos tienen derecho a sindicarse libremente8. La libertad sindical comprende el derecho a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección. Derecho a la huelga (art. 28.2) Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. En relación a su ejercicio, se establecerán las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad. Derechos y Libertades en el ámbito personal Derecho a la vida: Incluyendo la abolición de la pena de muerte. Derecho a la integridad física y moral: Prohibiendo torturas, penas o tratos inhumanos. Libertad de creencias: Tanto ideológicas como religiosas. Se declara la aconfesionalidad del estado y el derecho a no declarar sobre ideología, religión o creencias. Derecho a la libertad y seguridad: limitación de la detención preventiva, derecho a ser informado de los derechos y razones y derecho a no declarar si se produce una detención, derecho a un abogado en diligencias judiciales y policiales, procedimiento de «habeas corpus» y plazo máximo de la prisión provisional establecido por ley. Derecho a la seguridad jurídica y tutela judicial: Que garantiza un proceso penal con garantías. Derecho al juez ordinario. Derecho a la defensa y asistencia de letrado. A conocer la acusación formulada contra ellos. A un proceso público y sin dilaciones. Derecho a no declarar contra sí mismos y a no confesarse culpables. Derecho a la presunción de inocencia. Derecho a la vida privada: Que incluye: o Derecho a la intimidad personal y familiar, una vida privada y derecho al honor y la propia imagen. o Derecho al secreto de las comunicaciones. o Inviolabilidad del domicilio. o Incluye la limitación del uso de la informática para proteger la intimidad personal y familiar y el pleno ejercicio de sus derechos. Con la STC 292/2000 "a raíz" de este derecho, se crea el derecho fundamental a la protección de datos, como derecho diferente a la intimidad. Libertad de circulación y residencia: Así como de entrar y salir del país sin limitaciones políticas o ideológicas. Derecho a un matrimonio igualitario: Con igualdad jurídica entre las partes sociales. Derechos y Libertades de ámbito público Derecho a la igualdad ante la ley, y prohibición de discriminaciones en el contenido de la ley. Derecho a una comunicación libre: Que abarca toda una serie de derechos como: Libertad de expresión, producción y creación literaria, artística, científica, técnica y tarea docente. Derecho a la información: A recibirla y emitirla con prohibición expresa de la censura previa, el secuestro administrativo y cualquier maniobra para dificultad el acceso a la información y la cultura. Derecho a participar en asuntos públicos: Directamente o mediante representantes democráticos. Incluye el derecho a acceder a la función pública en igualdad de condiciones. Derecho de reunión, manifestación y asociación. Derecho de petición: Es decir, de poder dirigirse a los poderes públicos. Derecho de participación en asuntos públicos, de forma activa o pasiva. Derecho de acceder a cargo público en condiciones de igualdad. Derechos constitucionales vinculados con los económicos y sociales Derecho a la educación libre y gratuita. Libertad de enseñanza y de cátedra. Derecho a la autonomía universitaria. Libertad sindical y a su vez no obligación de afiliarse. Derecho de huelga. Derecho a la negociación colectiva. Derecho y deber de trabajar: Que incluye a su vez otros derechos fundamentales. o Libre elección de profesión u oficio. o Promoción a través del puesto de trabajo y mejora del puesto. o Remuneración suficiente. o No discriminación por edad o sexo en el trabajo. o El estado deberá velar por una política de pleno empleo. o Derecho a la propiedad privada y a la herencia. Artículo 81. 1. Son leyes orgánicas las relativas al desarrollo de los derechos fundamentales y de las libertades públicas exigirá mayoría absoluta del Congreso. Artículo 82. 1. Las Cortes Generales podrán delegar en el Gobierno la potestad de dictar normas con rango de ley sobre materias determinadas. Artículo 83. Limitación a las leyes de bases o leyes de delegación. Artículo 84. Cuando una proposición de ley o una enmienda fuere contraria a una delegación legislativa en vigor, el Gobierno está facultado para oponerse a su tramitación. Artículo 85. Las disposiciones del Gobierno que contengan legislación delegada recibirán el título de Decretos Legislativos. Artículo 86. 1. En caso de extraordinaria y urgente necesidad, el Gobierno podrá dictar disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de Decretos-leyes. Artículo 87. 1. La iniciativa legislativa corresponde al Gobierno, al Congreso y al Senado, de acuerdo con la Constitución y los Reglamentos de las Cámaras. 2. Las Asambleas de las Comunidades Autónomas podrán solicitar del Gobierno la adopción de un proyecto de ley. 3. Iniciativa popular para la presentación de proposiciones de ley. En todo caso se exigirán no menos de 500.000 firmas acreditadas. Artículo 88. Los proyectos de ley serán aprobados en Consejo de Ministros, que los someterá al Congreso, acompañados de una exposición de motivos y de los antecedentes necesarios para pronunciarse sobre ellos. Artículo 89. 1. La tramitación de las proposiciones de ley se regulará por los Reglamentos de las Cámaras, 2. Las proposiciones de ley que, tome en consideración el Senado, se remitirán al Congreso para su trámite en éste como tal proposición. Artículo 90. 1. Aprobado un proyecto de ley ordinaria u orgánica por el Congreso de los Diputados, su Presidente dará inmediata cuenta del mismo al Presidente del Senado, el cual lo someterá a la deliberación de éste. 2. El Senado en el plazo de dos meses, puede, oponer su veto o introducir enmiendas al mismo. El veto deberá ser aprobado por mayoría absoluta. El proyecto no podrá ser sometido al Rey para sanción sin que el Congreso ratifique en caso de veto, el texto inicial, o se pronuncie sobre las enmiendas. 3. El plazo del Senado se reducirá al de veinte días naturales en los proyectos declarados urgentes. Artículo 91. El Rey sancionará en el plazo de quince días las leyes aprobadas por las Cortes Generales, y las promulgará y ordenará su inmediata publicación. Artículo 92. 1. Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos. 2. El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados. Artículo 93. Mediante ley orgánica se podrá autorizar la celebración de tratados internacional. Corresponde a las Cortes Generales o al Gobierno la garantía del cumplimiento de estos tratados. Artículo 94. Autorización de las Cortes para determinados tratados internacionales: a. Tratados de carácter político. b. Tratados o convenios de carácter militar. c. Tratados o convenios que afecten a la integridad territorial del Estado o a los derechos y deberes fundamentales establecidos en el Título I. d. Tratados o convenios que impliquen obligaciones financieras para la Hacienda Pública. e. Tratados o convenios que supongan modificación o derogación de alguna ley o exijan medidas legislativas para su ejecución. Artículo 95. 1. La celebración de un tratado internacional que contenga estipulaciones contrarias a la Constitución exigirá la previa revisión constitucional. 2. El Gobierno o cualquiera de las Cámaras puede requerir al Tribunal Constitucional para que declare si existe o no esa contradicción. Artículo 96. 1. Los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez publicados oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno. Sus disposiciones sólo podrán ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios tratados o de acuerdo con las normas generales del Derecho internacional.