DERECHOS DE AUTOR 1. Introducción Los derechos de autor constituyen uno de los principales derechos de propiedad intelectual, cuyo objetivo es dar solución a una serie de conflictos de intereses que nacen entre los autores de las creaciones intelectuales, los editores y demás intermediarios que las distribuyen y el público que las consume. En términos simples, son los derechos que tiene un autor sobre su obra. El derecho de autor protege la expresión de las creaciones literarias, artísticas y científicas, durante cierto periodo de tiempo, por el solo hecho de la creación de la obra. La protección por derecho de autor recae sobre un número indeterminado de obras, entre las que encontramos libros, obras musicales, pinturas, esculturas, películas, programas computacionales, etc, sin perjuicio de la existencia de otras obras protegidas por el derecho de autor. Junto a los derechos de autor se encuentran los denominados derechos conexos, entre los que podemos mencionar los de los artistas intérpretes o ejecutantes sobre sus interpretaciones o ejecuciones, los derechos de los productores de fonogramas sobre sus grabaciones y los derechos de los organismos de radiodifusión sobre sus programas de radio y de televisión. La legislación chilena sobre derecho de autor sigue el modelo del sistema jurídico civil o continental, constituido por un conjunto de normas y principios que regulan, por un lado, los derechos morales y, por otro, los patrimoniales que la ley concede a los autores por el simple hecho de la creación de una obra literaria, artística o científica. Ese doble carácter moral y patrimonial se contrapone a la visión anglosajona (copyright), donde el componente moral no tiene un mayor desarrollo. Ahora bien, hoy en día ambos términos, copyright y derecho de autor, han ido convergiendo hasta convertirse en sinónimos. 2. Legislación aplicable La Ley N° 17.336, denominada Ley de Propiedad Intelectual, es la que protege los derechos que adquieren los autores de obras de la inteligencia, en los dominios literarios, artísticos y científicos, cualquiera sea su forma de expresión. 3. Obras protegidas Las obras protegidas por el derecho de autor son muy variadas. En términos generales, cualquier creación original artística, literaria o científica expresada por cualquier medio o soporte, tangible o intangible. Existe una lista de obras protegidas, que aun siendo bastante completa, tiene carácter meramente ilustrativo, es decir, estará protegida también cualquier otra obra, aunque no esté en esta lista, si se trata de una creación original artística, literaria o científica: ▪ Libros, folletos, artículos y escritos. ▪ Conferencias, discursos, lecciones, etc., en versiones escritas o grabadas. ▪ Obras dramáticas, dramático-musicales y teatrales en general. ▪ Composiciones musicales. ▪ Adaptaciones de producciones literarias u obras originales, sus libretos y guiones, en radio o televisión de producciones literarias. ▪ Periódicos y revistas. ▪ Fotografías y grabados. ▪ Obras cinematográficas. ▪ Maquetas arquitectónicas. ▪ Dibujos e ilustraciones. ▪ Esculturas. ▪ Escenografías. ▪ Programas computacionales. 4. Titular de los derechos El titular de los derechos de una obra es, como regla general, la persona que crea el trabajo, es decir, más específicamente, a la persona natural que crea alguna obra literaria, artística o científica. La ley ampara o protege los derechos de todos los autores chilenos y de los extranjeros domiciliados en Chile. Los derechos de autores extranjeros no domiciliados en el país gozarán de la protección que les sea reconocida por los convenios internacionales que Chile suscriba y ratifique. La condición de autor tiene un carácter irrenunciable, no puede transmitirse inter vivos ni mortis causa, no se extingue con el transcurso del tiempo así como tampoco entra en el dominio público ni es susceptible de prescripción. Es decir, que aunque una obra entre a formar parte del dominio público, el derecho moral de paternidad de la misma permanece intacto. 5. Condición de originalidad de la obra Para que llegue a tener el carácter de obra protegida por el derecho de autor, es necesario que en la creación éste presente además el requisito de originalidad. Pero por originalidad no debe entenderse que se exija a la creación intelectual que aspira a la protección del derecho de autor, una condición de absoluta novedad, de carencia de vínculos con obras anteriores; por lo demás, resultaría inconcebible que una obra sea absolutamente nueva, pues las ideas no pueden plasmarse sin recurrir a referentes preexistentes que permitan entender e interpretar las expresiones del espíritu de sus creadores. Por consiguiente, el requisito de originalidad está vinculado más bien con una condición subjetiva; una suerte de vínculo entre el autor y su obra. Una obra, para ser protegida por el derecho de autor, entonces, debe ser original en el sentido de ser la expresión del ingenio de su autor, debe ser susceptible de transmitir su sello personal. Es original en cuanto es propia de un autor y no de otro. Por otra parte, la protección del derecho de autor no está subordinada al mérito de la obra. La exigencia del cumplimiento del requisito de originalidad no puede servir para que por su vía se pretenda hacer una calificación de los méritos de una obra. 6. Contenido del derecho de autor El derecho de autor tiene una doble naturaleza, moral y patrimonial. De ahí que los derechos que componen el derecho de autor se puedan agrupar en dos grandes categorías: derechos morales (paternidad, integridad, etc.) y derechos patrimoniales (reproducción, distribución, comunicación pública, adaptación). Derechos morales Los derechos morales tienen su origen en los países del sistema jurídico civil o continental, mientras que en los países anglosajones se han reconocido muy recientemente y gozan de una protección mucho menor. Estos son: a) Paternidad de la obra: se asocie la obra al autor o a un seudónimo conocido. Es el derecho del autor a ser conocido como el autor de la obra y evitar que otros se la atribuyan. b) Integridad de la obra: Oponerse a toda deformación, mutilación u otra modificación hecha sin su expreso y previo consentimiento. La ley chilena mira más a una integridad física, sin embargo, otras legislaciones miran más a una integridad moral, oponiéndose a cualquier distorsión, mutilación u otra modificación intencional de una obra, que pueda ser perjudicial al honor o reputación del autor. c) Mantener la obra inédita. d) Autorizar a terceros a terminar la obra inconclusa. e) Exigir que se respete su voluntad de mantener la obra anónima o seudónima mientras ésta no pertenezca al patrimonio cultural común. Estos derechos duran por toda la vida del autor y son transmisibles por causa de muerte al cónyuge y a los sucesores abintestato del autor (sin testamento, en virtud de la ley). Asimismo, son inalienables y es nulo cualquier pacto en contrario. Derechos patrimoniales Al contrario que los morales, estos derechos pueden cederse casi con toda libertad tanto por actos inter vivos como mortis causa, y son los siguientes: a) Publicación de la obra: Comunicarla al público. b) Reproducción de la obra: Por cualquier procedimiento. c) Adaptación: Incluye su traducción. d) Ejecución pública: La emisión por cualquier medio. e) La distribución al público. Estos derechos duran toda la vida del autor y se extienden 70 años más contados desde la fecha del fallecimiento del autor. Luego de dicho período, ingresan al patrimonio cultural común y pueden ser utilizadas libremente por el público general. 7. Creación del derecho de autor La ley protege las obras por el sólo hecho de su creación en forma automática, sin perjuicio de su registro o depósito en una oficina pública (Departamento de Derechos Intelectuales), con un carácter meramente probatorio. 8. Autor y Titular de los derechos patrimoniales de autor El autor de la obra es la persona que crea la obra, la que no necesariamente coincidirá con el titular de derechos de autor, esto es, la persona a la que pertenece el derecho de autor sobre una obra. Así, el autor puede ser distinto al titular de derechos de autor, debido a que: (i) El autor cedió sus derechos. Debemos tener presente que los derechos patrimoniales, dado que están relacionados con los efectos económicos de las obras y su difusión, pueden ser objetos de transferencias a terceros, ya sea a título gratuito u oneroso. (ii) la ley presume como titular a otra persona desde un comienzo. Esto ocurre, por ejemplo, respecto a los programas computacionales, respecto de los cuales, si bien en general es el autor el titular de los derechos, se dan casos donde la titularidad se radicará en una persona distinta. Así, son titulares de derecho de autor las personas naturales o jurídicas cuyos dependientes en el desempeño de sus funciones laborales, las hubiesen producido, salvo estipulación escrita en contrario. Otro tanto ocurre con los programas computacionales producidos por encargo de un tercero, donde se reputan cedidos a este tercero los derechos de autor, salvo estipulación escrita en contrario.