1 Teoría ondulatoria en George Wihelm Friedrich Hegel Autor: Franco Weihmüller “Pues las cosas eran del modo siguiente: visitándome muchas veces el mismo sueño en mi vida pasada, que se mostraba, unas veces, en una apariencia y, otras, en otras, decía el mismo consejo, con estas palabras: <<¡Sócrates, haz música y aplícate a ello!>>. Y yo, en mi vida pasada, creía que el sueño me exhortaba y animaba a lo que precisamente yo hacía, como lo que animan los corredores, y a mí también el sueño me animaba a eso que yo practicaba, hacer música, en la convicción de que la filosofía era la más alta música, y que yo la practicaba. ”(Platón, 1969, 60e 61ª) “Que, en los prodigios de la civilización antigua, los sonidos de la lira de Orfeo hayan amansado las fieras, que venían a echarse a sus pies…” (Hegel 2008:161) 2 1. Introducción Creímos conveniente comenzar la tesis este paper con una cita de Platón, que aglutina a mi modo de ver la tarea de Hegel. Como sabemos el filósofo de Jena pertenece a la tradición de la modernidad tardía de occidente y es clave para cotejar la filosofía posterior en referencia a la Teoría Ondulatoria Newtoniana de la cual nuestro filósofo desprende sus conclusiones. Hegel eleva la tradición de habla castellana por los trabajos de Pablo Oyarzun y Wenceslao Roses entre otros ambos traductores de sendos filósofos respectivamente. Mi interés es de corte exegético y ahonda el concepto de onda y música. Para ser específicos hay que decir que ante Hegel nos encontramos al hablar de estética ante Las lecciones sobre estética, Estética I y Estética II. Mientras que los conceptos están presentes de modo ambivalente en Kant, en Hegel llegan a su máxima formulación, sin ser reducido como se verá a la tradición histórica de forma y contenido. “En la época en que Hegel vivió la física no había superado la etapa de la mecánica newtoniana, la teoría electromagnética de Maxwell no se había formulado y las teorías general y espacial de la relatividad sólo fueron enunciadas a comienzos del siglo XX. La teoría de la relatividad sometió a una crítica rigurosa los conceptos de espacio y tiempo, considerados antes como invariantes, eternos e intangibles. “Asimismo desmaterializó la materia quitándole el aspecto sustancial, reduciéndola a no ser más que una forma de energía”(De Broglie 1951:268), esto es, lo que hoy conocemos como física clásica estaba lejos de haberse completado.” (Sepúlveda 2004:11) 2. Desarrollo El arte según la idea hegeliana está analizada en tres partes: 1.La obra de arte no es un producto natural, sino algo producido por la actividad humana; 2.está hecha esencialmente para el hombre, y ciertamente tomada más o menos de lo sensible para su sentido; 3. tiene un fin en sí “repudia a la par la forma el contenido y, lo que es lo mismo, lo rebaja a una representación histórica y a una herencia de la tradición; aquí se ha retenido tan sólo lo puramente externo de la fe, como algo, por tanto, muerto y carente de conocimiento, pero lo interior de ella ha desaparecido, pues ese algo interior sería el concepto que se sabe como concepto” (Hegel, 2007:446) 3 Algunas aclaraciones preliminares antes de leer esta tesis, es conveniente advertir lo siguiente: “Llamamos belleza a la idea de lo bello. Lo bello debe, por tanto, ser concebido como idea, y al mismo tiempo como la idea bajo una forma particular, como el ideal. Lo bello, hemos dicho es la idea, no la idea abstracta, anterior a su manifestación i no realizada; es la idea concreta o realizada, inseparable de la forma, como ésta lo es del principio que en ella aparece” (Hegel (2008) 115-116) “Por este carácter de la música se explica la fuerza con que obra sobre el alma, y especialmente sobre la sensibilidad… Colocada en ese asiento de los cambios interiores del alma, en ese punto central y simple de todo el hombre, lo hace estremecer y lo remueve por entero” (Hegel, 2008:157) Hegel invita en música a quitar la violencia, a dulcificar y atemperar. Recordemos que a diferencia de la pintura y la escultura, en la que se modela una materia mediante la forma, Hegel dirá que se conciben sonidos dados por la naturaleza de su propagación. Una física musical lleva consigo vibraciones ondulatorias o sonidos. La física del sonido anteriormente expuesta en Hegel no supera el planteo de Newton allá por el 5 de Junio de 1687 en Philosophiae Naturalis Principia Mathematica. “Y los sonidos, en tanto que se producen por cuerpos vibrantes, no son otra cosa que impulsos de aire propagados, por la proposición XLIII. Se confirma esto por las vibraciones que , si son fuertes y graves, sucitan en los cuerpos inmediatos, como los sonidos de los tambores. Pues las cibraciones rápidas y breves no se excitan con facilidad. Y es bien sabido que cualesquiera sonidos lanzados contra las cuerdas de cuerpos sonoros genera vibraciones. Y también se confirma por la velocidad de los sonidos. Puesto que los pesos específicos del agua de lluvia y del mercurio son entre sí aproximadamente como 1 a 13 2/3, y cuando el mercurio alcanza en el barómetro una altura de 30 pulgadas inglesas, el peso específico del aire y del agua de lluvia se halla en la relación de 1 a 870, entonces ” (Newton 448)En ella exponía cómo la propagación del sonido a través de cualquier fluido dependía únicamente de las propiedades del propio fluido, tales como la elasticidad y la densidad del mismo. Un frente de onda en atmósfera terrestre se propaga a una velocidad de 343 m/s. Las propiedades que tiene es altura o tono, duración, intensidad, timbre. Siguiendo un hilo fenomenológico de la cuestión citada a saber el sonido, se inventó o se concibió la máquina y los ruidos por ella aparejada. Comparado con el sonido entendido en la modernidad hasta Hegel no se encuentran nociones que sigan la corriente actual como variante de las vibraciones ondulatorias propuestas por Hegel. El paisaje sonoro de la revolución industrial al 4 ruido y la convulsión de las sensibilidades colectivas. Con palabras de Hegel: “Pero, por otro lado, el sonido no es un simple ruido que impresiona vagamente el oído; sólo tiene el valor musical por su determinación y por su pureza, lo mismo en cuanto a su naturaleza que a su duración, en relación con otros sonidos. Hay más: sólo esta relación le da su carácter propio y real, por el cual difiere de los otros sonidos, se opone a ellos, o con ellos se armoniza” (Hegel 2008:164 y 165) Al igual que una física de la pintura, según parámetros modernos, podemos encontrarla en Horst Bredekamp y los dibujos que realiza Galileo del la luna y el sol. Pero Hegel sostendrá “Por su naturaleza, el sonido ofrece con el pensamiento y la simplicidad que constituye su esencia una mayor afinidad que los materiales sensibles empleados hasta aquí por las otras artes.” (Hegel, 2008:156) Concebir sonidos de acuerdo a las leyes del arte de acuerdo a la determinación del espíritu según los objetos que aparecen en el pensamiento. El arte musical se ofrece al pensamiento con mayor eficacia que las otras artes. Por este motivo decimos que la música distingue un signo de un sentido siendo para analizar el sentido por el espectador musical. La música puede eventualmente alcanzar la razón por medio del entendimiento. Ahora bien, conviene adentrarnos en las experiencias estéticas en Hegel ¿Cómo son? Creemos conveniente aclarar que la música se desprende del alma del sujeto, la forma del sentimiento conviene a la música. La música, dice Hegel, mora en el sentimiento. De todos modos, es a nuestro entender, la distinción notoria que hace Hegel entre espectador e inventor (quién concibe la obra de arte), en este caso la música para decir si gusta o no de ella. Ésta distinción puede rastrearse en Kant que a los ojos de Arendt es espectador de los acontecimientos políticos de su tiempo ”Aquí se revela, al mismo tiempo, la relación intima que se establece entre el sentimiento anterior y la medida del tiempo, que constituye el elemento abstracto de la música” (Hegel 2008:160) “Hay más: si hacemos abstracción de los pensamientos y de las impresiones que llenan el alma, ésta no es más que un cambio vacío, una sustancia continua que se mantiene en la duración. Entonces el tiempo es la base de nuestra existencia.” (Hegel 2008:161) “Aquí también el sentimiento que provocaban esos cantos era lo principal, aunque no haya que negar a la parte musical, sobre todo en los pueblos bárbaros y en las épocas en que las pasiones 5 tienen toda su vehemencia, si valor y su eficacia. Los pífanos de los holandeses son esencialmente propios para encender el ánimo, así como el influjo poderoso de la Marsellesa, del Canto de la partida en la Revolución Francesa, tampoco puede negarse.” (Hegel 2008:162) Hasta aquí hemos considerado la música únicamente respecto de esto: (Hegel, 2008: 164) La música parafraseando a Hegel reinventa la matemática en sus relaciones y además el medio de expresión musical es sonido. 3. Conclusión Observamos en Hegel cierta pretensión de fin pero tal pretensión no se mantiene en Kant, pues, al hacer del arte un fin en si cambia la teleología que Kant le venía otorgando ligándolo a la naturaleza. Con esto remarca el filósofo de Könisberg que el arte puede o no existir, mientras que la naturaleza desarrolla las formas bellas en mero mecanismo productivo natural. El genio toma la regla de ahí mientras que en Hegel el genio toma la regla del arte mismo y de una historia del arte. Con el concepto de autonomía ocurre que Kant le otorga autonomía al arte y al artista (genio) pero Hegel dirá la contra que consiste en subordinar a la religión el poder del arte. De aquí también el plan general de la obra. La Estética consta de tres partes: la primera tiene por objeto el ideal en sí o en su generalidad; la segunda, el ideal en las formas particulares de su desarrollo histórico; la tercera, el ideal realizado en la obra de arte individual, o el sistema de las artes. (Hegel 33) Si filosofía del arte ocupa un lugar destacado, entonces, hay que señalar su lugar al lado de la religión y la filosofía. Como dirá Theodor Adorno, la autonomía del arte es lograda recién con Hegel. Es decir, no hay que perder la autonomía del arte. Más allá de ello se proyecta sobre esta constelación la redención (una secularización sin la cual el arte no se hubiese desplegado) como ilusión a la cual la autonomía rehúye. Ahora bien como es bien sabido Hegel traza un fin determinado de la obra de arte, pero ¿hasta qué punto determinado? Puede decirse que la finalidad determina la obra. Si bien es cierto que la materialidad determina la obra en Adorno, en Hegel parece asociada a un juego de valores; tales como el bien, el mal, etc. Estamos ante el cierre de una gran obra estética si decimos algo sobre Estética I y Estética II de G. W. Hegel. Allí las figuras del arte Griego y Romano son centrales para la comprensión del arte. Pero fundamentalmente me interesa decir que el filósofo de Jena analiza muy 6 bien las iglesias y sus estructuras. Preguntamos por la existencia de catedrales del antiguo gótico en la cúspide del romanticismo y encontramos a nivel local la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Córdoba capital. El recorrido realizado por Hegel en Estética I y Estética II consiste en establecer tres períodos en arte. El primero el simbólico dado en Persia e India; el segundo es el renacimiento con lo ocurrido en Grecia; el tercero el romántico ocurrido en Roma y. Habría que ver en Hegel un cuarto período en la historia en detrimento de las religiones y en crecimiento de un espíritu laico. Pensamos entonces que los siglos venideros artísticos deberían desprenderse de las figuras religiosas siguiendo la filosofía hegeliana. Mientras que para Hegel existe un fin de la obra de arte. Me inclino a pensar que el fin es la Belleza, mientras que otros podrían jactarse de tiranía opongo firmemente a estas familias la verdad y la justicia. 6. Bibliografía de Referencia 6.1. Bibliografía primaria Hegel, G. W. F., Fenomenología del espíritu, Fondo de Cultura Económica, Argentina 2007. ---, Estética I, Losada, Argentina, Buenos Aires, Traducción Hermenegildo Giner de los Ríos. 2008. ---,Estética II, Losada, Argentina, Buenos Aires, Traducción Hermenegildo Giner de los Ríos. 2008. Heidegger, M., Kant y el problema de la metafísica, Fondo de cultura económica, México, 1996. ---, El Ser y el Tiempo, Fondo de Cultura Económica, México, 2004 ---, Ser y tiempo, Editorial Trotta, España, 2006. Newton, Principiae Mathematica principiae naturalis, 1687 6.2. Bibliografía Secundaria o de consulta Derrida, J., Papel Máquina , Editorial Trotta, Madrid, 2003. Freud, S., Esquema del psicoanálisis en Obras Completas Volumen 23 (1937-39) Moises y la religión monoteista Esquema del psicoanálisis y otras obras, Amorrortu editores, España, Madrid, 7 2007. Peirce, C.S. (1987) Obra lógico-semiótica. Madrid, Taurus, Rousseau, J.J., Emilio, Editorial Jorro, Madrid, 1916 Sepúlveda, Jaime., HEGEL LA REALIDAD COMO VIDA, Revista colombiana de psiquiatría, Suplemento No. 1, Vol. XXXIII, 2004. Habermas, J., El discurso filosófico de la modernidad, editorial Katz, Argentina, 2008.