Introducción Las infecciones por parásitos intestinales son frecuentes en áreas geográficas donde el clima y las condiciones higiénico sanitarias deficientes favorecen su supervivencia, reproducción y transmisión.1 Tal es el caso de los países con menor desarrollo socioeconómico, localizados en regiones tropicales y subtropicales.2 Estimados recientes afirman que más de 3 billones de personas a escala global se encuentran infectadas por parásitos intestinales, tanto protozoos como helmintos y que cerca de 1,45 billones se corresponden con helmintos transmitidos por contacto con el suelo (HTS), siendo las especies de mayor prevalencia a nivel mundial Ascaris lumbricoides, Trichuris trichiura,Ancilostoma duodenale y Necator americanus.4,5 Los protozoos y helmintos intestinales se asocian frecuentemente con la aparición de síntomas y signos digestivos, dentro de ellos, la diarrea y el dolor abdominal. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se producen aproximadamente 1,7 billones de casos de enfermedad diarreica a escala global.6Las parasitosis intestinales no solo se asocian a la diarrea sino, además, al deterioro del desarrollo físico e intelectual y al empeoramiento del estado nutricional, en especial durante la infancia.6 La OMS, la considera una de las principales causas de morbilidad, estrechamente ligada a la pobreza y relacionada con inadecuada higiene personal y de los alimentos crudos, falta de servicios sanitarios, falta de provisión de agua potable y contaminación fecal del ambiente. Infecta a personas de todas las edades, pero la sufren principalmente los niños.7 En las zonas rurales de Etiopía, donde vive el 80% de la población, la prevalencia de los helmintos (gusanos transmitidos por el suelo), es elevadísima, a pesar de las desparasitaciones del Gobierno.7 La literatura expone que más de la quinta parte de la población mundial está infectada por uno o varios parásitos intestinales y en muchos países de América Central y Sudamérica el promedio de infecciones parasitarias es del 45%. Se estima 1 en 1000 millones las personas infectadas por Áscaris lumbricoides, 500 millones con Trichuris trichiura, 480 millones con Entamoeba histolytica y 200 millones con Giardia lamblia.4, 8 A pesar de las reformas sociales impulsadas en los últimos años en Uruguay, aún persisten comunidades que viven en condiciones ambientales, culturales y económicas desfavorables, constituyendo grupos de elevado riesgo de adquirir esta enfermedad y presentar formas graves. El impacto de esta enfermedad en Uruguay no está claramente definido. Seguramente esto se vincula a la forma inespecífica de presentación clínica, las dificultades en la confirmación sistemática y la ausencia de un programa de notificación obligatoria.8 Un gran problema de salud pública a tomar en cuenta en zonas rurales del Amazona brasileña, es la parasitosis intestinal ya que muestran un alto índice de parasitismo que está en relación con las deficientes condiciones de saneamiento ambiental y un deficiente conocimiento para la aplicación de medidas preventivas sanitarias. 8 El Ministerio de Salud a través de la Dirección General de Promoción de la Salud, orienta los esfuerzos a nivel de los establecimientos de salud y la comunidad en la implementación de iniciativas que contribuyan con crear una cultura de salud y mejorar la calidad de vida en las poblaciones.3 La manera de dar funcionalidad a este modelo es a través de programas de intervención sanitaria, en promoción de la salud que son el conjunto de acciones de promoción, prevención y rehabilitación de la salud que se realizan en el individuo, la familia y la comunidad para alcanzar resultados que favorezcan condiciones de vida saludables en su entorno. La actual visión de la salud pública se enfatiza, en que los estilos de vida y las condiciones de vida, son estos los que determinan el estado de salud.9 La endemicidad de las parasitosis intestinales es el resultado de un proceso dinámico, basado en infecciones repetidas donde intervienen múltiples factores que se relacionan entre sí, como variables ecológicas, inmunológicas, genéticas, fisiológicas y nutricionales en marcadas en condiciones socioeconómicas y culturales 2 que favorecen la presencia de dichas enfermedades.9 Los primeros factores son responsables del desarrollo e invasión parasitaria, mientras que los factores socioeconómicos y culturales son los responsables de que el medio ambiente se contamine con las diferentes formas evolutivas parasitarias, restableciéndose así el ciclo de la invasión parasitaria.10 Los que dedican sus esfuerzos a esta ciencia deben empeñarse en ampliar su esfera de influencia, teniendo en cuenta la gran necesidad de transferencia de conocimientos y recursos a los países en desarrollo, asesoramiento y apoyo a las medidas de control de las parasitosis en los Sistemas de Atención Primaria de la Salud y actividades docentes en todos los niveles de la enseñanza y de la comunidad. Con estas medidas y los avances científicos de la Parasitología actual, se podrá establecer una lucha contra los parásitos que matan, mutilan, enferman y degradan la calidad de vida de millones de seres humanos.2, 11 En Cuba este tipo de enfermedades se ven favorecidas por las condiciones geográficas, climáticas y socioeconómicas manteniendo la prevalencia a lo largo del tiempo. No es novedoso afirmar que las parasitosis son enfermedades de los pobres y que la mayor parte de nuestra población sufre o sufrió de alguna de estas enfermedades.12 Las enfermedades parasitarias constituyen un problema importante de salud pública en países subdesarrollados como el nuestro y es común a los diferentes grupos de edad, su población blanca es la niñez y evaluándose en términos de muerte prematura y en Años de Vida Potencial Perdidos (AVPP) constituye una importante pérdida para cualquier país.13 El impacto de estas enfermedades en la carga de la enfermedad es variado, en el caso de las parasitosis intestinales se relaciona con efectos negativos en el crecimiento, el desarrollo motor y cognoscitivo y la aparición de anemia.7, 13 Gracias a la voluntad política dirigida a mejorar los índices de salud de la población, en el país, algunas parasitosis han desaparecido y otras han disminuido 3 sensiblemente sus efectos negativos sobre la salud de la población. Según el Anuario Estadístico de Salud de Cuba, en 2016, las enfermedades infecciosas intestinales ocasionaron 190 defunciones, para una tasa de 1,7 por 100 000 habitantes.14 Según el estudio realizado por Colectivo de Autores sobre Parasitismo Intestinal en Manipuladores de Alimentos en Venta Callejera en la Ciudad de Holguín en el 2016, la prevalencia de parasitismo fue de un 60.0%. Los agentes más frecuentemente aislados fueron: Entamoeba coli (21.0%), Blastocystis hominis (11.5%) y Giardia lamblia (10.0%).12 Y en otro estudio sobre Prevalencia de Parasitismo Intestinal en Círculos Infantiles Ciudad de Holguín arrojó la prevalencia total de parasitismo en un 57%, siendo la Giardia lamblia el parásito más frecuente con un 35.4%.15 En el año 2016 en estudio realizado en círculos infantiles del municipio Holguín, reportó una prevalencia global de parasitismo intestinal de 8.15 % predominando la giardiosis con 7.23% y la enteroviosis con 18.9%, empleando el método de Graham. Las infecciones múltiples con diferentes parásitos intestinales son frecuentes y sus efectos dañinos frecuentemente son agravados por la coexistencia de malnutrición proteico energética o de micronutrientes.16 En una investigación concluida en Holguín con receptores de trasplante renal, el 34.7% mostró anticuerpos frente a T. gondii. Estas investigaciones alertan sobre la alta prevalencia de T. gondii en las provincias del oriente del país. Es por ello que las vías de transmisión sero-sanguíneas de la toxoplasmosis deben ser controladas estrechamente mediante el Sistema Nacional de Salud.17 En los datos recogidos en estadísticas sobre dos círculos infantiles del municipio Cacocum en el año 2016-2017, se encontró una prevalencia de 13.3%, siendo Giardia intestinalis y Enterobius vermicularis los parásitos más frecuentes con un 34.4% y un 5.16% respectivamente. Es conocida la asociación que existe entre las condiciones higiénicas sanitarias deficientes, la falta de abastecimiento y adecuado tratamiento del agua de consumo, la presencia de vectores, la inadecuada 4 disposición de residuales líquidos y desechos sólidos. Estos factores ambientales unidos al factor humano dentro de la comunidad ya sea por falta de instrucción, malos hábitos higiénicos y estilos de vida se convierten en mecanismos que favorecen la transmisión y desarrollo de la enfermedad parasitaria.18 A través de las consultas diarias y la actividad en el terreno se ha detectado que existe un gran número de pacientes que presenta parasitismo intestinal perteneciente al consultorio No. 7, La Güira del Pesquero. Según estudios realizados por el propio autor desde el mes de septiembre del 2017 hasta el mes de 2018 acudió a consulta aproximadamente un 85.2% de pacientes presentando estas afecciones de ellos un 68% representado en niños y adolescentes. 12 Estudios estadísticos reflejados en hojas de cargo diarias por los médicos de consultorio del policlínico Cristino Naranjo acudió consultas aproximadamente un 54.7% de pacientes con enfermedades parasitarias producto a diversas causas de la población examinada en el período de septiembre del 2017 hasta el mes de abril del 2018, se identificó que casi todos los menores de edad se encontraban estudiando en la Escuela primaria “Frank País” de esta localidad, por lo que motivó a la realización de esta investigación y se plantea como problema científico: ¿Cómo repercute el estado de conocimiento del parasitismo intestinal? Hipótesis: Si se aplica una intervención educativa, se elevará el nivel de conocimiento sobre la prevención del parasitismo, en padres de niños pertenecientes a la Escuela primaria “Frank País” y se logrará disminuir el mismo en sus hijos. 5 Objetivos General: Implementar un programa de intervención educativa sobre la prevención del parasitismo intestinal en padres y/o tutores de niños pertenecientes a la Escuela primaria “Frank País” en el período comprendido de septiembre del 2017 a septiembre del 2018. Específicos: - Caracterizar la muestra estudiada según nivel de escolaridad y factores de riesgo. - Determinar el nivel de conocimiento que presentan los padres y/o tutores de los niños antes de la intervención. - Aplicar una estrategia de intervención educativa sobre parasitismo intestinal. - Evaluar el nivel de conocimiento después de aplicada la intervención. 6 Marco Teórico Antecedentes Históricos: Aristóteles (384 – 322 A.C.) describió y clasificó un grupo de gusanos (helmintos) intestinales. Otros como Plinio el viejo y Galeno estudiaron parásitos humanos y animales. En la edad Media el sabio Avicena elaboró en Persia un tratado completo sobre helmintos y nematodos y métodos para combatirlos y curarlos.17 Francesco Redi (1686) y luego Lázaro Spallanzani. (1729-1799) usaron parásitos como evidencia para refutar la teoría de la generación espontánea. Desde entonces cada parásito tiene su anécdota; a finales del siglo XIX, por ejemplo, se descubrió la malaria y su vector. Muchos parasitólogos iniciaron observaciones al microscopio para descubrir distintos protozoarios, pero realmente el primer protozoario de tipo parásito que se observo fue por los doctores suizos Malmsten y Stein descubriendo Balantidium coli, que es uno de los protozoarios más grandes y que habita en los intestinos del cerdo. 18 La parasitosis. La parasitosis constituye un importante problema de salud pública que afecta principalmente a los países en vías de desarrollo. Una elevada tasa de las mismas en una región expresa deficiencias en el saneamiento ambiental, en la educación y nivel socioeconómico de la población involucrada. En determinadas áreas desfavorece una prevalencia persistente de determinadas parasitosis debido a las reinfecciones, que conduce a una endemicidad crónica. 18 Son múltiples los factores intervinientes, como variables ecológicas, ambientales, inmunológicas, genéticas, fisiológicas y nutricionales, dentro de un marco sociocultural y económico deficiente. Las infecciones parasitarias afectan a individuos de todas las edades, pero son los niños los que padecen en mayor medida los síntomas clínicos. Si bien las poblaciones pobres son las más expuestas, en niveles sociales más altos, prevalecen infecciones que se adquieren a través de los alimentos (carnes poco cocinadas, vegetales y pescado crudo, etc.), agua, fómites, etc. 18,19 7 En muchas ocasiones las parasitosis tienen características de infecciones familiares con diferentes manifestaciones clínicas, lo que hace que un determinado caso clínico sea el indicador de la infección en otros convivientes. Por otra parte, el surgimiento y conocimiento de patologías y tratamientos que involucran alteraciones inmunológicas (SIDA, trasplantes de órganos, medicación con corticoides y drogas oncológicas) hace que estos pacientes se vuelvan vulnerables a gérmenes, antes infrecuentes o a exacerbaciones de infecciones parasitarias.20 Las parasitosis intestinales. Entre las parasitosis, las entero parasitosis, constituyen un preocupante problema para la salud pública. Esto es reconocido por la OMS, ya que son muy frecuentes en la infancia, asociándose a la desnutrición, retraso en el crecimiento, anemia, y disminución en el rendimiento físico y mental. Según la OMS, la prevalencia de las entero parasitosis en América Latina oscila entre el 20-30% para la población general y el 60-80% para las poblaciones con alta endemicidad.20 Las parasitosis intestinales o entero parasitosis son ocasionadas por los parásitos intestinales o entero parásitos. Los parásitos intestinales son organismos unicelulares (protozoos) o pluricelulares (helmintos) que se adaptaron para vivir de un modo normal en el lumen del aparato digestivo del hombre. Aun cuando se reconocen numerosas especies de parásitos intestinales, un gran número de estos organismos viven en el tracto gastrointestinal en un estado de comensalismo. 21 Contrariamente a lo que podamos pensar, todos los protozoos intestinales patógenos tienen una distribución mundial, al igual que la mayoría de los helmintos, aunque por las deficientes condiciones higiénicas-sanitarias se han asociado siempre a países tropicales o en vías de desarrollo. Dado que en los últimos años se ha multiplicado el volumen de inmigrantes procedentes de dichos países y el número de viajes intercontinentales, este tipo de afecciones están cada día más presentes en este medio.22 El mecanismo fisiopatogénico del daño es distinto según la naturaleza del parásito; los protozoos normalmente producen diarreas agudas o crónicas por lesiones o 8 reducción del número de vellosidades intestinales, lo cual disminuye la superficie de reabsorción del intestino delgado, o forman úlceras en el intestino grueso que se manifiestan como diarreas disentéricas con mucus, pus y sangre. 23,24 Los helmintos suelen producir daños menores en las mucosas pero compiten con el alimento preformado del intestino delgado sustrayendo del huésped, aminoácidos, proteínas, vitaminas, oligoelementos y hierro; esta expoliación de los nutrientes más ricos durante varios años, conduce a la desnutrición crónica, la disminución de peso y talla, y una disminución irreversible de la capacidad cognitiva. Es también importante considerar que algunos parásitos intestinales al estado de adultos, tienen estadios larvarios que desarrollan migración hemotisular desencadenando diferentes patologías según los órganos afectados, y que complican el cuadro clínico. 25 Son muchos los protozoos y helmintos intestinales que afectan al hombre y cuyas fases de transmisión se pueden identificar en muestras fecales, pero también en las heces podemos encontrar formas de desarrollo de parásitos pulmonares o hepáticos, siendo por tanto, el análisis fecal importante en el diagnóstico de estas parasitosis. 26 Programas de control de parásitos intestinales en Latinoamérica. Actualmente la Organización Panamericana de la Salud (OPS), está luchando a través de distintos programas regionales contra lo que denomina “enfermedades parasíticas y desatendidas”. La misión principal de estos programas es “reducir la repercusión negativa de las enfermedades transmisibles desatendidas sobre la salud y el bienestar social y económico de todos los pueblos en las Américas”. 27 Factores epidemiológicos. Entre los factores que favorecen la presencia y diseminación de las infecciones parasitarias y el aumento de su prevalencia, están: - Contaminación fecal: la contaminación fecal de la tierra y del agua es el factor más importante en regiones vulnerables ya que no existen lugares adecuados en donde la gente pueda depositar sus desechos sanitarios, realizándolo en el suelo, lo que permite que tanto los huevos como las larvas que se encuentran 9 en las heces se desarrollen y diseminen produciendo infección a la población cercana. 28 - Condiciones ambientales: la presencia de temperaturas y suelos húmedos permite la supervivencia de los parásitos al igual que las condiciones de vivienda que no son las más adecuadas y favorecen la llegada de vectores que transportan la infección a la población. - Vida rural: el principal factor de parasitosis intestinal es la ausencia de letrinas al igual que la costumbre de no usar zapatos aumenta el riesgo de infección. - Migraciones humanas: unas de las causas de diseminación de los parásitos es la movilización de personas de un lugar a otro en donde hay un transporte continuo de la infección.19, 20 - Costumbres alimenticias: la mala cocción y preparación de alimentos al igual que el mal manejo del agua de consumo diario es una fuente indispensable para el desarrollo de las parasitosis. - Deficiencia de higiene y educación: la falta de información y de conocimiento permite que el hombre no cumpla ni realice las normas básicas de higiene personal haciendo que se exponga con más facilidad a las fuentes de contagio de alguna parasitosis. 29 Las enfermedades Parasitarias más frecuentes en esta comunidad son: La giardiasis es una enfermedad ampliamente distribuida a nivel mundial, infecta a cerca del 2% de los adultos y del 6% al 8% de los niños en países desarrollados. Cerca del 33% de las personas en países en desarrollo han tenido giardiasis. En estas regiones pobres, la Giardia es uno de los primeros patógenos entéricos en infectar a los lactantes. La mayor tasa de prevalencia se observa en los niños menores de 10 años oscilando entre el 15% y 30%. Casi la totalidad de niños en estos entornos se infectan.30 La infección ocurre tras la ingesta oral de los quistes del protozoo, generalmente a través de agua o alimentos contaminados. En el intestino delgado los quistes dan paso a los trofozoítos que se adhieren a la mucosa. Se produce la bipartición, resultando en la formación de quistes que son eliminados con las heces. Los quistes 10 permanecen por largos periodos en agua y suelo. El periodo de incubación varía entre 1 y 3 semanas.31 Entre los factores de riesgos más frecuentes se tiene: - Ingestión de agua no tratada. - Presencia de vectores en la vivienda. - No lavado de manos antes de ingerir los alimentos. - No lavado de frutas y verduras. - No lavado de manos luego de defecar. - Jugar con tierra. - Fecalismo al aire libre. - Comerse las uñas. - Chuparse los dedos. La infección por Giardia causa un amplio espectro de manifestaciones clínicas. a) Infección asintomática, frecuente en personas de áreas endémicas. b) Giardiasis aguda, con diarreas abundantes, dolor abdominal, esteatorrea por mala absorción, anorexia y distensión abdominal. La anorexia combinada con mala absorción, puede conducir a una pérdida significativa de peso y anemia. C) Giardiasis crónicas, con clínica subaguda, mala absorción y anemia. En diagnóstico se realiza por medio de la identificación de quistes o trofozoítos en materia fecal. Es conveniente la recolección de muestras seriadas, dado que la eliminación es irregular.32 Los tratamientos más frecuentes son los 5 nitroimidazoles como tratamiento de elección para la giardiasis. El secnidazol es muy efectivo, causa curaciones en un 90%. Sin embargo se puede utilizar tinidazol, ornidazol, metonidazol y albendazol. Es importante tener en cuenta que existen casos en que el tratamiento con los 5 nitroimidazoles no causa cura debido a la resistencia de la giardia a estos medicamentos.33 Las medidas higiénicas y de saneamiento son la clave de la prevención: 11 - Evitar la contaminación fecal de aguas y alimentos, cloración y filtrado de agua de consumo, lavado de manos luego de las deposiciones, especialmente en cuidadores de niños que usan pañales, ya que la tasa de portadores de Giardia es alta en este grupo. - Evitar tragar agua de piscinas, pozos, lagos o riachuelos; además evitar que personas con diarrea, especialmente niños con pañal, usen piscinas y similares.34 La amebiasis es la infección por Entamoeba histolytica representa aproximadamente entre 34 y 50 millones de casos de enfermedad sintomática y causa 40.000-110.000 muertes al año. La mayor carga de morbimortalidad por amebiasis se encuentra en África, Centroamérica, Sudamérica y la India. La amebiasis representa la segunda causa de muerte asociada a parásitos en el mundo, siendo superada únicamente por la malaria. El microorganismo ingresa al organismo por la ingestión de los quistes que contaminan agua y alimentos o a través de las manos contaminadas. Una vez que los trofozoítos eclosionan en la luz del intestino, invaden la pared intestinal ocasionando ulceraciones, dando lugar a la formación de nuevos quistes que se eliminan con las heces contaminando agua, tierra y alimentos. La invasión de la pared permite al microorganismo diseminarse y afectar otros órganos.35 Presenta varias formas clínicas: a) presentación asintomática con excreción de quistes (90% de los casos). b) colitis amebiana, se manifiesta con dolor abdominal cólico, diarrea y estreñimientos intercalados, tenesmo, sensación de plenitud postprandial, meteorismo. c) disentería amebiana, deposiciones abundantes con moco y sangre, tenesmo, dolor abdominal tipo cólico. d) ameboma o enfermedad extraintestinal. Se debería tratar a los portadores asintomáticos ya que hasta el 10% desarrolla enfermedad invasiva en 1 año. 12 El diagnóstico se realiza en base a la clínica y a la identificación de los quistes o trofozoítos en materia fecal. La detección serológica de antígenos y la prueba de PCR son el medio más preciso para el diagnóstico, pero estos no están disponibles en la mayoría de países en desarrollo. 36 Se realiza tratamiento en todos los pacientes con presencia del parásito estén o no sintomáticos, con el fin de eliminar los parásitos de la luz intestinal y así mismo evitar una amebiasis invasiva. El fármaco de elección es el furoato de diloxamida que se administra durante 10 días; se puede utilizar de forma alternativa el sulfato de paramomicina o el metronidazol. La prevención se fundamenta en las medidas higiénicas y en evitar la transmisión oral-fecal. Medidas de saneamiento y tratamiento de aguas, lavado y pelado de alimentos, lavado de manos, evitar usar aguas residuales para el riego en agricultura. Se debe identificar y tratar al portador asintomático, ya que juega un papel fundamental en el mantenimiento de la endemia.37 La Criptosporidiosis está causada por el cryptosporidium está ampliamente distribuido a nivel mundial. La infección es más frecuente en meses cálidos y húmedos. Las tasas de prevalencia son altas en países en desarrollo. La transmisión de Cryptosporidium al ser humano puede producirse por contacto con animales infectados, por transmisión de persona a persona o por agua contaminada en el entorno ambiental y recreativo.38 La infección se origina por la ingesta de oocitos que se encuentran en el agua y alimentos contaminados o por vía fecal-oral (frecuente en guarderías). El periodo de incubación es de 3 a 14 días. En la luz del intestino se liberan los esporozoítos que se unen a las células del epitelio intestinal donde se reproducen, dando lugar a la formación de nuevos oocitos que se eliminan con las heces.39 La diarrea acuosa, constante y no sanguinolenta es la manifestación más común de criptosporidiosis, aunque la infección puede ser asintomática. Otros síntomas incluyen fiebre, fatiga, vómito, anorexia y pérdida de peso. En niños 13 inmunocompetentes la enfermedad diarreica se autolimita durando de 2 a 3 semanas. El diagnóstico es clínico más observación de los oocitos en materia fecal.40 La depuración del agua es una medida importante de salud pública, pero puesto que la cloración tiene poco efecto sobre los ooquistes, es necesario que la depuración incluya floculación y filtración en guarderías y centros infantiles, el lavado de manos es la medida más importante para evitar la diseminación. Evitar ingerir el agua de piscinas, pozos, lagos, ríos. Evitar que personas con diarrea contaminen aguas de consumo o recreativas.41 La ascariasis según estimaciones entre 807 millones y 1.2 billones de personas a nivel mundial están infectadas con Áscaris lumbricoides. Áscaris forma parte de los Ilustración 3: Ciclo de vida de Cryptosporidium gusanos parásitos conocidos como helmintos transmitidos a través de suelo (STH – soiltransmitted helminths) y en conjunto, representan el mayor porcentaje de enfermedades parasitarias en el mundo. Los factores relacionados con una alta prevalencia de infección radican en las malas condiciones socioeconómicas, utilización de heces humanas como fertilizantes y geofagia. Si bien la infección se puede presentar a cualquier edad, la tasa más alta ocurre en niños y niñas en edad preescolar o escolar temprana.42 La ascariasis se debe al nematodo, gusano redondo, Áscaris lumbricoides. Los gusanos adultos de A. lumbricoides habitan en la luz del intestino delgado y viven de 10 a 24 meses. La infección se produce luego de la ingestión de huevos del parásito, en el intestino delgado las larvas eclosionan, llegan a la circulación por el sistema portal y llegan a pulmón, aquí atraviesan los alvéolos y asciende por la vía respiratoria para ser deglutidos nuevamente y llegar de nuevo al intestino, donde se transforman en adultos y producen huevos que se eliminan por las heces. 43 Este parasito nivel digestivo ocasiona dolor abdominal difuso, meteorismo, vómitos y diarrea. La sintomatología respiratoria puede ser inespecífica o aparecer como un cuadro agudo con fiebre, tos, expectoración y signos de condensación pulmonar conocido como síndrome de Löeffler. El diagnóstico se realiza en base a la clínica, la 14 identificación de los huevos en materia fecal o el antecedente de eliminación fecal de parásitos. Se han sugerido programas de quimioterapia antihelmíntica universal en individuos que habitan en zonas endémicas o en grupos de alta frecuencia como en escuelas primarias. Las medidas a largo plazo son mejorar la educación y las prácticas sanitarias, manejo adecuado de residuos y aguas residuales y evitar usar heces humanas como fertilizante.44 La enterobiasis, o infección por oxiuros, es debida a Enterobius vermicularis. Las tasas de prevalencia son altas en niños preescolares-escolares y en sus cuidadores. La infestación por oxiuros se asocia estrechamente al hacinamiento. Dado que la duración del ciclo vital de estos vermes es relativamente breve, las infestaciones de larga duración se deben a un proceso de reinfestación continuada. Una persona se infecta por oxiuros al ingerir los huevos del parásito directa o indirectamente. Estos huevos son depositados alrededor del ano y pueden pasar a superficies comunes como las manos, juguetes, ropa y el asiento del baño.12 Luego de ingerir los huevos, estos al llegar al intestino eclosionan, las larvas se desarrollan en la luz intestinal. La hembra del parásito se desplaza a la región perianal para depositar sus huevos, especialmente durante la noche. Estos huevos se adhieren a la piel y la ropa. El rascado producto del prurito anal, facilita la diseminación de los huevos y su adherencia a las uñas y manos. Desde la ingestión de los huevos hasta la migración de la hembra grávida hacia la región perianal, transcurre alrededor de 1 -2 meses. La enterobiasis es frecuentemente asintomática. Pueden aparecer síntomas por acción irritativa mecánica como prurito, sensación de cuerpo extraño, vulvovaginitis, sobreinfección por rascado. Además, en ocasiones causa dolor abdominal que puede localizarse en fosa iliaca derecha y simular apendicitis. El diagnóstico se lo realiza por visualización directa de los parásitos o por medio del Test de Graham utilizando cinta adhesiva en obtener y visualizar los huevos depositados en la región perianal.21 15 Extremar medidas higiénicas como lavado de manos. Es indispensable tratar a todos los miembros de la familia o del grupo de convivencia habitual para evitar reinfección. Lavado con agua caliente y lejía de la ropa de cama y toallas. Limpieza periódica de superficies en contacto como duchas e inodoro. La tricuriasis está producida por Trichuris trichiura, un nematodo que habita en el ciego y el colon ascendente. Un estimado de entre 604 y 795 millones de personas en el mundo están infectadas de tricuriasis, siendo la mayoría de ellas infantes que viven en condiciones de pobreza en países tropicales y subtropicales. En lugares donde la anemia y la desnutrición proteico-calórica son frecuentes, la prevalencia de tricuriasis puede llegar hasta el 95%.44 La infección se ocasiona por la ingesta de huevos presentes en agua, alimentos y tierra. Las larvas se desarrollan y maduran en ciego y colon ascendente donde se anclan en la mucosa. Las larvas maduras producen huevos fértiles que se eliminan con las heces. El periodo de incubación es de aproximadamente 12 semanas. En la mayoría de los casos la enfermedad cursa en forma asintomática o con dolor inespecífico en fosa iliaca derecha. En formas severas la enfermedad se manifiesta con disentería crónica, prolapso rectal, anemia, retraso en el crecimiento e insuficiencia cognitiva. El diagnóstico se confirma con la identificación de los huevos en la materia fecal.45 Se basan en medidas de higiene personal, adecuada eliminación de excretas, uso de agua potable y lavado/pelado de alimentos. Lavado de manos, e especial luego de tener contacto con la tierra. La Teniasis en los seres humanos las infestaciones por cestodos se producen de dos formas: con tenías maduras que residen en el tracto gastrointestinal o con uno o más quistes larvarios (hidatidosis y cisticercosis). La Taenia saginata o tenia del ganado vacuno, es transmitida a los humanos por medio de quistes larvarios presentes en la carne vacuna (hospedador intermedio). Se transmite por el consumo de carne cruda o poco cocida. Su mayor prevalencia se presenta en Asia y Oriente próximo. En Europa y las Américas su prevalencia es menor al 1%.46 16 La taenia solium afecta al ser humano ya sea como hospedador intermedio o definitivo. Está presente en forma quística en la carne del cerdo y se transmite al ingerir carne cruda o poco cocida. Las zonas endémicas de T. solium son México, Centroamérica, Sudamérica, África, la India y sudeste asiático. Los huevos y proglótides del parásito se eliminan por las heces, son ingeridos por los animales (vaca y cerdo respectivamente). Los quistes formados en el músculo esquelético son ingeridos por el ser humano mediante carne cruda o poco cocinada. En el intestino delgado el parásito se desarrolla e inicia la producción de huevos y proglótides.46 En el caso de T. solium, puede existir afección tisular (cisticercosis), la cual se origina cuando el ser humano ingiere huevos de T. solium y al llegar al intestino penetran en la pared, alcanzando el sistema circulatorio y distribuyéndose por todo el organismo en donde forma los quistes o cisticercos. Los síntomas generalmente son escasos, suele haber dolor abdominal, náuseas y molestias abdominales inespecíficas. Ocasionalmente puede observarse la salid de las proglótides a nivel anal causando prurito. El diagnóstico se confirma con la observación de las proglótides en heces. La prevención consiste en un adecuado manejo se las excretas y el evitar consumir carnes crudas o poco cocinadas. Además de un estricto control sobre la carne en los mataderos.47 17 Diseño Metodológico Se realizó un estudio cuasi-experimental de intervención educativa en padres de niños pertenecientes a la Escuela primaria “Frank País” en el período comprendido de septiembre del 2017 a septiembre del 2018; con el objetivo de implementar un programa de intervención educativa sobre la prevención del parasitismo intestinal. Universo y muestra El universo lo estuvo compuesto por 270 niños matriculados en la Escuela primaria antes mencionada, se realizó un muestreo aleatorio simple por lo que la muestran quedó constituida por 76 padres. Criterios de inclusión - Padres que estuvieron de acuerdo a participar en la investigación. Criterios de Exclusión - Padres portadores de discapacidad auditiva, del lenguaje o cognitivas que dificulten el nivel de comprensión. Criterio de Salida -Padres que abandonaron el estudio, o faltaron a 2 o más encuentros. Operacionalización de las variables: Variable Tipo Operacionalización Escala Descripción Primaria Se tuvo en cuenta los niveles Nivel Escolar Cualitativa nominal Secundaria de escolaridad establecidos según el politómica Preuniversitario Instructivo confección para la de 18 Historia Universidad Clínica Familiar de la carpeta Metodológica de Atención Primaria de Salud. Factores riesgos Cualitativa nominal Ingestión de Según factores de politómica. agua no tratada riesgo presentes en Presencia de la vectores en la estudiada. muestra vivienda No lavado de manos antes de ingerir los alimentos No lavado de frutas y verduras No lavado de manos luego de defecar Jugar con tierra Fecalismo al aire libre Comerse las uñas Chuparse los dedos Conocimientos acerca de los tipos de parasitismo intestinal Se Cualitativa nominal consideró adecuado cuando la dicotómica Adecuado suma preguntas de las correctas está por encima de 19 80 ptos. Se consideró inadecuado la Inadecuado suma cuando de preguntas las correctas está por debajo de 80 ptos Se consideró adecuado cuando la suma Adecuado Conocimientos riesgo parasitismo preguntas las correctas está por encima de acerca de factores de de 80 ptos. del Cualitativa nominal dicotómica Se consideró inadecuado intestinal la Inadecuado suma preguntas cuando de las correctas está por debajo de 80 ptos Se consideró adecuado cuando la Conocimiento Cualitativa Ordina sobre las medidas Cualitativa nominal de prevención dicotómica suma Adecuado preguntas de las correctas está por encima de 80 ptos. Inadecuado Se consideró 20 inadecuado la suma preguntas cuando de las correctas está por debajo de 80 ptos Para dar salida los objetivos se diseñó e implementó un Programa de intervención Educativa en los padres de los niños. El estudio se dividió en tres etapas: - Etapa Diagnóstica: Primeramente se les explicó a los padres, las características del estudio. A los que estuvieron de acuerdo en participar (Anexo I) se les realizó la encuesta inicial elaborada por el autor de la investigación a través de la cual se obtuvieron los datos generales de cada participante y el nivel de conocimiento inicial sobre la prevención del parasitismo intestinal en niños. Para evaluar el nivel de conocimiento el autor con ayuda del tutor confeccionaron una clave de calificación. Pregunta 1. Equivale a 25 Ptos respuesta correcta inciso a. Pregunta 2. Equivale a 25 Ptos respuesta correcta cuando menciona más de tres correcto. Pregunta 3. Equivale a 25 Ptos cada inciso equivale a 2.5 ptos. Respuesta correcta: a, b, d, e, f, h, i. Pregunta 4. Equivale a 25 Ptos cada inciso equivale a 2.5 ptos a, b, c, d, f, g, h, i. - Se consideró adecuado cuando la suma de las preguntas correctas está por encima de 80 ptos. - Se consideró inadecuado cuando la suma de las preguntas correctas está por debajo de 80 ptos 21 Etapa de intervención educativa: Una vez analizados los resultados se procedió e identificada la necesidad de aprendizaje de cada padre se elaboró el programa educativo, con el objetivo de incrementar el nivel de conocimiento sobre la prevención del parasitismo intestinal en los padres. La intervención se realizó una vez en la semana en el horario de 1 a 4 de la tarde, en un aula de la propia Escuela, durante 5 semanas. Para facilitar la aplicación del programa educativo y un mejor intercambio con cada uno se dividió el grupo en 4 grupos en dos subgrupos cada uno con 19 integrantes. Para que los participantes se apropiaran mejor del contenido se utilizaron técnicas educativas como: lluvia de ideas, charla educativa y discusión grupal. Temáticas a tratar en el programa de intervención Temas Título Tiempo I Presentación de la intervención educativa. 1 hora II Tipos de parásitos intestinales 1 hora III Factores de riesgo del parasitismo intestinal 1hora IV Medidas preventivas 1 hora V Conclusiones. 1hora 3 - Etapa de evaluación: A las 5 semanas de realizada la intervención se aplicó nuevamente la encuesta inicial. Esta vez sin incluir los datos generales, para evaluar los conocimientos adquiridos a través de la intervención. El nivel de conocimiento fue evaluado por la encuesta. Los pacientes debieron marcar con una X solamente la opción que consideraron correcta en cada pregunta. En la investigación se emplearon los siguientes métodos. 22 - Métodos Teóricos: El análisis – síntesis, permitió analizar y sintetizar los materiales bibliográficos consultados para llevar a cabo el diseño de la investigación, la determinación de los presupuestos teóricos y formulación de las conclusiones. El inductivo – deductivo, se utilizó para establecer generalizaciones sobre la base del estudio y análisis de los resultados, permitiendo confirmar la validez de los aspectos teóricos que sustentarán la investigación. Además permitió la elaboración de la hipótesis que se utilizó para orientar el proceso de investigación. El histórico-lógico, para revelar la situación en el evolucionar histórico del objeto de investigación. Métodos Empíricos: se utilizaron el consentimiento informado, la observación, la encuesta y el examen. La observación, se utilizó un incremento el número de casos con parasitismo intestinal en los niños. El cuestionario se utilizó para medir el conocimiento de los participantes antes y después. Estadísticos: Permitió tabular los datos obtenidos en la investigación, el procesamiento de los datos y determinar las distribuciones de frecuencias absolutas y relativas de cada variable y sus correspondientes indicadores mediante el sistema SPSS, (Stadistical Package For Scentific Social) para establecer tablas de contingencias. Para dar salida a los objetivos propuesto se realizó una búsqueda bibliográfica de la literatura publicada sobre el tema para conocer su incidencia tanto nivel nacional como internacional en las base de datos Medline, Pubmed, Hinari, scielo, también se revisó la literatura clásica de la especialidad. La bibliografía se agotó según Normas de Vancouver 2012 y el informe final se confeccionó en Microsoft Office Word 2013. 23 Consideraciones éticas El estudio se realizó acorde a los principios de la ética médica y la declaración de Helsinki, lo cual quedó plasmado en el consentimiento informado. Se brindó información a los participantes relacionados con los objetivos y procedimientos para el estudio. La participación en el mismo será totalmente voluntaria y con carácter anónimo. 24 Análisis y Discusión de los Resultados Tabla 1. Distribución de los padres y/o tutores según nivel escolar. Escuela Primaria Frank País, 2017-2018. Escolaridad No % Primaria 5 6.58 Secundaria 37 48.68 Preuniversitario 18 23.68 Universidad 16 21.05 Total 76 100 Fuente: encuesta Al analizar el nivel escolar de los participantes (tabla 1), se observó un predominio de los que cursaron la secundaria básica con 37 padres para 48.68%. El autor refiere que en esta zona rural la mayoría de los hombres abandonan los estudios a temprana edad para dedicarse las laborares agrícolas es por ello que la mayor cantidad de padres solo tienen estudios secundarios. Morales en un estudio, reportó que la mayor cantidad de madres tenía nivel de escolaridad primaria, ellos identificaron una asociación significativa entre el bajo nivel de escolaridad de las madres y la presencia de parasitismo intestinal, debido a la falta condiciones higiénicas. 35 Velásquez en su estudio reflejan que el nivel escolar de los padres y/o tutores o representantes que predominó fue el de primaria sin terminar, con 24 casos, para un 46.2 %, ellos refieren que el nivel escolar guarda relación con los malos hábitos higiénicos, como en el lavado de las manos antes de ingerir alimentos, y después que los niños terminan de jugar. 36 Jerez y colaboradores exponen en su estudio un bajo grado de instrucción educativa (primaria) de la madre (63%), relacionados a los malos hábitos higiénicos, y el desconocimiento de las medidas de higiene preventivas del parasitismo en niños. 37 25 En investigación realizada en un Centro de Salud de Honduras, encontraron que el 43% tenían una escolaridad menor de secundaria, relacionándolo con la incidencia de parasitismo intestinal 38 . En investigación realizada por Esse y colaboradores determinaron que la prevalencia de parasitismo se debía, en gran medida, al bajo grado de escolaridad de los padres, siendo determinante de comportamientos adecuados de higiene, mejores prácticas de cuidado del niño y mejores conocimientos en salud.39 Zárate Bahena encontró que la mayoría de los padres (69,2%) solo habían logrado terminar los estudios primarios 31 , lo que coincide con el trabajo, donde también predominaron los de ese nivel; lo que consideraron un factor importante en la adquisición y transmisión de enfermedades parasitarias en sus hijos, debido al desconocimiento de las medidas de promoción y prevención de esta enfermedad; así como de las medidas higiénicas correctas. 32 La literatura expone solo bastan los factores del ambiente, sino que la familia es capaz de manipular, para bien o para mal, esos factores, mediante estilos de vida y hábitos sanitarios en el entorno más próximo de los individuos. La relación existente entre las medidas higiénicas y la morbilidad resalta el impacto negativo de los hábitos higiénicos inadecuados de las personas encargadas de la crianza de los niños. 21, 26 El autor refiere que es importante se considere el nivel de escolaridad, para el diseño de estrategias estratificadas que sean más entendibles por dicha población; lo que permitiría que se puedan utilizar a aquellos pacientes con mayor nivel de escolaridad, como promotores de las medidas higiénicas sanitarias y de este modo prevenir el parasitismo intestinal, los cuales al presentar la misma idiosincrasia serían más escuchados en su radio de acción. Mientras menor sea el nivel de escolaridad en los padres, mayor será el índice de parasitismo en sus hijos, atribuible a que los padres tienen un total desconocimiento de las medidas de promoción y prevención de esta enfermedad, además la falta de conocimiento acerca de las medidas higiénicas correctas. Esto constituye un factor importante en la adquisición y transmisión de enfermedades parasitarias en sus hijos. 26 Tabla 2. Factores de riesgos presentes en la muestra estudiada. Factores de riesgos No % Ingestión de agua no tratada 59 30.73 Presencia de vectores en la 32 16.67 26 13.54 No lavado de frutas y verduras 23 11.98 No lavado de manos luego de 14 7.29 Jugar con tierra 12 6.25 Fecalismo al aire libre 11 5.73 Comerse las uñas 9 4.69 Chuparse los dedos 6 3.13 vivienda No lavado de manos antes de ingerir los alimentos defecar Fuente: cuestionario La tabla 2, muestra los factores de riesgos presentes en la muestra estudiada, se observó la ingestión de agua no tratada (30.73 %), seguida de una elevada presencia de vectores (16.67 %). Otro aspecto importante el agua que se utiliza tanto para el consumo humano como para las labores del hogar no recibe ningún tipo de tratamiento, pues es una zona rural y los pobladores utilizan los pozos para el consumo. De ahí la importancia de insistir en la educación de la población; así como en la realización de su estudio microbiológico, pues esta constituye una vía para la transmisión de la mayoría de los parásitos. Está reconocido que la existencia de un adecuado sistema de abastecimiento de agua, aumenta, en gran medida, las posibilidades de mantener una higiene personal y doméstica satisfactoria; también disminuye la posibilidad de contagiarse por determinados tipos de parásitos.14 Leiva Molina y colaboradores reportó que el 50% de los casos de gastroenteritis microbiana se debe al consumo de agua contaminada por heces, tanto humanas 27 como de animales, y se atribuyen a microorganismos específicos o toxinas generadas por ellos, ellos refieren los protozoos parásitos podrían ser los responsables de aproximadamente el 7% de las epidemias originadas por el consumo de agua no tratada 38 El deficiente lavado de las manos y de las frutas y vegetales constituyen factores de riesgo importantes en el parasitismo, porque pueden ser vehículos potenciales de huevecillos de parásitos patógenos, como los de Ascaris lumbricoides y Trichuris trichura, así como de los quistes de Giardia duodenalis y Entamoeba histolytica. Además, la utilización de aguas no tratadas en la irrigación de las siembras influye en su transmisión 33. De igual manera quedó demostrado por Esse y colaboradores, la influencia de estos factores de riesgo, añadiendo que la quimioterapia por sí sola no puede resolverlo, por lo que es necesaria la modificación de los hábitos y costumbres que favorecen su aparición, en lo que la familia juega un papel primordial. Por ende se considera que se debe estimular en la comunidad el desarrollo de una cultura sanitaria, que debe ser estimada como un derecho y como un deber. 39 En la comunidad referente a la investigación también existen micro vertederos, lo que favorece la procreación de roedores, moscas y cucarachas que son vectores transmisores de enfermedades; por lo que se estima se debe insistir con los líderes comunitarios y los entes administrativos, en la importancia de tomar las medidas necesarias para que esta situación no continúe afectando la salud de los pobladores. Tabla 3. Nivel de conocimientos de los padres y/o tutores sobre tipos de parásitos intestinal. Escuela Primaria Frank País, 2017-2018. Conocimientos Antes Después No % No % Adecuados 7 9.21 72 94.74 Inadecuados 69 90.79 4 5.26 Total 76 100 76 100 Fuente: encuesta. 28 Al analizar el conocimiento que tenían los padres y/o tutores sobre tipos de parásitos intestinal (tabla 3) se comprobó un desconocimiento en el 90.79% después de aplicada la intervención se elevó el conocimiento de los participantes sobre el tema. Torres Campoverde en su estudio se observó un predominio de los padres y/o profesores no conocedoras del tema (89.58 %) antes de la realización de la intervención, resultado que se modificó después de la aplicación de la misma en el mayor por ciento del total de madres.41 Olivo señala que los resultados alcanzados por padres venezolanos superan a los encontrados en otros estudios, lo que se explica no solo por la calidad del programa educativo, sino por tratarse de una comunidad con población mayoritariamente latina, en tanto que estos estudios realizados se llevaron a cabo en asentamientos eminentemente indígenas.42 Otros autores exponen resultados similares al de la presente investigación en intervención es capacitantes de parasitismo intestinal realizadas en diferentes partes del mundo. 18,21 Este resultado demuestra la importancia de la labor educativa del médico como líder fundamental de la comunidad, cuya misión es la promoción y prevención, que al brindar la información y educación necesarias se pueden realizar tratamientos oportunos del parasitismo intestinal en los niños y con ello la aplicación de otras medidas para disminuir la morbilidad por esta causa. Tabla 4. Nivel de conocimientos de los padres y/o tutores sobre los factores de riesgo del parasitismo intestinal. Escuela Primaria Frank País, 2017-2018 Conocimientos Antes Después No % No % Adecuados 5 6.58 74 97.37 Inadecuados 71 93.42 2 2.63 Total 76 100 76 100 Fuente: encuesta. 29 La tabla 4 muestra el nivel de conocimiento sobre los factores de riesgo del parasitismo intestinal en niños, donde se comprobó un desconocimiento en el 93.42% después de aplicada la intervención se elevó el conocimiento a un 97.37%. En un estudio realizado por Olivo en un estudio en Venezuela alega que el resultado antes expuesto es consecuencia del bajo nivel de conocimiento de los padres y/o tutores acerca de los factores predisponentes del parasitismo intestinal donde influyeron la escolaridad y las condiciones higiénicas sanitarias desfavorables del grupo poblacional estudiado por lo que no tienen conocimientos de medidas de prevención como hervir el agua para disminuir la morbilidad por parasitismo intestinal. 42 Serpa Andrade y colaboradores reportan que antes de la intervención los padres y/tutores tenían desconocimiento acerca de los factores de riesgos del parasitismos intestinal. Una vez aplicado el programa se elevó y los participantes contestaron correctamente la encuesta aplicada. 43 Pérez Ochoa y colaboradores en su investigación observaron que el alto por ciento de niños que consumían agua sin hervir antes de la intervención, constituía uno de los factores que podía estar incidiendo en el parasitismo intestinal. Al aplicar la labor educativa se trabajó y se crearon alternativas para disponer de agua potable, y así se logró que las madres se sensibilizaran con este aspecto (aumentó el número de los que ahora consumen el agua hervida o tratada) ya sea por el método de calor o químico.44 Ávila Labrada refirió como factores de riesgo en su estudio la mala calidad del agua de consumo, inadecuada disposición final de residuales líquida y sólida, nivel educacional muy bajo, hacinamiento, entre otros factores, que favorecen la aparición del parasitismo intestinal. 45 Algunos autores describen el hacinamiento como un factor contribuyente en la aparición del parasitismo intestinal, cuando este se relaciona con factores ambientales y socioeconómicos inadecuados. Los resultados de este estudio pudieran estar dados en que el hacinamiento trae como consecuencia que se 30 produzcan hábitos higiénicos inadecuados, lo que es favorable para la aparición de parasitosis.15, 23 Los hábitos higiénicos sanitarios inadecuados, tales como: el no lavado de las manos antes de comer y después de defecar, el no lavado de las verduras y frutas que se comen sin una previa cocción y el consumo de agua no potable, son factores muy importantes a considerar en la prevalencia de afecciones como el parasitismo intestinal, pues cuando están presentes, “se abren las puertas” para la penetración de parásitos en el organismo humano y aunque el individuo sea diagnosticado oportunamente y tratado, si continúa incurriendo en ellos, vuelve a reinfectarse. Tabla 5. Nivel de conocimientos de los padres y/o tutores sobre las medidas de prevención. Escuela Primaria Frank País, 2017-2018. Conocimientos Antes Después No % No % Adecuados 8 10.53 75 98.68 Inadecuados 68 89.47 1 1.32 Total 76 100 76 100 Fuente: encuesta. Al analizar el conocimiento sobre las medidas de prevención (tabla 5) se observó una falta de conocimiento de las madres antes de la intervención (89.47%), elevándose a un 98.68% donde casi la totalidad de los participantes adquirieron conocimientos, solo 1 (1.32%) tuvo conocimientos inadecuados. Oropesa Vergara apreció un incremento de los conocimientos de estas medidas higiénicas con un predominio de conocimientos de andar descalzo (85.41 %), le siguió en orden de frecuencia el lavado de las manos antes de ingerir alimentos (83.33 %) y jugar con tierra (81.25 %).Se abordó la importancia del conocimiento y aplicación de las prácticas higiénicas necesarias pues estas se relacionan con la aparición de determinados enteroparásito.46 Existe concordancia con lo expuesto por Núñez Henríquez al señalar la importancia de la labor educativa y en especial la prevención como pilar fundamental en la 31 disminución de las enfermedades transmisibles. Expone que los elementos que se brindaron a las madres durante esta etapa del curso fueron más allá de la enfermedad en cuestión, trabajando por desarrollar una cultura saludable, capaz de promover la adopción de estilos de vida favorables, que eviten o limiten factores de riesgo frecuentes, con la consiguiente mejoría del estado de salud de los niños y toda la familia. También se desmitificaron creencias erróneas como la administración indiscriminada de antibióticos a los infantes para desparasitarlos o evitar las diarreas.47 Se deben adoptar estrategias que abarquen componentes de educación sanitaria, servicios de salud y nutrición, instalaciones escolares adecuadas y políticas tendientes a proteger los derechos de los niños, así como la aplicación de medidas profilácticas para la disminución de parasitosis intestinales. Los temas relacionados con las parasitosis intestinales son en general sencillos y prácticos, lo que favoreció la adquisición de conocimientos por parte de las madres. Lo antes expuesto unido a la calidad de la intervención educativa aplicado pueden ser los responsables del resultado alcanzado. 32 Conclusiones Predominaron los estudios secundaria como nivel de escolaridad y los factores de riesgo identificados fueron los la ingestión de agua no tratada seguida de una elevada presencia de vectores. El nivel de conocimiento de los padres y/o tutores sobre los tipos de parasitismo intestinal, factores de riesgo y medidas de prevención eran inadecuados antes de la intervención. Con la aplicación de la intervención educativa se logró incrementar el nivel de conocimiento de los participantes sobre este tema. 33 Recomendaciones A partir de esta estrategia aplicada seguir aplicándola a la totalidad de la población. 34 Referencias bibliográficas 1. Rodríguez Pérez M, González López ME, Cañete Villafranca R, Espinosa Triana D. Resultados de una intervención educativa sobre parasitismo intestinal en personal médico. Revista Cubana de Medicina Militar. [Internet]. 2016 [Citada 20 ago 2018]; 45(10). Disponible en: https://www.medigraphic.com/pdfs/revcubmedmil/cmm-2016/cmm161e.pdf 2. Núñez Henríquez LT, MAGALIQUICHE SALVADOR LR. Intervenciones educativas basadas en la evidencia para la mejora de los conocimientos sobre prevención de parasitosis intestinal en niños en etapa pre escolar y escolar. [Tesis]. Lima-Perú: Universidad Privada Norbert Wiener; 2018. [Citada 20 ago 2018]; Disponible en: http://repositorio.uwiener.edu.pe/bitstream/handle/123456789/2243/ESPECIALI DAD%20%20Luz%20Rosario%20Quiche%20Salvador.pdf?sequence=1&isAllowed=y 3. Gaviria LM, Soscue D, Campo-Polanco LF, Cardona-Arias J, Galván-Díaz AL. Prevalencia de parasitosis intestinal, anemia y desnutrición en niños de un resguardo indígena Nasa, Cauca, Colombia, 2015. Rev. Fac. Nac. Salud Pública. [Internet]. 2017 [Citada 20 ago 2018]; 35(3): 390-399. Disponible en: DOI: 10.17533/udea.rfnsp.v35n3a09 4. Ministerio de Salud y la Protección Social, Universidad de Antioquia. Encuesta nacional de parasitismo intestinal en población escolar 20122014. Medellín: Facultad Nacional Salud Pública, Universidad de Antioquia, Ministerio de Salud y la Protección Social; 2015. 5. Espinosa DY, Gómez NE, Campo LF, Cardona J, Ríos L. Prevalencia de parasitismo intestinal en la comunidad Seminke del resguardo indígena Wiwa de la Sierra Nevada de Santa Marta, 2014. Archivos de Medicina. [Internet]. 2015 [Citada 20 ago 2018]; 11(2): 1-10. Disponible en: http://www.archivosdemedicina.com/medicina-de-familia/prevalencia-deparasitismointestinal-en-la-comunidadseminke-del-resguardo-indgenawiwa-dela-sierra-nevada-desanta-marta-2014.php?aid=6525 35 6. Cardona-Arias JA, Rivera-Palomino Y, Carmona-Fonseca J. Salud indígena en el siglo XXI: parásitos intestinales, desnutrición, anemia y condiciones de vida en niños del Resguardo Indígena Cañamomo-Lomaprieta, CaldasColombia. MED UIS. [Internet]. 2014 [Citado 21 ago 2018]; 27(2): 29-39. Disponible en: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S012103192014000200004 7. Romero J, López MA. Parasitosis intestinales. Protocolos diag-nósticoterapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutri-ción Pediátrica SEGHNP-Asociación Española [Citado marzo 20 de de de Pediatría 2018]; AE-PED [143-149]. [Internet] 2016 Disponible en: https://www.aeped.es/sites/default/files/documen-tos/parasitosis.pdf 8. WHO. Helminth control in school-age children: A guide for managers of control programmed [en línea]. Geneva: World Health Organization; 2011 [citado 4 de junio 2018]. Disponible en: http://whqlibdoc.who.int+/publications/2011/9789241548267_eng.pdf 9. Hernández Alfaro MC, Palacios Mesa C. Parasitismo intestinal en niños de círculos infantiles en un municipio. Rev Ciencias Médicas [Internet]. 2014, Abr [citado 4 de junio 2018]; 18(2): 210 -220. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S156131942014000200005&lng=es 10. Román Pérez R, Valdez EA, Cubillas Rodríguez MJ, Quihui Cota L, Morales Figueroa GG. Aplicación de un modelo educativo para prevenir parasitosis intestinal Estudios Sociales. [Internet]. 2014 jul-sep [citado 4 de junio 2018]; 22 (44): 91-117. Disponible en: Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=41731685004 11. Hernández Barrios Y, Domenech Cañete I, Fong González A, Fonte Galindo L. Educación para la salud en la prevención Y control de la geohelmintosis: avances y Desafíos. Rev Patol Trop Vol. [Internet]. 2016 Abr-jun [citado 4 de junio 2018]; 45 (2): 139-151. Disponible en: doi: 10.5216/rpt.v45i2.41779 36 12. Rodríguez AY, Camacho YM, Baracaldo CM. Estado nutricional, parasitismo intestinal y sus factores de riesgo en una población vulnerable del municipio de Iza (Boyacá), Colombia año 2013. Rev Chil Nutr. [Internet]. 2016 [citado 4 de junio 2019]; 43(1). Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071775182016000100007 13. Perovani Argüelles A, Vega Jiménez J, Rodríguez Reyes S, Cabrera Hernández Y. Caracterización clínico epidemiológica del parasitismo intestinal en pacientes jóvenes. Revista Cubana de Medicina Militar. [Internet]. 2017 [citado 4 de junio 2019]; 46(2):113-123. Disponible en: htt://www.revmedmilitar.sld.cu/index.php/mil/artile/view/21/48 14. Nyantekyi L, Legesse M, Medhin G, Animut A, Tadesse K, Macias C, et al. Community awareness of intestinal parasites and the prevalence of infection among community members of rural Abaye Deneba area, Ethiopia. Asian Pac J Trop Biomed. May [Internet]. 2017 [citado 4 de junio 2018]; [Internet]. 2017 4(1):152-7. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25183071 15. Núñez Fernández FA, Hernández Pérez SM, Ayllón Valdés LL, Alonso Martín MT. Hallazgos epidemiológicos en infecciones parasitarias intestinales de un grupo de niños ingresados por diarreas. Rev Cubana Med Trop. [Internet]. 2013 [citado 26 may 2018];65(1)26-35. Disponible en: http://web.a.ebscohost.com/ehost/pdfviewer/pdfviewer?sid=601a4187-1bd244b6-a27c-e0f322a2e06e %40sessionmgr4002&vid=1&hid=4212 16. González Montero Y, Cañete Villafranca R, Machado Cazorla K, Álvarez Suárez A, Álvarez González B, Rodríguez Jiménez P. Parasitosis intestinal en pacientes internados en el Hospital Provincial Psiquiátrico Docente Antonio Guiteras Holmes. Matanzas, Cuba. Rev Méd Electrón [Internet]. 2015 mar-abr [citado 13 ene 2018]; 36(2):[aprox. 14 p.]. Disponible en: http://www.revmatanzas.sld.cu/revista%20medica/ano%202014/vol2 %202014/tema03.htm 17. Cuñat Ladrón de Guevara Y, Hernández Rodicio E, Cuñat Ladrón de Guevara Y, Noblet García V, Gamboa Gamboa M. Parasitismo intestinal en niños de 0 37 14 años. Intervención educativa a los padres. Rev Inf Cient. [Internet]. 2015 [citado 13 ene 2018]; 93(5):1143‐1153. Disponible en: http://www.revinfcientifica.sld.cu/index.php/ric/article/view/184 18. Salvana E, Salata R. Amebiasis. En: Nelson Tratado de Pediatría. 20a ed. Barcelona: Elsevier; 2016. p. 1772-5. 19. Petri W, Haque R. Género Entamoeba, incluida la colitis amebiana y el absceso hepático. En: Mandell, Douglas y Bennett Enfermedades infecciosas Principios y práctica. Octava. Barcelona: Elsevier; 2016. p. 3221 -33. 20. Hill D, Nash T. Giardia lamblia. En: Mandell, Douglas y Bennett Enfermedades infecciosas Principios y práctica. Octava. Barcelona: Elsevier; 2016. p. 3333-9. 21. American Academic of Pediatrics. Red Book Atlas of Pediatric Infectious Diseases. Third. United States of America: American Academy of Pediatrics; 2017 [citado 13 ene 2018]. Disponible en:https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5397716/pdf/13071_2017_Ar ticle_211.pdf 22. Ochoa T, White C. Cryptosporidiosis. En: Feigin and Cherry’s textbook of Pediatric Infetious Diseases. 7th ed. Philadelphia: Elsevier Sanders; 2014. p. 2896-904. 23. Dent A, Kazura J. Ascariasis (Ascaris lumbricoides). En: Nelson Tratado de Pediatría. 20a ed. Barcelona: Elsevier; 2016. p. 1817-8. 24. Hotez PJ. Parasitic Nematode Infections. En: Feigin and Cherry’s textbook of Pediatric Infetious Diseases. 7th ed. Philadelphia: Elsevier Sanders; 2014. p. 3012-21. 25. Maguire J. Nematodos Intestinales (nematelmintos). En: Mandell, Douglas y Bennett Enfermedades infecciosas Principios y práctica. Octava. Barcelona: Elsevier; 2016. p. 3378-86 26. Fillot M, Guzmán J, Cantillo L, Gómez L, Sánchez L, Acosta B, et al. Prevalencia de parásitos intestinales en niños del Área Metropolitana de Barranquilla. Revista Cubana de Medicina Tropical. [Internet]; 2015 [citado el 12 de julio del 2018]; 67(3): pág. 1 -12. Disponible en: http://www.revmedtropical.sld.cu/index.php/medtropical/article/view/93/94 38 27. Brito J, Landaeta J, Chávez A, Gastiaburu P, Blanco I. Prevalencia de parasitosis intestinal en la comunidad rural de apostadero, municipio sotillo, estado Monagas. Revista Científica Ciencia Médica. [Internet]. 2017 [citado el 12 de julio del 2018]; 20(2): pág. 7-14. Disponible en: http://www.scielo.org.bo/scielo.php?pid=S181774332017000200002&script=sci_arttext 28. Benítez AM, Duran FM Gastroenteritis aguda. Pediatría integral. 2015; 14: 5157. 29. Natasi, J. Prevalencia de parasitosis intestinales en unidades educativas de ciudad Bolívar. Revista Cuidarte Universidad de Santander Colombia. [Internet]; 2015 [citado el 12 de julio del 2018]; 6(2): pág. 1076-1084. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/3595/359540742008.pdf 30. Cardoso G, Samudio M. Factores predisponentes y consecuencias de la parasitosis intestinal en escolares. Pediatría [Internet]. 2017 [citado el 12 de julio del 2018]; 44(2): pag.117 – 125. Disponible en: http://scielo.iics.una.py/pdf/ped/v44n2/1683-9803-ped-44-02-00117.pdf 31. Blair P, Diemert D. Update on Prevention and Treatment of Intestinal Helminth Infections. Curr Infect Dis Rep. [Internet]. 2015 [citado el 12 de julio del 2018]; 17(3):12. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25821189 32. Zárate Bahena AI, Oliveros R, Amador L, Villalobos Aguayo P. Las parasitosis intestinales asociadas a la pobreza, afectan la calidad de vida y aprendizaje en niños de edad escolar. [Tesis]. México: Universidad Autónoma de Guerrero; 2016. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/330956260_LAS_PARASITOSIS_INT ESTINALES_ASOCIADAS_A_LA_POBREZA_AFECTAN_LA_CALIDAD_DE_V IDA_Y_APRENDIZAJE_DE_NINOS_DE_EDAD_ESCOLAR\ 33. Cardona-Arias JA. Determinantes sociales del parasitismo intestinal, la desnutrición y la anemia: revisión sistemática. Rev Panam Salud Pública. [Internet]. 2018 [Citada 20 ago 2018]; 41:e143. Disponible en: http://iris.paho.org/xmlui/bitstream/handle/123456789/34366/v41e1432017.pdf;j sessionid=9FD76651A82B638BBC0158AE28963E7B?sequence=1 39 34. Almeida IA de, Jeske S, Mesemburg MA, Berne MEA, Villela MM. Prevalence of and risk factors for intestinal parasite infections in pediatric patients admitted to public hospitals in Southern Brazil. Rev Soc Bras Med Trop. diciembre de [Internet]. 2017 [Citada 20 ago 2018]; 50(6):853. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29340467 35. Morales J. Parasitosis Intestinal en el pre escolar y escolar atendido en el centro médico Es salud de Celendín Cajamarca. Revista Horiz Med. [Internet]. 2015 [citado el 12 enero 2019]; 16(3): pág. 35-42. Disponible desde: http://www.scielo.org.pe/pdf/hm/v16n3/a06v16n3.pdf 36. Velásquez M. Papel de la Parasitosis intestinal en la población infantil. Trabajo de fin de Grado, Universidad de Valladolid. [Internet]; 2015 [citado el 12 de julio del 2018]; 1: pág. 2-32. Disponible en: https://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/11774/1/TFG-H199.pdf 37. Jerez E, Villa E. Prevalencia de parasitosis intestinal en niños de la comunidad Shuar de Yampas-Logroño, Morona Santiago, 2016 [Internet]. [Cuenca]: Universidad de Cuenca; 2016 [citado 5 de mayo de 2018]. Disponible en: http://dspace.ucuenca.edu.ec/handle/123456789/25936 38. Leiva Molina FL, González Espinal CH, Delcid Morazan AF. Prevalencia de Parasitosis Intestinal y Condicionantes de la Salud en Menores de 12 Años con Diarrea Aguda Atendidos en Consulta Externa, Comunidad de Jamalteca, Comayagua, Honduras. Arch Med. [Internet]. 2016 [citado el 12 julio 2019]; 13(2): 9. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25821189 39. Esse C, Coffi, V; Kouame, A; Dongo, K; Moro, H; Kouakou, C; Eta al. "Koko et les lunettes magiques" una herramienta educativa de entretenimiento para prevenir las lombrices parasitarias y las enfermedades diarreicas en Costa de Marfil. Revista Cuidarte. [Internet]; 2017 [citado el 12 de julio del 2018]; 9(1): 2030-2044. Disponible en: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S221609732018000102030 40. Gabrie JA, Rueda MM, Rodríguez CA, Canales M, Sánchez AL. Immune profie of honduran school children with intestinal parasites: The skewed response 40 against Geohelminths. J Parasitol Res [Internet]. 2016 [citado el 12 julio 2019]. Disponible en:1769585 41. Torres Campoverde FM. Programa para la prevención de parasitosis intestinal en escolares en Centinela del Cóndor. Ecuador: Universidad Pública De Navarra; 2018. Disponible en: http://repositorio.uch.edu.pe/handle/uch/132 42. Olivo F. Plan educativo preventivo de enfermedades parasitarias (áscaris lumbricoides, entamoeba histolytica, guardia Lambia) dirigido a estudiantes de 5to año de educación Media general. [Tesis]. Venezuela: Universidad De Carabobo; 2016. [Citada 09 ago 2018]; Disponible en: http://mriuc.bc.uc.edu.ve/bitstream/handle/123456789/3769/10TRABAJO%20DE%20GRADO-%20OLIVO%20Y%20ZAMBRANOVERSI%C3%93N%20DEFINITIVA.pdf?sequence=1 43. Serpa Andrade CA, Velecela Abambari SG, Balladares Rengel MF. Intervención educativa sobre parasitismo intestinal en niños de la Escuela José María Astudillo De La Parroquia Sinincay, cuenca 2014. Rev Panoram Med. [Internet]; 2014 [citado -12 julio 2019]; 8(1): 20-25. Disponible en: http://dspace.ucacue.edu.ec/handle/reducacue/5538/browse?type=dateissued 44. Pérez Ochoa H. Nivel de conocimiento sobre parasitosis intestinal en padres de niños de 2 a 5 años que acuden al servicio de laboratorio clínico del centro de salud “ex fundo naranjal”, San Martín De Porres, 2015. [Tesis]. [Citado -12 mayo 2018] Disponible en: http://repositorio.uch.edu.pe/handle/uch/132 45. Ávila Labrada M, Usiña Pozo M, Guerra Pompa O, Pulgar Rodríguez R. Intervención educativa para prevenir el parasitismo intestinal en niños de 0 a 9 años. Rev. Electrónica Dr. Zoilo E. Marinello Vidaurreta. [Internet]; 2015 [citado -12 julio 20118]; 40(7). Disponible en: http://www.ltu.sld.cu/revista/index.php/revista/article/view/415 46. Oropesa Vergara OL, Quevedo Freites G, Leyva Delgado L, Ferra García BM, Ferrer Herrera IM, Rodríguez Martínez N. Intervención educativa sobre parasitismo intestinal en niños de la Escuela Primaria Salvano Velazco, Bocono. Correo Científico Médico de Holguín [internet]. 2010 [citado 4 de junio 2018]; 14(1). Disponible en: http://www.cocmed.sld.cu/no141/no141ori04.htm 41 47. Núñez Henríquez LM, Quiche Salvador LR. Intervenciones educativas basadas en la evidencia para la mejora de los conocimientos sobre prevención de parasitosis intestinal en niños en etapa pre escolar y escolar. [Tesis].Lima: Universidad Privada Norbert Wiener; 2018. Disponible en: http://repositorio.uwiener.edu.pe/handle/123456789/2243 42