LIBERTAD DE PRENSA De la libertad de expresión y la actual censura de Internet Uno de los bastiones fundamentales de las democracias actuales es la libertad de expresión. De hecho, es uno de los principios rectores consagrados en la Constitución de los Estados Unidos, la democracia más antigua del mundo moderno. En la primera enmienda realizada a la Carta Magna que data de 1815, se estableció la libertad de culto, de expresión, de prensa, petición (que es el derecho que permite a los ciudadanos reclamar ante las autoridades gubernamentales una compensación por agravios). Sin embargo, aunque todo parezca positivo sobre el papel, la realidad es bien distinta, pues la libertad de expresión (ese valor supremo de las democracias occidentales) ha sido probada una y otra vez a lo largo de la historia. En no pocos episodios, estas libertades han sido censuradas, cuestionadas, coartadas o incluso muchas personas han sido llevadas a la cárcel por tener ideas políticas impopulares. El caso reciente más sonado respecto a la violación del derecho a la libertad de expresión es el del periodista australiano Julián Assange, detenido de manera arbitraria en Londres, luego de que fuera retirado su asilo en la embajada de Ecuador. Lo preocupante es que un gobierno pueda decidir quién es periodista y quien no, o incluso pueda considerar qué se puede hacer público, lo cual genera una clara violación a la libertad de expresión. Por ese motivo, el caso Assange tiene una consecuencia de fondo y es el hecho de que la promesa de libertad promulgada por Internet ha llegado a su fin. El más reciente estudio de la la ONG sobre censura y autocensura en el país realizado sobre una encuesta a más de 200 periodistas, indica que existe la «tendencia sostenida de la sumisión de las empresas de los medios de comunicación ante las presiones gubernamentales». «De los 252 periodistas, 48% dio cuenta de esta situación como una de las manifestaciones de la censura interna, con la intención de evadir la cobertura de denuncias que involucren al poder estatal»