Mi amigo Daniel Ya hacía seis años que nos conocíamos, me acuerdo la primera vez que nos conocimos. Estábamos en parvularios, era un día soleado, más bien dicho era el primer día de primavera. Él era nuevo. Yo como todos los días, en el recreo intentaba encontrar insectos y otros animales en las plantas, en cambio él jugaba entusiastamente con su pelota. Entonces fue en el momento en el que me golpeó, la pelota me dio en la espalda. Ahí fue cuando me giré y tuve la primera conversación con él. Fuimos amigos hasta ayer. No es porque me haya peleado con él sino pasó lo que nunca deseas que le pase a tu mejor amigo. Toda la catástrofe ocurrió ayer. Hacía un buen día, era un día cualquiera, despertaba a las siete, desayunaba dos magdalenas, cruzaba las vías del tren y al llegar jugaba a la pelota como todos los días con mis compañeros. Como siempre en Alicante, veía pasar a los padres de mis compañeros que iban directamente al trabajo. Disfrutaba de una jornada de clase dando geografía y matemáticas. Y a las cuatro volvía a casa. Pero ese día cuando llegué no fue igual. Tal y como entré en casa vi a mi madre con los ojos llorosos. -Hijo, Daniel está en el hospital.Yo me quedé congelado. Un frío infernal se apoderó de mí, no tenía movilidad sobre mi cuerpo. En el coche estaba nervioso, el hospital central de Alicante quedaba lejos. Mi madre me explicó que Daniel se había dado un golpe en la cabeza cuando cayó de la bici en una cuesta al lado del colegio. Cuando llegamos fuimos directamente a su habitación. Estaba en coma. Una gran herida en la sien escupía sangre color rubí. La sangre se deslizaba por su mejilla hasta llegar al pañuelo de la enfermera. En cuanto le vi apreté los dientes y recé para que todo pasara rápido. Las dos noches siguientes las pasé en vela rezando y pidiendo a dios que todo acabara bien. Ahora estoy en el lugar donde todos acabaremos un día de estos. Miro las lápidas empolvadas y me doy cuenta lo que es perder una persona querida. La lluvia salpica el barro que va golpeando mi traje negro. En este momento recuerdo los buenos momentos que pasé con él, las peleas que tuvimos y amistad que acabo de perder. Lentamente pienso: Como añoras una persona querida cuando no está contigo. Juanjito