1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN En la actualidad el interés por parte de los ciudadanos ha incrementado debido a que cada vez hay más información accesible sobre temas ambientales en diversos medios e incluso en diversas instituciones educativas (Páramo, 2017), que a través del proceso de aprendizaje el estudiante va adquiriendo nuevos conocimientos. Así mismo, la educación ambiental se ha caracterizado por tendencias filosóficas ligadas al pragmatismo, cuyas hipótesis requieren una práctica efectiva y exitosa en el menor tiempo posible. Esto aporta al espacio educativo donde buscar y recuperar el momento de la reflexión y discusión de los importantes temas sociales y ambientales que nos afectan actualmente (Cantú-Martínez, 2014). En otras palabras, la educación ambiental en general debe promover un cambio de actitud, la participación responsable en la gestión ambiental de la sociedad y tomar las medidas adecuadas a favor del medio ambiente. Sin embargo, la educación tradicional no tiene el efecto de cambiar actitudes y comportamientos en el entorno social. Para ello es necesario descubrir las características que modifican las dimensiones de la educación ambiental y modifican las actitudes y comportamientos de grupos específicos, identificarlos y orientarlos hacia comportamientos formativos (Castillo, 2010). En este marco, la enseñanza ambiental conlleva a la formación integral, puesto que la interdisciplinariedad que concierne la primera posibilita establecer al estudiante dentro de los escenarios sobre los cuales va a hacer uso de los instrumentos que ha adquirido durante sus años de escolaridad, en ámbitos formales y no formales (Blas, Alessandra, & Huarcaya, 2020), cuyos comportamientos y reacciones eco-responsables están contenidos en el entorno sociocultural en el que se crean. Combina puntos ambientales y educativos para revelar las oportunidades que ofrecen los programas sociales y la experiencia interuniversitaria. Arroja dudas sobre el mal uso de recursos y prácticas que causan problemas ambientales. Similar a una encuesta de respuesta entendible y completa (Carhuaz & Lorenzo, 2020). La mayoría de los estudiantes reconocen la importancia del cuidado del ambiente, mientras que un porcentaje mínimo lo cree innecesario. De aquí surge la necesidad de una buena y eficaz enseñanza (Díaz & Oliva, 2015). Sin embargo, en los colegios no se imparte la educación ambiental, porque se cree que los estudiantes ignoran o no poseen información del término “conciencia ambiental”. En los resultados de la investigación se pudo observar que los estudiantes conocen el tema entre un nivel alto y medio mayor al 60% y en un porcentaje bajo menor al 40% (Arriola, 2017). De esta manera resulta importante reconocer la influencia que tiene el uso de medios como la radio es la mejor manera de llegar al máximo de personas involucradas en la estrategia de educación ambiental (Espinal, 2013). Por otro lado, es sumamente importante contar con el aspecto interdisciplinar dentro de la ejecución de programas de educación ambiental, logrando así que cada persona de forma individual y colectiva asuma responsabilidad en torno a desarrollar una conciencia ambiental de manera que esta sea perenne (Lazo, 2019). De igual manera se debe promover la enseñanza de la educación ambiental en todos los contenidos de los que forma parte la educación formal y no solo inclinarla al área de Ciencia, Tecnología y Ambiente (CTA) (Gadea, 2013). El análisis del comportamiento desde la perspectiva de las prácticas culturales puede ayudarnos a comprender cómo los escenarios locales individuales dependen directamente de estas condiciones y establecer modelos sostenibles de comportamiento cívico basados en estas condiciones, en los resultados ambientales deseados en las ciudades y los espacios públicos (Escobar, 2012). Por su parte, la gestión sostenible de los ecosistemas a medida que los educadores socioambientales interpretan el conocimiento, las creencias y las interacciones ambientales (históricos) y analizan la educación de manera holística y crítica sobre los problemas, resultados y necesidades actuales. De esa forma elaboran un plan dirigido al manejo sustentable de ecosistema que involucre la participación de la población (Castillo, 2010).De igual manera, la relevancia de la educación ambiental tiene importantes implicaciones internacionales y tiene un impacto directo en la visión progresista del desarrollo sostenible y los aspectos ambientales. Sin embargo, para promoverlo y desarrollarlo es necesario planificar adecuadamente la estructura y diseño de la educación, desde la educación básica hasta la educación superior (Capurro & Carhuaz, 2018). Los resultados a la hora de ejecutar modelos educativos dirigidos a la educación ambiental han presentado diversas vicisitudes desde tiempos antiguos hasta la actualidad, por lo cual aún es un desafío que genere algún cambio en los constructos sociales y culturales (Capurro & Carhuaz, 2018). Por lo tanto, a grandes rasgos no se puede esperar una transformación en cuanto los problemas ambientales por parte de la EA y la IEA. Pero las IEA sí pueden generar conocimientos que mejore la relación hombre – medio (Flores, 2012).