Reporte de Lectura: El modelo de la verdad de Dios: Problemas de integración en la educación cristiana, de Frank E. Gaebelein. Toda la verdad proviene de Dios, los cristianos lo creemos, pero el problema de estos últimos años es realmente ponerlo en el plano de la acción, las implicaciones trascendentes de la unidad de toda verdad en Dios ha sido a menudo pasada por alto. ¿Dónde está la dificultad?, está en el problema de la integración. La educación cristiana falla en la práctica de aplicar esta relación viviente con la verdad. El problema de la integración, que no es exclusivo de la educación cristiana, es cómo concretar la unidad (asignatura, el personal y la verdad divina). ¿Qué es la verdad? y ¿Qué compromiso tiene la iglesia cristiana con la verdad?; ¿deben todos los cristianos interesarse en la educación cristiana? Al comenzar el análisis parece que hay dos cosas separadas: "La verdad de Dios" y "la integración". En realidad ambas están íntimamente unidas. La verdad de Dios tiene un alcance universal y cada aspecto de la educación se relaciona con ella. De modo que el problema de la integración se origina, tal como lo dice la palabra misma, al juntar las partes en un todo. La educación cristiana de modo particular puede llevar a cabo la integración en la totalidad de la verdad de Dios porque: Tiene un sentido "externo" y uno "interno". "Externo" significa algo que va más allá de nosotros, tiene que ver con la verdad de Dios, que es objetivamente cierta, independientemente de que la creamos, entendamos o enseñemos. “interno” se relaciona con los cursos y las políticas educativas. Se produce una unión viviente entre el contenido de la asignatura, la administración o el personal, y el modelo infinito y eterno de la verdad de Dios. A pesar de sus fallas y dificultades tiene algo a qué estar ligada; tiene la Biblia, la Palabra inspirada de Dios, que es el factor integrador. Sin embargo, como ya lo hemos mencionado, el problema de la educación cristina es de aplicación, no de descubrimiento. En este sentido, descubrimos que Nuestros problemas se multiplican: hay nudos que atar, necesidades que satisfacer, errores que corregir y objetivos que alcanzar. ha llegado el momento de echar una mirada introspectiva, de medirnos con Reporte de Lectura: El modelo de la verdad de Dios: Problemas de integración en la educación cristiana, de Frank E. Gaebelein. los criterios de verdad presentados en la Palabra de Dios, y una vez visto algunos de nuestros problemas, trabajar ardua y honestamente en las soluciones. Decir que mantenemos a Cristo y la Biblia como centro de la educación requiere que pensemos en la verdad de Dios, que es el centro de nuestro tema. Tenemos que considerar la verdad y su naturaleza, identificar a Cristo con la verdad no depende sólo de su afirmación "Yo soy la verdad y la vida" sino de cada palabra y acción suya. Para la educación cristiana la adopción del principio unificador de Cristo y la Biblia se da en los siguientes pasos: 1. El reconocimiento de que toda verdad es verdad de Dios. La verdad cristiana abarca toda verdad, y nada verdadero está fuera del alcance del cristianismo. 2. La verdad de Dios destituye la idea de la división entre el conocimiento religioso y secular. 3. La educación cristiana tiene la obligación de defender y honrar la verdad dondequiera se encuentre. Cuando nos referimos a la adopción del principio unificador, el profesor toma un papel importantísimo, se debe admitir con honestidad que ningún docente o ministro que no tenga a la Biblia como el centro de su vida puede desarrollar un marco de referencia cristiano. La verdad de Dios no sólo abarca el mundo y todo lo que está en él, incluyendo la historia pasada, presente y futura, sino el universo entero desde sus comienzos en la distancia inconcebible hasta su conclusión en el futuro desconocido. La educación es más que docentes y asignaturas. La escuela tiene su ubicación, su ambiente, sus normas y prácticas más allá del aula. Estas otras dimensiones de la educación forman parte de la verdad como las asignaturas. Si la educación va mucho más allá de las aulas, el resultado de la misma es la disciplina que desarrollan los individuos, Mucho más importantes que las técnicas disciplinarias es el espíritu que está detrás de ellas. Las palabras "La letra mata, más el espíritu da vida" tienen un sentido muy especial en este caso. La comprensión paciente, la voluntad a hablar, y sobre todo el tiempo dedicado a dialogar, son los elementos esenciales de la disciplina cristiana. Los resultados algunas veces implicarán alguna acción drástica, pero aun entonces el amor cristiano hará su trabajo restaurador y sanador. Reporte de Lectura: El modelo de la verdad de Dios: Problemas de integración en la educación cristiana, de Frank E. Gaebelein. Necesitamos liderazgo consagrado e intelectual, que integre en mente y espíritu la verdad de Dios a la naturaleza, la ciencia, la literatura, el arte y toda la vida. La enseñanza cristiana y la erudición van juntas. Son indispensables si la fe evangélica va a alcanzar a la presente generación. La educación cristiana es para aquellos que son llamados, para aquellos quienes tienen amor y simpatía por la juventud como lo tuvo Cristo. La educación trata el material más precioso e importante del mundo: las almas en crecimiento. REACCION PERSONAL: Una de las situaciones más delicadas del quehacer docente en la educación cristiana, es la calidad de la enseñanza, en los últimos años “los usuarios” de nuestras instituciones se han ido inconformes, insatisfechos, decepcionados; otros que se mantienen en ellas discuten, critican y exigen una “educación de calidad” basada en elementos de rendimiento escolar cuantitativos, y otro grupo, quienes laboran ahí, alegan que el trabajo es muy exigente como para incluir todavía a cristo en sus enseñanzas porque es muy complicado. Lo anterior me lleva a convencerme que los principios de la integración en la educación cristiana sin duda es la materia principal que los maestros adventistas deben estudiar y aplicar inmediatamente, hay por lo menos tres afirmaciones que marcan lo que explico, la verdad absoluta es de Dios, y que esta verdad está presente en todas aquellas que la ciencia ha descubierto y estudiado; la educación cristiana se debe encargar de derribar la separación entre verdad religiosa y secular; ningún maestro puede hacer eso si no tiene una genuina cosmovisión cristiana. Para llevar a la práctica esto en nuestras instituciones, deberíamos empezar por fortalecer la fe de nuestros maestros, sin duda compartiré este material con ellos, para que vean que la verdadera dificultad en ello radica solamente en aplicarlo, y tiene que ver exclusivamente con la vida espiritual de cada uno. Añadiendo también, los demás usuarios (padres y alumnos), con la lectura de este material, quisiera que de una vez por todas entendieran el fin de nuestras escuelas y su compromiso con ellas, y que sin duda debe de ayudar a cambiar su concepto de educación. Quisiera llevarlos entender que la educación de calidad que piden, no solo la encontraran en las letras, números y destrezas científicas, sino en integrar esas destrezas y verdades al servicio de Dios y su evangelio. Sorprendentemente son los usuarios que no pertenecen a nuestra denominación los que ven la dimensión de esta educación, los que necesitan de Cristo se benefician abundantemente de lo que la educación cristiana puede hacer en sus vidas, por ellos y por los nuestros, como maestros urge poner en practica la integración de la fe y presentar a Dios y su verdad en todos los aspectos de la vida.