TAREA I: LA CARIDAD POLÍTICA COMO COMPROMISO DE LA EDUCACIÓN PERUANA Estimado (a) estudiante, por favor realice las siguientes tareas que a continuación se presentan, trate de ser ORIGINAL en sus ideas, BREVE y CONCISO. Evite el “copia y pega” y de ser necesario haga las citaciones correspondientes. No dude en plasmar sus propias ideas e iniciativas. 1. Lea con atención el siguiente texto sugerido. 2. Luego de haber realizado la lectura, RESPONDA LA SIGUIENTE PREGUNTA REDACTANDO UN DOCUMENTO EN FORMATO PDF: ¿Cómo podemos, desde la educación peruana (YA SEA LA EDUCACIÓN BÁSICA REGULAR O LA EDUCACIÓN SUPERIOR), formar ciudadanos para una “caridad política”? 3. Debes subir el artículo en esta plataforma virtual en el enlace correspondiente. Por favor cumple con las fechas programadas. 4. Es muy importante que tengas en cuenta la lista de cotejo para que puedas desarrollar el trabajo de forma más precisa. 5. Lista de cotejo para calificar tu organizador visual: Criterios para evaluar Puntaje SI NO Las ideas están organizadas de forma coherente. 5 0 Las ideas guardan coherencia con lo trabajado en las sesiones. 5 0 Las ideas son originales y evita el plagio (copia y pega). 10 0 La urgencia de una CARIDAD ADECUADA a nuestro tiempo: LA CARIDAD POLÍTICA. Testigos de la Caridad en la Verdad. En esto voy a valerme de la autoridad del Papa Benedicto XVI. Creo que nadie ha formulado más claro esta exigencia actual de la Caridad. Nadie lo ha dicho con tanta contundencia. En el número 7 de Caritas in Veritate nos dice: “Desear el Bien Común y esforzarse por él es exigencia de justicia y caridad” (7). CARIDAD POLÍTICA: “Se ama al prójimo tanto más eficazmente, cuanto más se trabaja por un bien común que responda también a sus necesidades reales”. Todo cristiano está llamado a esta caridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la polis. Esta es la vía institucional- también política, podríamos decir- de la caridad, no menos cualificada e incisiva de lo que pueda ser la caridad que encuentra directamente al prójimo fuera de las mediaciones institucionales de la polis. El COMPROMISO POR EL BIEN COMÚN, CUANDO ESTÁ INSPIRADO POR LA CARIDAD, TIENE UNA VALENCIA SUPERIOR AL COMPROMISO MERAMENTE SECULAR Y POLÍTICO”. El laico no puede prescindir, ni por razón histórica ni por razón de su fe, de la dimensión institucional de su vida y del mundo. Esta dimensión no es externa a él sino que forma parte de si mismo. Y, por lo tanto, su Caridad debe abarcar necesariamente esta dimensión no como algo añadido, o superpuesto o alienante, sino como algo consustancial a la Caridad. En descubrir esta dimensión nos jugamos demasiado, es decir, se juegan demasiado los más pobres. Resulta del todo acientífico y del todo irracional que ante la realidad de hambre, de dolor, de sinsentido, de explotación y esclavitud,… que ante esta Cultura de la Muerte, no nos preguntemos el porqué, las causas de esta continua sucesión de hechos. Está claro que Benedicto XVI y todos los Papas no nos están diciendo que nuestra razón quede anulada, que renunciemos a buscar la verdad con la razón. Está claro que detrás de los hechos se ponen de manifiesto la existencia no de “intenciones subjetivas” o “voluntades personales” sino de auténticos “mecanismos” y “estructuras de pecado”. En estos términos se expresaba Juan Pablo II en la Sollicitudo Res Socialis. Escuchamos con frecuencia a muchos laicos muy comprometidos con su fe maldecir el paro de sus hijos, familiares o vecinos y proponerles como remedio “orar con mucha confianza para que Dios haga el milagro de que encuentren un trabajo”. Pero esta actitud manifiesta una mentalidad individualista impropia de un proceso histórico en dónde viene madurando una conciencia social desde hace más de siglo y medio. Desde luego que el Señor ha puesto generosamente en la Tierra los bienes necesarios para que no le falte a nadie el pan. Desde luego que necesitamos los bienes sobrenaturales de la Oración y los Sacramentos. Pero los necesitamos para no desfallecer en nuestra misión de consagrar el mundo a Dios, para vivir, EN MEDIO DEL MUNDO, sin ser del mundo. Tomado del artículo “La función del laico en la sociedad actual” de Carlos Martínez Cerezal. Recuperado en: http://auladsi.net/la-funcion-del-laico-en-la-sociedadactual)