Subido por Jean Phol Díaz

CTR1 fuentes EF agosto 2020

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Comprensión y Redacción de Textos I
Unidad 3
Sesión 9A
Examen final: revisión de fuentes
Logros de
la sesión
Al finalizar la sesión, el alumno revisa las fuentes obligatorias. Luego,
elabora un esquema para un texto argumentativo, el cual empleará en
el examen final como apoyo para su redacción.
Actividad
Lee detenidamente las siguientes fuentes. Luego, elabora un esquema de redacción para
un texto argumentativo de cuatro párrafos que responda a la siguiente controversia:
¿Consideras que movimientos como ·Ni una menos” incentiva el incremento de casos de
feminicidio en nuestro país?
Nota: Puedes buscar información adicional a las fuentes propuestas.
Fuente 1
Feminicidios en Perú 2020: Ya son 55 casos registrados hasta junio
América Noticias presenta un recuento de los feminicidios que se cometieron en el país
Feminicidios 2020. América Noticia
El 2019 registró una cifra récord de feminicidios: 165 mujeres fueron asesinadas.
Siguiendo el proyecto iniciado hace dos años, este 2020, América Noticias presenta un
seguimiento de cada una de las víctimas.
La información presentada es recopilada por América Noticias, consultando la base de
datos y cifras del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. El proyecto
muestra un registro completo de víctimas de feminicidios. Cualquier información o
denuncia puedes escribir a smedina@americatv.pe
El pasado 4 de enero se produjo el primer feminicidio. En Puno, un hombre asesinó a
su expareja con una comba solo porque la vio conversando con otro hombre. Tres días
después, en Arequipa, la Policía detuvo a Digber Álvarez Vera, quien mató a su pareja
tras una discusión. El cuerpo de Ruth Mary Yanapa Lipa de 20 años fue encontrado en
un hospedaje en Puno a las horas.
La venezolana Lizmar Hernández Farías fue asesinada en Canta por su empleador. Este
le hizo propuestas amorosas que ella rechazó, pero siguió trabajando con él por
necesidad. Mientras que el 15 de enero, Rosa Angélica Miranda Grados fue hallada
muerta en su vivienda. El padre de sus dos hijos, su esposo César Donayre Altamirano
se encuentra con paradero desconocido.
El 20 de enero, Zoila Poma Ponciano fue hallada muerta. La joven de 21 años fue
estrangulada. John Percy Loarte Alvarado de 30 años es el principal sospechoso, pues
ingresó a la habitación con la fallecida. Se encuentra con paradero desconocido.
En tanto, Titlo Glitter Jaramillo confesó que asesinó a su exconviviente Rocío Cárdenas
Aquino de 21 años realizándole varios cortes en diversas partes del cuerpo. Mientras que
Jiromi Rivera Paredes fue asesinada de tres disparos por su expareja, un policía que
luego se quitó la vida.
En Huaral, Maicol Caballero fue llevado al penal de Huaral tras ser señalado como el
autor de la muerte de la madre de su hijo. La víctima es Ashly Katerin Figueroa de 29
años fue hallada muerta en la playa en el puerto de Chancay. Sonia Margot Zárate Román
fue asesinada de varias puñaladas en su vivienda en la asociación Cerro Colorado en
Huaura, deja un niño en la orfandad.
En febrero, Mayra Melani Quispe Espinoza fue asesinada de un disparo en la cabeza al
interior de un hotel en Chorrillos. Mientras que Vanessa Romero Pérez de 29 años fue
estrangulada por Lee Iwao Chirinos Mermao de 34 años, según la confesión de este
último.
Helen Cañazaca Condori de 24 años fue encontrada en un descampado en la provincia
de Islay, Arequipa. Su pareja fue denunciada en varias ocasiones por violencia. En tanto,
Denisse Casas Rojas fue asesinada en su habitación en Lunahuaná. En tanto, el 20 de
febrero, Carmen Rosa Pérez Vázquez fue asesinada en Huaral; su cuerpo fue hallado en
un área agrícola.
Carola Elizabeth Herrera Mayanga fue asesinada por su pareja luego de que le dijo para
terminar la relación. El crimen ocurrió el 24 de febrero en el Callao. Yoliet Vidaurre Peralta
de 18 años fue reportada como desaparecida el 23 de febrero, 2 días después su cuerpo
apreció en una caja de cartón en La Victoria.
Lucero del Pilar Camacho More, de 25 años, fue asesinada en Piura, su cuerpo tiene
signos de tortura. Su actual pareja está detenida por la policía. En los últimos días de
febrero, fue golpeada Mónica Lisbeth Acuy Navarro de Díaz por su pareja Marco Antonio
Díaz Nortiel en el Callao.
Mientras que el 1 de marzo, una niña de 4 años fue hallada muerta en Independencia.
Una cámara de seguridad registró el momento en que un desconocido se la lleva. Luego,
el 15 de marzo fue hallada una adolescente de 15 años reportada como desaparecida.
El 8 de marzo, Día de la Mujer, fue asesinada Flor Chávez Rojas, joven de 19 años. Su
pareja fue atrapada cuando huía por la Panamericana Norte en Puente Piedra. Se
encontraba semidesnudo y con una herida en el pecho. A la fecha, 1 de junio, ya son 55
los feminicidios registrados en todo el país.
¿Por qué es necesario este registro?
Porque la cifra debe detenerse. ¡Basta ya de crímenes! Los medios de comunicación
difunden cada semana el incremento de agresiones y asesinatos a mujeres, y la
sensación de indolencia va ganando terreno entre los peruanos.
No obstante, los casos más terribles no pasan, en muchas ocasiones, de ser la noticia
del día. Los rostros, identidades e historias se pierden en la gran cantidad de datos sobre
feminicidios que existen en nuestro país.
Recuperado de : https://www.americatv.com.pe/noticias/actualidad/feminicidios-peru2020-ya-son-dos-casos-registrados-primeros-dias-ano-n401619
Fuente 2:
Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres
e Integrantes del Grupo Familiar - AURORA- Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables
Resumen estadístico Feminicidio y Tentativas 2020
Consultar página: https://www.mimp.gob.pe/contigo/contenidos/pncontigoarticulos.php?codigo=39
Fuente 3:
El indetenible drama de los feminicidios en el Perú
Por Jackeline Fowks
El país latinoamericano suma cinco víctimas en los primeros nueve días del año. En 2018,
hubo un incremento del 21% de este tipo de crímenes respecto al anterior.
A mediodía del miércoles, Gino Villegas, de 45 años, un agente de seguridad del
Ministerio de la Mujer, disparó tres veces contra su expareja Ingrid Arizaga, de 38 años,
en un mercado de la ciudad de Callao, a pocos kilómetros de Lima. Con este feminicidio,
Perú suma cinco víctimas en los primeros nueve días del año. Esta es una tendencia al
alza que el país latinoamericano hereda del año pasado. En 2018, se registraron 147
asesinatos de mujeres, un 21% más respecto al año anterior. Este crecimiento fue el más
alto de los últimos nueve años, según las cifras de la Defensoría del Pueblo y del
Ministerio de la Mujer.
El día del crimen, Villegas robó el arma de un compañero de trabajo y se dirigió al negocio
donde trabajaba su exmujer para exigirle las ganancias, según los datos de la Policía
local. Minutos después del asesinato, un video de seguridad registró al sujeto que salía
del lugar apuntando con el arma. Dos cuidadores de autos y un policía que se
encontraban en el mercado lograron detener y arrestar al atacante. El homicida de Ingrid
es el padre de sus cuatro hijos. El asesinato de Ingrid se suma a los de Clorinda Bonifacio
(49) en Tacna, al sur del país; Lisbeth Torres Recuay (21) en Huancayo, en la sierra
central; Magdalena Suaña Mamani (29) en Juliaca, frontera con Bolivia; y Roxana
Mendoza Torres (23) en Ayacucho, en la sierra sur. Todos han ocurrido en tan solo nueve
días.
Desde la primera movilización nacional ‘Ni una menos’, realizada en agosto de 2016 en
Perú, el Gobierno ha dictado medidas –como la creación de fiscalías especializadas en
delitos de género o el endurecimiento de penas– para combatir la violencia de género.
Sin embargo, las agresiones siguen en aumento. La representante de la Defensoría del
Pueblo, Diana Portal, afirma que existe una mayor conciencia de las propias mujeres y
una mejor respuesta del Estado en el reconocimiento de sus derechos. Sin embargo, la
funcionaria también reconoce que el registro de feminicidios más crueles y violentos es
un signo de la reacción de las bases machistas ante este tipo de acciones a favor de las
mujeres. La Defensoría del Pueblo informó el 31 de diciembre que, en 2018, debido a los
feminicidios, 140 niños y adolescentes habían quedado huérfanos, y nueve menores
habían muerto junto a sus madres.
Portal recuerda que, según una encuesta de 2015 del Instituto Nacional de Estadística e
Informática, un 39% de los peruanos considera que la mujer debe ser castigada de alguna
forma si le es infiel a su pareja y un 27% opina que merece un castigo si le falta el respeto
al esposo. “Un alto porcentaje de agresores son exparejas que no aceptan que las
mujeres terminen la relación y quieran continuar con su proyecto de vida”, añade la
funcionaria. Ante esto, el director de salud mental del Ministerio de Salud, Yuri Cutipé,
comentó en la emisora Radioprogramas que Perú “vive un momento de transición
respecto de los derechos equitativos e igualitarios. La sociedad empieza a reconocer los
derechos de las mujeres, y los varones, al perder ese poder, embargados por ideas
machistas no tienen filtros para contener la cólera o alejar la frustración”. “De 107.000
casos de violencia que el Ministerio de Salud atendió en 2018, más de 70.000 fueron
contra la mujer”, dijo Cutipé este jueves. Frente al drama de los feminicidios, el funcionario
subrayó que el Estado necesita poner en marcha sistemas de protección y una política
educativa sensible a las cuestiones de género.
Adaptado de
https://elpais.com/internacional/2019/01/10/actualidad/1547144743_681801.html
Fuente 4
Así de claro: ¿Cuál es la importancia de la marcha “Ni Una Menos”?
“Yo me respeto”, “Yo me admiro”, “Yo me adoro”, son algunas de las frases que han
tomado fuerza y que respaldan la campaña colectiva ‘Ni Una Menos’, surgida en el 2015
en países como Argentina, Chile y Uruguay para decirle basta a los feminicidios y a la
violencia de género. En Buenos Aires, se trató de una convocatoria multitudinaria frente
al Congreso de la nación con más de 300,000 personas. Estas pedían frenar la agresión
física, psicológica, sexual e, incluso, económica.
En ese sentido, se vuelve evidente la importancia y la necesidad de la marcha. Por ello,
Perú también se unió a este colectivo contra la violencia contra la mujer. “La marcha de
este sábado, NI Una Menos, es importante porque es necesario que todos denunciemos
la violencia contra las mujeres en nuestro país. Somos el tercer país en el mundo con la
tasa más violencia sexual y el tercer país con en Sudamérica donde cada día son más
mujeres asesinadas. El silencio mata, debe acabarse con esta problemática”, explica
Patricia Sarmiento, representante de la Defensoría del Pueblo.
Con respecto a las cifras, estas son indignantes. La ONU señaló que, de los 25 países
del mundo con las tasas más altas de feminicidio, 14 están en América Latina y el Caribe.
Además, las alarmantes cifras del Ministerio Público en el Perú indican que 10 mueren al
mes en nuestro país.
Adaptado de https://rpp.pe/peru/actualidad/asi-de-claro-cual-es-la-importancia-de-lamarcha-ni-una-menos-noticia-986680
Fuente 5
“Ni una más, ni una menos”, manifestaciones de mujeres como fuente del
derecho
Por Gabriela Mendizábal Bermúdez y Agustina Bonino
El acceso a la justicia es un derecho establecido en diferentes legislaciones, incluyendo
el más alto nivel jerárquico en la esfera nacional, la Constitución Política. Cuando este
tema se relaciona con la violencia de género, nos encontramos que tanto la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención Belém do Pará),
reafirman la obligación de los Estados de actuar con debida diligencia y connotación
especial en casos de violencia contra las mujeres. En este contexto, se debe afirmar que
el derecho para la protección de las mujeres en contra de la violencia ha tenido como
principal detonante dos medios: primero, los organismos internacionales e instrumentos
que emiten, y segundo, los hechos sociales enmarcados en manifestaciones de protesta
de miles de personas, principalmente mujeres, clamando por sus derechos, por no haber
encontrado la justicia pronta, expedita, imparcial y gratuita en los tribunales nacionales,
como establece el mencionado artículo constitucional.
Debido a lo anterior, en este artículo se analizan brevemente dos movimientos sociales
en países latinoamericanos que han servido para impulsar los cambios legislativos en
materia de violencia de género. En específico, son reconocibles como parte de estos
movimientos dos marchas de protesta: una en México en 2009, denominada “Éxodo por
la vida de las mujeres”, cuyo eslogan fue “Ni una más”, y otra en Argentina, en 2015,
denominada “Ni una menos”. Ambas sirvieron de parteaguas para la concreción de
derechos que contribuyen a eliminar la violencia contra las mujeres, lo que permite
establecer una comparación entre ambas, puesto que tienen características comunes
desde la perspectiva jurídica: el gran peso de las fuentes materiales del derecho. Las
leyes en las que se basan las instituciones para administrar y procurar la justicia hacia
las mujeres víctimas de la violencia emanan de distintas fuentes, las cuales pueden ser
formales, históricas y materiales. Las fuentes materiales son todos los factores que nutren
a las fuentes formales, tales como la naturaleza de las cosas, la tradición, el interés social,
la opinión popular, los intereses económicos o políticos, etcétera, que dan origen a las
normas formales. Este es el caso de las marchas y movimientos por la paz que se han
desarrollado en las últimas décadas. Dichos movimientos sociales tienen un peso
considerable en la creación del derecho, motivo por el cual las marchas “Éxodo por la
vida de las mujeres” y “Ni una menos” merecen un análisis cuando se habla de la
protección de los derechos de las mujeres en México y Argentina, y su correlativa
formulación de normas jurídicas.
El Estado tiene la obligación de salvaguardar los derechos de cada ciudadano, y el
mecanismo que tiene para ello es el derecho y las instituciones encargadas de aplicarlo.
Desafortunadamente, el Poder Legislativo no siempre hace su función anticipándose a
regular los acontecimientos sociales; casi siempre se legisla no para prevenir problemas
sino para intentar solucionarlos o, más grave aún, bajo presión social. En este sentido,
se presenta aquí la descripción de dos marchas que se convirtieron, por la difusión que
recibieron en los medios de comunicación, en los íconos de dos movimientos ciudadanos
que han ayudado a construir el marco legislativo que atienda y erradique la violencia
contra las mujeres.
México: “Éxodo por la vida de las mujeres”
Este movimiento inicia cuando mujeres de distintas organizaciones de la sociedad civil
realizan una marcha llamada “Éxodo por la vida de las mujeres” de la Ciudad de México
a Ciudad Juárez, del 10 al 23 de noviembre de 2009, con el objetivo de crear conciencia
en la ciudadanía y visibilizar la violencia que se ejerce contra las mujeres en el país,
buscando con ello iniciar una nueva revolución que termine con el sexismo que ha
afectado por cientos de años a las mujeres. Por esa razón, las Mujeres de Negro
“Campaña Ni Una Más” y otras organizaciones de mujeres de Chihuahua convocaron a
grupos feministas, sociales, de académicas y demás interesadas de todo el país a
participar en el recorrido por once estados de la República mexicana. 7En el marco de
esta marcha, el 16 de noviembre de 2009 se dio a conocer la sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (COIDH) en el caso “González y otras”, también
conocido como Campo Algodonero contra Estado Mexicano. Esta sentencia histórica
marca un valioso precedente en materia de acceso a la justicia para las mujeres y
víctimas de violaciones a derechos humanos, no solamente en México sino a nivel
mundial. En este caso, la COIDH pudo constatar las omisiones de los funcionarios del
municipio de Juárez, Chihuahua, quienes llegaron al punto de culpar a las víctimas
(mujeres) de su muerte, por su forma de vestir, lugar de trabajo, conducta o falta de
cuidado de sus padres. La COIDH reconoció que el actuar de las autoridades constituía
una discriminación en el acceso a la justicia para las víctimas, que conducía a la
impunidad de los delitos cometidos y enviaba el mensaje de que la violencia contra la
mujer es tolerada. En este sentido, la COIDH declaró la responsabilidad internacional del
Estado mexicano por la violación a los derechos a la vida (artículo 4º), integridad personal
(artículo 5º) y libertad personal (artículo 7º) de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH), por el incumplimiento de los deberes de garantía y no discriminación
(artículo 1.1). Dichas violaciones, a su vez, se llevaron adelante bajo el marco de la
inobservancia del deber de investigar, lo que conllevó las violaciones de los derechos de
acceso a la justicia (artículo 8.1) y protección judicial (artículo 25.1) de la CADH.
Dichas sanciones estaban en concordancia con las obligaciones establecidas en el
artículo 7º, incisos b y c, de la Convención Belém do Pará: actuar con la debida diligencia
para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer e incluir en su legislación
interna normas penales, civiles y administrativas, así como las de otra naturaleza que
sean necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y adoptar
las medidas administrativas apropiadas que sean del caso. Por ello, las mujeres reunidas
en esta multitudinaria marcha aplaudieron la decisión de la COIDH e intensificaron su
reclamo para que las medidas no se extendieran solamente a las víctimas de feminicidio
en el caso del Campo Algodonero, sino que tuvieran un alcance general y sirvieran como
guía para todos los casos de violencia de género en México y el mundo.
En Argentina, “Ni Una Menos”
“Ni una menos” fue una multitudinaria marcha de protesta contra la violencia de género,
que se dio en diferentes lugares en Argentina el 3 de junio de 2015, debido a la situación
alarmante de feminicidios en ese país. La gota que derramó el vaso fue el asesinato de
Chiara Páez el 3 de junio de 2015. Este feminicidio, así como otros que se manifestaron
en este país, generó que se integrara un movimiento social en reclamo de justicia y contra
la trata, el feminicidio y la violencia contra las mujeres. El nombre del movimiento se
inspiró en la marcha mexicana antes mencionada y en la frase “Ni una mujer menos, ni
una muerta más”, que se derivó en “Ni una menos” para la convocatoria de la protesta.
El objetivo principal era poner de manifiesto los feminicidios y reclamar una clara
intervención del Estado para establecer los instrumentos necesarios que permitan
garantizar los derechos de todas las mujeres a una vida libre de violencia.
Antecedentes normativos
Si bien es imposible medir el verdadero impacto de las movilizaciones sociales en el
trabajo legislativo, lo cierto es que éstas son una fuente importante del derecho y que hoy
en día es difícil separar a los diversos actores que interceden en la creación y reforma de
normas jurídicas: sociedad civil organizada, órganos de justicia nacionales e
internacionales, medios de comunicación, opinión pública internacional, entre otros. En
el caso de la violencia contra las mujeres, como se verá a continuación, ya existían en
ambos países normas en la materia; pero eran insuficientes, y tras las manifestaciones
públicas aquí abordadas, como una parte emblemática de los movimientos sociales que
representan, se agilizó el trabajo normativo.
México
Este país ya contaba con dos leyes en la materia: la Ley General de Igualdad entre
Mujeres y Hombres de 2006 y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre
de Violencia de 2007. Ambas extienden la protección de los derechos de las mujeres e
inclusive norman la capacitación de los funcionarios que participan en el modelo jurídico
para lograr la aplicación de la norma jurídica con perspectiva de género. A su vez, los
principales avances jurídicos posteriores a la marcha “Éxodo por la vida de las mujeres”.
Una de las reformas constitucionales más importantes en materia de derechos humanos,
la cual eleva a rango constitucional los que se derivan de los tratados internacionales
suscritos por México fue la modificación del Código Penal Federal, 15 tipificando y
sancionando el delito de feminicidio cuando se prive de la vida a una mujer por razones
de género y estableciendo los supuestos en los cuales se considera el mismo. Asimismo,
establece sanciones para el servidor público que retarde o entorpezca, maliciosamente o
por negligencia, la procuración o administración de justicia. Del mismo modo, se publicó
la Ley para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia,16 la cual, entre otras
medidas, establece en su artículo 11 que el acceso a la justicia y la atención integral a
las víctimas de la violencia o de la delincuencia debe considerar la asistencia, protección,
reparación del daño y prevención de la doble victimización, a través de múltiples
herramientas a su favor.
Argentina
En 2009, este país ya contaba con la Ley 26.485 de protección integral para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen
sus relaciones interpersonales, la cual pretende poner freno a la violencia en su contra.
De acuerdo con las disposiciones de dicha ley, el Estado Nacional tiene la
responsabilidad ya no sólo de asistir, proteger y garantizar justicia a las mujeres víctimas
de la violencia doméstica, sino que, además, le incumben los aspectos preventivos,
educativos, sociales, judiciales y asistenciales vinculados a todos los tipos y modalidades
de violencia. Se puede destacar que en Argentina la marcha Ni una menos es más
reciente, por lo que el proceso de desarrollo legislativo ha tenido aún pocas repercusiones
positivas. No obstante, se deben considerar los siguientes avances:
Una de ellas fue la convocatoria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina
a las autoridades judiciales a colaborar en la afección del registro de feminicidio. La otra
fue que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación oficializó el lanzamiento de una
unidad de registros de feminicidio el 5 de junio de 2015, en concordancia con lo
establecido en la Ley 26.485, la cual en su artículo 37 establece que “la Corte Suprema
de Justicia de la Nación llevará registros sociodemográficos de las denuncias efectuadas
sobre hechos de violencia previstos en esta ley, especificando como mínimo la edad,
estado civil, profesión u ocupación de la mujer que padece violencia, así como del
agresor; vínculo con el agresor, naturaleza de los hechos, medidas adoptadas y sus
resultados, así como las sanciones impuestas al agresor […] La Corte Suprema de
Justicia de la Nación elaborará estadísticas de acceso público que permitan conocer,
como mínimo, las características de quienes ejercen o padecen violencia y sus
modalidades, vínculo entre las partes, tipo de medidas adoptadas y sus resultados, y tipo
y cantidad de sanciones aplicadas”. Cabe señalar que muchas provincias han suscrito el
convenio necesario para ser parte del Registro Único de Casos de Violencia contra la
Mujer (RUCVM).
Del análisis anterior podemos apreciar que la elaboración de leyes, cifras y bancos de
datos sobre casos de violencia de género constituyó el eje de las principales reacciones
oficiales después de estas multitudinarias marchas en ambos países, emblemáticas de
los movimientos ciudadanos que representan. Los números son una herramienta
poderosa a la hora de generar políticas públicas desde la perspectiva de género y los
derechos humanos, así como de generar o adecuar normas jurídicas. Las leyes
contribuyen a regular este fenómeno de violencia social de género. Las marchas y
reclamos sociales, gracias a la magnitud del movimiento ciudadano y la fuerza que les
dieron los medios de comunicación, tuvieron la capacidad de cuestionar públicamente la
falta de medidas y políticas serias por parte de los gobiernos, y fueron el puntapié inicial
para la posterior creación o modificación de las normas vigentes.
Adaptado de http://inventio.uaem.mx/index.php/inventio/article/view/265
Fuente 6
Sin Pauta: Lo que se espera luego de la marcha #NiUnaMenos
https://www.youtube.com/watch?v=Yvg0qEzmYyc
Fuente 7
Después de marcha “Ni una menos” aumentaron los casos de violencia contra la
mujer.
La marcha denominada “Ni una menos” no sirvió para detener los casos de violencia
contra la mujer. Al contrario, aumentó la cifra de denuncias por maltrato físico y
psicológico en la ciudad de Chiclayo, región Lambayeque. La jefa del Centro de
Emergencia Mujer (CEM), Lic. Angélica Musayón Chira, reveló que, a casi un mes de la
masiva movilización, los casos continúan en aumento y, lo peor de todo, siguen quedando
en el manto de la impunidad en esta región norteña. Prueba de ello es el reporte de 42
nuevos casos denunciados ante el Ministerio de la Mujer, en estas últimas cuatro
semanas, por parte de jóvenes mujeres que fueron violentadas física y psicológicamente
por sus parejas. “En lo que ha sido este mes hemos recibido 42 casos nuevos de
violencia que han denunciado las mujeres. Algunas han estado presentes en la marcha
y ellas mismas señalan que han sentido que cuentan con el respaldo de la ciudadanía,
pero también de las Instituciones que hemos participado en esta marcha. Eso las ha
alentado a buscar apoyo y salir de este círculo vicioso para que se animen a denunciar”
indicó la especialista.
Dijo que los dos últimos casos de jóvenes mujeres agredidas por sus parejas ya vienen
recuperándose y recibiendo todo el apoyo del Ministerio de la Mujer. Finalmente, detalló
que el 15% de los agresores denunciados en lo que va del año, corresponde a servidores
del sector público, que deberían ser sancionados para que no vuelvan a trabajar en el
Estado por sus antecedentes violentos.
Adaptado de https://rpp.pe/peru/lambayeque/despues-de-marcha-ni-una-menosaumentaron-los-casos-de-violencia-contra-la-mujer-noticia-992199
Fuente 8
Feminicidios: ¿el #NiUnaMenos provoca un efecto contagio no deseado?
Por Pablo Berisso
El 3 de junio del 2015, en Argentina, cientos de miles de personas en todo el país salieron
a manifestarse contra la violencia de género. Las promesas políticas de cambio surgieron
de inmediato, aunque nada cambió. Y, a poco de cumplirse dos años de la
primera marcha de #NiUnaMenos, la cantidad de víctimas de violencia de género no
disminuyó y los casos son cada vez más cruentos. Ante esto, puede generarse una
pregunta polémica: ¿puede el reclamo estar siendo contraproducente? Los psiquiatras
forenses, Enrique de Rosa, y Hugo Marietán, y la psicóloga Franca Borgonovo
consultados aseguran que las marchas, inconscientemente, se convirtieron en una de las
causas del incremento en la crueldad de los asesinatos por violencia de género. La
argentina y la psiquiatra forense Blanca Huggelman agrega que el problema principal
reside en la falta de respuesta del Estado. Todos coinciden en que #NiUnaMenos expuso
mediáticamente los crímenes y eso, sin quererlo, termina causando un efecto contagio
en los futuros victimarios.
Imitando a otro asesino
“El reclamo puso en discusión la problemática y hace mediáticos los casos. Eso puede
causar un efecto imitación del victimario. Cuando sucedió lo de Wanda Taddei (la joven
argentina que murió luego de ser prendida fuego por su entonces pareja), yo trabajaba
en la asesoría pericial de la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires. Hasta
entonces nunca habíamos tenido casos de mujeres quemadas, pero la semana posterior
a la mediatización del caso tuvimos seis hechos similares”,
aseguró De Rosa.
Algo parecido sucedió con otro caso que ocupó espacio en los medios, el de Fernando
Farré (52), quien acuchilló a su mujer Claudia Schaefer (44). Según De Rosa, los días
posteriores a ese caso se dieron por lo menos siete hechos con mujeres atacadas igual
por sus parejas. “Estos fenómenos se dan porque se cumple el ‘efecto dominó’. El
reclamo de las víctimas es muy valioso, pero el problema es que este accionar causa que
los victimarios tiendan a suprimir más aún sus tendencias afectivas individuales. La
mediatización de los hechos predispone a futuros victimarios a premeditar o copiar el
accionar de otro caso”, aseguró otra psicóloga argentina Franca Borgonovo.
Otro ejemplo de imitación es el de la masacre ocurrió en la ciudad argentina de Mendoza.
Cuando surgió la noticia de que el karateca Zalazar había asesinado a su ex pareja y a
la tía y a la abuela de ella, el pueblo se conmocionó. Hasta ese momento, Zalazar era
una persona que no había dado señales de que podía cometer un crimen tan aberrante.
Pero, con el correr de la investigación, se descubrió, por audios suyos en un chat de un
grupo de WhatsApp, que sentía rechazo por las mujeres y que su crimen era una copia
del asesinato de Romina Barria, la joven santacruceña asesinada a cuchilladas y
quemada luego de que el asesino hiciera explotar la casa con ella adentro. Zalazar,
también, intentó volar la casa dejando el gas abierto y una vela encendida.
Sin embargo, el efecto contagio no es el único que se da por la mediatización de los
casos. El otro gran problema que hay que enfrentar es la sensación de falsa protección
de las víctimas, que no se sostiene desde el Estado.
Cambio de postura
“Lo que convierte en contraproducente al reclamo de #NiUnaMenos es la postura
feminista en un medio que aún no está preparado para ese tipo de cambio. El postulado
ultrarradical es antimasculino y eso hace que las mujeres se hagan más rebeldes”, afirmó
el psiquiatra forense Hugo Marietán.
De Rosa sostiene, además, que el problema está en la falta de respuestas del Estado:
“Las marchas hacen que las víctimas se sientan protegidas, bajan la guardia y enfrentan
al victimario. Eso estaría bien si tuvieran la contención del Estado”. Diariamente, el grito
de “vivas nos queremos” toma más fuerza, aunque los resultados no parecen acompañar
ese reclamo. Esto no es culpa del movimiento, porque, como asegura Huggelman, “el
pedido está perfecto, es un grito de ayuda que cambió lo que pasaba antes, que era
callarse. El problema es la falta de respuesta política para lograr la reforma del código
penal que realmente condene al violento”.
Adaptado de https://noticias.perfil.com/2017/02/15/femicidios-hay-un-efecto-contagio/
Fuente 9
La fundadora del #MeToo critica que el movimiento ha perdido toda su esencia
El #MeToo cumplió un año en octubre. Aunque el movimiento cobró la fuerza con la que
cuenta hoy el 5 de octubre de 2017 con la publicación del artículo de las violaciones
de Harvey Weinstein, el término #MeToo fue usado por primera vez mucho antes: en
2006. Lo hizo Tarana Burke para denunciar la violencia sexual que sufrían las mujeres
de su comunidad afroamericana, en el Bronx (Nueva York).
En una charla con Tarana Burke, la fundadora de #MeToo, ha reflexionado sobre este
y ha asegurado que el movimiento es ahora "irreconocible". Aunque ha hecho muchos
avances para visibilizar estas agresiones sexuales, Burke cree que ha perdido su esencia
y que debe cambiar el rumbo que ha tomado.
Para empezar, afirma que la imagen que se está proyectando del #MeToo en los medios
es la de la caza de brujas. Es decir, señalar a todos aquellos que están cometiendo estas
agresiones. Para ella, no debería ser solo un movimiento con el que encontrar agresores
que violan gracias a la cultura de la impunidad, sino que debería centrarse en apoyar a
las víctimas. Explica que sí, que debe señalarse el acoso y los acosadores, pero que
también deben fomentarse los sistemas de apoyo reales para víctimas, muchas de ellas
anónimas: “Este es un movimiento sobre una de cada cuatro niñas y uno cada seis niños
que son abusados sexualmente cada año y que cargan con esas heridas hasta la edad
adulta", comenta. Al final, Burke ve el movimiento en los medios como una plataforma
para mujeres ricas y blancas que denuncian las agresiones de hombres puntuales que
están respaldados por un sistema del silencio, un sistema que también afecta a menores
anónimos, mujeres racializadas y personas pobres que no tienen poder para denunciar.
Asimismo, tampoco tienen acceso a herramientas de reparación y sanación de heridas.
Adaptado de https://www.codigonuevo.com/feminismo/fundadora-metoo-criticamovimiento-perdido-esencia
Fuente 10
“Ni Una Menos”: la estafa circular
Por Karina Mariani
El pasado lunes 3 de junio del 2019, en Argentina, una nueva edición de la marcha Ni
Una Menos sumó algunas particularidades a su espectáculo reivindicativo que, sostenido
económica e ideológicamente desde el poder. Sin embargo, se pretende contracultural y
renovador. Sabido es que todo poder político necesita de una épica para subsistir.
Sorprendentemente, el movimiento Ni Una Menos ha sido muy amplio en brindar ese
sustento de épica ideológica, tanto a partidos políticos de distinto tono opositores como
oficialistas, nadie se ha quedado afuera. Convertido en la cara impoluta del nuevo dogma
moral, brinda, por una parte, a cualquier oposición los instrumentos para la victimización
y ulterior reclamo y, por la otra parte, a cualquier oficialismo nuevas excusas para meterse
en la vida de las personas. A ambos lados de la estructura de poder, se convirtió en una
auténtica carta blanca que, según este dogma, no deja ámbito estrictamente privado. Sus
denuncias y reclamos van desde la violencia hetero patriarcal a la colonización de los
pueblos originarios, pasando por los acuerdos con el FMI, las relaciones internacionales
con Venezuela, las opiniones de Bolsonaro o el repudio a la estigmatización del
sobrepeso; todo entra dentro del proceso político. Todo es un problema social, todo es
culpa de todos, todo requiere intervención, planificación y control. Aquí una pequeña
muestra:
"...basta de violencia económica, sexista, racista y clasista contra las mujeres, lesbianas,
travestis, trans, bisexuales, no binaries, gordes e intersex; de la clase trabajadora:
ocupades, desocupades, precarizades, piqueteres y de la economía popular, visibilizando
especialmente a las mujeres indígenas, originarias, afroargentinas y negras en pos de
empezar a saldar la deuda histórica para con ellas y todas las identidades vulneradas por
el capitalismo patriarcal y el modelo económico de Mauricio Macri y la alianza
Cambiemos, sostenido por su gobierno y los gobiernos provinciales que precarizan
nuestras vidas y profundizan todas las desigualdades y las opresiones".
Pero la edición 2019 ha sido un despliegue obsceno de agendas ideológicas que
deberían ponernos a reflexionar respecto. Por ejemplo, las protagonistas de la serie de
Netflix: Orange is The New Black, en un evento de banalización infantil, hicieron un video
de apoyo a la marcha. En el video de apoyo a las mujeres argentinas, las millonarias
actrices, proceden a solidarizarse con las consignas anticapitalistas de la marcha (?).
Asimismo, confundiendo realidad y ficción, vestidas como sus personajes, en un producto
que contiene 90% de preeminencia femenina, coinciden en que las mujeres no acceden
a los empleos de calidad (?). En el mensaje que parece destinado a mujeres sometidas
por la sharia, rezan: "Han sido tiempos difíciles para la igualdad de las mujeres...
Levántense y manténganse firmes... Quiero que todas se paren y peleen. Que las
reconozcan como debería ser. Luchen por lo que merecen, por la igualdad, el
reconocimiento".
¿De qué derechos desiguales hablan? ¿De dónde nos teníamos que levantar? La
metáfora de la caída es parte de la construcción de un relato que no resiste estadísticas
ni datos, una realidad paralela. Mientras se difunde desde el movimiento Ni Una Menos
una mitología en la que las mujeres se encuentran alienadas en la sociedad, obligadas a
tareas indeseadas, oprimidas institucionalmente o en la vida cotidiana, se desconoce el
valor de mujeres que a cotidiano alcanzan sus objetivos. Como el objetivo es la mirada
colectiva politizada, se destrata el logro individual al que reservan sólo para una mísera
élite privilegiada, el objetivo es dejar fuera a aquellas mujeres que deberían ser un
referente, y a todas aquellas que, en una situación más adversa, consiguieron superar
barreras ahora inexistentes gracias a aquellas luchas.
En virtud de conseguir fondos, apoyos, soportes y altavoces, el movimiento Ni Una Menos
se ha dejado fagocitar e instrumentalizar por la política. Si el problema es político, solo
serán aceptadas las soluciones colectivas. Las precursoras del movimiento elaboraron
documentos que resultan claves para entender hasta dónde el movimiento Ni Una Menos
es funcional al poder: "Este 3 de junio volvimos a tomar las calles, los barrios y las plazas
para gritar ¡NiUnaMenos! Vivas, libres y desendeudadas nos queremos. Porque no
estamos dispuestos a soportar las violencias que imponen los disciplinamientos
machistas, patriarcales, económicos, racistas y clasistas sobre los cuerpos y las vidas,
una vez más miles de mujeres, lesbianas, trans, travestis, no binaries opusimos
resistencia feminista contra las opresiones de un Estado que precariza hasta la asfixia y
una Justicia misógina transfóbica, lesbofóbica y homofóbica que nos criminaliza y llena
las cárceles de identidades vulneradas".
Si bien ya nos hemos acostumbrado a las aberraciones que sitúan a la mujer como
símbolo de debilidad disfuncional que necesita tutela, es lacerante la apelación
potentemente colectiva que determina que sólo podemos realizarnos bajo el paraguas
institucional. Más vergonzante resulta reclamarle al patriarcado, al que culpan de todos
los males, que solucione los problemas femeninos por la vía legislativa. Ha sido malo el
diagnóstico de quienes avalaron este movimiento basados en la buena voluntad. Es
constatable la instrumentalización de Ni Una Menos usada como una mera consigna
adaptable a cualquier arena política. Es casi unánime la suscripción de la casta política a
las consignas. Diputados y funcionarios del oficialismo hicieron alarde de los fondos
dedicados a paliar los males que este dogma describe. Idénticamente, se comportaron
los políticos de la oposición culpando al oficialismo de aquellos males que el mismo
dogma denuncia. ¿Cómo es posible tan flexible confusión?
Es vital comprender la estafa circular que consiste en convertir un reclamo en marketing,
adecuarlo al consumo mediático, estetizarlo, ficcionalizarlo, hacerlo tendencia,
colectivizarlo, monetizarlo y usarlo como presión política a fin de obtener fondos y
subsidios de parte del poder para luego denunciar al poder y vuelta a empezar la rueda.
Ni una menos terminó su versión 2019 convirtiéndose en una aberración proselitista
totalmente alejada del reclamo que le dio origen. Pero la maquinaria que convierte la
empatía en negocios para y por el Estado está vivita y coleando. Ya van a inventar algo
nuevo.
Adaptado de http://www.laprensa.com.ar/477352-Ni-una-menos-la-estafacircular.note.aspx
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