Amy Cuddy - El poder de la presencia Amy Cuddy: psicóloga social, profesora de la Escuela de Negocios en Harvard ¿Se ha preguntado alguna vez cuántas oportunidades ha perdido por no saber decir lo que pensaba en el momento adecuado? Eso se debe a que no estaba realmente presente. Para hacer negocios exitosos, no se preocupe por la evaluación de los demás; proyecte su presencia y eso se notará de inmediato. Desacelere su ritmo de vida, ocupe su espacio vital de manera cómoda, eso refleja el poder que tiene y que proyecta. Presencia Hay diversos factores que influyen en ello, cuestiones como la falta de confianza, o lo que se dice a sí mismo en esos momentos es que las cosas no salen como espera. Debe trabajar en la presencia. Esta se logra cuando confía en sí mismo y reconoce sus verdaderos sentimientos. Es importante que cuando enfrente un momento de estrés, se visualice lleno de seguridad y entusiasmo, lleno de energía y cómodo en su cuerpo mientras esté en ese lugar. No piense como lo verán los demás o qué pensarán de usted. Considérese satisfecho porque dio lo mejor de sí mismo, sin importar el resultado que aparezca a simple vista. ¿Qué ven los inversionistas? Quienes lograron obtener los recursos para sus proyectos demostraron “confianza, desenvoltura y entusiasmo apasionado”. La presencia psicológica en espacios laborales puede ser identificada en cuatro facetas: atención, conexión, integración y concentración. Tenerlas presente le ayudará a no distraerse. Evaluación externa Cuando el éxito no se asume, las personas se alejan de él. “El poder personal se caracteriza por estar libre de la necesidad de dominar a los demás. Es infinito, […] y nos permite el acceso y el control a unos recursos interiores ilimitados, como […] nuestros valores más esenciales, nuestra verdadera personalidad, nuestro yo más atrevido”. Impostorismo Para evitar ser un impostor, es urgente saber trabajar la presencia, ese elemento fundamental para el éxito, pues esta demanda que las personas tomen conciencia de lo que sienten, de lo que creen, de su capacidad y de sus valores sinceros. Conductas limitadoras Se critican con dureza, se quedan pasmados, y por lo tanto, suelen rendir por debajo de su nivel en las áreas que más les apasionan y en las que mejor trabajan. El impostorismo puede ser el camino fácil al fracaso. Lenguaje Corporal Tener malos entendidos entre culturas a partir del lenguaje corporal puede hacer que negocios prometedores no logren el éxito. El tiempo y las metas Es importante que baje el ritmo en su trabajo. Hablar más lentamente, usar pausas, y ocupar su espacio vital de manera adecuada, pues esto se relaciona de modo directo con el poder que ejecuta y refleja. Tómese el tiempo que necesite para reaccionar de modo adecuado, meditar de modo profundo sobre las decisiones que debe tomar en momentos de estrés. La palabra para ello es “desacelerar”, y verá cómo cuando lo haga, tendrá otras maneras de expandirse. Recuerde que debe comenzar de 0, por lo que lograr todo lo que imagina, implica trabajo. Necesita entonces un ligero impulso. Algo pequeño que le motive y que le haga tener grandes logros. Deje de plantearse metas lejanas pues suelen ser demasiado ambiciosas. La meta es usted mismo en ese momento. Nada más. No engañe a nadie por salir airoso, y quédese consigo, mismo hasta que se sienta con poder, más presente, hasta que lo logre. “No lo conseguiremos [cambiar] decidiendo cambiar ahora mismo, sino avanzando poco a poco, con suavidad, a base de pequeños empujones”. “Cuando (las personas) se centran en el proceso en lugar de en los resultados, su rendimiento mejora de manera asombrosa y espectacular”.
