Naciones Unidas recomienda “utilizar técnicas de limpieza más eficaces” para atender el derrame de petróleo en el Perú El informe también indica que «esta emergencia ha sido calificada por las autoridades peruanas como el peor desastre ecológico en Perú de su historia reciente «. La cifra oficial del Ministerio del Ambiente se mantiene en 11 900 barriles de crudo esparcidos en el mar de Ventanilla, una cantidad que, según indica el informe de la Misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), equivale a 2100 toneladas de petróleo, cifra que supera ampliamente las 700 toneladas consideradas el límite para determinar un gran derrame, de acuerdo con la International Tanker Owners Pollution Federation Limited (ITOPF). El petróleo ha alcanzado cinco distritos del litoral peruano: Ventanilla en la provincia de Callao; Ancón y Santa Rosa, en Lima; y Aucallama y Chancay en Huaral. Las zonas afectadas se calculan en 1400 hectáreas de mar y tierra, así como en más de 500 hectáreas de áreas naturales protegidas marinas, indica el mismo reporte de la Misión de la ONU. ¿Qué más dice el informe de las Naciones Unidas? El informe también indica que «debe prestarse especial atención a las zonas inaccesibles desde tierra donde se ha observado una importante acumulación de contaminación por el derrame» y cita como ejemplo los acantilados de Pasamayo, por tratarse de lugares que podrían ser fuente de contaminación secundaria a largo plazo, pues «el petróleo puede desprenderse de las superficies y volver al mar». Para estos casos, recomendaron la recuperación del petróleo mediante pequeñas embarcaciones, siempre que se garantice la seguridad de los operarios, además, indica el informe, debería probarse la recuperación en el mar de dicha contaminación mediante materiales absorbentes. Los observadores de la Misión de la ONU aseguraron que el nivel de contaminación en las playas de arena era bajo debido a que se había recogido la parte más gruesa del petróleo. Sin embargo, señalan que la mayor parte de crudo que se encontró en la costa procede de la espuma contaminada. Esta espuma oleosa de color marrón, según el informe, «es trasladada por el viento y las corrientes marinas hasta acabar en las playas de arena». En las zonas donde se observe la presencia de espuma marrón aceitosa flotante podría contemplarse también la recuperación mediante pequeñas embarcaciones utilizando materiales absorbentes, indica el informe. Sin embargo, en el caso de que este método no sea efectivo, la mejor estrategia sería recoger los restos de espuma depositados en las playas. En ese sentido, la Misión de la ONU indica que la «remoción masiva de arena y guijarros de las playas deber ser limitada en la fase final de limpieza ya que la extracción de cantidades tan grandes de sedimentos puede provocar la erosión de playas». Hasta el cierre del informe, se habían recogido 20 mil toneladas de sedimentos que han sido almacenados en la refinería La Pampilla.