Facundo Goñi [ Despacho fechado en Guatemala el 29 de febrero de 1856 ] [ En marzo se reunirán en Guatemala emisarios de las otras Repúblicas para tratar de los abusos de Walker y la invasión de Nicaragua por colonos y soldados norteamericanos. ] LEGACIÓN DE ESPAÑA EN COSTA-RICA Y NICARAGUA Nº 12 Exmo señor: Muy señor mío: Desde la fecha de mi anterior despacho nº 7 la situación de Centro-América apenas ha experimentado alteración notable fuera de los sucesos que paso a referir. La República de Guatemala continúa en paz interior y exterior. La cámara terminó ya su legislatura habiendo autorizado al Gobierno para adoptar todas las medidas políticas y administrativas, y económicas, que haga necesarias la defensa de la independencia contra la invasión de aventureros. El Gobierno se consagra a la mejora de los caminos y obras públicas en cuanto se lo permiten los ahogos del tesoro, sin dejar de preocuparse a su pesar por la necesidad de hacer en su espera apremios militares para las eventualidades que sobrevengan. En el Estado de El Salvador se verificó el 30 del pasado mes la elección presidencial, cuyo suceso dejé pendiente en mi citado despacho, habiendo salido nombrado el Sr. D. Rafael Campo, como puede ver V. E. en el adjunto numero de la Gaceta de aquel Estado. Dicho Sr. Campo, propietario del país y hombre de ideas conservadoras, se considera la continuación política de su antecesor San Martín. Tan idéntico parece ser su sistema gubernativo que haga alteración alguna en el Ministerio. El Estado de Honduras sigue reponiéndose trabajosamente de los quebrantos de la última guerra, y se halla también próximo a hacer elección de Presidente cuyo cargo, desde la caída de D. Trinidad Cabañas, es desempeñado con carácter de interinidad, y ejerce hoy el Senador D. Francisco Aguilar. Del Estado de Costa-Rica se sabe que continúa en paz, dispensando muy hospitalaria acogida a los refugiados de Nicaragua que atraviesan sus fronteras, y dedicado a sus cultivos y demás labores. En cuanto a Nicaragua la gravedad de su situación aumenta siempre. Continúan verificándose las inmigraciones a su territorio, especialmente desde San Francisco de la California y de Nueva Orleans a pesar de las disposiciones ostensibles adoptadas por el Gobierno de La Unión. Los refuerzos recibidos por Walker desde el mes de Octubre en que hizo su entrada en Granada, pueden calcularse en trescientos hombres aproximadamente cada mes. Así es, que a pesar de que la epidemia reinante en Granada hace continuas víctimas en los inmigrados para quienes el nuevo clima parece ser sensible, cuenta Walker con dos batallones denominados de «Rifleman» y «Volsigeurs», y se calcula en mil y doscientos el numero de soldados norte-americanos que tiene a sus ordenes, siendo de notar que a medida que aumenta el numero de estos, disminuye proporcionalmente el de tropas nicaragüenses. Walker da cada día un paso más en el sentido de su dominación exclusiva, separando sucesivamente todo elemento nacional del Gobierno y de la Administración. Ha cambiado ya a los Ministros hijos del país, y aunque todavía conserva con el carácter de Presidente a D. Patricio Rivas, es de presumir que no permanecerá mucho tiempo en este puesto, si como parece probable aumenta Walker sus fuerzas hasta el punto de poder pasarse sin aquel Jefe, y de imponerse solo al país previamente sujeto y debilitado. Entretanto el Sr. D. José Mª Estrada Presidente que era de la Republica en tiempo en que Walker se apoderó de Granada ha publicado una Protesta que V. E. puede ver en el número de la Gaceta de Guatemala que acompaño. En dicho documento declara el Sr. Estrada que al autorizar al General Corral para celebrar el Tratado de paz con Walker, obró violentado, bajo la amenaza de que en caso contrario serían fusiladas las personas más notables de Granada apresadas al efecto por Walker. Esta protesta ha sido dirigida a los Presidentes de los demás Estados como medio de unirlos en una común defensa. En su consecuencia los Gobiernos han principiado a ocuparse algo más resueltamente que hasta aquí, pero siempre con tibieza en formar una coalición defensiva y ofensiva. Para tratar de ella se ha designado como punto de reunión esta ciudad de Guatemala a la cual deben concurrir en todo el próximo mes de Marzo emisarios de las otras Republicas. El de Costa-Rica se espera para mediados del mes y poco más tarde los de El Salvador y Honduras. Es de temer sin embargo que cualquiera que sea la medida que se adopte lleve el sello de la indecisión y debilidad que caracteriza la conducta de estas Repúblicas en presencia de la invasión de Nicaragua. Una resolución decidida habría cortado de raíz el mal hace cuatro meses pero durante este período ha hecho progresos demasiado rápidos, como era de prever, y no es ya fácil aplicar un remedio eficaz. Por lo demás, la opinión pública en estos países aunque pasiva o poco pronunciada es unánime en tan vital cuestión, si se exceptúan algunas individualidades del antiguo partido demócrata. La prensa al ocuparse del peligro, recuerda a estos pueblos su origen, y presenta a la España como ejemplo de valor y patriotismo en circunstancias parecidas a las que atraviesan hoy estos Estados. Pero la situación real de las cosas no por eso va más allá, ni presenta otro carácter que el que dejo escrito. Tendré el honor de continuar informando a V. E. de los nuevos sucesos que sobrevengan. Exmo B. L. M. Facundo Goñi de V. E. su Dios guarde a V. E. muchos años. Guatemala 29 de febrero de 1856. Señor atento y seguro servidor, Exmo. Sr. Primer Secretario de Estado. *** Tomo 5 · Cojutepeque, Jueves 31 de Enero de 1856 · Núm. 33 Gaceta del Gobierno del Salvador en la América Central Parte oficial Camaras legislativas Eleccion de presidente y vice-presidente del Estado Ministerio General del Supremo Gobierno del Estado del Salvador El Presidente del Estado del Salvador. Por cuanto: la Asamblea general ha decretado lo que sigue. El Senado y Cámara de Diputados del Estado del Salvador, reunidos en Asamblea general: Habiéndose procedido a la apertura de los pliegos que contienen los votos emitidos por el Pueblo para la elección de Presidente del Estado que debe fungir en el periodo constitucional de 1856 y 1857, y resultando de ellos que ninguno de los candidatos reunió la mayoría absoluta de votos, por lo cual la Asamblea debe hacer elección conforme al artículo 42 de la Constitución; y habiéndose practicado además la insaculación que prescribe el 43 de la misma para la designación del Vice-Presidente, ha tenido a bien decretar y Decreta. Artículo. 1º. Se ha por Presidente del Estado para el periodo constitucional de 1856 y 1857 al Señor Don Rafael Campo electo por la Asamblea. Artículo 2º. Se ha por Vice-Presidente para el mismo periodo al Señor Licenciado Don Francisco Dueñas designado por la suerte. Comuníquese al Poder Ejecutivo.- Dado en Cojutepeque, a 30 de Enero de 1856.- Mariano Hernández, P.- José María Zelaya, Srio.- Marcelino Valdez, Srio. Casa de Gobierno: Cojutepeque, Enero 30 de 1856. Por tanto: Ejecútese. Jose María San Martín. El Ministro general Enrique Hoyos *** Gaceta de Guatemala Tomo VIII · Guatemala, Jueves 21 de febrero de 1856 · Núm. 5 Se ha comunicado oficialmente al gobierno la siguiente protesta, hecha en octubre último por el Sr. Presidente legítimo de Nicaragua, D. J. María Estrada, asilado hoy en el Estado de Honduras. Jose María Estrada, Presidente de la República, a los gobiernos y pueblos de Centro-América y demás del mundo civilizado. Persuadido de que mientras el filibustero William Walker tenga el mando en Jefe de las fuerzas de la República, estarán seriamente comprometidas la independencia, soberanía, y libertad de Nicaragua y de todo Centro-América, y los derechos y garantías individuales no serán en manera alguna respetadas, no obstante cualesquiera compromisos celebrados a este respecto; por tanto declaro: que el Sr. General en jefe D. Ponciano Corral ajustó con el expresado Walker el convenio de 23 del corriente, que hoy pone aquel en mi conocimiento, cedí únicamente al imperio de las circunstancias, sin tener libre voluntad para ello; y en consecuencia, protesto en la más solemne forma, contra las dichas dos piezas, reservándome por lo mismo todos los derechos que me corresponden como Representante solidario de la Nación, para hacerlos valer oportunamente. Y desde ahora interpelo al poderío y auxilio de los demás gobiernos de Centro-América, para que sin más invitación puedan intervenir en los negocios de esta República, obrando a mano armada como en causa propia hasta la desaparición de todo poder extraño y el restablecimiento de la Potestad legítima. En fe de lo cual, lo firmo ante el Sr. Ministro de la guerra, encargado interinamente del Ministerio de Relaciones y Gobernación, en la ciudad de San Fernando, a los veinticinco días del mes de octubre del año del Señor de mil ochocientos cincuenta y cinco. J. M. Estrada El Ministro de la guerra, encargado interinamente del Ministerio de Relaciones y Gobernación, Castill. [ Transcripción íntegra y literal del texto, actualizando la ortografía, realizada por Iván Vélez Cipriano a la vista del original manuscrito conservado en el Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, Fondo Correspondencias, Nicaragua, 1854-1857, número 12. ]