EL SALVADOR PROMETIDO Quizás te sorprenda saber que Él que creó el universo, vivió en esta tierra como un hombre. Esta persona es el Señor Jesucristo, el Hijo de Dios… La Biblia nos enseña que hay un solo Dios, pero Él existe como Padre, Hijo y Espíritu Santo. El Señor Jesucristo, la segunda Persona de la Trinidad, es Quien creó este mundo y el universo. La biblia dice, En el principio era el Verbo y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas… (Juan 1:1-3). Por estos versículos podemos ver que el Señor Jesús es Dios. Él no tuvo principio. Él nunca fue creado. Él es Dios, y todas las cosas fueron creadas por Él. Pero llegó el tiempo cuando "aquel VERBO fue hecho carne…" es decir, Dios se hizo hombre y vivió entre los hombres. La Biblia dice: Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad (Juan 1:14). Cientos de años antes de que viniera el Señor Jesús al mundo, su nacimiento fue profetizado en la Biblia. Dios le dijo al profeta Isaías. En Isaías 7:14 leemos: Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. "Emanuel" quiere decir "Dios con nosotros". Este niño quien Dios prometió no sería un niño común y corriente sino sería Dios viniendo a estar con el hombre. También, este niño nacería de una virgen, es decir, nacería de una señorita pura, soltera. Dios sería Su Padre. La Biblia también profetizó exactamente donde nacería el Hijo de Dios. Muchos, muchos años antes que naciera, el profeta Miqueas escribió que el Señor Jesús nacería en Belén de Judá (Miqueas 5:2). Miq 5:2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. Cuando llego el tiempo del cumplimiento la biblia dice en mateo 1;21 Mat 1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. El nombre "Jesús" quiere decir "Salvador". El Señor Jesús es el Salvador del mundo. ¿Quién le dio este nombre? Dios se lo dio, y este nombre "Salvador" pertenece solamente a Él. Él es el único Salvador del mundo. Ha habido muchos hombres falsos quienes han pretendido ser salvadores, pero hay sólo un verdadero Salvador enviado de Dios y es Jesucristo. El apóstol Juan dijo, Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo (1 Juan 4:14). EL NACIMIENTO DEL SEÑOR JESÚS Por cientos de años los hombres que amaban a Dios esperaban y anhelaban el nacimiento del Salvador prometido. Sin duda les parecía que Dios se había olvidado de Su promesa, pero Dios nunca olvida una promesa. Dios no solamente tiene un plan perfecto para todas las cosas, sino que también tiene un tiempo perfecto para todo. La Biblia dice: Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer… (Gálatas 4:4). JESÚS, es EL REGALO DE DIOS PARA EL MUNDO Cuando pensamos en la salvación recordemos que el Regalo de Dios para el mundo es Su Hijo. La Biblia dice, Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo (1 Juan 4:14). Dios nos dio a Jesús para ser nuestro Salvador. Pero es triste darse cuenta que, cuando el Señor Jesús vino al mundo, mucha gente no lo reconoció y no creyó en Él. La Biblia nos dice, En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció (Juan 1:10). La mayoría de Su propio pueblo, los judíos, no le recibieron. La Biblia dice, A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron (Juan 1:11). Pero había algunos que sí le recibieron como su Señor y Salvador, y Dios los hizo Sus propios hijos. La Biblia dice: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12). ¿Cómo es que se volvieron hijos de Dios? Por haber recibido a Jesús. Jesús es el Regalo de Dios para nosotros, pero tenemos que recibirle. No podemos tomar a Jesús con nuestras manos, pero podemos tomarle en nuestro corazón. Esto es lo que Dios quiere que hagamos. Si tú no le has recibido como tu Salvador, ahora es el tiempo oportuno para invitarle a entrar en tu corazón. Él dijo, He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo (Apocalipsis 3:20).