Introducción Desde la aparición del homo sapiens en la prehistoria los roles del hombre y de la mujer han sido distintos. Hoy, existe mucha más variedad con respecto a la labor de un hombre y una mujer en la sociedad. Sin embargo, persiste el pensamiento de que hay trabajos y tareas que son exclusivamente para hombres y para mujeres, por lo general excluyendo a la mujer de labores que involucren lo intelectual designándolas a responsabilidades domésticas y a actividades que se caractericen por lo emocional y la belleza. Principalmente esto ocurre ya que toda la vida se ha dicho que lo femenino, que la mujer es sinónimo de belleza y que tiene que ser de agrado del hombre. Esta cosificación de la mujer ha ocasionado que la mayoría de mujeres en el mundo no estén conformes con su apariencia física ya que no son como aquellas que se utilizan para la publicidad, las cuales son mujeres ficticias. Por otra parte, con este pensamiento generalizado de la sociedad actual se intenta afirmar y consolidar que el varón es quien se ocupa de lo relacionado al trabajo físico, intelectual y remunerado. Y de forma más general, en el siguiente ensayo se analizará de qué manera los estereotipos de género y la cosificación de la mujer afectan negativamente tanto a mujeres como a hombres en la sociedad actual. La cosificación de la mujer y el sexismo generalizado en la sociedad actual oprime a las mujeres, las subordina y les niega en muchas ocasiones la opción de escoger su camino. En ocasiones mediante mecanismos discretos, otras veces de forma violenta. A lo largo de la historia se ha pensado que las mujeres tienen menor capacidad que los hombres para dirigir, tomar decisiones, ser líderes e incluso buenas empresarias. A pesar de que esto se ha demostrado que no es así, no se ha podido erradicar ese pensamiento retrógrado de la sociedad incluso en la actualidad. En el Ecuador actualmente las mujeres corresponden al 41% de la población empleada. Por lo tanto, si casi la mitad de la población empleada corresponde a las mujeres, ¿por qué seguir pensando que las mujeres son menos capaces, o que no pueden dedicarse a labores como las que cualquier hombre puede realizar? La respuesta es el sexismo que a su vez también se relaciona con la sociedad machista del Ecuador. Incluso a pesar de que el 56% de títulos universitarios registrados en el Ecuador en 2020 corresponden a mujeres, se sigue pensando y predisponiendo a la mujer a labores del hogar o de la belleza, cuando queda demostrado que la mujer ecuatoriana puede, quiere y está aportando mucho más al Ecuador.