COLEGIO DE ESTUDIOS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS DEL ESTADO DE MICHOACÁN PLANTEL PURÚANDIRO REPORTE DE LECTURA "RETRATO OVAL" MAESTRA: CARMEN CASTILLO ALUMNA: JOSELINE RAMIREZ IBARRA GRUPO: 202-B Con “El retrato oval”, Poe vuelve a recurrir al uso del narrador no fiable para generar ambigüedad sobre el sentido final del relato a partir de su presentación en primera persona de los acontecimientos. Sin embargo, lo que diferencia a este relato del resto de los seleccionados es el procedimiento de la estructura narrativa del relato marco -en el que se presenta al narrador, herido y delirando, que se inmiscuye en el castillo- y el relato principal o enmarcado -la historia del pintor obsesionado por el arte y su esposa, la joven doncella-. En cuanto al procedimiento del narrador no fiable, su presencia aquí es similar a la del protagonista de “Ligeia”. En este sentido, basta con que este personaje menciona el estado de delirio al que lo indujeron sus heridas cuando ingresó al castillo, para que todo lo que narra luego pueda ser puesto en duda. Es así que el carácter sobrenatural que percibe en “la expresión, propia de una persona viva” (610) que tiene la pintura del retrato, podría recibir dos interpretaciones: que efectivamente haya un alma habitando el cuadro o, por el contrario, que la expresión sea producto del delirio: la imaginación de su mente en estado enfermo. De esta manera, la ambigüedad que presenta este relato pondrá en relieve el tema de la locura o de lo sobrenatural según el punto de vista que elijamos adoptar. Ahora bien, más allá de esta ambigüedad interpretativa, podemos asegurar que una de las cuestiones más problematizadas en este cuento es el antagonismo entre la belleza de la vida -encarnada en la hermosa joven- y la belleza del arte representada a través del cuadro-. En este sentido, Poe presenta el tema de la oposición entre el arte y la vida -retomado en múltiples ocasiones a lo largo de la historia del arte- a partir de la duplicación de la joven doncella en el retrato ovalado. No en vano se dice que el pintor “ya había hallado a su novia en el Arte”, y que la joven “solo aborrecía al Arte, que era su rival” (610). El uso de la mayúscula en el sustantivo, en este punto, eleva la categoría de la palabra a la del nombre propio: es una personificación. Tal como desarrollamos en el sección “Temas”, la cuestión del doble se relaciona también con el tópico de la muerte de una mujer hermosa, el tema más poético del mundo según el propio Poe. Sin embargo, y pese a las similitudes que puedan presentar, lejos está la protagonista de esta historia de parecerse a la mujeres de “Morella” y “Ligeia”. En este sentido, mientras que estas se caracterizan por ser poseedoras de una belleza oscura y misteriosa y de sabiduría y erudición, la protagonista de “El retrato oval” es pura alegría e ingenuidad, “toda luz y sonrisas”, y se caracteriza por ser “humilde y dócil” (610). Esta última característica, de hecho, invierte por completo la dinámica de los matrimonios de “Morella” y “Ligeia”, en la que son los protagonistas masculinos los que presentan una personalidad dócil y pasiva. A su vez, la presencia del doble se vincula también con lo sobrenatural en tanto implica el tema de la transmigración del alma y su permanencia después de la muerte. Esta característica vuelve a presentar similitudes con las tramas presentes en “Ligeia” y en“Morella”. Sin embargo, mientras que en estos cuentos la transmigración se realiza en forma deliberada hacia otros cuerpos humanos, en “El retrato oval” se produce hacia un objeto inanimado, como lo es la pintura, y sin que la joven doncella lo decida. Hay, en este punto, un carácter vampírico en este acontecimiento sobrenatural, ya que el cuadro consume la energía vital de la doncella mientras su esposo la pinta sin notar “que los colores que desparramaba sobre la tela provenían de las mejillas de la que estaba sentada frente a él” (611). En contraposición a la extraordinaria belleza y bondad de esta protagonista, su marido, el pintor, se encuentra poco caracterizado físicamente. Sabemos que es austero, estudioso y apasionado por el arte, aunque no demuestre la misma pasión por su bella esposa. De hecho, el volumen donde el narrador lee la historia del retrato oval maldice “la hora en que la joven vio al pintor, se enamoró y se casó con él”. Si tenemos en cuenta, además, que la mujer de esta historia es muy joven, casi una niña, y “retozona como un cervatillo” (610), la caracterización negativa de su esposo bordea la pederastía. Más aún, es posible considerar el hecho de que someta a su esposa a permanecer encerrada mientras la retrata como una forma de violencia misógina. Por último, cabe señalar algunos elementos en relación a la construcción visual del relato: al comienzo de la historia, el narrador en primera comenta haber ingresado al castillo para resguardarse luego de haber sido herido. A primera vista, aunque las circunstancias de su ingreso no parecen ser relevantes para la comprensión de los hechos principales, sí cumplen una función, más allá de la de proporcionar un marco para la introducción de la historia: le permiten a Poe crear una atmósfera de misterio proclive para el efecto sobrenatural y estremecedor final del relato.