Desde que en la antigua Grecia se realizasen pruebas de fuerza, resistencia y velocidad hasta las actuales olimpiadas, estas han sufrido ciertas modificaciones, entre las cuales, principalmente, se encuentran el fomento de la deportividad, la superación y el juego limpio. Estos valores han hecho necesario que los JJOO (Juegos Olímpicos) necesiten una imagen acorde con sus fines, y no hay nada más importante en la “imagen” que una marca que nos defina, en lo que a los JJOO se refiere, su logotipo. (Logotipo de los juegos*) Este logotipo fue creado por el pedagogo e historiador Pierre de Coubertin, usando como inspiración el isotipo de la “Unión francesa de Sociedades de Deportes Atléticos”. Esta imagen consistía en 2 círculos entrelazados, lo que sirvió de pretexto para simbolizar con el isotipo de los JJOO la unión de los 5 continentes. Pero lo que a nosotros nos interesa es la evolución de las distintas imágenes que se han utilizado a lo largo de los eventos que se han ido sucediendo, por norma general, cada cuatro años. Hay que decir que durante las primeras 7 ediciones, es decir, las de 1896, 1900, 1904, 1908, 1912, 1916 (aunque suspendidos por la 1ª Guerra Mundial) y 1920, la imagen de los JJOO En este trabajo analizaremos características meramente técnicas, ya que el que una imagen quede “estéticamente bien” o sea “bonita” es una observación personal y por tanto subjetiva. Sin más preámbulo ni dilación, damos comienzo a los análisis de cada uno de los logotipos de los JJOO modernos. Olimpiadas de París (1924) Primer año en el que se podría decir que los JJOO tuvieron una identidad gráfica definida, después de toda la cartelería de las anteriores celebraciones. La carabela, es probable que haga referencia al escudo de París, en el cuál aparece un barco muy parecido. La estética del logotipo es algo “rudimentaria”, ya que es una imagen de línea, pero la repetición de líneas le da una fuerza difícil de conseguir de otra manera. Es un diseño basado en la técnica de nivelación, lo que hace que adquiera poca tensión pero gran estabilidad. Al ser en blanco y negro no capta la atención por el color precisamente, sino por su ausencia. Olimpiadas de Ámsterdam (1926) En Ámsterdam 1926 todavía no se había establecido la idea de añadir logotipo a las olimpiadas, por lo que se optó por una tipografía semi-vanguardista sin mucho detalle. Al igual que cuatro años atrás, el color no fue un elemento determinante. Olimpiadas de Los Ángeles (1932) Por primera vez se añade el color que en este caso, y cómo es natural, es representado con las típicas “barras y estrellas” americanas. A esto se le añade el isotipo olímpico, aunque deformado para integrarlo mejor, unas ramas de laurel y una tipografía de inspiración clásica, de algún modo bordeando los aros olímpicos. En el diseño podemos considerar que existen dos direcciones de diseño: La descrita por el escudo trasero y las barras rojas, y la de los aros olímpicos. Esto puede ser influencia de la escuela de la Bauhaus, la cuál ya tenía mucha influencia sobre cualquier diseño, y este es el primero en el que parece que se “diseña” un isotipo para una olimpiaad concreta. Es un diseño muy estable por sus diagonales, bien estructurado por su ortogonalidad, agrupación y simetría. Olimpiadas de Berlín (1936) De nuevo volvemos a las imágenes de línea de las primeras ediciones. Este logotipo fue creado en pleno nazismo, en Alemania, por lo que se pretendía dar una imagen de poder a los países participantes, de ahí la figura del águila, además de residir en la Puerta de Brandenburgo. La campana, al parecer, no tiene ninguna connotación, ya que no estaba pensada en un principio. Las líneas curvas no representan la fuerza que el diseñador tenía pensado ya que en su inicio esta imagen debía ser más ortogonal, aun así el ave da un aspecto de cierta realeza. Olimpiadas de Londres (1948) Después de la 2ª Guerra Mundial se reanudó la realización de JJOO, esta vez le tocaba a Londres. No hay mucho que decir ya que se trata de otra imagen de línea con el icónico Big Ben de la ciudad. Se añaden, como se venía haciendo, los aros olímpicos en imagen lineal y una tipografía acorde con la estética, he aquí la novedad, ovalada. Olimpiadas de Helsinki (1952) Se hace un gran avance al completar todo el isotipo en un solo color. El logotipo contra de una imagen en blanco del estadio olímpico de Helsinki, construido para la ocasión. El diseño denota mucha solidez con su diseño rectangular, aunque también la pierde al aparecer en vertical. El color mate de fondo y el blanco son representativos del país (azul y blanco de la bandera de Finlandia). Olimpiadas de Melbourne (1956) Continuando con el legado fijado por Helsinki, el monocromatismo se impone en este isotipo. Se opta por un diseño semi-elíptico con la silueta de Australia bajo la antorcha olímpica y con ramas de laurel a los lados. Un diseño algo inestable por la inexactitud de la forma, es decir, no es ni un rectángulo redondeado ni una elipse como tal, lo que crea algo de conflicto inconsciente. También se podría interpretar que la imagen tiene forma de estadio olímpico. Olimpiadas de Roma (1960) Se representa a una loba (Luperca), la cuál se supone que amamantó a los hermanos fundadores de la ciudad de Roma (Rómulo y Remo). Es una pequeña alusión a la antigua época clásica, cuando los JJOO fueron creados en la antigua Grecia. Se vuelve a la imagen en blanco y negro, pero esta vez no se trata de una imagen de línea, ya que hay escala de grises. Más que un diseño es un dibujo, por lo que no hay muchos patrones objetivos que analizar salvo la base donde se sostiene, que emula por los lados las “bocas” de las vasijas antiguas. Olimpiadas de Tokio (1964) Por primera vez se recurre a los degradados de color para la creación del isotipo. Se podría hablar del inicio del diseño como tal en la imagotipia olímpica. El punctum claramente diferenciado ofrece un aspecto diferenciador, además de tener un buen equilibrio dada su disposición estructural. Olimpiadas de México (1968) Se optó por una tipografía basada en el estilo indio americano. A pesar de que el diseño está muy elaborado, a primera vista no parece muy laborioso. No hay elementos estructurales, pero la integración del isotipo olímpico en el número 68 está muy lograda y muy bien pensada, con el único inconveniente del cruce entre aros y las demás líneas de los números. Olimpiadas de Munich (1972) De nuevo acudimos a otro gran paso en el diseño en los JJOO. Se pretende con él aludir a los destellos de luz provocados al prender la llama olímpica, además de evocar otros conceptos como la frescura, el espíritu de los juegos, la generosidad, etc. Su diseño espiral y sus líneas rectas dentro de esta inspiran una fuerza difícil de expresar. Técnicamente es un gran diseño. Olimpiadas de Montreal (1976) Posee los colores de Canadá (blanco y rojo) y utiliza el isotipo olímpico para recrear una similitud con la bandera canadiense (una hoja de arce). Es un diseño simple pero conseguido. Apenas tiene elementos pero sabe aprovechar cada uno de los que utiliza. Olimpiadas de Moscú (1980) El diseño alude al Kremlin de Moscú. De color rojo, remarcando el comunismo ruso, con una estrella en la “cumbre”. Estructuralmente evoca exactamente lo que pretende: magnificencia, orden, un símil de la ascensión a la gloria. Olimpiadas de Los Ángeles (1984) Se acude a un estilo fresco, enérgico y libre en contraposición del anterior diseño (por razones políticas al parecer). La movilidad que inspira responde a lo que es el deporte y por tanto connota bien. Las 3 estrellas, intuyo que son por ser los XXIII JJOO modernos, y los colores de estas son debidos al cromatismo dominante americano. Olimpiadas de Seúl (1988) Se toma el patrón tradicional del “sam taeguk”, una imagen similar a un yingyang de 3 fuerzas. Representa la unión de todas las naciones en un punto de encuentro (Corea del sur), de ahí el centro espiral. Los colores responden al cromatismo nacional. Olimpiadas de Barcelona (1992) Basándose en la herencia artística de la ciudad, una estética de pintores vanguardistas, se hace necesario un logotipo irregular. Se centra en representar la figura del deportista por primera vez en la historia de los JJOO. Representa el Mediterráneo, la hospitalidad ibérica y el dinamismo. Olimpiadas de Atlanta (1996) Se trata de un rectángulo vertical en el que parecen hallarse unas llamas (la antorcha olímpica) que concluye en estrellas (tradicional en América, sobre todo en los EEUU). Pretende revivir en cierto modo una estética clásica por los colores que usa y las formas que posee, pero los colores son demasiado vivos y el logotipo parece demasiado industrial para conseguirlo, aunque el diseño está perfectamente realizado. Olimpiadas de Sydney (2000) Se pretende dar un aspecto artesanal a los trazados, dotados de pequeñas deformaciones y presentados con unos colores similares a los de Barcelona ’92. Pretende simbolizar la cultura australiana imitando 3 bumerang como piernas y brazos y la estela de la llama olímpica con un color azul, tan presente en Australia como el mismo mar. Olimpiadas de Atenas (2004) Un diseño con una fuerza espectacular. Representa la corona de laurel de los campeones de la antigua Grecia (país anfitrión). Los colores pertenecen a la bandera Griega, pero se juega con tal gama de azules que resulta, a juicio propio, espectacular. Es un diseño muy estable, cuadrático, sólido tanto en color con forma, icónico, representativo, etc. Olimpiadas de Beijing (2008) Imita la estética de los sellos de la antigua China. A pesar de que imita la figura humana, se asemeja a un ideograma chino que quiere decir: “Capital (京)”. El color rojo de nuevo viene de la idea de los colores nacionales chinos, el rojo y el blanco en su minoría. Olimpiadas de Londres (2012) Se entiende como un punto de ruptura con la estética que se había seguido en las últimas ediciones (tan centrada en la figura antropomórfica). Rompe en todo, ya que utiliza unos colores innovadores, representativos de la era que corre, y la forma de la tipografía pretende asemejarse a la estética del graffiti, y por tanto a lo moderno y lo actual.