2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS UD.9 CONSECUENCIAS DE LOS INCENDIOS FORESTALESY RESTAURACION DE ZONAS INCENDIADAS 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS 1.- CONSECUENCIAS DE LOS INCENDIOS FORESTALES En la península Ibérica el fuego se ha presentado a lo largo de la historia como un elemento natural. Sin embargo, en las últimas décadas su recurrencia y magnitud están alterando profundamente los ecosistemas forestales. Aunque la acción del fuego afecta al ecosistema (suelo-vegetación-fauna), el efecto de la combustión más inmediato y de mayor envergadura es la destrucción de la vegetación, este es el componente del medio más vulnerable ante este tipo de perturbaciones y el mejor indicador del grado de afección del resto de componentes del ecosistema. La incidencia de los incendios forestales en los ecosistemas mediterráneos, como consecuencia del incremento del número de fuegos y de la superficie quemada, se ha convertido en uno de los problemas ambientales de mayor intensidad en las últimas décadas. Alteraciones en los suelos, en la vegetación y en la fauna, en los paisajes y en las actividades de la población constituyen las principales consecuencias del fuego. En los espacios quemados puede ser necesario realizar un proceso de restauración apoyado en un análisis del territorio, tanto de la parte del medio natural como de las personas que se encuentran en la zona, ya sea viviendo o realizando alguna actividad, como especialmente en la interrelación de ambos. El daño en la vegetación se produce tanto en la quema directa como en la deshidratación de los tejidos a causa de las elevadas temperaturas del fuego. El consiguiente debilitamiento de la vegetación, variable que según las circunstancias e individuos, suele traducirse en retraso del crecimiento y una mayor exposición a los ataques de hongos e insectos. En los ecosistemas mediterráneos, tras un incendio se desencadenan intensos mecanismos de rebrote/germinación de especies y semillas preexistentes que conllevan un rápido recubrimiento del suelo en algunas circunstancias. Desde el punto de vista de la erosión, la pérdida del dosel vegetal supone la alteración del ciclo hidrológico al modificarse las condiciones de evapotranspiración y la escorrentía y la infiltración. La disminución de la cubierta vegetal implica que la lluvia encuentre menos obstáculos en su trayectoria hacia el suelo, aumentando su energía cinética y, por consiguiente, su capacidad para destruir los agregados edáficos. La modificación de la estructura del suelo conlleva una disminución de la porosidad por la formación de costras, responsables de la falta infiltración de agua en el suelo y del aumento de la escorrentía superficial. El principal efecto ambiental de los incendios es la perdida de protección al suelo por destrucción de la vegetación. La erosión inmediata después de las lluvias es más intensa sobre todo en la cuenca mediterránea durante los meses de octubre y noviembre, es decir justamente en las épocas después de los incendios. Estos daños en el suelo y la vegetación dependen, entre otros factores, del manejo que se realice tras el incendio, de las condiciones previas, de la intensidad del fuego, de las precipitaciones posteriores, de la humedad, de la temperatura, etc. 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS Factor clave para entender la recuperación es, pues, el clima; en condiciones de estrés hídrico y escasa presencia de nutrientes la recuperación suele ser más lenta, mientras que en zonas húmedas, con suelos más potentes, los daños son menores. Otro efecto de los incendios, es la reducción de la materia orgánica. Las variaciones en las pérdidas de materia orgánica están en función de los niveles de intensidad del fuego. La combustión de la materia orgánica conlleva una importante liberación de nutrientes fácilmente disponibles para el crecimiento de las plantas, aunque estos nutrientes se suelen perder por escorrentía. Además, la pérdida de nutrientes provoca el consiguiente empobrecimiento del suelo que dificulta el desarrollo de la vegetación e interrumpe y ralentiza los procesos edafológicos. Las precipitaciones en los meses siguientes al incendio pueden provocar importantes problemas de crecidas en los cauces que drenan la zona, un incremento de los riesgos de erosión laminar y en regueros. 1.1 Efectos de los incendios forestales Efectos en la vegetación Destrucción de la parte aérea de la masa forestal. Cambios en la sucesión ecológica. Aumento de la probabilidad de plagas y enfermedades. Aparición de especies invasoras. Efectos en el suelo Procesos erosivos por la desaparición de la cobertura vegetal. Pérdida de nutrientes. Deterioro de las propiedades físico-químicas (alteraciones en el pH, etc.). Disminución de la permeabilidad y capacidad de infiltración y retención de agua. Destrucción de la microfauna asociada (bacterias y hongos). Efectos hidrológicos Aumento de la escorrentía superficial. Incremento del aporte de sedimentos a la red fluvial. Contaminación de las aguas. Alteración de la red hidrológica. 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS Efectos en la biodiversidad Destrucción o alteración del hábitat natural. Daños poblaciones/Pérdida de especies de flora y fauna silvestres. Muerte y desplazamientos de especies animales. Ruptura de la cadena alimentaria y alteración de la sucesión ecológica. Efectos en le paisaje Incremento del riesgo de desertificación. Fragmentación y/o destrucción de hábitats. Pérdida de los valores estéticos y recreativos. Efectos en el clima Emisiones de CO2 a la atmósfera. Incremento del efecto de la radiación solar. Disminución de captación de CO2 por la cobertura vegetal. Alteración del microclima. Disminución de la humedad ambiental. Reducción de la disponibilidad de oxígeno. Alteración en el régimen de viento. 1.3- Efectos en la comunidad vegetal La evolución de la vegetación tras el incendio, se caracteriza por la invasión de especies pioneras, que constituyen formaciones con escasa biodiversidad, inestables y poco favorables para la actividad biológica del suelo. Seguidamente se forman masas más uniformes, frecuentemente coetáneas y monoespecíficas en un único estrato dominante (brezales, jarales, retamares, pinares…). Paralelamente a la degradación de la vegetación existe otra del suelo, pudiendo llegar a la desertización. Los tipos de transformación más generales de la vegetación, según las frecuencias de los incendios son: 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS - Se pasa de estructuras complejas, bastante estables, dominada por varias especies arbóreas, a estructuras cada vez más simplificadas, de menos biomasa, menor talla y de ciclo de vida más corta. Por eso, después de un incendio aparecen formaciones herbáceas donde dominan las gramíneas favorecidas ante las leñosas, creando los prados. - La degradación da lugar a especies más pirófilas: Pinus pinaster invade zonas dominadas por otras pinos como Pinus sylvestris, Pinus nigra, en los matorrales de Cistus sp. Acaba dominando Cistus ladanifer, si persisten los incendios se sustituyen por especies herbáceas, gramíneas… - Las plantas responden al efecto del fuego y mediante el proceso evolutivo pueden llegar a formar resistencias a los efectos del fuego La corteza del alcornoque le permite sobrevivir al fuego. Otras plantas que tienen tejidos bajos en humedad, pueden regenerarse a través de raíces, cepas o bulbos; o incluso brotar de semillas cuando las condiciones son favorables. - Según la sensibilidad de las plantas a los efectos del fuego, según el momento en el que se produzca el incendio y la intensidad del mismo, la supervivencia y crecimiento de las plantas que rebrotan varía enormemente. 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS 2. RESTAURACION DE ZONAS INCENDIADAS En cualquier caso, la restauración es un proceso lento y que requiere una evaluación técnica, una definición clara de los objetivos y seguimiento a medio y largo plazo. 2.1 Claves ecológicas para la restauración de zonas incendiadas La restauración ecológica trata de devolver el ecosistema perturbado a un estado lo más parecido a su condición previa al fuego. Ello exige reparar el ecosistema degradado, reconstruyendo las estructuras y funciones perdidas. No se trata sólo de recuperar especies, sino de restaurar las interacciones y procesos ecológicos en los que dichas especies se relacionan entre sí y con el medio abiótico. La restauración ecológica, recuperación de componentes y funciones de ecosistemas degradados, se basa en principios y experiencias de la ecología, tales como la sucesión ecológica y, en especial, la sucesión secundaria, relacionada con la dinámica de ambientes que han sido desviados natural o artificialmente de la sucesión original o primaria. Una de las conclusiones más generalizadas del estudio de la evolución post-incendios es que, en el proceso de recuperación nunca se repite exactamente la trayectoria de la sucesión original previa a la perturbación. Las poblaciones de las distintas especies deben seguir su evolución en un escenario ecológico diferente y reajustándose a los factores ambientales. Por ello, es esencial en todo proyecto de restauración ecológica definir con suficiente claridad los objetivos y hacer un seguimiento de los resultados para comprobar su 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS cumplimiento, reajustando las actuaciones y objetivos si es necesario. Aún con esto no se debe esperar que un proyecto de restauración ambiental transcurra sin problemas. Frente a las clásicas actuaciones cerradas y ceñidas a un proyecto de obras, la solución pasa por establecer varias fases en cierta manera independientes, a modo de proyectos concatenados que abarquen los distintos estadios de realización del proyecto. 2.2 Restauración de zonas incendiadas Los Planes de Restauración de Zonas Incendiadas deben tener como propósito primordial devolver a los ecosistemas dañados por el fuego la estructura y el funcionamiento que tenían antes de su degradación, también puede plantearse en algunos casos un cambio sustancial creando un ecosistema distinto al original tratando además de hacerlos más resistentes a posibles futuras perturbaciones. Para ello, estos Planes deben contemplar tres tipos de medidas, a efectuar en diferentes fases, en función de las características y necesidades del ecosistema alterado y de los objetivos que persiga la restauración. Hasta la fecha, lo frecuente en España es que la mayor parte de las partidas presupuestarias dedicadas a la restauración de zonas incendiadas se destine a las medidas de emergencia, acaparando la atención mediática y relegando a un segundo plano las actuaciones de restauración propiamente dichas. Si realmente se pretende ser efectivos en la lucha contra el fuego, es preciso saber si los actuales modelos de gestión forestal contribuyen a que en el futuro estas masas forestales vuelvan a arder, o no. Para ello, es fundamental analizar la relación que había entre la causa del incendio, la vegetación existente antes del fuego y el modelo de gestión que se aplicaba en el territorio. Sólo de esta manera pueden diseñarse Planes de Restauración que contribuyan a la recuperación de masas forestales que ayuden a prevenir los incendios forestales. A continuación se definen los criterios que deben contemplar los Planes de Restauración de Zonas Incendiadas, así como una serie de recomendaciones para cada una de las medidas 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS propuestas, con el fin de que dichos Planes estén adaptados a las características del incendio y del ecosistema afectado. Esto no significa que en todo proyecto de restauración tengan necesariamente que ejecutarse todas las actuaciones aquí contempladas. Por ejemplo, las repoblaciones o siembras deberán efectuarse en aquellos casos en los que la regeneración natural sea improbable o demasiado lenta para los objetivos propuestos y, especialmente, cuando el hecho de no intervenir pueda conducir a un aumento de la degradación, especialmente de los recursos básicos como el suelo. Una restauración integral o total sólo se consigue tras un período de tiempo en ocasiones considerable, debiendo las actuaciones ir acompañadas de una campaña de información, comunicación y educación ambiental para que la sociedad comprenda las razones de las mismas. Los tiempos deben ser respetados, supeditando las actuaciones realizadas a corto plazo a los objetivos finales. Se trata de recuperar calidad, diversidad y funcionalidad a nivel ecológico, genético y paisajístico; para ello, las labores de restauración necesitan muchas veces de trabajos manuales mantenidos en el tiempo, más que de maquinaria pesada. El inicio de la sucesión primaria en terrenos muy degradados pasa por mejorar las propiedades del suelo que permitan un posterior establecimiento de la cubierta vegetal. Igualmente, la recuperación de la vegetación característica de los bosques y matorrales mediterráneos está íntimamente asociada a la actividad de los animales mutualistas (aves y mamíferos) que dispersan las semillas de la mayoría de las especies leñosas. También se puede determinar qué tipo de actividad humana es compatible o no con una determinada etapa del proyecto. 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS Por ejemplo, la presión ganadera sobre la vegetación leñosa debe ser muy baja cuando dicha vegetación aparece en forma de plántulas, juveniles y rebrotes de leñosas; pero esa misma formación vegetal admite una carga ganadera más elevada cuando las copas sobrepasan determinada altura que las libre del bocado del ungulado. Tan necesaria como una buena planificación temporal de las actuaciones son las labores de seguimiento y control durante y después de la restauración, comparando los resultados obtenidos con otros ecosistemas naturales de referencia. Ello requiere marcos temporales de seguimiento superiores a los 5-10 años. 2.3 Etapas de la restauración Actuaciones de emergencia Las actuaciones de emergencia son todas aquellas acciones encaminadas a evitar o minimizar a corto plazo el riesgo de procesos erosivos, plagas y daños a infraestructuras y personas. El principal recurso a conservar a través de las medidas de emergencia debe ser el suelo. Después de la extinción del incendio, procede realizar un diagnóstico de la situación creada y decidir si la intervención en el área quemada será necesaria para paliar los efectos negativos del fuego, acelerar la recuperación del sistema hasta su situación inicial, o instalar una nueva especie, o si, por el contrario, no se requiere ninguna acción. En ese proceso pesa en gran medida la evaluación del riesgo de pérdidas del suelo de suficiente entidad. Se da preferencia al suelo por ser el componente más primario y esencial del ecosistema, del que dependen en gran medida su estructura, funcionalidad y capacidad de prestación de servicios, y por tratarse 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS de un recurso no renovable, en términos de la duración de la vida humana. En ese sentido, será preciso: 1. Evaluar el impacto del fuego en las cuencas quemadas. 2. Decidir si es necesario llevar a cabo medidas para reducir el riesgo hidrológico-erosivo postincendio. 3. En su caso, priorizar esas acciones, esto es, cuándo, dónde y qué tipo de acciones resultan más convenientes realizar. Medidas para recuperar la masa forestal Una vez ejecutadas las medidas de emergencia y tras observar la capacidad de regeneración natural de la zona afectada, es cuando procede establecer las acciones a llevar a cabo con el propósito de recuperar la masa forestal y la funcionalidad del ecosistema. Las acciones de rehabilitación tienen lugar en un plazo todavía bastante corto tras el fuego. Pretenden, básicamente, acelerar la reparación de las funciones del sistema dañado. 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS De uno a tres años después del incendio, es posible tener ya certeza sobre si la regeneración natural se ha producido, si la siembra realizada ha sido efectiva o si el recepado acometido está cumpliendo su cometido. Es el momento de plantearse qué especie o especies pueden implantarse, si se desea un cambio de las preexistentes, y producirse las primeras intervenciones selvícolas de apoyo a las especies forestales regeneradas por semilla, si la regeneración se ha producido satisfactoriamente, ya que el recepado de las especies arbóreas rebrotadoras se habrá abordado en los primeros meses post-fuego. - Resalveos Seleccionar los brotes de cepa más vigorosos de las especies rebrotadoras, para favorecer el desarrollo del monte hacia estructuras más maduras (portes arbustivos y arbolados). Los brotes seleccionados serán a su vez podados ligeramente. - Podas Cortar las ramas enfermas o muertas de los individuos afectados favorece la mejora sanitaria de la masa residual tras el incendio. Esta actuación debe hacerse con la máxima sensibilidad, pues los individuos debilitados acusan las podas de forma importante. 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS - Desbroces selectivos Desbrozar de forma selectiva y manualmente las especies de matorral heliófilo o las herbáceas, que puedan asfixiar por competencia al regenerado de arbolado o matorral. Con carácter general, la conservación del suelo favorece la regeneración natural; sin embargo, en ocasiones es necesario desbrozar alrededor de los brotes de las especies que interese favorecer. - Preparación del terreno Minimizar los trabajos mecanizados para la preparación del terreno, con el fin de evitar impactos negativos sobre los frágiles suelos quemados. Evitar la eliminación de las terrazas usadas en repoblaciones forestales de mediados del siglo pasado, máxime si dicha eliminación se realiza siguiendo la línea de máxima pendiente, o en zonas donde aparece regenerado natural. Evitar el destoconado con maquinaria pesada, en el caso de que se opte por una sustitución de especies, eucalipto por ejemplo, dado el impacto negativo que produce sobre el suelo remover elevados volúmenes de tierra y eliminar la capacidad de fijar suelo que el sistema radical realiza, aún no tratándose de una especie autóctona. Se recomienda optar por la aplicación de herbicidas sistémicos. Trazar microcuencas para incrementar la disponibilidad de agua a los plantones. Esta técnica consiste en la realización de pequeñas canalizaciones con regueros laterales que aumentan la superficie de captación de agua. De esta forma, además de dirigir el flujo de agua hacia los plantones, disminuye la energía cinética generada en la ladera. Esta técnica no produce impactos negativos sobre el suelo y tiene una vida útil de aproximadamente diez años. 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS - Repoblación Acometer la repoblación en aquellos rodales en los que la regeneración natural no ha sido óptima, bien por defecto en cantidad, bien porque las especies que regeneraron no son las más apropiadas. Fijar el objetivo de la repoblación en cada rodal: incrementar la densidad de especies presentes (densificación) o potenciar la diversidad con especies distintas a las existentes (enriquecimiento). Seleccionar las especies, en función del objetivo de la repoblación y de la compatibilidad con las características del suelo tras las llamas, y definir la densidad inicial de la plantación, en función de la afección que presente la masa. Evitar las plantaciones monoespecíficas, en beneficio de masas mixtas autóctonas potenciales de la zona, que favorezcan la biodiversidad y la regeneración del paisaje. - Siembras Promover siembras manuales, tanto en zonas donde la introducción de maquinaria para la preparación del terreno sea cuestionable, bien por las condiciones del suelo, bien por la aparición de regenerado natural que pueda ser dañado, como en áreas en las que el coste de las plantaciones manuales hagan a éstas viables desde el punto de vista económico. 2º CGM – TÉCNICO EN APROVECHAMIENTO Y CONSERVACIÓN DEL MEDIO NATURAL PREVENCIÓN DE INCENDIOS Medidas de mantenimiento, evaluación y seguimiento El seguimiento y evaluación del proyecto deben considerarse etapas indispensables para valorar el éxito del mismo y son de gran utilidad para extraer conclusiones sobre la respuesta de los ecosistemas forestales ante las intervenciones llevadas a cabo. La evaluación continua permite, además, cuantificar la eficacia de las estrategias diseñadas y la eficiencia de las inversiones efectuadas. Además, de cara al futuro, contribuye a reducir el grado de incertidumbre en la respuesta de los ecosistemas forestales incendiados ante las intervenciones, creándose gradualmente una base experimental que reduce la subjetividad del diseño y mejora el conocimiento científico de la restauración de zonas incendiadas De las conclusiones del seguimiento y evaluación dependerán las labores de mantenimiento y consolidación de la vegetación y del ecosistema que surja después del incendio, pudiendo ser necesario un cambio de estrategia y de objetivos según los resultados de las anteriores fases. A partir de este momento el mantenimiento y los aprovechamientos de la zona serán los mismos que los de las zonas que no han sufrido un incendio.