La ciudad comunista de Kropotkin: Lejos de la utopía Angélica Caicedo Mafla UPC – ETSAV RESUMEN En La conquista del pan, Kropotkin “el príncipe anarquista”, consigue expresar su ideal de una nueva sociedad, opuesta al cruel e inhumano sistema económico de aquella época, que irónicamente en nuestros tiempos sigue siendo el mismo, el capitalismo. Cuando se habla de una sociedad comunista, es automático pensar en utopía, pero Kropotkin, en sus escritos plantea escenarios en donde esta sociedad evolucionada, basada en los principios básicos de igualdad y justicia, no es imposible de alcanzar. La sociedad debe recorrer un camino lleno de cambios radicales en muchos de los casos, para convertirse en lo que él llama la ‘comuna libertaria’. Los hombres y mujeres, desarrollarán nuevas actividades y encontrarán placer en esta nueva forma de vida, en la que la cooperación y el apoyo mutuo prevalecen por sobre el bien individual. Envuelta en todos estos cambios se encuentra la ciudad, que como organismo receptor que permuta y se transforma, modificarán su territorio y su paisaje, en su legado Kropotkin nos describe esa ciudad y como es su nuevo metabolismo del territorio. Aplicar una teoría desarrollada hace más de un siglo en un territorio que ha crecido enormemente, y que sus características distan mucho de las que este autor conociera, parece hasta cierto punto inviable y utópico, pero sus argumentos profundos desafían el tiempo y permiten analizar sus planteamientos y propuestas y poder tomarlo como referencia para plantear soluciones a los problemas que han sobrevivido desde aquellos tiempos. PALABRAS CLAVE Revolución; anarco comunismo; Comuna; producción INTRODUCCIÓN El pensamiento libertario del Príncipe anarquista Piotr Kropotkin no surge sino hasta su juventud, luego de una corta carrera militar y su estancia en la Siberia. Irónicamente, nacido en el seno de una de las familias más aristocráticas de Rusia, fue uno de los grandes teóricos revolucionarios de su tiempo. Nacido en Moscú el 9 de diciembre de 1842, dejó escritos que han sido referencia de las ciencias políticas y sociales. A lo largo de su vida hubieron hechos que alimentaron su tendencia anarcocomunista, pasó sus años de infancia entre el campo y la ciudad, al cumplir 15 años empezó su preparación para la carrera militar, en la cual, si bien fortaleció su interés por la política y las ciencias, sus vivencias en el lugar le hicieron cuestionarse sobre la objetividad de toda autoridad. Estando en el ejército emprenderá una serie de viajes por Siberia, en la que su principal tarea fue evaluar el sistema penitenciario de la región, que al revelar las deficiencias de la burocracia estatal y la corrupción administrativa le dejarán una profunda huella al constatar las penosas condiciones de los campesinos y la enorme desigualdad que tiene la sociedad. Estos sucesos serán determinantes para su posterior evolución ideológica anarquista, al comprender que el estado en lugar de ser el defensor del pueblo, lo oprime y es el causante de todos sus males, promueve la abolición de toda forma de Gobierno, porque cree que la sociedad puede regirse en el mutuo acuerdo y la cooperación. Su tendencia lo llevará a dimitir la carrera militar en 1867; ingresa a la Universidad y durante los próximos años se dedicará a la investigación geográfica de varias zonas de Europa occidental, simultáneamente estudiará escritos que le harán solidarizarse con los campesinos y sus difíciles condiciones de vida, así como sus propias vivencias y experiencias manteniendo contacto directo con la miseria y la pobreza de esta minoría, esto hará que sea un ferviente defensor de la causa de los agricultores y los obreros. Sus ideas revolucionarias lo llevarán al exilio, pasando entre Francia, Suiza y Londres, en donde se acercará a la clase obrera para afianzar en inculcar sus ideas anarquistas, publicando sus escritos en varias revistas. A lo largo de sus años de exilio pasará de un lugar a otro justamente por la inseguridad política que tenía, la herencia que le dejó su padre la invertirá en material de estudio e investigación, hecho que lo dejará en la pobreza, ganándose la vida escribiendo artículos para varias revistas de ideología libertaria y más tarde con la fama que con el paso de los años ha ganado, brindando conferencias en varias ciudades del mundo, incluido América. No habrá un solo día de su vida que no lo dedique a la lucha por su ideología. Después de su muerte el 8 de febrero de 19211, dejará un legado que servirá de inspiración en la formación de futuras mentes anarquistas. Creía fervientemente que una moral basada en la solidaridad, justicia y libertad, puede superar los instintos destructivos que habitan en la naturaleza humana. Si bien existe la interrogante de que sus conceptos puedan ser aplicables o no en la actualidad. Sin embargo es evidente que la sociedad, a pesar de los cambios que ha sufrido a lo largo del tiempo, sigue teniendo los problemas para los cuales anarquistas como Kropotkin buscaban soluciones, el vivir en un mundo libre donde gobierne la igualdad y la justicia social. Kropotkin estaba convencido que el sistema capitalista, amparado por el poder político del Estado era el responsable de que los medios de producción estén en poder de unos pocos y que el trabajador únicamente cedía su fuerza de trabajo en beneficio del propietario. Eso lo había visto en Francia, en Inglaterra, en Rusia y en la mayoría de países europeos. Califica como zánganos a los ricos, quienes viven a costa de los trabajadores campesinos. Critica a los productores e intermediarios quienes limitan la producción para mantener y encarecer los precios, con la complicidad del aparato judicial, de los medios de comunicación y otras instituciones del Estado. Señala que quienes moran en las grandes ciudades viven de lo que producen los campesinos y que si dejarían de llegar los alimentos, los citadinos tendrían graves problemas, por ello era necesario una revolución para que quienes producen alimentos, y los obreros que producen bienes y servicios sean igualitariamente tratados. La Comuna: la sociedad bajo principios básicos de igualdad Kropotkin concluye que la gestión estatal es nula, y que la ayuda mutua es de gran importancia para luchar por la supervivencia, asevera que todas las formas de vida dependen del apoyo mutuo y lo presenta como un factor en la evolución. Él cree que las bases de la moralidad humana son la justicia, la solidaridad y el auto sacrificio, que se desarrollan en las personas con el instinto adquirido del mundo animal2. La idea de que 1 2 Murió en Dimitrov, Rusia a causa de una neumonía a los 78 años. Kropotkin a partir de un artículo de Darwin ideó las principales líneas de su teoría de la ayuda mutua. el ser humano tiende a demostrar el apoyo mutuo en los momentos difíciles solamente, y no en la vida cotidiana, le conmueve, pero al mismo tiempo le da la esperanza de que se puedan aplicar estos principios en la vida social. “Se ha creado sobre la conciencia -aunque sea instintiva- la solidaridad humana y la dependencia recíproca de los hombres. Se ha creado sobre el reconocimiento inconsciente o semiconsciente de la fuerza que la práctica común de dependencia estrecha la felicidad de cada individuo y la felicidad de todos, y sobre los sentimientos de justicia o de equidad que obligan al individuo a considerar los derechos de cada uno de los otros como iguales a sus propios derechos" 3 Cuando existen sociedades desiguales, en donde el bien particular prevalece sobre el bien común, estamos frente a una sociedad egoísta e inhumana, una sociedad en donde se actúe por conseguir el beneficio económico y el poder para pocos, mientras que otros -que son la mayoría- viven en la pobreza. Lo lógico es deshacerse de ese sistema y volcarse por aquel que vele por los intereses y el bienestar de todos. Es difícil cambiar un sistema por otro completamente diferente, pero cuando el pueblo ha sido decepcionado en tantas ocasiones, es necesario tomar decisiones, así estas sean radicales al punto de hacer estallar una revolución. Que cualquier sacrificio valga la pena para crear un sistema basado en los principios de libertad, justicia y solidaridad. Si se renuncia a alguna de estas se estaría cayendo de nuevo en la jerarquización social y el despotismo. Algo que Kropotkin siempre resalta, es la libertad política y económica que promueve el anarquismo, es decir, el anarquismo es sinónimo de libertad. Lo diferencia de otras tendencias -como el capitalismo por ejemplo- que al contrario, promueve una falsa libertad, pero que en el fondo, consigue tener la dependencia total del ser humano al dinero y lo envuelve en su sistema. Entonces se concluye que el anarquismo no es autoritario, “Partimos del individuo libre para llegar a una sociedad libre”4. Nadie está obligado a unirse a esta ideología de vida, aquel que no lo haga, es libre de irse y contemplar de lejos la evolución de la sociedad. El Estado ha demostrado no preocuparse por el bienestar de todos, al contrario, para favorecer a ciertas clases ha fomentado la miseria y la escasez. Afirma Kropotkin que, para que haya riqueza tiene que necesariamente haber pobreza: 3 Kropotkin, P (1902) El apoyo mutuo, Pág. 22 4 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 107 “Ya hemos dicho que la miseria fue la causa primera de las riquezas, quien creó, al primer capitalista; porque antes de acumular el <exceso de valor> de que tanto gusta hablar, era preciso que hubiese miserables que se avinieran a vender su fuerza de trabajo para no morirse de hambre. La miseria es quien ha hecho a los ricos”5 Los sistemas que hasta ahora han gobernado, han hecho muy mal su trabajo, creando desigualdad al favorecer a unas clases y a otras no. El Estado ha decepcionado ya tantas veces su pueblo que éste, cansado de tanta ineptitud, confía en que tomar las riendas de la sociedad en sus manos es la única solución, y así le dice no al Gobierno y toma el camino hacia el comunismo anarquista: “No es ésta una idea inventada, es el propio pueblo el que nos la enseña y el número de los comunistas aumentará a medida que se haga más evidente la imposibilidad de cualquier otra solución”6 A fin de terminar de una vez por todas con la explotación de los trabajadores, es imperativo la expropiación y la propiedad colectiva, lo cual solo puede lograrse mediante la revolución por la fuerza y la violencia y no por la vía legislativa. Al lograr la libertad política, también se logrará la libertad económica, con un nuevo modo de producción en que todo sea de todos y el salario deberá eliminarse. Será una sociedad sin estado y sin clase política: una sociedad anarco-comunista en base a la federación y la asociación libres. El objetivo es alcanzar la comuna libertaria, como la forma de vida ideal y evolucionada, en donde todos los hombres logren satisfacer sus necesidades, que deja atrás todo tipo de sometimiento a alguna autoridad. ¡Afuera el Estado!, es el mismo pueblo quien se gobierna ahora. Aunque se haya hecho creer que nada podría funcionar sin la existencia del Gobierno, existen muchas asociaciones que sin su mediación han alcanzado sus ideales y logrado hacer cosas importantes. Las sociedades podrían funcionar mucho mejor si solo existiera el común acuerdo libre y el proceder a partir de la solidaridad y la equidad: 5 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 106 6 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 70 “Advirtamos también que tomando por punto de partida las necesidades del individuo, se llega fatalmente al comunismo como organización, que permite satisfacer todas esas necesidades de la manera más completa y económica” 7 Para explicar su teoría, Kropotkin en el capítulo ‘Los Alimentos’ de su libro La conquista del pan (1892), recrea una supuesta insurrección de París. A través de sus páginas describe como es el camino que la ciudad tiene que recorrer para convertirse en una Comuna. Primero que todo, para que ya no exista el Estado debe haber una revolución, cuando hay revolución el comercio se paraliza, por lo que pronto las ciudades quedarán desabastecidas. Entonces lo primero que hará el pueblo será tomar posesión de todos los recursos, inventariarlos y repartirlos de tal forma que nadie pase hambre, descartando la idea de saqueos a despensas y mercados, medidas que lo alimentarán solamente por pocos días: “En vez de saquear algunas panaderías, para ayunar mañana, el pueblo de las ciudades insurrectas tomará posesión de los graneros de trigo, de los mataderos, de los almacenes, en una palabra, de todos los víveres disponibles” 8 Hasta ahora la labor del pueblo ha sido menospreciada por los intelectuales y burócratas, pero tendrá su oportunidad, demostrará que no era más que un pueblo oprimido. Kropotkin les da esta oportunidad porque confía en la capacidad organizativa del pueblo, en contraste a la burocracia, a la cual considera totalmente ineficaz. Después de la revolución, debe empezar la reorganización de la sociedad de acuerdo a los nuevos principios básicos de justicia e igualdad. Es ahí donde entra la innata capacidad organizativa del colectivo quien en este punto de la revolución, tendrá a varios voluntarios dedicados a inventariar los recursos y hacer de este un procedimiento transparente. Después de poco tiempo la ciudad entera conocerá cuál es su patrimonio y lo repartirá de forma justa y equitativa: “En cada manzana de casas, en cada calle y en cada barrio, se organizarán voluntarios que sabrán entenderse y ponerse al corriente de sus trabajos. Que no vengan a interponerse las bayonetas jacobinas: que los teóricos sedicentes científicos no vengan a embrollarlo todo o más bien que embrollen cuanto quieran 7 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 70 8 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 70 con tal de que no tengan derecho a mangonear (…) Que tan solo el pueblo tenga libres las manos y en ocho días el servicio de los víveres se hará con una regularidad admirable”9. El príncipe anarquista propone la eliminación total del salario, lo considera sinónimo de explotación. Éste lejos de ser la compensación justa por un trabajo, es la forma disfrazada que los sistemas de gobierno inhumanos han creado para poder tener asegurado de por vida la mano de obra de aquel que dependiera de esas monedas para mantener a su familia, el salario será la forma de dominar a ese hombre: “…reyes y emperadores han arrojado siempre un pedazo de pan al pueblo para tener tiempo de recoger el látigo, es natural que las gentes prácticas preconicen ese método de perpetuar el salario”10 En estos sistemas ajenos al comunismo, la fuerza del trabajo se desperdicia, el explotador no se preocupa si su empleado es feliz haciendo su trabajo. Las fábricas podrían ser mucho más eficientes, pero eso no le conviene al señor11, es más fácil tener a su disposición una legión de obreros pobres y hambrientos que se vean obligados a trabajar por poco dinero, y si por estas condiciones de trabajo la producción baja, tampoco es un problema ya que así se asegurará de que no haya un aumento de la oferta y los precios en el mercado se mantengan, es decir especulación. Seguramente los trabajadores de este sistema egoísta actuarán en base a la mala paga, mal trabajo; si alguien disfruta de su trabajo pues simplemente no lo hará bien. Pero esto no le quita el sueño al productor formado en este sistema, la calidad de sus productos le importan muy poco o nada, no le interesa si lo que produce le es útil a la sociedad o solo basura descartable. Estamos hablando de un sistema frívolo en potencia, que no se compromete a generar productos de calidad que las personas puedan disfrutar, así como tampoco se molesta en producir lo que realmente se necesita, si no lo que más beneficios promete, en pocas palabras, no fabrica ropas para vestir, no le interesa si éstas protegen a alguien en una noche fría, lo que le interesa es el redito económico y nada más. Hay que encontrar la forma de reorganizar la producción de modo que ésta en realidad satisfaga todas las necesidades. 9 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 36 10 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 32 11 Señor: Hace referencia al amo dueño de las tierras productoras. Ese mal manejo de la producción es totalmente contrario a lo que promueve el comunismo, hasta antes de la revolución no se fabricaban productos que satisficieran las necesidades de toda su población. Por ejemplo, si se cosechaba manzanas, estas eran enviadas al exterior, mientras el pueblo no veía ni de lejos la cosecha y pasaba hambre. Lo mismo sucedía con la vestimenta, se malgastaban las maquinarias confeccionando telas y ropa para exportar, en lugar de vestir a los suyos. Pero de ahora en adelante, en el campo se cosechará como primera prioridad, el alimento para todos los ciudadanos, las fábricas se volcarán a producir vestiduras y calzado, y las industrias producirán la maquinaria y los productos necesarios para que el cultivador labre el campo. No habrá más desperdicio de mano de obra y de producción. La comuna que es productiva no tendrá que pasar hambre y frío nunca más. “Tejedores, sastres, zapateros, quincalleros, ebanistas y tantos otros no encontrarán dificultad ninguna en abandonar la producción de lujo por el trabajo de utilidad. Sólo es preciso penetrarse bien de la necesidad de esta transformación; que ésta se considere como un acto de justicia y de progreso (…) Dedíquese la ciudad a producir esas cosas que le faltan al campesino, en lugar de hacer futilidades para adornos de las burguesas. Que las máquinas de coser de París hagan vestidos de trabajo y domingueros para los labriegos, en vez de equipos de novia; que la fábrica construya máquinas agrícolas, palas y arados, en vez de esperar a que los ingleses nos los muden a cambio de nuestro vino”12 Hasta la revolución e incluso durante ella, el trabajo manual por considerarlo un trabajo simple, era menospreciado y relegado a un trabajo de bajeza. El nuevo modelo desea dignificarlo. Surge ahí una razón más para no defender el salario, Kropotkin asevera que tienen el mismo valor un ingeniero que un peón. En la nueva sociedad todos los trabajadores desarrollarán labores manuales así como labores intelectuales. Entonces de esta forma los ciudadanos serán libres de trabajar en lo que fervientemente deseen y no serán explotados, con menos horas de trabajo a las acostumbradas, habrán compensado con sus manos lo suficiente como para poder llevar el pan a la mesa. Kropotkin, quien es opuesto a las jornadas maratónicas, propone como el tiempo necesario de trabajo, una jornada media de 5 horas: “Si cada miembro de la comunidad sabe que después de algunas horas de trabajo productivo tendrá derecho a todos los placeres que proporciona la civilización, a los 12 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 44 profundos goces que la ciencia y el arte dan a quienes la cultivan, no irá a vender su fuerza de trabajo por una mezquina pitanza”13 La revolución debe garantizar el alojamiento, el pan y el vestido para cada habitante de la comuna, los considera derechos ganados por todos a lo largo de los años. Para garantizar el derecho a la vivienda, promueve la expropiación. Apoya este razonamiento alegando que ningún individuo puede apoderarse de una vivienda ni ningún otro bien que conforme la ciudad, ya que son el fruto del trabajo de varias personas a través de varias generaciones, y es difícil decidir quien ha tenido mayor o menor participación. Todo es de todos, se suprimirán los alquileres, las casas vacías serán tomadas por aquellas familias viviendo en la calle, y si es que en un hogar hubiese habitaciones libres, éstas podrán ser tomadas por la gente que las necesitara: “Todos los bienes que dispone hoy la sociedad son producto del trabajo mancomunado y solidario de los hombres de ayer y de hoy. Todos los bienes, por tanto, pertenecen por igual a todos, desde el momento en que resulta imposible discriminar la parte que en su producción ha tenido cada uno” 14 Kropotkin pondera la idea de romper la cadena productiva que esclaviza al hombre a un trabajo duro y monótono, sustituyéndolo por una actividad que armonice tanto el esfuerzo físico como mental, apoyado por el progreso científico y la racionalización15, de ese modo se logrará establecer una sociedad justa y humana en la que todos tengan la oportunidad de ser lo que verdaderamente quieran ser. Así también se asegura de que no existan los oportunistas que se beneficien del trabajo de los otros sin invertir una sola gota de sudor en ello. En la comuna no hay holgazanes, si alguien puede elegir que trabajo hacer, será porque le gusta, entonces para este individuo el producir no representará ningún sacrificio, al contrario, con seguridad será de su entero disfrute. “En una sociedad en la que el trabajo sea libre, no habrá que temer a los holgazanes”.16 13 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 26 14 Cappelletti, Á. (1978) El pensamiento de Kropotkin: ciencia, ética y anarquía. Pág. 75 15 Organización de la producción o del trabajo de manera que aumenten los rendimientos o se reduzcan los costos con el mínimo esfuerzo. 16 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 77 De la comuna parisina al resto del mundo Con París sublevada, se espera que otras ciudades de la nación e incluso del continente sigan sus pasos lo cual facilitaría el procedimiento, pero esperar que todo el territorio se vuelva comunista es una alternativa de la que no se puede fiar. Aun así Kropotkin se preocupa en plantear el panorama de una Europa insurrecta y como sería el camino que tome la revolución. Él no habla de supuestos, recrea escenarios para que sus ideas sean mejor comprendidas y asimismo aplicadas. Entonces nos plantea un cuadro en el que cuatro de las grandes ciudades del continente se levanten y derriben a su Gobierno, seguro otras seguirán su ejemplo y así consecuentemente hasta abarcar todo el territorio. Pero es realista al señalar que, esperar que la revolución tenga la misma incidencia y el mismo comportamiento en todas partes es absurdo, si bien se realizarán actos de expropiación en todas las ciudades, cada lugar tendrá su propio carácter y su propio desarrollo: "Pero los comienzos de la revolución ofrecerán grandes diferencias locales y su desarrollo no será siempre idéntico en los diversos países (…) por todas partes habrá revolución, pero con variados aspectos: acá unitaria, allá federalista, en todas partes más o menos socialista, pero sin uniformidad"17 El tiempo que la revolución tarde en consolidarse también es incierto, con seguridad no será de la noche a la mañana y de igual manera en cada sitio el cronograma variará, y ¿qué hacer si hay ciudades que avanzan más rápido que otras en este camino? pues seguir sin mirar atrás, aunque suene egoísta es así, lamentablemente las ciudades atrasadas no harán más que atrasar al resto, aunque cada cual lleve su propio ritmo, lo importante es llegar: "¿Puede deducirse aquí que las naciones más avanzadas deben ajustar su paso al de las naciones retrasadas como ha sido dicho algunas veces? ¿Esperar que la revolución comunista haya madurado en todas las naciones civilizadas? ¡Evidentemente, no! Y aunque así se quisiera, sería imposible: la historia no espera a los rezagados"18 17 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 40 18 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 77 Como se abastece la ciudad de la comuna En La conquista del pan, Kropotkin nos plantea un París sublevado, en ese escenario surge la pregunta ¿Cómo organizar la producción y el consumo en una sociedad libre?, la respuesta está en la colectivización de los medios de producción y los bienes obtenidos, junto con una racionalización de la economía y la creación de la comuna autosuficiente, basándose en los principios justos e igualitarios que promulga este sistema. París, al ser la primera ciudad que se ha arriesgado a apostar por el comunismo, y quizás la única, pronto dejará de percibir los productos que vengan de otras ciudades del país y del extranjero que no hayan optado por ese sistema. Es decir, en poco tiempo se terminarán las reservas de alimentos y, los granos, especias, harinas, carne, pescado, trigo y un sinnúmero de productos más ya no entrarán a París. Viendo ese panorama, surge la pregunta, ¿cómo logrará esta ciudad abastecerse de todos los recursos necesarios?, la única forma es producir: “Es preciso que las grandes ciudades cultiven la tierra, como lo hacen los pueblos rurales. Hay que llegar a lo que la biología llamaría “integración de las funciones” (…). Si París se da cuenta que en ocho meses va a encontrarse sin trigo, París lo cultivará”19 París debe empezar a cultivar su propia comida y fabricar sus propios productos, en pocas palabras, apuntar a la producción local como forma de abastecimiento. La ciudad dejará de depender de terceros y se convertirá en una ciudad autosuficiente. Pero con el número de habitantes que tiene París, ¿cómo logrará cubrir la demanda de alimento? Las vastas tierras que la rodean, que anteriormente jugaban el papel de los jardines y los parques de los señores, después de la revolución ya se habrán expropiado y habrán pasado a manos de la colectividad, tierras fértiles que pueden ser trabajadas sin dificultad en cualquier momento. Pero ¿quién las trabajará?, la revolución anarquista promueve la libertad de elección, nadie está obligado a seguir ese modelo de vida, entonces los trabajadores que compartan el mismo fin se habrán quedado, y en lugar de malgastar su día fabricando objetos lujosos para los nobles, se pondrán a labrar el campo: 19 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 83 “Puede considerarse como absolutamente demostrado que si París y los dos departamentos del Sena y del Sena y Oise se organizasen mañana en comunidad anarquista donde todos trabajasen con sus brazos, y si el universo entero se negase a enviarles un solo celemín de trigo, una sola cabeza de ganado, una sola banasta de fruta, y no les dejase más que el territorio de ambos departamentos, podrían producir ellos mismos no sólo el trigo, la carne y las hortalizas necesarias, sino también todas las frutas de lujo, en cantidades suficientes para la población urbana y rural.”20 Así, empezando con ciudades autosuficientes, lo serán después los países. Esto llevará a que un buen porcentaje de las importaciones y exportaciones ya no sean necesarias. Analizando un poco el destino que tienen los productos, es absurdo que en un país en donde se cultivan alimentos se prefiera enviarlos a kilómetros de distancia, en lugar de alimentar a su gente, en estos países una gran cantidad de población pasa hambre. Las cosas ahora cambiarán, primero las ciudades tendrán que abastecerse localmente, haber satisfecho todas las bocas para luego, solo si es que aun hubiese productos, exportarlos. De esta manera el comercio mundial se convertirá en un intercambio de los faltantes y los excedentes de los recursos que no pudieran ser producidos localmente: “Por lo general, no es un sobrante lo que se exporta, aunque las primeras exportaciones hubiesen tenido este origen. La fábula del zapatero que andaba descalzo es verdadera tanto para las naciones como para aquel artesano. Lo que se exporta es lo necesario, y sucede así porque los trabajadores no pueden comprar con sólo su salario lo que han producido pagando rentas, beneficios, intereses al capitalista y al banquero (…) Examinad uno por uno todos los artículos expedidos por los países de gran exportación, y veréis que casi todos se producen en cantidades insuficientes hasta para los habitantes del país que los exporta”21 Otra inquietud sobre el abastecimiento se genera por la cantidad de habitantes versus la capacidad de producción que tenga la ciudad, que si no es suficiente para abastecer a los miles de habitantes, pues bien, habrá que mejorarla. Para esto primero se debe hacer un diagnóstico de su estado actual, en otras palabras, desglosar el procedimiento que ésta lleva desde que es una semilla hasta que llega al consumidor, si es eficiente o todo lo contrario, y de igual forma con los productos. 20 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 121 21 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 109-110 Las tierras de París producen menos de lo que brinda su capacidad, eso es debido entre otras cosas, a que el campesino así como el obrero ha sufrido explotación, pues ha labrado tierras que no han sido suyas si no de los señores, y que aun trabajando dieciséis horas al día no lograba asegurar el sustento para los suyos, mientras irónicamente en las panaderías, con su trigo se hacían panes y biscochos para los burgueses en la ciudad. Con lo poco que le pagaban por su cosecha, tenía que sacrificarse y sacrificar a los suyos y racionar sus alimentos para lograr sobrevivir en el mejor de los casos hasta la siguiente cosecha, eso sin tomar en cuenta las veces que los recaudadores vendrán a golpear su puerta. Después de la revolución, su trabajo ya no se verá reducido a la explotación. Antes de entregar su producción, primero se asegurará de abastecer sus graneros, y cuando ya lo haya hecho, solo ahí el excedente lo entregará. Tampoco habrá Estado ni recaudadores a los cuales desembolsar todo lo obtenido por su cosecha, porque las tierras donde labre serán suyas y su trabajo será aún más eficiente porque lo hará con amor: “Jamás hubo labor tan vigorosa como las de 1792, cuando el campesino hubo recobrado, de los señores, la tierra que desde tanto tiempo ansiaba” 22 Las jornadas, que durante el régimen anterior eran interminables, se reducirán. La maquinaria a la que nunca tuvo acceso, ahora por derecho adquirido le pertenece. Esa maquinaria es la que hará el trabajo duro y no sus manos. Y así, con pocas horas en el campo habrá logrado conseguir lo suficiente como para alimentar a su familia. Pero para alimentar todas las bocas de París, tiene que haber más producción. Kropotkin abogó por la agricultura intensiva, incentivó el uso del riego y el cultivo en invernaderos para aumentar la capacidad local de alimentos. “Hacer valer las tierras improductivas y mejorar las que no producen ni siquiera la cuarta ni aun la décima parte de lo que producirán cuando estén sometidas al cultivo intensivo de huerta y jardinería”23 En la comuna, no hay límite en lo que cada persona pueda tomar, es decir, todo es de todos, basta que alguien necesite algo para que lo tome y satisfaga su necesidad. Y no habrá problema mientras haya abundancia de aquello que necesita, podrá tomar cuanto desee sin miedo a represalias. Ahora ya no le deberá explicación alguna excepto a la 22 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 45 23 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 33 misma comunidad. Las cosas funcionan un poco diferentes cuando exista escasez de alguna cosa, en esos momentos la comuna actuará de organizador, y si quiere seguir abasteciendo a sus habitantes con tal o cual producto, no le quedará otro remedio que racionar. Esta es una medida natural que toman los seres humanos porque está inmersa en su instinto de supervivencia, y que sin complicados análisis, a simple vista es infinitamente más justa que la forma actual: “Si la comuna, por ejemplo, posee un bosque, cada cual tiene derecho a tomar, mientras no falte, cuanta leña pequeña quiera, sin otro control que la opinión pública de sus vecinos. En cuanto a la leña gruesa, como nunca es bastante, se recurre al racionamiento”24 Si en el momento de racionar, existe algún aparente perjudicado, es con certeza por una razón lógica, ya que el pueblo al contrario de los explotadores, trabaja siempre por una causa justa. Por poner un ejemplo, los niños necesitan leche para su crecimiento, pues entonces ellos serán los primeros en obtenerla, no así los jóvenes, puesto que ellos a pesar de estar en la edad productiva, son fuertes como para poder aguantar con agua solamente: “…de hacer el racionamiento (el pueblo) lo haría con arreglo a los más puros principios de justicia y de equidad. Id a decir en una reunión popular que las perdices deben reservarse para los delicados holgazanes de la aristocracia y el pan negro para los enfermos de los hospitales, y os silbarán (…) predicad por todas las esquinas que el alimento más delicado debe reservarse pan los débiles, y en primer lugar para los enfermos. Decid que si hubiese en París nada más que diez perdices y una sola caja de botellas de Málaga, debían enviarse a los dormitorios de los convalecientes (…) Para el niño y el viejo el último bocado de carne, y para el hombre robusto el pan a secas, caso de verse reducidos a tal extremo. Decid que si de una sustancia alimenticia no hay suficientes cantidades y hay que racionarla, se reservarán las últimas raciones para quien más las necesite”25 24 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 37 25 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 38 Integración de las funciones campo-ciudad en el territorio comunista Los mayores beneficios a la comuna solo se pueden obtener de la integración de las funciones regionales espaciales y de las labores humanas, es decir, de una real combinación de las actividades de los sectores económicos que se desarrollen, en relación al ambiente en que se desenvuelven, fortaleciendo la autoproducción y el autoconsumo. Kropotkin identifica por ello un proceso de cooperación mutua entre la agricultura y la industria, entre las regiones rurales y urbanas, en donde las unas dependan directamente de las otras y así sostengan la economía. La industria capitalista creó la división del trabajo para favorecer a la clase dominante. Lo que se consigue es alienar al trabajador a mantenerlo siempre pobre y hacer que su oficio sea heredado por sus descendientes, quienes tendrán el mismo mísero salario y el mismo futuro que sus padres. Ésta en lugar de enriquecer a la nación, enriquece a los ricos. “«Ved ese herrero de pueblo -decía Adam Smith, el padre de la economía política moderna-. Si nunca se ha habituado a hacer claves, a duras penas fabricará doscientos o trescientos diarios. Pero si ese mismo herrero no hace más que clavos, producirá fácilmente hasta dos mil trescientos en el curso de una sola jornada.» Y Smith26 se apresuraba a sacar esta consecuencia: «Dividamos el trabajo, especialicemos cada vez más; tengamos herreros que sólo sepan hacer cabezas o puntas de claves, y de esa manera produciremos más y nos enriqueceremos (…) ¡Viva la división del trabajo!»”27 El obrero al ser especialista en una sola labor no podría ejercer otra diferente, por lo que estaría condenado a depender del mismo empleador y a aceptar, sean buenas o malas, las condiciones que se le imponga, como por ejemplo una disminución de su salario. El trabajador destinado a hacer toda su vida la misma actividad, perdería el espíritu inventivo y caería en la depresión y la miseria. Por el contrario, la variedad en las ocupaciones lograría aumentar la productividad de la nación. La destrucción de los trabajos tradicionales por parte de la modernidad industrial, han afectado a la geografía de la ciudad como reflejo de estas causas sociales. Existe un 26 Adam Smith (5 de junio 1723 6 de julio 1790). Fue un economista y filósofo escocés, uno de los mayores exponentes de la economía clásica. En su libro La riqueza de las naciones, habla acerca del proceso de creación y acumulación de la riqueza. 27 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 112 conflicto entre la ciudad y el campo que dificulta la evolución de la comuna. Kropotkin menciona el rechazo que existe por parte del citadino a los trabajos del campo, sin embargo lo motiva a cultivar en las tierras que rodean la ciudad, porque está seguro de que tarde o temprano terminará gustándole la actividad agrícola, además de que ésta sería la forma en que pudiera asegurar la obtención de alimentos. La división del trabajo ha impedido que la agricultura evolucione. El campesino no conoce la maquinaria y tiene que usar sus manos para los trabajos que éstas con su tecnología podrían hacer mejor y en menor tiempo. Lo que busca la industria es terminar con la labor del trabajador agrícola disminuyéndola a un trabajo bajo contrato en épocas específicas y por poco tiempo como manufacturador de máquinas que no están a su alcance y que por lo tanto no podrán ser propias, así como las tierras y los productos de la cosecha, que así el haya sembrado y cultivado, no le pertenecen. Así como la división del trabajo condena a las personas a realizar uno solo, lo mismo lo hace con las naciones, que están destinadas a que sus industrias se especialicen en ciertos productos y a depender de la oferta de otros productos de los países exportadores. Lo cual a su vez fomenta los monopolios, ya que al ser los únicos países proveedores de cierto producto, pueden con tranquilidad establecer los precios que les convenga. Kropotkin propone diversificar las industrias para autoproveerse de lo que antes otros países les entregaban, hallándolo beneficioso por no tener que volver a pagar precios excesivos por los productos que con la tecnología, los descubrimientos que la ciencia ha hecho y la capacitación adecuada de sus trabajadores, fácilmente se podría fabricar en casa. Es necesario que los países desarrollen la industria para poder ser buenos productores: “En efecto, es insensato exportar el trigo e importar las harinas, exportar la lana e importar paño, exportar el hierro e importar las máquinas, no sólo porque esos transportes ocasionan gastos inútiles, sino sobre todo porque un país que no tiene desarrollada la industria queda por fuerza atrasado en agricultura” 28 Las naciones que combinan en su territorio la agricultura con fábricas y manufacturas llevan ventaja sobre las que no lo hacen. La especialización de las industrias que conlleva a la centralización, es eficiente en el momento de enriquecer a algunos capitalistas. Esto ya no tiene razón de ser, ya que por el contrario es favorable que cada 28 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 119 país pueda cultivar su comida y fabricar todos los productos manufacturados que consume. La diversidad es la prueba del completo desarrollo de la producción mientras que la especialización es la contención del progreso. Ya no es posible cultivar la tierra sin maquinaria; sin riegos eficientes, sin fábricas de abonos y productos agrícolas. Para tener la maquinaria adecuada es preciso que se desarrolle creatividad técnica, la que no puede manifestarse mientras los utensilios precarios de la agricultura sean las únicas herramientas para el cultivo. Para que el campo esté bien trabajado y pueda abastecer con generosidad a la ciudad, es necesario que esté cerca de estas industrias: “Las dos artes hermanas, la agricultura y la industria no siempre fueron tan distanciadas entre sí como lo son ahora. Hubo un tiempo, y aquel el tiempo no es muy lejano, cuando las dos estaban armoniosamente combinadas: los pueblos eran entonces las sedes de una variedad de industrias, y los artesanos de las ciudades no abandonaron la agricultura; muchos pueblos no eran otra cosa que aldeas industriales”29 En la ciudad revolucionaria en donde el ingreso de víveres disminuye, no así el consumo, los habitantes deberán dedicarse a la agricultura para obtener alimento, si no hay suficientes campesinos, los importadores podrán empezar a realizar esa tarea, pues en adelante no tendrán trabajo. Pero no serán los agricultores tradicionales como el campesino que depende del arado para recoger su alimento, gracias a que ahora tienen acceso a toda la maquinaria y tecnología innovadora, podrán desarrollar la agricultura intensiva para conseguir más cantidad de productos en el mismo pedazo de tierra en el que lo hacían antes: “Se propone sobre todo cultivar bien un espacio limitado, abonarlo y corregirlo, concentrar el trabajo y obtener el mayor rendimiento posible (…) Y cuanto más intensidad se da al cultivo, menos trabajo se gasta para obtener el hectolitro de trigo. La máquina reemplaza al hombre en los trabajos preparatorios y hace de una vez para siempre mejoras, tales como el desagüe y el despedregamiento, que permiten duplicar las cosechas futuras. Algunas veces, nada más que una labor profunda permite obtener de un suelo mediano excelentes cosechas de año en año, sin estercolar nunca”30 29 30 Kropotkin, P (1888) “The industrial village of the future”, The Nineteenth Century, vol. XXIII, Pág. 513 Kropotkin, P (1892) La conquista del pan, Pág. 123 Cuando se haya cambiado el azadón por la maquinaria, se ahorrará tiempo y fuerza de trabajo. El suelo bien trabajado será más fértil por lo que necesitará menos preparación para futuras cosechas, lo que otra vez ahorrará trabajo, recursos y tiempo. Con la agricultura intensiva se obtiene más productos en el mismo espacio, lo que significa que habrá más tierras para cosechar otro tipo de productos, producir alimento para el ganado, entre otros. Todos estos trabajos serán menos complicados, al punto que cualquier persona podría desempeñarlos, sin necesidad de tener la fuerza de diez hombres o haber labrado la tierra antes. La distribución de las tareas la harán los viejos campesinos por ya conocer cuál es el procedimiento para obtener lo que se necesita de la tierra. Kropotkin apuesta por el cultivo en invernadero, al certificar que con el clima y el suelo óptimos, se logra adecuar el espacio en las mejores condiciones para el buen desarrollo de la planta, desde que es una semilla hasta cuando crece y tiene sus raíces fuertes para poder replantarla y asegurar su crecimiento y posterior cosecha. En un invernadero se podría cultivar en cualquier época del año ya que a pesar del clima exterior, se puede asegurar que el micro clima interior es el que requiere para su desarrollo. Con esto se obtiene que la tierra sea más eficiente, en donde se cultiven más alimentos y de mejor calidad en el menor espacio posible. CONCLUSIONES Piotr Kropotkin en La conquista del pan sienta las bases del comunismo libertario que debe imponerse con el tiempo como resultado de una sociedad evolucionada, cansada de otros sistemas por los cuales ha sido cruelmente desvalorada. Una sociedad libre del Estado en donde se actúe con justicia bajo los principios básicos de solidaridad y equidad. A esta sociedad se puede aspirar solo después de llevar a cabo una revolución total, apoyada en la ciencia y la ayuda mutua. A través de los varios panoramas planteados a lo largo de sus páginas nos demuestra que esa sociedad podría dejar de ser utopía para con el comprometimiento del pueblo convertirse en realidad. Si bien no todos sus pensamientos puedan ser aplicados a la realidad del mundo actual, siguen llenándonos de esperanza de vivir en una sociedad justa pero sobre todo libre, acabando con los problemas para los que este pensador buscaba soluciones. REFERENCIAS CAPPELLETTI, Ángel (1978) El pensamiento de Kropotkin: ciencia, ética y anarquía, Madrid: Zero KROPOTKIN, Piotr (1888c) “The industrial village of the future”, The Nineteenth Century, vol. XXIII, october, pp: 513-530. KROPOTKIN, Pedro (1899; s.f.) Campos, fábricas y talleres, Barcelona: E. Bauza KROPOTKIN, Piotr (2005a) [1892] La conquista del pan, Buenos Aires: Libros de Anarres KROPOTKIN, Pedro (1989 [1902]) El apoyo mutuo, Móstoles: Madre Tierra. OYÓN, José Luis (2014) La ciudad desde el consumo: Kropotkin y la Comuna anarquista de La conquista del pan ROYO, Simón (2007) La conquista del pan: Volviendo a una obra de Kropotkin, España: Germinal