Subido por alexis.lozano

Ensayo Comunicación UDLA

Anuncio
Introducción
Desde la aparición del homo sapiens en la prehistoria los roles del hombre y de la mujer han
sido distintos. Hoy, existe mucha más variedad con respecto a la labor de un hombre y una
mujer en la sociedad. Sin embargo, persiste el pensamiento de que hay trabajos y tareas
que son exclusivamente para hombres y para mujeres, por lo general excluyendo a la mujer
de labores que involucren lo intelectual designándolas a responsabilidades domésticas y a
actividades que se caractericen por lo emocional y la belleza. Principalmente esto ocurre ya
que toda la vida se ha dicho que lo femenino, que la mujer es sinónimo de belleza y que
tiene que ser de agrado del hombre. Esta cosificación de la mujer ha ocasionado que la
mayoría de mujeres en el mundo no estén conformes con su apariencia física ya que no son
como aquellas que se utilizan para la publicidad, las cuales son mujeres ficticias. Por otra
parte, con este pensamiento generalizado de la sociedad actual se intenta afirmar y
consolidar que el varón es quien se ocupa de lo relacionado al trabajo físico, intelectual y
remunerado. Y de forma más general, en el siguiente ensayo se analizará de qué manera
los estereotipos de género y la cosificación de la mujer afectan negativamente tanto a
mujeres como a hombres en la sociedad actual.
La cosificación de la mujer y el sexismo generalizado en la sociedad actual oprime a las
mujeres, las subordina y les niega en muchas ocasiones la opción de escoger su camino. En
ocasiones mediante mecanismos discretos, otras veces de forma violenta. A lo largo de la
historia se ha pensado que las mujeres tienen menor capacidad que los hombres para
dirigir, tomar decisiones, ser líderes e incluso buenas empresarias. A pesar de que esto se
ha demostrado que no es así, no se ha podido erradicar ese pensamiento retrógrado de la
sociedad incluso en la actualidad. En el Ecuador actualmente las mujeres corresponden al
41% de la población empleada. Por lo tanto, si casi la mitad de la población empleada
corresponde a las mujeres, ¿por qué seguir pensando que las mujeres son menos capaces,
o que no pueden dedicarse a labores como las que cualquier hombre puede realizar? La
respuesta es el sexismo que a su vez también se relaciona con la sociedad machista del
Ecuador. Incluso a pesar de que el 56% de títulos universitarios registrados en el Ecuador
en 2020 corresponden a mujeres, se sigue pensando y predisponiendo a la mujer a labores
del hogar o de la belleza, cuando queda demostrado que la mujer ecuatoriana puede, quiere
y está aportando mucho más al Ecuador.
Descargar