Segunda ficha EL DOMINGO DÍA DEL SEÑOR “Dies Domini” I. Introducción Esta es el segundo paso de este caminar. En la ficha anterior pudimos hacer una mirada general de la Carta Dies Domini de Juan Pablo II, donde se nos presenta el Domingo como un día de tradición cristiana fundamentada en la Resurrección de Jesús y centro de la vida eclesial, herencia apostólica que en nuestro tiempo se debe revitalizar para santificar el Domingo. En esta segunda mirada tomaremos el Capitulo I de la carta, denominado Dies Domini, para profundizar sobre el sentido de día santificado y dedicado al Señor. En nuestra historia de vida hay momentos que nos han marcado, algunos llenos de gozos y otros con gran tristeza. Recordemos uno (al menos uno) que sea particularmente alegre, con esa alegría llena de esperanza y paz… ¿Cuál fue ese momento? ¿Qué nuevos pasos me llevó a dar ese momento? ¿Cómo cambio mi vida? II. Reflexión con la Palabra El Domingo es la celebración de la nueva creación, veamos como Juan descubre en Cristo Resucitado esta nueva experiencia creadora. San Juan 1, 1-5 10-14 1 En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. 2 Él estaba en el principio con Dios. 3 Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. 5 Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla. 1 10 Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron. 11 Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron. 12 Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. 13 Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado. 14 Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que recibió del Padre, por ser su Hijo único, abundante en amor y verdad. Leer a San Juan no siempre es fácil, pero hacerlo con detención nos hace descubrir su reflexión delicada y profunda de Jesús, preguntémonos: ¿Qué me llama la atención de este texto? ¿Cuál es la profundidad de Juan al decir “Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él”? Juan, luego de largos años de las primeras comunidades, hace lectura de la intuición de los apóstoles, y lo pone por escrito en este himno. Es bueno saber que a finales del siglo I, cuando la comunidad cristiana llevaba unos setenta años de experiencia de fe, comenzó a percibir que los títulos concedidos a Jesús, tomados generalmente de la tradición bíblica, eran insuficientes para expresar el misterio profundo de su persona. Entonces inició un proceso de reflexión sobre la preexistencia del Logos, la Palabra de Dios eterna y que se había hecho carne en la persona de Jesús. En el relato de la creación que hace Génesis, Dios crea por medio de la Palabra, es Dios quien habla y todo se ordena. Juan retoma esta idea y da razón de la preexistencia del Hijo, su comunión con el Padre, su función mediadora en la obra de la creación, y posteriormente, en la obra de la revelación y la redención. Descubramos como esta nueva creación es fundamento del Dies Domini. 2 III. Leamos el primer Capitulo de la carta Dies Domini. El Papa afirma que “En la experiencia cristiana el domingo es ante todo una fiesta pascual, iluminada totalmente por la gloria de Cristo resucitado. Es la celebración de la «nueva creación»”. Pues “«Por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles...; todo fue creado por él y para él». Con el acontecimiento de la Resurrección se inauguró la nueva creación e inició el proceso que Jesús mismo llevaría a término en el momento de su retorno glorioso, «cuando devuelva a Dios Padre su reino ..., y así Dios lo será todo para todos»”.(cf. DD8) Del sábado al domingo: El Papa indica en su carta que “El precepto del sábado recuerda la primera alianza y prepara el camino al domingo de la nueva y eterna alianza” (cf. DD13). En el relato del Génesis queda clara la distinción de los días reservando para el final el descanso contemplativo: «bendijo Dios en séptimo día y lo santificó» (Gn, 2,3), que como dice Dies Domini, este “descanso divino del séptimo día no se refiere a un Dios inactivo, sino que subraya la plenitud de la realización llevada a término y expresa el descanso de Dios frente a un trabajo «bien hecho» (Gn 1,31).” (cf. DD.11) Pero este día santo, no sólo es recuerdo del acontecimiento de la creación sino también de la salvación ofrecida por Dios a Israel para liberarlo de la esclavitud de Egipto, por tanto el sábado es el día «bendecido» y «santificado » por Dios, o sea, separado de los otros días para ser, entre todos, el «día del Señor». (cf. DD14) Frente a esta experiencia del sábado, dice Juan Pablo II: “En realidad, toda la vida del hombre y todo su tiempo deben ser vividos como alabanza y agradecimiento al Creador. Pero la relación del hombre con Dios necesita también momentos de oración explícita, en los que dicha relación se convierte en diálogo intenso, que implica todas las dimensiones de la persona. El «día del Señor» es, por excelencia, el día de esta relación, en la que el hombre eleva a Dios su canto, haciéndose voz de toda la creación”.(DD. 15) 3 El domingo cristiano: “Los cristianos, percibiendo la originalidad del tiempo nuevo y definitivo inaugurado por Cristo, han asumido como festivo el primer día después del sábado, porque en él tuvo lugar la resurrección del Señor”… “Lo que Dios obró en la creación y lo que hizo por su pueblo en el Éxodo encontró en la muerte y resurrección de Cristo su cumplimiento, aunque la realización definitiva se descubrirá sólo en la parusía con su venida gloriosa”. (DD.18) Del «sábado» se pasa al «primer día después del sábado»; del séptimo día al primer día: el dies Domini se convierte en el dies Christi! (DD 18) Para profundizar: ¿Cómo puedes describir el Dies Domini? ¿Cómo podemos enriquecer nuestro “descanso contemplativo”? IV. Oración: Agradecidos por todo lo que vamos conociendo de la mano de Juan Pablo II, hacemos oración nuestra comprensión y entendimiento, nuestro deseos de dejarnos transformar para redescubrir el verdadero sentido de “Vivir el Domingo” Oración al Espíritu Santo El mundo brilla de alegría. Se renueva la faz de la tierra. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. y levanta testigos en el pueblo, para hablar con palabras como espadas, delante de los jueces. Esta es la hora en que rompe el Espíritu el techo de la tierra, y una lengua innumerable purifica, renueva, enciende, alegra las entrañas del mundo. Llama profunda que escrutas e iluminas el corazón del hombre: restablece la fe con tu noticia, y el amor ponga en vela la esperanza, hasta que el Señor vuelva. Esta es la fuerza que pone en pie a la Iglesia en medio de las plazas 4 Amén.