MONICIÓN IV DOMINGO DEL TIEMPO ADVIENTO –CICLO B MONICIÓN DE ENTRADA Hermanos y hermanas: nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Su paz, su alegría y su amor, estén con todos vosotros. Proclamación del pregón de Navidad Os anunciamos hermanas y hermanos una Buena Noticia que será causa de gran alegría para todos: En la ciudad de David, nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. En la ciudad de Belén la Palabra de Dios se ha hecho carne y habita entre nosotros. Este día es especial. Hoy se une el cielo con la tierra. Desde que hace miles de millones de años comenzó la vida sobre la tierra, la creación entera suspiró siempre por este día. Un sinfín de profetas alimentaron las esperanzas de esta venida de Dios que ahora celebramos. Celebrar la Navidad es afirmar nuestra fe, en que la Palabra de Dios, ha venido a los suyos y se ha hecho carne de nuestra carne. Celebrar una vez más la Navidad es sentir llamar a nuestra puerta con esa Buena Noticia sorprendente de que la débil carne humana es cauce de la presencia de Dios. Y la Palabra de Dios se ha hecho carne y habita entre nosotros. Desde entonces, Dios está y lo encontramos en la carne doliente del enfermo, en la carne olvidada del marginado, en la carne agotada del anciano, en la carne necesitada del deficiente, en la carne cansada del obrero, en la carne palpitante de la madre y el niño, en la carne apasionada del enamorado, en la carne transfigurada del santo. A Dios lo encontramos en la carne de cualquier color y raza. La Palabra de Dios se ha hecho carne y nuestra débil carne humana se ha hecho palabra y signo del amor y la bondad de Dios. Gloria: Como hicieron aquella noche los ángeles en Belén, también ahora nosotros proclamaremos con alegría la gloria de Dios. La gloria de Dios es aquel Niño que ahora contemplamos en el pesebre, acompañado del amor de María y José. La gloria de Dios es Jesús, hombre como nosotros, carne de nuestra carne. La gloria de Dios es la paz, la vida, la esperanza para la humanidad entera. Porque Dios nos ama con un amor inmenso. PRIMERA LECTURA: Isaías 9, 2-7 (Un hijo se nos ha dado) Escuchemos en esta primera lectura una profecía revelada al rey David cuando se proponía edificar un templo para el Señor: Dios le promete que tendrá un descendiente, el Mesías, que traerá la salvación a su pueblo. Escuchemos atentamente. SALMO (88) SEGUNDA LECTURA: Tit 2,11-14 (Apareció la gracia de Dios para todos los hombres) Escuchemos ahora, en esta segunda lectura, la alabanza de san Pablo por la buena noticia de la salvación de Dios que se ha revelado en Jesucristo. Pongamos atención EVANGELIO: Lc 2, 1-14 (Hoy les ha nacido un Salvador) Los invito a ponerse de pie para cantar el aleluya ORACIÓN UNIVERSAL Oración universal: Hoy ha aparecido la bondad de Dios, hoy hemos conocido su amor. Por ello, confiadamente, oremos para que todas las personas puedan conocer y sentir este amor. Oremos cantando: VEN, SEÑOR, VEN A SALVARNOS, MD 114(714) / CLN D 7 (O bien: Responderemos diciendo: PADRE, ESCÚCHANOS). 1. Que nuestra mirada alcance hoy al mundo entero. Oremos por todos los hombres y mujeres de todas las naciones de la tierra. OREMOS UNIDOS: 2. De un modo especial, oremos por los que tienen su vida marcada por el dolor y la tristeza, sea cual sea el motivo. OREMOS UNIDOS: 3. Oremos por los países que están en guerra. Que Jesús, el Príncipe de la Paz, les dé fortaleza para avanzar en el camino de la paz, del respeto, de la justicia, del perdón. OREMOS UNIDOS: 4. Hoy, las comunidades cristianas de todo el mundo nos reunimos para celebrar al Dios hecho hombre. Oremos para que toda la Iglesia, y cada uno de los cristianos, seamos siempre un signo transparente del amor y la bondad de Dios. OREMOS UNIDOS: 5. Y finalmente, oremos por nosotros mismos, y por nuestras familias, y por nuestros amigos y conocidos. OREMOS UNIDOS: Escucha, Padre, nuestra oración, y derrama tu amor sobre nosotros y sobre el mundo entero. Por... MONICIÓN A LAS OFRENDAS Presentamos los dones de pan y vino. Con ellos el Señor espera la más hermosa de nuestras ofrendas; nuestro corazón que dice: Que se haga en mi tu voluntad. Dos miembros de la Comunidad presentan las ofrendas. MONICIÓN A LA COMUNIÓN Al presentar nuestros dones al Padre, pidámosle que nos haga participar de la divinidad de Jesús su hijo unigénito, que con amor y humildad adquirió nuestra condición humana. Hermanos pueden acercarse a comulgar. ORACIÓN PARA DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Sabíamos, Señor que eres bueno y que nos quiere bien; Pero hoy lo demuestras palpablemente, una vez más, a tu estilo: Con un optimismo a toda prueba y una entrega sin reservas. ¿Quién daría un céntimo por nosotros, tan ruines y ruidosos? Pero tú rompes todos los moldes y todos los cálculos; Tú amas al hombre hasta hacerte uno más entre nosotros. ¡Gracias, Señor Jesús! Has venido a tu casa, y queremos Recibirte como tú lo mereces. Al celebrar tu nacimiento, Concédenos renovar nuestra vieja y mezquina mentalidad Para revestirnos de la nueva condición humana a tu imagen, La condición de hijos de Dios y hermanos de los hombres. Amén. AVISOS PARROQUIALES