Abenuz Celestial: Mi vida se pasa entre torpezas y siluetas rotas sin cesar, sin cambiar y cuando he creído ver la luz, una luz brillante, pura, libre de tinieblas, resulta ser terrenal, normal, no ideal sino celestial y como tal, intangible e irreal. Cuánto me da la vida y cuánto me arrebata también, ella no piensa en mi, sólo piensa en su devenir sin detenerse, sin pensar y tu pasas con ella. Tanta belleza que hay en ti, tanta pureza que encontré, pero tantos tontos pliegues sin abrir, sin descubrir. ¿Qué más voy a encontrar en ti? ¿Qué sorpresas tienes para mí? ¿Cuántos pliegues quedaran sin descubrir? Torpeza siniestra, soy consciente de ella, pero mi cadencioso paso burlón no me deja pensar en témpano, sólo me dejo llevar por fulgores inciertos, suaves y cálidos del alma. Incierto ébano, no me turbes, no te vayas. O déjame durmiendo y aléjate sin que mi piel lo evidencie. Inova