28 de junio de 2015

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28 de junio de 2015
DOMINGO 13° DEL TIEMPO ORDINARIO
Textos: Sb 1,13-15; 2,23-24; Sal 30; 2Co 8,7.913-15; Mc. 5,21-43
“Tu fe te ha salvado, vete en paz y queda curada de tu enfermedad” (5,34)
1. INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Oración: Ven Espíritu Santo en nuestra ayuda y pon palabras de oración en nuestra
boca, pues sólo Tú, Altísimo Señor puedes abrir nuestros labios, purificar nuestro
corazón, iluminar nuestras mentes y llenarnos de amor puro, para dirigirnos en diálogo
a Ti. Amén.
2. LECTURA (¿Qué dice el texto?)
A. Proclamación y silencio
Es importante proclamar el texto en forma clara, dando importancia a lo que se lee y
con pausas entre cada acción relatada. Dejar tiempo para que cada uno lo lea
nuevamente en silencio
B. Reconstrucción del texto
C. Ubicación del texto
¿Qué dicen los versículos antes y después del texto? Marcos sigue siendo magistral en
la alternancia y desarrollo de sus narraciones. Pasamos así de la lucha satánica (5,120 y 2,23-36) al espacio de las preocupaciones familiares donde viene a ser central la
cuestión de la mujer en su doble perspectiva de niña que debe y no puede pasar a la
vida madura y de adulta vencida por su misma impureza de sangre. Al no hablarse de
demonios ni disputas exteriores, todo parece realizarse con calma y, sin embargo,
hallamos en el fondo un hondo potencial de ruptura y liberación humana en perspectiva
femenina.
D. Algunos elementos para comprender el texto
Paralelos del texto: Mt. 9,18-26; Lc 8,40-56; Tb 2,10; Mt. 8,10; Hch 9,40; Comentar.
Ideas fundamentales
 Este Evangelio nos hace ver que Jesús destruye el arma de la muerte con la palabra:
“No temas, basta que creas” (pisteuw). Más que contarnos milagros, los Evangelios nos
quieren llenar de fe en el poder creador de Dios. Si bien la realidad de la muerte parece
ser inexorable, nos quieren animar a confiar en Dios que quiere la vida. Nos quieren
animar a contar con el poder de Dios también frente a la muerte.
 Jesús mira a un muerto como Dios lo ve. Para Jesús, “la niña no está muerta, sino que
duerme”. Dormir es una imagen para la transición misteriosa de esta vida mortal a la
vida eterna. La orden: “levántate” (egeirw) alude a la Resurrección, a la Pascua.
Levantarse es resucitar (anástasis). Jesús “se levantó del sepulcro”. Y todos los que
están unidos a Él por la fe, también se levantarán, resucitarán a la Vida eterna.
 El relato termina con la indicación de Jesús que dieran de comer (faguein) a la niña.
Compartir la comida es compartir la vida. Comer juntos un asado, por ejemplo, expresa
amistad y comunidad. El banquete celestial es una imagen para expresar la vida en
eterna comunión con Dios. Jesús nos mandó celebrar la Eucaristía en su memoria. La
Eucaristía es una verdadera comida. Es el gran signo de la unión con Cristo en su
muerte y su gloriosa Resurrección. Participar con fe en la Santa Comunión es el anticipo
y la garantía de nuestra comunión eterna con Dios. En la Santa Misa se nos da de comer
el pan que da la Vida eterna.
 En el relato de la resurrección de la hija de Jairo, se encuentra entrelazado el encuentro
de Jesús con la mujer que sufría hemorragias. En los dos relatos se repiten algunos
detalles, para que nos demos cuenta de que los dos milagros tienen mucho que ver
entre sí: las dos personas curadas son mujeres; en los dos casos se habla de doce
años; en las dos veces se habla de temor, así como ante todo de fe y salvación.
Finalmente los dos milagros suceden “inmediatamente”.
 La situación de la mujer enferma de hemorragias era comparable con la de la niña
muerta. Una mujer así enferma era considerada “impura”, igual como un leproso. Ella
no se debía acercar a nadie y nadie podía hablar con ella. Fue como una muerta en
vida.
 Jesús se encuentra con la muerte manifestada en dos formas distintas: se encuentra
con una muerta en vida y con una muerta físicamente.
 Sonde se acaban las posibilidades humanas, allí Dios comienza su obra divina. La
mujer enferma estaba perdiendo sangre, o sea: su vida. Ya había intentado todo. Pero
ningún hombre le pedía ayudar. La salvación le puede venir solamente de parte de Dios.
Parece que el Señor nos tiene que quitar todos los apoyos y esperanzas humanas para
aprender a confiar finalmente en su poder.
 A los discípulos les parecía casi ridículo que Jesús pudiera sentir que alguien le había
tocado, ya que la gente le apretaba por todas partes. Y en verdad, hay muchos que
rodean a Jesús pero solamente esa mujer enferma lo tocó con fe (pistis), una fe sencilla
pero firme. Y donde la fe toca a Jesús, sale de Él un poder que sana y da la vida. Quien
cree en Jesucristo, posee la vida. Jesús es capaz de comunicar la vida incluso al que
yace en la muerte.
3. MEDITACIÓN (¿Qué me dice el texto?)
El Evangelio nos enseña que los verdaderamente muertos son los que han roto con
Dios, y que los vivientes son aquellos que están abiertos a la fe y al amor. Si alguno de
estos vivientes muere, para Jesús esa muerte no es nada más que un sueño.
- ¿Cuál es nuestra visión cristiana?
- ¿Creo que Dios sana de la enfermedad, tanto espiritual como física?
- ¿Sé que el pecado me lleva a la muerte? ¿Acudo con fe a Jesús que me resucita?
- ¿He descubierto el don de sanación que el Señor me da a través de la confesión?
4. ORACIÓN (¿Qué me hace decir el texto?)
Invitar a los participantes del grupo a hacer oración personal y compartida pidiendo a
Dios la sanación, tanto espiritual como física y la resurrección de la muerte que ha
causado nuestros pecados. Se puede concluir con la siguiente oración: Señor Jesús,
Tú eres la plenitud de la vida, la salud de los enfermos, Tú eres la resurrección y la vida.
Hoy te presentamos con fe todos nuestros males. Ten compasión de los sufrimientos
de nuestro cuerpo, de nuestro corazón y de nuestra alma. Te pedimos que nos sanes
completamente. A ti que sanas los corazones destrozados y vendas las heridas,
también te pedimos que sanes aquí y ahora nuestra alma, nuestra mente, nuestra
memoria y todo nuestro espíritu. Entra en nosotros y danos tu paz. Amén.
5. CONTEMPLACIÓN (¿A qué me compromete el texto?)
Reconocer a Jesús que hoy viene a resucitarnos de la muerte a la que nos llevan
nuestros pecados y a sanarnos de nuestras enfermedades. Esta actitud de Jesús me
motiva a comprometerme con Él (Ejemplo: Intensificar la oración diaria, confesarme con
frecuencia, dar importancia a la dirección espiritual con un sacerdote, participar con más
entusiasmo en el grupo).
CANTO: BAUTIZAME SEÑOR (MPC N° 47) Utilizando las palabras: Sáname, resucítame,
transfórmame, libérame.
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