Agustina Ramírez Considerada una heroina por la muerte de su esposo y 12 hijos durante la Guerra de Reforma. Fue abandonada por los gobiernos local y federal. (1813-1879) Su nombre completo es Anna Agustina de Jesús Ramírez Heredia. Nació en la villa de Mocorito, Sinaloa, el primero de septiembre de 1813. Hija del soldado José Margarito Ramírez y de María Romana Heredia, indígenas poblanos avecindados en Mocorito. Eustaquio Buelna primero, y después Antonio Nakayama, intentaron reconstruir la vida de esta heroína sinaloense partiendo de copias certificadas de la fe de bautismo y del acta de defunción, así como de cartas y artículos escritos por el general Ramón Corona, el historiador Francisco Javier Gaxiola, el escritor y periodista José Ferrel, el poeta Alejandro Hernández Tyler, el historiador Héctor R. Olea y de Laureana Wright de Kleinhans. Agustina era alta, delgada, morena oscura, de rostro adusto y marcadamente indígena. Fue bautizada el 3 de septiembre de 1813, y justo por su fe de bautismo se pudo saber que tenía una hermana gemela de nombre María Cesaria de Jesús. Fueron bautizadas por el licenciado Francisco de Orrantia, cura de Mocorito. Su esposo, el soldado Severiano Rodríguez, murió en tiempos de la Guerra de Reforma, en un hecho de armas ocurrido en la loma de Mazatlán, el 3 de abril de 1859, cuando las fuerzas liberales tomaron el puerto, mientras que en la defensa de las instituciones liberales y republicanas 12 de sus 13 hijos murieron entre los años 1863 y 1866, en los combates sostenidos durante la intervención francesa en Sinaloa. Por haber entregado al servicio de la República prácticamente a toda su familia, el historiador mocoritense Eustaquio Buelna se refiere a ella como la heroína más grande de México. Después de las muertes sucesivas de los integrantes de su familia, Agustina Ramírez vivió en Mazatlán sumida en la pobreza extrema y trabajó ocasionalmente como servidora doméstica; nunca aprendió a leer ni a escribir. Sus últimos días los pasó en el olvido y sola, asistida por la caridad pública. Agustina Ramírez murió de fiebre en Mazatlán la mañana del 14 de febrero de 1879, en una casa ubicada en la manzana 28 del Cuartel Segundo, calle del Arsenal. Sus restos mortales fueron depositados en la fosa común del panteón civil de Mazatlán. Antes, el 15 de octubre de 1868, en Mazatlán, sede de los poderes del Estado, el Congreso local acordó entregarle una pensión mensual de $30.00 por los servicios que prestó su finado esposo y 12 hijos muertos en campaña. El Congreso la consideró entonces, en sesión solemne, una mujer ejemplar. Doña Agustina sólo disfrutó de la pensión hasta el año de 1869 debido a una omisión del Congreso del Estado que ya no incluyó en el Presupuesto dicho premio económico. Se le entregó a cambio una "recompensa" de mil pesos, y ya después no recibió nada. Luz Mendoza de Rodríguez, nuera de doña Agustina, publicó una carta en el periódico "El Pacífico" de Mazatlán, que nunca se le pagó dicha pensión. El Gobierno del Estado promovió entonces que fuera la Federación quien se hiciera cargo del caso, por considerar a Agustina Ramírez una heroina que brindó con la vida de su familia un servicio a la nación. Una vez recibidos los mil pesos en una sola entrega, intentó solicitarle al Congreso del Estado que se le reconsiderara la pensión, y fue el general Domingo Rubí, quien decidió ayudarla solicitándole una pensión ante el Congreso de la Unión, respaldado por certificados que le expidieron el general Ramón Corona, el coronel Francisco Miranda y don Francisco Sepúlveda, quien era visitador de las aduanas marítimas. Aún así, ha quedado probado que Agustina jamás recibió pensión alguna del Gobierno federal, pese a que fue aprobada por el Congreso de la Unión por la cantidad de 150 pesos mensuales, sin descuento alguno. Los hijos que Agustina perdió en acciones de guerra contra los franceses se llamaban: Librado, Francisco, José María, Manuel, Victorio, Antonio, Apolonio, Juan, José, Juan Bautista,Jesús y Francisco Segundo. En reconocimiento póstumo, fue declarada Benemérita de Sinaloa y su nombre estáinscrito en el Salón de Sesiones del Congreso del Estado. La XLII Legislatura, a iniciativa del gobernador del Estado,general Gabriel Leyva Velázquez, expidió el decreto número 240, fechado el 26 de noviembre de 1958 y se publicó en el número 141 del Periódico Oficial “El Estado de Sinaloa” el 4 de diciembre de 1958. En 1961, en ocasión del 82 aniversario de su muerte, el mismo gobernador Gabriel Leyva, inauguró un monumento a la memoria de esta madre ejemplar, mismo que está ubicado en la confluencia de las calles de Bravo y Madero de la ciudad de Culiacán. El discurso oficial correspondió a don Antonio Nakayama. Cada año, en recuerdo de esta mujer, se otorga el Premio Estatal al Mérito Social “Agustina Ramírez”, a las mujeres sinaloenses que sobresalen por sus servicios a la comunidad, sin olvidar que calles y escuelas públicas llevan su nombre. Eusebio Rodríguez, fue el único de 13 hijos que le sobrevivió a Agustina Ramírez de los combates armados contra los franceses, y curiosamente, al igual que su madre, también murió de fiebre a causa de una insolació Juan Alberto López Leyva