México 1868: un análisis político. Goded Félix Para clarificar sucesos y consecuencias de un movimiento como el de 1968, no podemos partir del enfrentamiento de grupos de estudiantes en la ciudad aquel 22 de julio y mucho menos reducir su trágico desenlace a problemas psiquiátricos del señor Díaz Ordaz. Nacía un movimiento estudiantil profundamente solidario, democrático, universitario unitario y antimperialista, que abría su experiencia en importantes combate y cuya máxima expresión sería su lucha en 1968. Esta época se particularizó por una intensa lucha de organizaciones estudiantiles de izquierda en favor de la de móvil realización de los apartados de representación estudiantil existentes, así como la introducción en los centros de enseñanza de los avances científicos, tecnológicos e ideológicos de la humanidad, mediante la transformación de los planes de estudio vigentes, todos los significó duros combate contra los grupos más reaccionarios. Las organizaciones democráticas y revolucionarios se fortalecen y los apartados representativos estudiantiles, que bien han sido hasta entonces utilizados como organismos de control y meditación que van siendo captados. Se pueden destacar aquí dos hechos que por sus particularidades repercuten en las acciones del 68 y sus consecuencias. Entre las acciones solitarios realizadas en la década de los 60, destaca la manifestación de marzo de 1965 en solidaridad con el pueblo vietnamita. El movimiento del 68 nunca fue afán de imitación aportado y mucho menos preconcebido. Fue consecuencia de las expresiones más inmediatas del despotismo gubernamental, de las acciones represivas del ejército y los cuerpos políticos que determinaron sucesivos actos sangrientos. Desde el comienzo de esta etapa se aplicaron formas de organización que buscaban involucrar al conjunto del estudiantado y sus fuerzas de tal o cual escuela o facultad o a un número determinado de ellos para la lucha en pro o en contra de un problema concreto, ya fuera académico o político. La enseñanza es que mientras no exista y se consolide una organización permanente, donde se forman los dirigentes estudiantiles y las bases pueden escoger con conocimientos a sus verdaderos representantes, en las que prosperen prácticas democráticas y se expresen el sentir de todos los estudiantes, seguirán surgiendo los CNH cada vez que la lucha lo quiera.