Diagonal // Del 8 al 21 de diciembre de 2010 ” Comité Tragsatec David Fernández “ En 2011, el conjunto de las administraciones públicas vamos a acometer un ZAPATERO, durante su comparecencia sobre empleo en el congreso, en la que anunció que el objetivo de su Gobierno es reducir el déficit al 6% en 2011. 2x34 992 DESPIDOS EN LA EMPRESA PÚBLICA TRAGSATEC En enero de 2011 se llevará a efecto el Decreto Ley 5/2010 por el que varias empresas públicas se integrarán en dos agencias (de Medio Ambiente y Agua y de Gestión Agraria y Pesquera) creadas recientemente por la Junta de Andalucía. No obstante, según denuncia la plataforma Tragsatec en lucha, 992 trabajadores de Tragsa no entran en los planes de integración de estas agencias. ANÁLISIS // SI EL CONSUMO ES LA GASOLINA DEL SISTEMA ¿QUÉ PASA CUANDO EL DEPÓSITO QUEDA VACÍO? ¿Deflación?, sí gracias JM RIVADENEYRA* a deflación es la pesadilla de los economistas. Es uno de los fenómenos que pueden aparecer durante las crisis de sobreproducción, como la actual: al haber más oferta que demanda, los precios en lugar de subir (inflación), bajan. El problema es que la deflación induce a reducir el consumo, ya que sale más barato retrasar las compras. Y el consumo es la gasolina de la economia capitalista: si no hay consumo, hay que reducir la producción y todos pierden: las empresas reducen sus ventas, las inversiones y su plantilla (y, a menudo, sus beneficios), los Estados su recaudación, y los trabajadores acaban en el paro. Si en una crisis se llega a producir deflación, se entra en una espiral de destrucción del tejido productivo y ahondamiento de la crisis de la que es muy difícil salir. Es lo que le ocurrió a Japón en los ‘90 en lo que se conoce como la “década perdida”. De esa experiencia no ha salido ninguna fórmula para combatir esta situación. De ahí el pánico a la deflación. Todo este análisis está hecho asumiendo que la única forma de mantener sana la economía es creciendo. Pero si dejamos de lado el dogma del crecimiento económico, la valoración que se hace de la deflación es muy distinta. Si en lugar de asumir que el objetivo del sistema es maximizar la producción, partimos de que su objetivo es satisfacer las necesidades de la población, todo cambia. Desde esa perspectiva, la deflación se ve como un mecanismo corrector de la sobreproducción L al racionalizar el consumo, ya que, en un escenario de deflación el consumidor tiende a ajustar su consumo a lo necesario. Y si se consume menos, también se producirá menos, llevando al sistema productivo a su dimensión adecuada. Pero la banca y sus gobiernos no lo ven así, y en lugar de redimensionar el sistema económico, se le quiere devolver a la sobreproducción que ha desembocado en cataclismo. Por tanto, la deflación en sí no es mala, sino todo lo contrario. Pero, ¿cómo evitar el aumento del paro en una economía en recesión? La respuesta es evidente: repartiendo el trabajo. Los avances técnicos hacen que se necesite mucho menos trabajo que hace décadas para producir lo necesario para satisfacer las necesidades de la población pero Con la deflación, la compra de bienes superfluos se pospone, ya que pronto se podrán comprar más baratos seguimos trabajando las mismas horas diarias que hace casi cien años. ¿Para qué? Para mantener el crecimiento, aunque hace tiempo que éste no sea necesario ni deseable en el mundo occidental. No es necesario, porque producimos más de lo que necesitamos. Y no es deseable porque es materialmente insostenible en un planeta que tiene sus recursos limitados, y porque condena a la población a repartir su vida entre el trabajo para producir, y el Cadena montaje/ centros comerciales Francesc Esteve El autor explica cuáles son los riesgos de la deflación y defiende la caída de los precios desde el punto de vista del decrecimiento económico. ARTÍCULO 28.2. El Tribunal consumo para sostener esa producción, sin dejar tiempo para un ocio dedicado a las relaciones familiares y sociales, las actividades culturales, lúdicas, etc. Hay que aplicar la técnica no para producir más, sino para hacerlo mejor, en menos tiempo, y sin destruir empleo Otro aspecto que aterra a los detractores de la deflación es la pérdida de valor de los bienes acumulados, cuyo precio desciende con el tiempo. Pero no hay tal pérdida si el valor que damos a las cosas es su valor de uso, y no su valor de mercado. Para entender esto, un buen ejemplo es el de la vivienda. A quien la compra para vivir en ella le da igual el valor de mercado que pueda alcanzar su vivienda, puesto que necesitándola para vivir no la va a vender. Y si la vende, el dinero que ingrese será equivalente al que se gaste para comprar otra. Sólo hay pér- dida de valor para el especulador que compra una vivienda con la única intención de volver a venderla más tarde y obtener con ello un beneficio, y no para vivir en ella. Uno de los grandes vicios de este sistema es haber convertido absolutamente todo, incluso los bienes de primera necesidad, en mercancía. Sobre esa deformación la deflación tiene un efecto purgante: expulsa del sistema económico los elementos especuladores y no productivos, pues éstos dejan de tener el aliciente de comprar y acumular bienes para revenderlos cuando los precios hayan subido lo suficiente, dado que los precios, en lugar de subir, bajan. En definitiva, la deflación es una bendición para la economía, un mecanismo de ajuste que redimensiona el sistema productivo y el consumo ajustándolos a los niveles necesarios, y que castiga al sector improductivo de la economía que son los especuladores, encabezados por la banca. Estos ajustes son muy necesarios cuando llevamos décadas aumentado irracionalmente e insosteniblemente el consumo en los países ricos para poder seguir alimentando el crecimiento. Si no entendemos así la deflación, y no reaccionamos en sintonía, reduciendo la producción y el consumo y repartiendo el trabajo, lo vamos a pasar todos muy mal. El edificio económico que hemos habitado en el último siglo se derrumba. Ante ello tenemos dos opciones: intentar el imposible de apuntalarlo insistiendo en las fórmulas de siempre, o desmontarlo ordenadamente, apostando por el decrecimiento. De momento, los gobiernos han optado por lo primero, y los cascotes ya están cayendo sobre nuestras cabezas. * J.M.R es de Desazkundea (Decrecimiento de Euskal Herria). RAVAL DE BAASAS DAD RCELONAADF GASDGASDGA FSDFSDF SDF SDF SDF SDF SDF “ “2.025 de Baasas dad rcelonaadf gdf sdf sdf sdf sdf “ Francesc Esteve ámbito global. Ans “campeones” nacionales en este ámbiton los últimos meses hemos oído que es necesario crear “campeones españoles en el sector energético”. No obstante, existe un sector en el que ya tenemos auténticos campeones internacionales, la pesca. Hoy en día Pescanova destaca a escala global.A partir de los años ‘70, gracias a sus barcos congeladores, este grupo expandió su capacidad de captura a zonas donde nunca antes había llegado la pesca industrial. Así, colaboró destacadamente en la sobreexplotación de zonas pesacidad de captura a zonas donde nunca antes había llegado la pesca industrial. Así, colaboró n la Revolución Industrial, la instalación de fábricas y viviendas obreras hizo del Raval barcelonés uno de los barrios más poblados. Así, pasó a ser puerta de entrada de sucesivas migraciones y escenario privilegiado de la efervescencia social catalana. El Franquismo, con voluntad de castigar un foco de resistencia obrera, hizo caer el barrio en el olvido institucional, acelerando los procesos de degradación. Con la democracia, el Ayuntamiento, inició una estrategia de “higienización bajo la excusa del estado de degradación” que se reflejó en distintos planes urbanos , así como la instalación de un cluster cultural en su zona norte (CCCB, MACBA, universidades...). XXXXXXXXX. xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx Hoy, el Raval se encuentra sometido a una fuerte presión gentrificadora. Conviven poblaciones de muy bajos recursos económicos, sometidos a mobbing inmobiliarioa sdgasdgasdgasdgasdgasdg, con nuevos profesionales y equipamientos orientados a la oferta turística (hoteles, apartamentos turísticos...). arrio en el oasdglvido institucional, aceleranda del estado de degradación” que se reflejó en distintos planes urbanos , así como la instalación de un cluster cultural en su zona norte (CCCB, MACBA, universidades...). Hoy, el Raval se encuentra sometido a una fuerte presión gentrificn la Revolución Industrial, la instalación de fábricas y viviendas obreras hizo del Raval barce- lonés uno de los barrios más poblados. Así, pasó a ser puerta de entrada de sucesivas migraciones y escenario privilegiado de la efervescencia social catalana. El Franquismo, con voluntad de castigar un foco de resistencia obrera, hizo caer el barrio en el olvido institucional, acelerando los procesos de degradación. 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