A NUESTRO PROGRAMA En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado á Dios, sino que él nos amó á nosotros, y ha enviado á su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 1 Juan 4:10 Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8 De ti será mi alabanza en la grande congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen. Salmo 22:25 Por ti he sido sustentado desde el vientre: De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacaste: De ti será siempre mi alabanza. Salmo 71:6 Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios: No por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:8,9 ¿Luego deshacemos la Ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la Ley. Romanos 3:31. Comprender que la Ley y la Gracia son dos conceptos espirituales que forman parte de un todo que se llama: SALVACIÓN, y que ambas proceden del mismo autor: DIOS, de tal manera que a la luz de la escrituras sagradas, la Biblia, podamos confirmarnos en nuestra fe. ¿Por qué si la salvación es por gracia yo debo observar la ley? Ésta es una pregunta que muchos Cristianos, nos hacemos y cuando escuchamos las respuestas que se dan a esta pregunta, en vez de traernos luz a nuestras mentes y con ello afirmarnos en la fe, nos trae confusión y como consecuencia, nos debilita en nuestras creencias y fe. Y estos tiempos difíciles que vivimos, donde se nos enseña que nada es absoluto, y que la verdad tampoco es absoluta, se hace necesario que a través del estudio de las sagradas escrituras y con la dirección y auxilio de la tercera persona de la Santa Trinidad, El Espíritu Santo, podamos realizar una interpretación sana y santa de la misma, que confirme nuestra fe en que Cristo es el camino, la verdad y la vida y nadie va el padre sino por Él (Juan 14:6 parafraseado). De hecho es un tema espiritual de difícil tratamiento para una charla, pero en el nombre de Jesús, trataremos de aportar algunas ideas, que nos conduzcan a la propia reflexión y tomar el camino que nos lleve a la vida eterna, pues el mismo Cristo nos alertó: Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva á la vida, y pocos son los que la hallan. Mateo 7:13. Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva á la vida, y pocos son los que la hallan. Mateo 7:13. “Quien guarda los mandamientos, pero no vive bajo la gracia, es como quien huye del fango, pero no se baña. Quien apela a la gracia, pero no guarda los mandamientos, es como quien quiere bañarse y seguir metido en el fango.” Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Esta frase nos bien como anillo al dedo para iniciar la exposición de las ideas del tema en cuestión y por ello primero vamos a analizar en forma breve la Ley en relación a la salvación, y luego la Gracia en relación con la salvación. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino LA LEY RESPECTO SALVACIÓN CON A LA El abismo de separación que hay entre el hombre más pecador y Dios, y su incapacidad de conocer la ley de Dios que ha puesto en su conciencia. ¿le hace a este hombre libre de esa ley? ¿Si hubiera un hombre, aunque fuera uno solo, capaz de cumplir la ley a la perfección, amando a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo, sería ese hombre merecedor, no solamente de la vida eterna, sino de tomar para sí a aquellos que no han podido ni podrán cumplirla, dándoles vida eterna, a la inversa de lo que hizo el primer representante de la humanidad, Adam, dándoles la muerte? ANTINOMISMO LEGALISMO El antinomismo (del griego άντί, "contra", y νόμος, "ley") es, propiamente, un movimiento cristiano del siglo XVI considerado herético que defendía que la fe lo llenaba todo y era lo único necesario, y que como la ley de Moisés era inútil para la salvación, es indiferente que un creyente peque ya que no es juzgado por su pecado. El antinomismo (contra la ley) enseña que: la fe en Jesucristo es la única condición para la salvación, y por tanto, eres libre en Jesús para hacer todo cuanto se te antoje. La ley, que no nos justifica, se desprecia y rechaza. El antinomismo (contra la ley) enseña que: Tienes licencia para pecar, porque ya el pecado no te condena, por el hecho de creer en Jesús. El antinomismo es una doctrina herética, por cuanto no se ajusta a la Palabra de Dios. Leamos 1 Juan 2:3-6 Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos. El que dice, Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él; Mas el que guarda su palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él: por esto sabemos que estamos en él. El que dice que está en él, debe andar como él anduvo. 1 Juan 2:3-6 El LEGALISMO es la otra cara de la moneda del antinomismo. No se ha desarrollado una doctrina cristiana llamada legalismo, pero se entiende por legalismo aquellas doctrinas, prácticas y enseñanzas que ponen tanto énfasis en las obras y la ley, que pareciera ser que el hombre es justificado ante Dios por medio de las obras y su obediencia a las leyes de Dios, a diferencia de lo que nos enseña la Palabra de Dios. JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo: Romanos 5:1 Existen iglesias cuyas doctrinas intentan amalgamar la ley con la gracia, sin distinciones, solo separando las leyes ceremoniales del decálogo y aquello que nos mandó hacer el Maestro. CONCLUIMOS: Sí somos salvos por gracia, pero hay que obedecer los diez mandamientos y la regla de oro de Jesús para agradar a Dios, porque solamente agradando a Dios lograremos la salvación de nuestras almas. Por medio de las Escrituras conoceremos, que la salvación es solamente por gracia (sola gratia), que solamente somos justificados por la fe en Jesucristo (sola fide), y que como consecuencia de esa justificación por la fe, nuestro nuevo nacimiento en unión al cuerpo de Cristo, nos impele a vivir una vida de SANTIDAD gradual, y esa vida de SANTIDAD es la que nos hace conocer la ley de Dios y obedecerle como hijos y siervos fieles a Él. Biblia nos enseña que LA SALVACIÓN es por GRACIA Somos JUSTIFICADOS por la FE en JESUCRISTO Consecuencia de la Justificación tenemos un NUEVO NACIMIENTO Nos unimos al cuerpo de CRISTO Estamos obligados por ello a vivir en SANTIDAD Y esa vida SANTA nos lleva a la LEY MORAL de Dios La SANTIDAD nos mueve a vivir en obediencia a la LEY MORAL de Dios A FIN DE VIVIR UNA VIDA DE SANTIDAD Y FIDELIDAD A NUESTRO DIOS. Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos á Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y por fin la vida eterna. Romanos 5:1 Porque no nos llamado Dios inmundicia, sino santificación. Tesalonicenses 4:7 ha á á 1 En este momento quiero hacer un alto para desarrollar un aspecto muy importante de este proceso que nos lleva a la SALVACIÓN por GRACIA. LA LEY ES LA LEY ES Es eterna Temporal Lucas 16:17 Gálatas 3:19 Perfecta Imperfecta Salmo 19:7 Hebreos 7:19 Vigente Abolida Romanos 3:31 Efesios 2:15 Espiritual Carnal Romanos 7:14 Hebreos 7:16 Santa, justa y buena No buena Romanos 7:12 Ezequiel 20: 25 Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Empero más fácil cosa es pasar el cielo y la tierra, que frustrarse un tilde de la ley. Lucas 16:17 ¿Pues de qué sirve la ley? Fué puesta por causa de las rebeliones, hasta que viniese la simiente á quien fué hecha la promesa, ordenada aquélla por los ángeles en la mano de un mediador. Gálatas 3:19 La ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma: El testimonio de Jehová, fiel, que hace sabio al pequeño. Salmo 19:7 Porque nada perfeccionó la ley; mas hízolo la introducción de mejor esperanza, por la cual nos acercamos á Dios. Hebreos 7:19 ¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley. Romanos 3:31 Dirimiendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos en orden á ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz, Efesios 2:15 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido á sujeción del pecado. Romanos 7:14 El cual no es hecho conforme á la ley del mandamiento carnal, sino según la virtud de vida indisoluble; Hebreos 7:16 De manera que la ley á la verdad es santa, y el mandamiento santo, y justo, y bueno. Romanos 7:12 Por eso yo también les dí ordenanzas no buenas, y derechos por los cuales no viviesen; Ezequiel 20:25 Muchas personas siguen confundidas por el hecho de que en la Biblia se usa la palabra “ley” para referirse tanto a las que son permanentes como a las que tuvieron fin. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino San Pablo declaró en Efe.2:15 que la ley fue abolida y en Rom.3:31 dijo claramente que establecía la ley, lo cual demuestra que él, como todo buen cristiano, sabía hacer distinción entre unas y otras, aunque usara la misma palabra para designarlas a todas. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Dirimiendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos en orden á ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz, Efesios 2:15 ¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley. Romanos 3:31 LA LEY PARA QUITAR EL PECADO regulaba las formas externas del culto, sacerdocio, sacrificios sangrientos y demás ceremonias que simbolizaban a Cristo, y que terminaron con Él. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino LA LEY PARA EVITAR EL PECADO consiste en normas morales que tienden a regular el comportamiento del hombre conforme a la voluntad de Dios. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Estas leyes fueron obedecidas por los fieles que vivieron antes de Moisés (Gén.26:5; 39:9) y después fueron incorporadas, tanto en el viejo pacto mosaico como en el nuevo pacto cristiano; escritas por el mismo Dios, en tablas de piedra, primero, y en las tablas del corazón después. Prov.7:3; Jer.31:31-34; Heb.8:810. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. Génesis 26:5 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino á ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal y pecaría contra Dios? Génesis 39:9 Lígalos á tus dedos; Escríbelos en la tabla de tu corazón. Proverbio 7:3 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Jacob y la casa de Judá: Mas éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla en sus corazones; y seré yo á ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Jeremías 31: 31,33 Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, Y consumaré para con la casa de Israel y para con la casa de Judá un nuevo pacto; No como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto: Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo los menosprecié, dice el Señor. Por lo cual, este es el pacto que ordenaré á la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en el alma de ellos, Y sobre el corazón de ellos las escribiré; Y seré á ellos por Dios, Y ellos me serán á mí por pueblo: Hebreos 8:8-10 “Quien guarda los mandamientos, pero no vive bajo la gracia, es como quien huye del fango, pero no se baña. Quien apela a la gracia, pero no guarda los mandamientos, es como quien quiere bañarse y seguir metido en el fango.” Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado Romanos 3:20 Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada. Gálatas 2:16 Mas por cuanto por la ley ninguno se justifica para con Dios, queda manifiesto: Que el justo por la fe vivirá. Gálatas 3:11 Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino ¿Cómo entender a Romanos 3:20; Gálatas 2:16 y Gálatas 3:11? Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Justificar es hacer justo; es restaurar la justicia o inocencia perdida a causa del pecado. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Justificación, pues, equivale a “PERDÓN DE LOS PECADOS”, y esto se logra exclusivamente por medio del derramamiento de sangre (Heb.9:22). Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Y casi todo es purificado según la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. Hebreos 9:22 Cuando San Pablo dijo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, no quiso decir, como algunos suponen, que la ley moral perdió su eficacia para justificarnos. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino La ley moral nunca ha justificado al pecador, ni en el nuevo, ni el viejo pacto, pues esta ley no fue dada para «obtener» la justificación, sino para «mantener» la justificación ya obtenida por medio de un sacrificio sustituto. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Bajo el viejo pacto la justificación se alcanzaba mediante las obras de la ley ceremonial (ritos que consistían en el derramamiento de sangre de animales, como un anticipo del sacrificio del Cordero de Dios). Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino En el nuevo pacto es la sangre de Jesucristo quien nos limpia de todo pecado, por lo cual ya son completamente innecesarias las obras o ritos de la ley ceremonial, que es la que ya no tiene eficacia. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino ¿Cuáles son las OBRAS de la ley moral? El resumen de la Ley Moral son los 10 Mandamientos, y examinando los 10, uno por uno, será fácil notar en ellos la prohibición de muchas cosas, pero no el mandato de hacer alguna OBRA. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Entonces, cuando San Pablo hablaba de la nulidad de las obras de la ley, se refería a la ley que mandaba hacer obras, y no a la ley que se resume en los 10 Mandamientos. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Esta ley continúa mostrando a los impíos sus pecados para que, arrepentidos, hallen el perdón en la sangre de Jesucristo, y así, justificados por la fe, puedan ser guiados por el Espíritu Santo a una vida de santidad, en armonía con esta ley que es eterna, santa, justa y buena. Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino “Cualquiera que hace pecado traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley.” 1Jn.3:4. “¿Pues qué más diremos? ¿Perseveraremos en pecado [transgresión de la ley] para que la gracia crezca?. En ninguna manera.” Rom.6:1 y 2. “¿Pues qué? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. Rom.6:15. “La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es; sino la observancia de los mandamientos de Dios.” 1Cor.7:19. Preguntémonos todos: ¿QUÉ ES LA SALVACIÓN? ¿Dios ofreciéndonos vida eterna? •SI - NO ¿Dios evitándonos el infierno? •SI - NO Preguntémonos todos: ¿QUÉ ES LA SALVACIÓN? ¿Dios liberándonos de la esclavitud del pecado y de la condenación, resultando en la vida eterna con Dios dentro de su reino? • SI - NO ¿Es la protección del alma del pecado y de sus consecuencias? Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino Preguntémonos todos: ¿DE QUÉ O QUIÉN NOS QUIERE SALVAR DIOS? PARA ENTENDER LA SALVACIÓN HAY QUE SABER DE QUÉ O DE QUIÉN NOS ESTAMOS SALVANDO, PORQUE SALVACIÓN IMPLICA QUE HAY UN PELIGRO DEL QUE TENEMOS QUE LIBRARNOS. Entonces de qué debemos salvar o quién ¿DE LA MUERTE? ¿Cuál? • SI - NO ¿De Satanás? • SI - NO no He aquí el día de Jehová viene, crudo, y de saña y ardor de ira, para tornar la tierra en soledad, y raer de ella sus pecadores. Isaías 13:9 Mas por tu dureza, y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios; Romanos 2:5 Y OI una gran voz del templo, que decía á los siete ángeles: Id, y derramad las siete copas de la ira de Dios sobre la tierra. Apocalipsis 16:1 Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy presuroso; voz amarga del Día de Jehová; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, Sofonías 1:14,15 La ira de Dios contra el pecado y la desobediencia es perfectamente justificada porque su plan para la humanidad es santo y perfecto, así como Dios mismo es santo y perfecto. Dios proporcionó un camino para ganar el favor divino, el arrepentimiento; el cual aleja la ira de Dios sobre el pecador. Rechazar ese plan perfecto es rechazar el amor, la misericordia, la gracia y el favor de Dios e incurrir en su justa ira. Luego somos salvos de la ira de Dios (Ap. 16:1). Y esto es sumamente importante que lo entendamos, porque si la salvación la entendiéramos como librándonos de las garras de Satanás, la justicia de Dios sería un concepto nebuloso, por el hecho de vivir huyéndole a Satanás, y no entender la grandeza de la LEY DE JEHOVÁ. ¡La ley de Dios! ¿Cómo pueden haber personas que con sus bocas confiesan a Jesucristo y sienten indiferencia por la ley de Dios? La justicia de Dios es implacable y su ley perfecta. La ley de Dios es un espejo sobre el que vemos reflejada nuestra naturaleza porque es esa ley la que nos habla de Su majestad. “Pues que yo soy Jehová vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo…” (Levíticos 11:44) Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 1 Pedro 1:16 Jamás podremos reconocer nuestra necesidad de ser salvos si antes no contemplamos la santidad y la justicia de Dios, y esa santidad y justicia la vemos en Su ley, los diez mandamientos. Para ir concluyendo con este parte de la Ley, debemos recordar que desde Adam hasta hoy la humanidad sigue manchada por el pecado, la desobediencia, que se tornó en PECADO. Pero Dios perfecto, inmutable, justo, bueno, ha mantenido su pacto de salvación, de lo contrario el hombre no tendría necesidad de SALVACIÓN, porque no estaría bajo la culpabilidad de Adam. Porque hasta la ley, el pecado estaba en el mundo; pero no se imputa pecado no habiendo ley. Romanos 5:13 Por eso es que el hombre más abyecto que podamos imaginarnos está bajo las obligaciones del pacto de las obras para con Dios. Ningún hombre puede hacer caso omiso a su deber en lo establecido por Dios y pensar que escapará ileso. Por lo tanto, todos estamos obligados en el cumplimiento de nuestro deber, esa ley a la que llamamos conciencia y que Dios pone en el corazón de todo hombre, porque todo hombre llega a este mundo con la imagen y semejanza de Dios, aunque el pecado la haya ensombrecido y manchado. Sin embargo, aunque estamos obligados al cumplimiento perfecto y absoluto de la ley de Dios, gracias a Adam nuestro representante, somos incapaces de cumplir con las demandas de la ley. Nuestra llegada al mundo constituye separación de Dios y como tal la muerte en el pecado. Nacemos con inclinaciones naturales que nos hacen rebeldes a las leyes de Dios Por otro lado, la justicia de Dios es perfecta y demanda un cumplimiento absoluto. Quebrantar la ley de Dios en un solo punto, por más pequeño que nos parezca, nos hace merecedores del peso de la justicia divina; ¡el castigo eterno! No podemos evitar recordar las imágenes que tan bien nos describe el apóstol Pablo en Romanos 7:24 ¡Miserable hombre de mí! ¿quién me librará del cuerpo de esta muerte? Romanos 7:14 Cuando alude a la práctica romana de atar un cadáver al reo condenado a muerte. Al descomponerse el cadáver, el hedor, los gusanos y las infecciones hacían al prisionero languidecer en una de las peores muertes que seamos capaces de imaginar. Y el Apóstol exclama: “¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará del cuerpo de esta muerte?” Hasta ahora hemos concluido que es absolutamente necesario cumplir cada uno de los requisitos de la ley para lograr tener vida eterna con Dios, por cuanto Él es santo y nosotros estamos llamados a santidad, y nada impuro heredará el reino de los cielos. No entrará en ella ninguna cosa sucia, ó que hace abominación y mentira; sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero. Apocalipsis 21:27 Pero también hemos visto que no hay un solo hombre capaz de cumplir los requisitos de la ley. ¡Ni tan siquiera un hombre como lo fue el apóstol Pablo! ¡Nadie! Aquí nos hallamos en una encrucijada, hemos chocado contra una pared que nos separa de la gloria de Dios. Sin embargo, “lo que es imposible para con los hombres, posible es para Dios” (Lucas 18:27) Estas fueron las palabras de Jesús cuando sus discípulos chocaron frente a esta inexpugnable muralla de la condición humana: “¿Quién podrá ser salvo? Mas sus discípulos, oyendo estas cosas, se espantaron en gran manera, diciendo: ¿Quién pues podrá ser salvo? Y mirándo los Jesús, les dijo: Para con los hombres imposible es esto; mas para con Dios todo es posible. Mateo 19:25,26