ARISTOTELES Primeros años Aristóteles nació en 384 a. C. o 383 a. C., durante el primer año de la olimpiada XCIX,1011121314 en la ciudad de Estagira, la actual Stavros, (razón por la cual se lo apodó el Estagirita), no lejos del actual Monte Athos, en la península Calcídica, entonces perteneciente al Reino de Macedonia (actual región de Macedonia de Grecia). Su padre, Nicómaco, pertenecía a la corporación de los asclepiadeos, es decir, que profesaba la medicina, y fue médico del rey Amintas III de Macedonia, hecho que explica su relación con la corte real de Macedonia, que tendría una importante influencia en su vida; y su madre, Festis, era oriunda de Calcis y también estaba vinculada a los asclepiadeos. En la época del rey Arquelao I de Macedonia, al ser su padre médico del rey Amintas III de Macedonia, ambos residieron en Pella, y Aristóteles no pudo permanecer mucho tiempo en aquel lugar ya que sus padres murieron cuando él era aún muy joven, y se trasladó probablemente a Atarneo. En 367 a. C., cuando Aristóteles tenía 17 años, su padre murió, y se hizo cargo de él su tutor Proxeno de Atarneo, que lo envió a Atenas, por entonces un importante centro intelectual del mundo griego, para que estudiase en la Academia de Platón. Allí permaneció por veinte años. Periodo en la Academia Para completar la educación de Aristóteles, Proxeno lo envió a Atenas para inscribirle a la Academia, habiéndose extendido ya su fama y la de Platón por el mundo griego. Aristóteles conoció a Platón cuando tenía 17 años de edad, y permaneció en la Academia desde el 367 o 366 a. C. hasta el 347 o 346 a. C., justo con el momento en el que coincide el segundo viaje que realiza Platón a Sicilia. Debido a que Aristóteles acudió a la Academia durante su periodo de máximo esplendor, pudo desarrollarse de forma adecuada. Eudoxo ejerció la primera influencia decisiva sobre Aristóteles, ya que puedo ejercer su influencia en la exigencia «salvar los fenómenos», lo que es lo mismo, «hallar un principio que explicase los hechos conservando intacto su modo genuino de presentarse». El propio Platón le llamaba «el lector» debido a su afán de formase mediante escritos en lugar de hacerlo de forma oral (como se hacía en la Academia). Debido a que las ideas filosóficas de Eudoxo diferían con la filosofía platónica y concluían en aporías, Aristóteles hizo caso omiso de las mismas, pero sí se relacionó con Espeusipo, Filipo de Opunte, Erasto y Corisco. Tanto Espeusipo como Filipo de Opunte fueron escolarcas de la Academia, Heraclides Póntico la rigió cuando Platón realizó su tercer viaje a Sicilia, Filipo publicó la obra Leyes, y Erasto y Corisco asociaron sus nombres con Aristóteles. Durante este periodo de juventud escribió varios diálogos y el Protréptico, una exhortación a la filosofía muy popular dirigida al público general. Ninguna de estas obras se ha podido conservar salvo algunas en fragmentos.[cita requerida] Aristóteles probablemente participó en los Misterios eleusinos, escribiendo sobre ellos: "La experiencia es aprender" (παθείν μαθεĩν). Formación de su filosofía Tras la muerte de Platón en 347 a. C., Aristóteles dejó Atenas. La historia tradicional registra que Aristóteles partió por su decepción a que la dirección de la Academia pasara al sobrino de Platón, Espeusipo, aunque esto es improbable, pues un macedonio no podía heredar bienes atenienses. Es posible que temiera los sentimientos contra los macedonios en Atenas en ese momento y se fue antes de la muerte de Platón. Aristóteles viajó a Atarneo y a Aso, en Asia Menor, donde vivió aproximadamente tres años bajo la protección de su amigo y antiguo compañero de la Academia, Hermias, quien era gobernador de la ciudad. Cuando Hermias fue asesinado, Aristóteles viajó a la ciudad de Mitilene, en la isla de Lesbos, donde permaneció dos años. Allí continuó con sus investigaciones junto a Teofrasto, nativo de Lesbos, enfocándose en zoología y biología marina.16 Además se casó con Pitias de Aso, la sobrina de Hermias, con quien tuvo una hija del mismo nombre. Alejandro Magno y el Liceo En 343 a. C., el rey Filipo II de Macedonia convocó a Aristóteles para que fuera tutor de su hijo de 13 años, que más tarde sería conocido como Alejandro Magno, en la localidad de Mieza. Aristóteles viajó entonces a Pella, por entonces la capital del imperio macedonio, y enseñó a Alejandro durante, al menos, dos años, hasta que inició su carrera militar. Durante el tiempo de Aristóteles en la corte macedonia, dio lecciones también a otros dos reyes futuros: Ptolomeo y Casandro. En 335 a. C., Aristóteles regresó a Atenas y fundó su propia escuela, el Liceo (llamado así por estar situado dentro de un recinto dedicado al dios Apolo Licio). A diferencia de la Academia, el Liceo no era una escuela privada y muchas de las clases eran públicas y gratuitas. A lo largo de su vida Aristóteles reunió una vasta biblioteca y una cantidad de seguidores e investigadores, conocidos como los peripatéticos (de περιπατητικός, 'itinerantes', llamados así por la costumbre que tenían de discutir caminando). La mayoría de los trabajos de Aristóteles que se conservan son de este período. Escribió muchos diálogos, de los cuales solo han sobrevivido fragmentos. Los trabajos que han sobrevivido están en forma de tratado y no fueron, en su mayor parte, destinados a una publicación.[cita requerida] Durante este período, la esposa de Aristóteles, Pitias, murió y desarrolló una nueva relación con Herpilis, se cree que como él, nativa de Estagira. Aunque algunos suponen que no era más que su esclava; otros deducen de las últimas voluntades de Aristóteles que era una mujer libre y probablemente su esposa en el momento de su muerte. En cualquier caso, tuvieron hijos juntos, incluyendo un hijo, Nicómaco, que nombra como padre a Aristóteles y a quien dedicó su Ética a Nicómaco. Aunque poco se sabe de su aspecto físico, Aristóteles fue descrito como calvo, de piernas cortas, ojos pequeños, balbuciente, elegante al vestir y sobre la base sus propias opiniones, su falta de hábitos ascéticos. Era un hombre práctico y un observador cuidadoso. De mente alta y buen corazón, dedicado a sus seres queridos y justo con sus rivales. Diógenes Laercio declaró que tenía inclinación a la burla y cita algunas expresiones que testimonian su fácil ingenio. Muerte Cuando Alejandro murió en 323 a. C., es probable que Atenas se volviera un lugar incómodo para los macedonios, especialmente para quienes tenían las conexiones de Aristóteles. Según se cuenta, declaró que "no veía razón para dejar que Atenas pecara dos veces contra la filosofía" (clara alusión a la condena de Sócrates). Aristóteles dejó Atenas y se estableció a Calcis, en la isla de Eubea, donde murió extrañamente al año siguiente a la edad de 61 o 62 años, en 322 a. C., por una enfermedad de los órganos digestivos. Su testamento fue conservado por Diógenes Laercio. En mayo de 2016, durante el congreso internacional "Aristóteles, 2.400 años" celebrado en la Universidad de Salónica, Konstantinos Sismanidis, director de las excavaciones en la ciudad de Estagira, dio a conocer las conclusiones de su equipo de arqueólogos sobre un edificio descubierto en 1996 y ahora reestudiado a la luz de dos manuscritos que hacen alusión al traslado posterior de las cenizas del filósofo, en una urna de bronce, a su ciudad natal. Según ellos, el edificio, hallado en el interior de una fortaleza bizantina posterior, "no puede ser otra cosa que el mausoleo de Aristóteles", aunque aclararon que "no tenemos pruebas, pero sí indicios muy fuertes que rozan la certeza". PLATON Nacimiento y familia Platón nació hacia el año 427 a. C. en Atenas o en la isla de Egina, en el seno de una familia aristocrática ateniense. Era hijo de Aristón, quien se decía descendiente de Codro, el último de los reyes de Atenas, y de Perictione, cuya familia estaba emparentada con Solón. Era hermano menor de Glaucón y de Adimanto, hermano mayor de Potone (madre de Espeusipo, su futuro discípulo y sucesor en la dirección de la Academia) y medio-hermano de Antifonte (pues Perictione, luego de la muerte de Aristón, se casó con Pirilampes y tuvo un quinto hijo). Critias y Cármides, miembros de la dictadura oligárquica de los Treinta Tiranos, que usurpó el poder en Atenas después de la guerra del Peloponeso, eran, respectivamente, tío y primo de Platón por parte de su madre. En consonancia con su origen, Platón fue un acérrimo anti-demócrata (véanse sus escritos políticos: República, Político, Leyes); con todo, ello no le impidió rechazar las violentas acciones que habían cometido sus parientes oligárquicos y rehusar participar en su gobierno. Nombre El nombre de Platón fue, al parecer, el apodo que le puso su profesor de gimnasia y que se traduce como aquel que tiene anchas espaldas, según recoge Diógenes Laercio en Vida de los filósofos ilustres. Su nombre verdadero fue Aristocles. Educación Espeusipo, sobrino de Platón, elogia la rapidez mental y la modestia que tuvo de niño, así como su amor por el estudio En su juventud se habría interesado por artes como la pintura, la poesía y el drama; de hecho, se conserva un conjunto de epigramas que suelen ser aceptados como auténticos, y la tradición refiere que había escrito o tenía interés en escribir tragedias, afán que habría abandonado al comenzar a frecuentar a Sócrates —nótense las duras críticas que Platón hace de las artes en República—, fundamentando su parcial expulsión del Estado ideal. También, según se ve en su teoría educativa, siempre se interesó por la gimnasia y los ejercicios corporales, y ciertas fuentes refieren que se habría dedicado a las prácticas atléticas; habría participado asimismo de algunas batallas de la guerra del Peloponeso y de la guerra de Corinto, pero no hay información al respecto más que simples menciones del caso. En cuanto a su formación intelectual temprana, Aristóteles refiere que, antes de conocer a Sócrates, Platón había tratado con el heraclíteo Crátilo y sus ideas de que todo lo sensible está en devenir y, por tanto, de que no es posible el conocimiento científico acerca de ello; pero que luego, influido por Sócrates y su enseñanza e insistencia en inquirir y definir qué es cada cosa para poder hablar de ella con propiedad, se convenció de que había realidades cognoscibles y, por tanto, permanentes, y decidió que no eran sensibles —el ámbito de lo que siempre deviene y nunca es— sino de naturaleza inteligible. Este es, según Aristóteles, el origen de la teoría de las Ideas, y su información nos permite reconstruir algo del itinerario biográfico-intelectual de Platón. Según Diógenes Laercio, Platón conoció a Sócrates a la edad de 20 años, aunque el historiador W. K. C. Guthrie se muestra convencido de que ya lo frecuentaba con anterioridad. De cualquier modo, puede acordarse en que el primer encuentro se produjo entre el 412 y el 407 (es decir, entre los quince y los veinte años de Platón). A partir de allí, fue uno de los miembros más cercanos del círculo socrático hasta que en 399, Sócrates, que contaba unos setenta años, fue condenado a la pena de muerte por el tribunal popular ateniense, acusado por los ciudadanos Ánito y Meleto de "impiedad" (es decir, de no creer en los dioses o de ofenderlos) y de "corromper a la juventud". La Apología nos muestra a Sócrates frente al tribunal, ensayando su defensa y acusando a sus opositores de la injusticia que estaban cometiendo contra él; luego de ser declarado culpable, Sócrates menciona a un grupo de amigos que están en la tribuna, entre ellos Platón. Sin embargo, Platón mismo hace que Fedón diga, en el diálogo que lleva su nombre y al referir a Equécrates la tarde última de Sócrates con sus amigos antes de beber la cicuta, que "Platón estaba enfermo, creo". A propósito de su ausencia, W. K. C. escribe: "Juzgarlo de forma desfavorable por ello sería injusto, ya que no solo debemos esa circunstancia a Platón mismo, sino que el conjunto del Fedón, por no decir nada de otros diálogos, deja fuera de toda duda la indudable realidad y la fuerza de su devoción a Sócrates. Sus sentimientos pudieron haber sido tan intensos que no fuera capaz de soportar el espectáculo de ser testigo de la muerte real del mejor, el más sabio y el más justo de los hombres que conoció". Luego de la pérdida de Sócrates, Platón, que tenía solo veintiocho años, se retiró con algunos otros de los discípulos de su maestro a Megara, Sicilia, a la casa de Euclides (socrático, fundador de la escuela megárica). De allí habría viajado a Cirene, donde se reunió con el matemático Teodoro (personificado en el Teeteto) y con Arisitipo (socrático también, fundador de la escuela cirenaica) y a Egipto, aunque estos dos últimos viajes son puestos en duda por muchos especialistas. Se tienen por más seguros, en cambio, los viajes a Italia y a Sicilia, no solo porque hay más testimonios, sino por la decisiva Carta VII, sobre la base de la cual se reconstruye el resto de sus travesías. En su viaje a Italia habría tenido contacto con eléatas y pitagóricos, dos de las principales influencias que acusan sus obras, en especial con Filolao, Eurito y Arquitas de Tarento, quien era, a la vez, político y filósofo en su polis. En el 387 a. C. viajó por primera vez a Sicilia, a la poderosa ciudad de Siracusa, gobernada por el tirano Dionisio; allí conoció a Dión, el cuñado de Dionisio, por quien se sintió poderosamente atraído y al que transmitió las doctrinas socráticas acerca de la virtud y del placer. Según un relato tradicional, al final de su visita, Platón habría sido vendido como esclavo por orden de Dionisio y rescatado por el cirenaico Anníceris en Egina, polis que estaba en guerra con Atenas Academia y vejez A la vuelta de Sicilia, se estima que al poco tiempo, Platón compró una finca en las afueras de Atenas, en un emplazamiento dedicado al héroe Academo, y fundó allí la Academia, que funcionó como tal ininterrumpidamente hasta el año 86 a.C. al ser destruida por los romanos, siendo restituida y continuada por los platónicos hasta que en el 529 d.C. fue cerrada definitivamente por Justiniano I, quien veía en las escuelas paganas una amenaza para el cristianismo y ordenó su erradicación completa. Numerosos filósofos se formaron en esta milenaria Academia, incluyendo el mismo Aristóteles durante la dirección de Platón, junto a quien trabajó alrededor de veinte años, hasta la muerte de su maestro. Vale la pena recordar cierta descripción de W. K. C. respecto de la Academia: «... No se parece en nada a ninguna institución moderna (...) Los paralelos más cercanos son probablemente nuestras antiguas universidades (...) con las características que han heredado del mundo medieval, en particular sus conexiones religiosas y el ideal de la vida en común (...) La santidad del lugar era grande, y se celebraban otros cultos allí, incluidos los de la misma Atenea. Para formar una sociedad que tuviera su tierra y sus locales propios, como hizo Platón, parece que era un requisito legal el registrarla como thíasos, es decir, como asociación de culto dedicada al servicio de alguna divinidad. Platón eligió a las Musas, que ejercían el patronazgo de la educación (...) Las comidas en común eran famosas por su combinación de alimentos sanos y moderados con una conversación que valía la pena recordar y anotar. Se cuenta que un invitado dijo que los que habían cenado con Platón se sentían bien al día siguiente». En la Academia, que no aceptaba personas sin conocimientos matemáticos previos, se impartían enseñanzas sobre distintas ciencias (aritmética, geometría, astronomía, armonía, puede que también ciencias naturales) a modo de preparación para la dialéctica, el método propio de la inquisición filosófica, la actividad principal de la institución; asimismo, también era principal actividad, en consonancia con lo expresado en República, la formación de los filósofos en política, de modo que fueran capaces de legislar, asesorar e incluso gobernar (se sabe de varios platónicos que, luego de estudiar en la Academia, se dedicaron efectivamente a estas actividades). Platón también recibió influencias de otros filósofos, como Pitágoras, cuyas nociones de armonía numérica y geomatemáticas se hacen eco en la noción de Platón sobre las Formas; también Anaxágoras, quien enseñó a Sócrates y que afirmaba que la inteligencia o la razón penetra o llena todo; y Parménides, que argüía acerca de la unidad de todas las cosas y quien influyó sobre el concepto de Platón acerca del alma. Platón murió en el 347 a. C., a los 80/81 años de edad, dedicándose en sus últimos años de vida a impartir enseñanzas en la academia de su ciudad natal. THOMAS HOBBES Hobbes fue un personaje controvertido en su época, aunque su pensamiento haya sido después muy influyente; tal vez era demasiado moderno para su época y demasiado conservador para las siguientes; de hecho en 1666 se quemaron sus libros en Inglaterra por haber sido considerado ateo y tras su muerte se volvieron a quemar públicamente. En vida tuvo que batallar sin tregua contra dos grandes enemigos: la Iglesia de Inglaterra y la Universidad de Oxford. Su pensamiento se formó en estrecho contacto con los círculos europeos de René Descartes, Pierre Gassendi y Galileo Galilei, no solo desde Inglaterra, a través del cenáculo intelectual reunido por la familia Cavendish, de la que fue preceptor en varias ocasiones, sino directamente por medio de sus largos viajes por Francia, Italia y Alemania. Las guerras civiles entre parlamentarios puritanos y realistas le hicieron refugiarse en París en 1640 y, vuelto a su país once años después, su defensa de un poder fuerte monárquico y conservador le valió una pensión del rey Carlos II de Inglaterra. Juventud y educación Thomas Hobbes nació en Westport, ahora parte de Malmesbury (Wiltshire), el 5 de abril de 1588. Fue un bebé prematuro; su nacimiento habría sido suscitado cuando su madre oyó hablar de una inminente invasión de la Gran Armada española, llamada también Invencible. Por eso Hobbes afirmó más tarde, explicando su propio origen: «Mi madre dio a luz gemelos: yo mismo y el miedo». Hay pocos datos sobre su niñez; se ignora incluso el nombre de su madre. Su padre Thomas era vicario de Charlton y de Westport, pero al verse involucrado en una pelea con el clero local se vio obligado, para evitar males mayores, a abandonar Londres sin su familia, formada por su mujer y sus tres hijos, que quedó al cuidado del tío paterno del filósofo, Francis Hobbes, varios años mayor, ya que este disponía de medios suficientes al ser un rico comerciante sin familia. Así pues, desde los cuatro años se educó en Westport y luego en Malmesbury, desde donde pasó a la escuela privada de Robert Latimer, un graduado en Oxford. Ante la precocidad intelectual que mostraba el muchacho (a los seis años aprendió latín y griego, y desde los ocho a los catorce trabajó en poner en verso latino la Medea de Eurípides), alrededor de 1603, con solo quince años, marchó al colegio Magdalen Hall de Oxford, precursor del Hertford College, dirigido por el puritano John Wilkinson. En la universidad de Oxford Hobbes se sintió poco atraído por el aprendizaje escolástico, y prefirió hacer lecturas según su criterio y fuera del programa; por ello estuvo un breve lapso en la marina y no completó el grado de bachiller en Artes hasta 1608; sin embargo, su talento no pasaba desapercibido y fue recomendado como tutor para el hijo de William Cavendish, barón de Hardwick y más tarde conde de Devonshire, también llamado William, por su profesor en el Magdalen, sir James Hussey. Con esto comenzó su larga relación vital con esta familia. Hobbes se hizo amigo de su pupilo William, y ambos fueron juntos en un grand Tour por Francia, Italia y Alemania en 1608 y 1610. En el continente Hobbes asimiló los métodos científicos y críticos europeos y desde entonces desdeñó el escolasticismo que había aprendido de mala gana en Oxford, aunque en ese momento su interés principal era el estudio y análisis de los clásicos grecolatinos y en especial su gran traducción de la Historia de la guerra del Peloponeso de Tucídides; esta edición apareció el año de la muerte de su alumno y amigo (1628) y fue la primera traducción directa del griego al inglés, trabajo difícil incluso para un experto. También se cree que tres de los discursos incluidos en Horae subsecivae, observations and discurses (1620) son de este periodo. Aunque se asoció con figuras literarias como el dramaturgo Ben Jonson y trabajó brevemente como amanuense del filósofo empírico y canciller Francis Bacon, introductor del género ensayístico en Inglaterra, no extendió sus esfuerzos a la filosofía hasta después de 1629. Su patrón Cavendish, entonces conde de Devonshire, había fallecido víctima de la peste en junio de 1628 y se vio sin trabajo al ser despedido por la condesa viuda. Sin embargo sus buenas referencias como tutor le aseguraron seguir en el mismo oficio y tomó como pupilo a Gervase Clifton, hijo del honorable baronet del mismo nombre. Para ello tuvo que desplazarse a París, pero de nuevo fue contratado por la familia Cavendish en 1631 como tutor de William Cavendish, hijo mayor de su alumno anterior. Y fue entonces, durante los siguientes siete años, cuando despertó definitivamente su interés por la filosofía. Visitó Florencia en 1636 y luego participó en las disputas de los descreídos pirrónicos libertinos en París, mantenido por el matemático y filósofo Marin Mersenne. Este le abrió las puertas de los salones parisinos y le animó a publicar sus descubrimientos en psicología y física. Hobbes describe en una autobiografía hasta qué punto ardía en él la vocación filosófica, su estado de meditación incesante, "en barca, en coche, a caballo"; es en este momento de su vida cuando concibe que el principio de su física será el conatus o movimiento, la única realidad que genera cosas naturales. Porque le pareció que este principio era capaz de fundar incluso ciencias humanas como la psicología, la moral y la política. En París El primer interés de Hobbes fue estudiar la física del movimiento, pese a lo cual desdeñó el trabajo experimental. Empezó entonces a concebir un sistema filosófico mecanicista y materialista al cual dedicaría toda su vida. Primero elaboró separadamente una doctrina ordenada sobre los cuerpos, que mostraba cómo los fenómenos físicos eran universalmente explicables en términos de movimiento. Luego extrajo al hombre del reino de la naturaleza y, en otro tratado distinto, mostró qué movimientos corporales específicos estaban involucrados en la producción de los fenómenos particulares de la sensación, conocimiento, afectos y pasiones mediante los cuales el hombre, movido principalmente por el temor y el deseo, entra en relación con otros hombres iguales en una guerra de todos contra todos. Finalmente, consideró cómo los hombres se sintieron movidos a entrar desde ese hostil estado natural en una sociedad artificial, otorgando el monopolio de la violencia a una autoridad superior, y argumentó cómo esto debía ser regulado con un contrato social si los hombres no querían volver a caer en «brutalidad y miseria». Por lo tanto, propuso unir los fenómenos separados del Cuerpo, el Hombre y el Estado. Hobbes volvió a Inglaterra en 1637, cuando el país estaba revuelto por el desacuerdo entre parlamentarios y rey. Sin embargo, hacia 1642 ya había escrito un breve tratado llamado Elementos de ley natural y política que no fue publicado y solo circuló manuscrito entre sus conocidos. Con todo, una versión pirateada se publicó diez años más tarde. Aunque parece que gran parte de los Elementos de ley natural y política fue compuesta antes de la sesión del Parlamento Corto, hay partes polémicas de este trabajo que claramente muestran su posición en la creciente crisis política. Pese a todo, la gran mayoría de los elementos del pensamiento político de Hobbes apenas se modificaron entre sus Elementos de ley natural y `política y su Leviathan, lo que demuestra que los eventos de la Guerra civil inglesa tuvieron poco efecto en su doctrina contractual. Sin embargo, los argumentos de Leviathan fueron modificados al tratar sobre la necesidad de consentimiento para crear obligaciones políticas. A saber, Hobbes escribió en The Elements of Law que los reinos patrimoniales no estaban necesariamente formados por el consentimiento de los gobernados, mientras que en Leviathan argumentaba que sí lo estaban. Esto quizá reflejaba la opinión de Hobbes sobre la controversia del acuerdo o su reacción a los tratados publicados por sir Robert Filmer y otros entre 1640 y 1651. Cuando en noviembre de 1640 el Parlamento Largo sucedió al Corto, Hobbes sintió que estaba en peligro por la circulación de su tratado y huyó a París, sin regresar en once años. En París, se reincorporó al cenáculo de Mersenne y escribió una crítica a las Meditaciones de René Descartes que se imprimió como la tercera entre las Objeciones adjuntas, obteniendo Respuesta de Descartes en 1641. Un conjunto diferente de observaciones sobre otros trabajos de Descartes se difundieron solo tras concluir su correspondencia mutua. Hobbes también amplió sus propios trabajos con una tercera sección, De cive, que se terminó en noviembre de 1641. Aunque inicialmente solo circuló en forma privada, fue bien recibida e incluyó argumentos repetidos una década más tarde en su Leviathan. Luego volvió a revisar las dos primeras secciones de su trabajo y apenas publicó salvo un breve tratado de óptica (Tractatus opticus) incluido en la colección de tratados científicos publicados por Mersenne como Cogitata physicomathematica en 1644. Se había ganado una buena reputación en los círculos filosóficos y en 1645 fue elegido junto a Descartes, Gilles de Roberval y otros para arbitrar la controversia entre John Pell y Longomontanus sobre el problema de la cuadratura del círculo. Guerra civil inglesa Estallada al fin la Guerra civil inglesa en 1642, y en vías de derrota la causa realista a mediados de 1644, los partidarios del rey Carlos empezaron a exiliarse a Europa. Muchos fueron a París y Hobbes pudo así tratarlos. Esto revitalizó las esperanzas políticas de Hobbes y su De Cive se volvió a publicar distribuido en una esfera más amplia. La imprenta elzeviriana de Ámsterdam de Samuel de Sorvière publicó en 1646 este trabajo con un nuevo "Prefacio" y algunas notas nuevas para responder a las objeciones. En 1647, Hobbes tomó el puesto de instructor matemático del joven Carlos, Príncipe de Gales, que había llegado desde Jersey en julio. En este puesto estuvo hasta que en 1648 Carlos fue a Holanda. Rodeado de realistas exiliados Hobbes compuso su Leviathan, donde exponía su teoría del gobierno civil en relación con la crisis política obra de la guerra. Hobbes comparó al Estado con el monstruo bíblico Leviatán, compuesto de hombres y creado bajo la presión de las necesidades humanas, pero disuelto por la guerra civil suscitada por las pasiones humanas. El trabajo se cerró con una «Revisión y conclusión» general, en respuesta a la guerra, que respondió a la pregunta: ¿Tiene un sujeto el derecho de cambiar de lealtad cuando el poder de un antiguo soberano para protegerlo se pierde irrevocablemente? Durante los años de la composición de Leviathan, Hobbes permaneció en París o en sus cercanías. En 1647, sin embargo, una enfermedad grave casi acaba con él y lo tuvo incapacitado durante medio año. Al recuperarse reanudó sus trabajos y completó la obra hacia 1650. Mientras tanto se estaba traducciendo el de De Cive; los eruditos no se ponen de acuerdo en si fue el propio Hobbes el que lo tradujo. En 1650, se publicó una edición pirateada de The Elements of Law natural and Politic. Se dividió en dos volúmenes pequeños. En 1651, la traducción del latín al inglés del De Cive se publicó bajo el título Philosophicall Rudiments concerniente al gobierno y la sociedad. Mientras tanto, se produjo la impresión de la obra mayor, y finalmente apareció a mediados de 1651, titulada Leviatán, o la Materia, Forma y Poder de una riqueza común, eclesiástica y civil. Tenía el famoso grabado de la página del título que representaba a un gigante coronado por encima de la cintura que se elevaba por encima de colinas que dominaban un paisaje, sosteniendo una espada y un báculo y formado por diminutas figuras humanas. El trabajo tuvo un impacto inmediato. Pronto, Hobbes fue más elogiado y censurado que cualquier otro pensador de su tiempo. El primer efecto de su publicación fue romper su vínculo con los realistas exiliados, que bien podrían haberlo matado. El espíritu secularista de su libro enfureció enormemente tanto a los anglicanos como a los católicos franceses. Hobbes apeló al gobierno inglés revolucionario para su protección y huyó a Londres en el invierno de 1651. Después de su sumisión al Consejo de Estado, se le permitió sumergirse en la vida privada en Fetter Lane. Madurez en Inglaterra En 1658, Hobbes publicó la sección final de su sistema filosófico, completando el esquema que había planeado más de 20 años antes. De Homine consistió en su mayor parte en una elaborada teoría de la visión. El resto del tratado se ocupó de forma somera de algunos de los temas más tratados en Human Nature y Leviathan. Además de publicar algunos textos polémicos en matemáticas y física, Hobbes también continuó produciendo trabajos filosóficos. Desde el momento de la Restauración, adquirió una nueva prominencia. El «hobbismo» se convirtió en sinónimo de todo lo que una sociedad respetable debería denunciar. El joven rey, el antiguo alumno de Hobbes, ahora Carlos II, recordó a Hobbes y lo llamó a la corte para concederle una considerable pensión de 100 £. El rey fue importante para proteger a Hobbes cuando, en 1666, la Cámara de los Comunes presentó un proyecto de ley contra el ateísmo y la profanación. Ese mismo año, el 17 de octubre de 1666, se ordenó que el comité al que se remitió el proyecto de ley «debería estar facultado para recibir información tocante a libros como el ateísmo, la blasfemia y la profanación [...] en particular [...] el libro de El Sr. Hobbes llamado Leviatán». Hobbes estaba aterrorizado ante la perspectiva de ser etiquetado como un hereje, y procedió a quemar algunos de sus documentos comprometedores. Al mismo tiempo, examinó el estado real de la ley de la herejía. Los resultados de su investigación se anunciaron por primera vez en tres Diálogos cortos agregados como Apéndice a su traducción latina de Leviathan, publicada en Ámsterdam en 1668. En este apéndice, Hobbes pretendía mostrar que, dado que el Tribunal Superior de la Comisión había sido sofocado, no había ningún tribunal de herejía en absoluto al que fuera susceptible de recurrir, y que nada podía ser una herejía, excepto oponerse al Credo de Nicea, lo cual, sostuvo, el Leviatán no hacía. La única consecuencia del proyecto de ley fue que Hobbes nunca más podría publicar nada en Inglaterra sobre temas relacionados con la conducta humana. La edición de 1668 de sus obras fue impresa en Ámsterdam porque no pudo obtener la licencia del censor para su publicación en Inglaterra. Otros escritos no se hicieron públicos hasta después de su muerte, incluyendo Behemoth: la Historia de las Causas de las Guerras Civiles de Inglaterra y de los Consejos y Artificios por los cuales se llevaron a cabo desde el año 1640 hasta el año 1662. Por algún tiempo, Hobbes ni siquiera pudo responder, independientemente de lo que intentaran sus enemigos. A pesar de esto, su reputación en el extranjero era formidable, y los extranjeros nobles o cultos que llegaron a Inglaterra nunca olvidaron presentar sus respetos al viejo filósofo. Sus trabajos finales fueron una autobiografía en verso latino en 1672, y una traducción de cuatro libros de la Odisea en rimas inglesas, que condujeron a una traducción completa de la Ilíada en 1673 y la Odisea en 1675. Muerte En octubre de 1679, Hobbes sufrió un trastorno de la vejiga y luego un ataque de parálisis, de la que murió el 4 de diciembre de 1679, a los 91 años. Se dice que sus últimas palabras fueron: «Un gran salto en la oscuridad», pronunciado en sus momentos finales de consciencia. Su cuerpo fue enterrado en la iglesia de San Juan Bautista de Ault Hucknall (Derbyshire).