Subido por José Conde

Farmacodependencia, narcomenudeo y narcotráfico

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Farmacodependencia,
narcomenudeo
y narcotráFico
Farmacodependencia,
narcomenudeo
y narcotráfico
INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS PENALES
Primera edición, 2010
Primera reimpresión, 2010
Segunda edición, 2011
Primera reimpresión, 2011
Segunda reimpresión, 2011
Edición y distribución a cargo del
Instituto Nacional de Ciencias Penales
www.inacipe.gob.mx
publicaciones@inacipe.gob.mx
Ilustraciones: Sergio Iracheta
D. R. © 2011 Instituto Nacional de Ciencias Penales
Magisterio Nacional 113, Col. Tlalpan,
Del. Tlalpan, 14000 México, D.F.
ISBN: 978-607-7882-36-7
Impreso en México • Printed in Mexico
Se autoriza la reproducción de este cuaderno, ya
sea parcial o total —y siempre sin fines de lucro—,
citando al Instituto Nacional de Ciencias Penales
(inacipe) como autor de los textos y de la edición
original, así como a Sergio Iracheta, autor de las
caricaturas. Sin embargo, no está autorizada la
modificación de los textos ni de las caricaturas.
Para obtener los materiales para la reproducción,
así como para solicitar todo género de asesoría en
materia de farmacodependencia, narcomenudeo
y narcotráfico, contactar al inacipe en:
narcomenudeo@inacipe.gob.mx
DIRECTORIO
ÍNDICE
Marisela Morales Ibáñez
Procuradora General de la República
y Presidenta de la H. Junta de Gobierno del inacipe
Presentación....................................................................................................... 9
Gerardo Laveaga
Director General
del Instituto Nacional de Ciencias Penales
Miguel Ontiveros Alonso
Secretario General Académico
Citlali Marroquín
Secretaria General de Extensión
Alberto Lujambio
Director de Publicaciones
1. Delimitar los alcances de la posesión de narcóticos
para estricto consumo personal.............................................................. 13
2. Determinar criterios para el uso lícito de sustancias prohibidas.......... 15
3. Determinar las penas que correspondan por narcomenudeo............... 17
4. Establecer con precisión las consecuencias que implica
la posesión de diversas cantidades de droga......................................... 19
5. Definir la competencia de las autoridades federales............................. 21
6. Definir la competencia de las autoridades locales................................ 23
7. Señalar el procedimiento para determinar
el tipo y cantidad del narcótico.............................................................. 25
8. Orientar al detenido por el problema de salud
derivado de las adicciones....................................................................... 27
9. Desarrollar una nueva estrategia de prevención
y atención a la farmacodependencia...................................................... 29
7
PRESENTACIÓN
A raíz de la publicación de las reformas a la Ley General de
Salud, al Código Penal Federal y al Código Federal de Procedimientos Penales (Diario Oficial de la Federación, 20
de agosto de 2009), algunos sectores de la opinión pública
exclamaron que había sido aprobada una “Ley de narcomenudeo”.
Sin embargo, lo que en realidad se buscó en este paquete de
reformas legales fue poner orden y transparentar diversos
conceptos que, en la práctica procesal, no estaban perfectamente delineados. A partir de estos cambios se especifica
—en cuanto a la persecución y castigo de la distribución
de drogas— qué tanto es competencia de la Federación y
cuál el ámbito donde las entidades federativas pueden intervenir. Esto mismo sucede con el denominado “consumo
personal” de ciertos narcóticos.
La intención de las reformas ha sido la de evitar que los
jueces de un estado interpreten ciertos conceptos de una
forma y los de otra entidad federativa lo hagan de forma diferente e incluso opuesta. De este modo, las reformas establecen un marco jurídico preciso para prevenir y combatir la
farmacodependencia, el narcomenudeo y el narcotráfico.
9
Nada más alejado de la realidad, pues, que pensar que “ya
se ha legalizado el consumo de drogas”. Si esto último hubiera ocurrido, se habría autorizado su libre distribución,
permitiendo que cafés, tiendas de abarrotes o farmacias
pudieran contar con un almacén o inventario, incluso una
determinada reserva, y que los consumidores pudieran adquirir drogas legalmente, tal y como llega a suceder en determinados países.
Con el firme propósito de dejar en blanco y negro las verdades, falsedades e invenciones populares respecto de un tema
que importa a toda la ciudadanía —en especial a nuestros
jóvenes y niños—, el Instituto Nacional de Ciencias Penales (inacipe) decidió sacar a la luz la segunda edición de
este cuaderno informativo de fácil lectura e ilustrado con
las simpáticas caricaturas del afamado dibujante Iracheta.
Marisela Morales Ibáñez
Procuradora General de la República
y Presidenta de la H. Junta de Gobierno
del Instituto Nacional de Ciencias Penales
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1.
Delimitar los alcances de la posesión
de narcóticos para estricto consumo personal
La Ley General de Salud permite distinguir entre farmacodependiente y
consumidor de narcóticos. Farmacodependiente es toda persona que
presenta algún signo o síntoma de
dependencia a estupefacientes o psicotrópicos. Consumidor, en cambio,
es todo aquel que consume o utiliza
estupefacientes o psicotrópicos sin
presentar signos ni síntomas de dependencia.
Tanto farmacodependientes como
consumidores gozan de lo que los
abogados llaman una excusa absolutoria (aunque cometen la conducta
calificada como delito por la ley, alguna disposición impide que se les
castigue), siempre y cuando las can-
tidades de droga con que se les sorprenda no rebasen lo que señala la
tabla de orientación, contenida en
la Ley General de Salud.
¿Significa esto que se ha legalizado
la posesión de drogas? No: antes de la
tabla, un juez de Baja California podía
considerar que cinco cigarros de mariguana eran para consumo personal y
no imponer pena alguna a quien fuera
sorprendido con ellos, mientras que
un juez de Quintana Roo podía decidir que dos cigarros del mismo narcótico excedían el consumo perso­nal y
dictar una pena severa contra quien
los poseyera. A partir de las reformas
de 2009, las personas y las autoridades sabrán a qué atenerse.
13
2.
Determinar criterios para el uso lícito
de sustancias prohibidas
La ley no sanciona a quien posea medicamentos que contengan alguno
de los narcóticos que prevé la Ley
General de Salud, siempre y cuando
se acredite que, por su naturaleza y
cantidad, son necesarios para el tratamiento médico de la persona que
los posee o de otras personas sujetas
a la custodia o asistencia de quien los
tiene en su poder.
Por otra parte, cuando se utilice peyote u hongos alucinógenos para ceremonias relacionadas con los usos y
costumbres de los pueblos y comunidades indígenas, reconocidas por sus
propias autoridades, el Ministerio Público de la Federación no procederá
penalmente en contra de quienes los
posean.
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3.
Determinar las penas que correspondan
por narcomenudeo
De acuerdo con la tabla de orientación que aparece en la Ley General
de Salud, habrá narcomenudeo cuando una persona posea narcóticos en
cantidad inferior a la que resulte de
multiplicar por mil el monto de las
cantidades consideradas como dosis
máximas de consumo personal.
Esta ley prevé, además de multas, penas de prisión para los responsables
del narcomenudeo. El comercio o suministro de narcóticos en cantidades
inferiores a las que resulta de multiplicar por mil tiene una penalidad de
4 a 8 años.
La posesión de narcóticos en cantidades superiores a las señaladas en
la tabla de orientación se castiga, de
acuerdo con el Código Penal Federal,
con una pena de 5 a 15 años de prisión.
Cuando el comercio o suministro de
nar­
cóticos se realiza a un menor
de edad o a una persona que no comprende lo que hace, la pena aplicable
es de 7 a 15 años de prisión.
Cuando el acto de comercio o suministro es realizado por un servidor
público, por personal de servicios de
salud o se efectúa en centros educativos, de reclusión, policiales o bien a
300 metros de distancia de los mismos, la pena prevista puede incrementarse hasta en una mitad.
17
4.
Establecer con precisión las consecuencias
que implica la posesión de diversas
cantidades de droga
Ante las dificultades para determinar
a partir de qué cantidad se habla de
consumo personal, de narcomenudeo
o de narcotráfico, la tabla de orientación, que aparece en la página anterior, va al detalle.
Tabla de orientación
Dosis máxima
de consumo personal e inmediato
Opio
2 gr.
Diacetilmorfina o Heroína
50 mg.
Cannabis Sativa, Indica o Mariguana
5 gr.
Cocaína
500 mg.
Lisergida (lsd)
0.015 mg.
Polvo, granulado o cristal
Tabletas o cápsulas
mda, Metilendioxianfetamina
40 mg.
Una unidad con peso no mayor a 200 mg.
mdma, dl-34-metilendioxi-n40 mg.
Una unidad con peso no mayor a 200 mg.
dimetilfeniletilamina
Metanfetamina
40 mg.
Una unidad con peso no mayor a 200 mg.
Narcótico
Cualquier cantidad que resulte inferior a multiplicar por mil la dosis
máxima de consumo personal prevista en la tabla se considerará narcomenudeo.
Si ubicamos la cocaína, por ejemplo,
cuya dosis máxima de consumo personal son 500 miligramos, al multiplicar esta cantidad por mil obtenemos 500 gramos. Esto quiere decir
que quien se encuentra en posesión
de hasta 499 gramos estará cometiendo un delito contra la salud en
su modalidad de narcomenudeo. Por
ende, será sancionado por autoridades del fuero común.
Estaremos en presencia de narcotráfico cuando se esté en posesión de
una cantidad que resulte ser igual o
mayor de multiplicar por mil la dosis máxima personal. Siguiendo con
el ejemplo de la cocaína, si alguien
se halla en posesión de 500 gramos
o más, se considerará narcotráfico y
será sancionado por la autoridad del
fuero federal. En el caso de narcotráfico, el Código Penal Federal contempla penas que van de los 10 a los 25
años de cárcel.
19
5.
Definir la competencia
de las autoridades federales
Las reformas establecen que las autoridades federales —la policía federal, la Procuraduría General de la
República y los juzgados y tribunales
de la Federación— se harán cargo del
asunto cuando:
• Se trate de delincuencia organizada.
• La cantidad de droga sea igual o
mayor de multiplicar por mil las
dosis máximas previstas en la tabla
de orientación (es decir, narcotráfico).
• El narcótico no esté señalado en la
tabla.
• Lo solicite el Ministerio Público de
la Federación.
Los ciudadanos pueden denunciar los
casos de narcotráfico, de forma anónima, a la Procuraduría General de la
República, al número:
01 800 00 252 00
21
6.
Definir la competencia
de las autoridades locales
Si la cantidad de narcóticos es menor a mil veces las previstas en la
tabla (es decir, narcomenudeo), le
corresponderá perseguirlo y juzgarlo
a las autoridades locales. Esto es, a
las policías de cada entidad federativa, a las procuradurías de justicia
y a los tribunales superiores de cada
estado. Las procuradurías estatales
disponen de números de denuncia
anónima ciudadana para informar a
las autoridades de los casos de narcomenudeo.
El propósito de las reformas es que la
Federación se ocupe de las grandes
cantidades de drogas (narcotráfico) y
que las entidades federativas, que conocen y entienden mejor lo que sucede en las calles de sus ciudades y que
cuentan con mayor información sobre
ventas menores, se ocupen del narcomenudeo. Desde luego, tendrá que
existir una adecuada coordinación y
una buena comunicación entre la Federación y las entidades federativas
para que la lucha contra el narcomenudeo y el narcotráfico tenga éxito.
23
7.
Señalar el procedimiento para determinar
el tipo y cantidad del narcótico
El consumo es un problema de salud
pública y el Estado no puede sancionar a una persona que presenta dependencia hacia una droga o la consume de manera ocasional, como no
puede sancionar a una persona que
contrajo cáncer o diabetes. Pese a lo
anterior, producir o distribuir drogas
es un delito que debe ser castigado.
Por ello, cuando una persona es detenida y se le encuentra en posesión
de algún narcótico, deberá ser remitida ante la autoridad ministerial. En
virtud del principio de presunción
de inocencia consagrado en nuestra Constitución, será el Ministerio
Público quien esté obligado a determinar si el tipo y cantidad de droga
corresponden o no a las señaladas en
la tabla de orientación. El detenido
no está obligado a probar si es o no
adicto y qué tipo de droga o cantidad
lleva consigo.
Si la sustancia se encuentra en la tabla de orientación que se ha explicado anteriormente y la cantidad no rebasa la señalada como dosis máxima
de consumo personal, el Ministerio
Público —federal o local, según sea
el caso— resolverá el no ejercicio de
la acción penal. En caso contrario,
continuará conociendo del asunto
para, en su momento, consignar ante
un juez penal por narcomenudeo o
narcotráfico, según corresponda.
25
8.
Orientar al detenido por el problema
de salud derivado de las adicciones
El Ministerio Público está obligado a
orientar a las personas detenidas acerca de los centros de tratamiento y rehabilitación. Deberá emitir un reporte
a las autoridades de salud para que
éstas citen al liberado para recibir información y, en su caso, tratamiento.
El reporte que elaborará el Ministerio
Público deberá contener, al menos, el
nombre, domicilio, teléfono o correo
electrónico e indicación del tipo de
droga consumida, para que las autoridades de salud estén en condiciones
de hacer su trabajo. El Ministerio Público deberá reportar tanto a farmacodependientes como a consumidores.
El objeto de la cita ante las autoridades de salud es brindar al farma-
codependiente o consumidor información y conminarle a participar en
programas contra la farmacodependencia. La participación es voluntaria en los dos primeros reportes. Al
tercero, la asistencia al tratamiento
es obligatoria para los farmacodependientes.
Para poder determinar el número de
reportes y, en consecuencia, la obligatoriedad del tratamiento a que se refiere la Ley General de Salud, se hace
necesario disponer de bases de datos
con la información de los farmacodependientes, que permitan determinar
si existen antecedentes de reportes
previos y el número de éstos.
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9.
Desarrollar una nueva estrategia
de prevención y atención
a la farmacodependencia
La reforma prevé un marco de corresponsabilidad entre los estados de la
República y la Federación, así como
entre las autoridades encargadas de
procurar justicia y las facultades para
atender nuestra salud. La idea es prevenir y atender la farmacodependencia con base en diagnósticos y estudios
científicos, campañas de información
y sensibilización y un modelo de atención temprana de quienes padecen
este problema de salud. El éxito depende, además, de la participación comunitaria y familiar, la responsabilidad
social y el autocuidado de la salud.
dicas de Alta Especialidad (unemes),
mejor conocidas como Centros Nueva Vida, que ofrecen servicios de prevención y tratamiento especializado
contra el consumo de sustancias que
causan adicción.
Por lo tanto, si te preocupan tus hijos
y amigos, o tú requieres información y
ayuda, puedes acudir al dif o Centro
Nueva Vida más cercano a tu localidad. También puedes llamar al conadic
al: 01 800 911 2000 o visitar las
páginas http://www.conadic.salud.
gob.mx/ o www.dif.gob.mx para recibir la atención que necesitas.
El gobierno ha construido, en zonas estratégicas, más de 300 Unidades Mé-
29
Farmacodependencia, narcomenudeo
y narcotráfico, edición al cuidado de la Dirección
de Publicaciones del Instituto Nacional de Ciencias Penales,
se terminó de imprimir en octubre de 2011
en los talleres de Impresora y Encuadernadora Progreso,
S. A. de C. V. (iepsa), Av. San Lorenzo 244, Col. Paraje San
Juan, Del. Iztapalapa, 09830 México, D. F.
El tiraje consta de 2 000 ejemplares.
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