EN BUSCA DEL COLOR… El 9 de enero de 2015 los alumnos de 4º A del CEIP Teresa de Calcuta entraron en un sorteo donde el premio era un viaje a lo más profundo de la selva amazónica, en Brasil. ¡Qué suerte! ¡Fueron seleccionados! En el avión se sentían muy emocionados e impacientes, incluso con un poquito de temor a lo desconocido. Al pisar tierra firme brasileña sintieron una ola de calor húmedo bochornosa y asfixiante. La profesora Beatriz les dijo que se dividieran en grupos y pusieran en práctica sus dotes aprendidas con el proyecto Ecocalcuta del cole, basado principalmente en el reciclaje. De repente se quedaron estupefactos, como bloques de hielo. Cosas extrañas se avecinaban y, para colmo, boquiabiertos de oreja a oreja solo podían observar la mezcla de colores tan básicos como el negro, blanco y grisáceo. Los capitanes de los equipos lideraban la aventura que les esperaba. Estos eran : Hamza; chico inquieto y bromista de gran corazón descendiente de una familia de herederos marroquís. Fiorella; linda parlanchina con genes de Paraguay e Italia. Xabel; venido del lejano Oriente , simpático y atrevido. Jesús; procedente de Venezuela, inteligente, responsable a la par que asustadizo. Diego; forzudo de ojos claros, melena rubia brillante y con personalidad decidida. Cada grupo se dirigió a distintas partes de la selva con sus respectivos contenedores de reciclaje. Antes de separarse los líderes de cada grupo escogieron un “walki-talki”, pues así se podían mantener comunicados. El grupo de Hamza , formado por Raúl, Ángela, Asier y Lucía C. se dirigieron a las montañas para observar la fauna y flora del lugar, con la mala suerte de que una tribu los atrapara. No se imaginaban,ni por asomo, que esa gente pudiera vivir de la naturaleza que les rodeaba , con tan poco y no generando residuos inorgánicos. A la vez, Fio y sus acompañantes Estela, Lucía B., Sergio y Ángel se encaminaron a unas cataratas. A medida que se acercaban la sensación de agobio y humedad era aún mayor. ¡Tuvieron muchísima suerte!Pues pudieron disfrutar del agua cayendo a borbotones y contemplar sus preciosos y multicolores pequeños habitantes. Mientras tanto, Diego y sus colegas, María, Soraya, David y Khalid se adentraron en lo más profundo de una cueva. ¡Estaba terriblemente tenebroso! Ninguno fue capaz de articular palabra hasta que encendieron sus linternas. De repente, sonó un golpetazo. ¡Era Khalid chocándose curiosamente con una puerta misteriosa donde estaban inscritos unos símbolos muy extraños para ellos! Se preguntaban qué tipo de lenguaje sería y su antigüedad. Volcaron la puerta y pudieron descifrarlo. Atravesando el pantano Jesús junto con Alba, Blanca y Nicolás se encontraron rodeados de cocodrilos, delfines rosas y caimanes. Fueron muy afortunados pues estos les guiaron hasta un templo. Xabel, Candela y Sonia , los más aventureros y atrevidos se toparon con su profesora Beatriz, pues habían estado dando vueltas en círculos. Xabel y su grupo organizaron un plan para dar las coordenadas al resto de compañeros por los walki-talki. El grupo de Diego había descifrado lo que estaba inscrito en el mensaje secreto : “Árbol más antiguo de la selva amazónica, respuesta a todas las incógnitas”. Cuando llegaron notaron algo extraño. Se hallaba deambulando un hombre en los alrededores. El hombre con una barba rastafari, melena rizada, ojos tristes y oscuros, y ropa rasgada se les acercó. En ese instante todos empezaron a chillar al unísono . Al cabo de los minutos estaban en una zona repleta de plantas y animales de todas las especies. Como les pareció tan genial se les ocurrió construir una cabaña a base de palos y hojas. Por suerte al amanecer , vieron un cofre posado en el suelo recubierto de polvo y flores hawaianas.¡ Resultó que eran collares!¡Collares multicolores! Cada uno de los integrantes de los cinco grupos cogieron uno y se lo colgaron alrededor del cuello, y juntos se colocaron en círculo rodeando el árbol más antiguo de la selva amazónica bailando la danza hula-hula como les dijo el hombre del día anterior, ya que les comentó que salvarían el color de la selva si se ponían los collares a la vez que bailaban y cantaban : “Árbol danos el color y limpiaremos tu mundo. Árbol danos el color y estarás vivo. ¡Árbol danos el color!” Aquellos collares eran relucientes y les gustaban. Repentinamente todos empezaron a brillar con una luz cegadora . Todos los colores formaron un arcoirirs tan grande que cubría toda la selva.En aquel instante, el arcoíris parecía que se caía y… ¡Ya se veía todo con sus tonalidades de color y el Amazonas estaba limpísimo! Todo el hábitat les pareció preciosísimo , su flora y su fauna tan abundante que se dieron cuenta de la importancia de cuidar el medio ambiente. Vino el avión de vuelta a España y todos se subieron a él con pocas ganas. Los brasileños desfilaron en su honor por volver a traer el color a Brasil y a su ecosistema terrestre, la selva. En cuanto se instalaron en sus asientos todos gritaron :¡¡¡VIVA LA NATURALEZA!!! Sin duda había sido el mejor viaje que habían hecho en su vida , por el momento . Colorín reciclado este cuento se ha acabado. FIN