3. ORACIÓN: ¿Qué le digo al Señor? ¿Qué le decimos? Te damos gracias Señor porque nos amas gratuitamente, nos recibes, perdonas nuestras culpas, nos abrazas como un Padre a sus hijos. Gracias por tu misericordia, que llegue también a cada uno de nuestros hermanos alejados, te damos gracias por sabernos amados por ti y saber que tu amor no tiene límites, todo esto te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. 4. CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje? A Jesús confundiendo al perdonando y dignificando a interior de unos y de otros. A amor y la entrega generosa de fariseo Simón, disculpando, la mujer. A Jesús que ve el Jesús que ama la sinceridad, el quién se acerca a Él. 5. ACCIÓN: Propuesta personal La intención general del apostolado de la oración del Papa para el mes de junio es: General: Para que prevalezca entre los pueblos una cultura de diálogo, de escucha y de respeto recíproco. Realizar un saludable examen de conciencia para detectar mis pecados más habituales y pedirle perdón al Señor. Propuesta comunitaria Misionera: Para que allí donde es más fuerte el influjo de la secularización, las comunidades cristianos sepan promover eficazmente una nueva evangelización. Perdonar a los miembros de mi pequeña comunidad, a los hermanos que me hayan ofendido y no juzgarlos por apariencias. LECTIO DIVINA COMISIÓN DIOCESANA DE ANIMACIÓN BÍBLICA 16 de junio de 2013. Domingo XI Ordinario. ¨En la Diócesis de Texcoco, nos reconocemos, valoramos y aceptamos como personas para ser casa y escuela de comunión¨ ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Señor Jesús, Tú que tuviste misericordia con la mujer pecadora, y no juzgas según las apariencias, envíanos tu Espíritu para que nos ayude a ser misericordiosos con nuestros hermanos, principalmente los que están más alejados, y nos ayudes cada día a ser ejemplo de misericordia en nuestras comunidades, en nuestras familias y así seamos fermento de vida y amor. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. 1. LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO (Lc 7, 36-50; 8,1-3) ¿Qué dice el texto? En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. Una mujer de mala vida en aquella ciudad, cuando supo que Jesús iba a comer ese día en casa del fariseo, tomó consigo un frasco de alabastro con perfume, fue y se puso detrás de Jesús, y comenzó a llorar, y con sus lágrimas bañaba sus pies, los enjugó con su cabellera, los besó y los ungió con el perfume. Viendo esto, el fariseo que lo había invitado comenzó a pensar: "Si este hombre fuera profeta, sabría qué clase de mujer es la que lo está tocando; sabría que es una pecadora". Entonces Jesús le dijo: "Simón, tengo algo que decirte". El fariseo contestó: "Dímelo, Maestro". Él le dijo: "Dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía quinientos denarios y el otro, cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. ¿Cuál de ellos lo amará más?" Simón le respondió: "Supongo que aquel a quien le perdonó más". Entonces Jesús le dijo: "Has juzgado bien". Luego, señalando a la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no me ofreciste agua para los pies, mientras que ella me los ha bañado con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos. Tú no me diste el beso de saludo; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besar mis pies. Tú no ungiste con aceite mi cabeza; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por lo cual, yo te digo: sus pecados, que son muchos, le han quedado perdonados, porque ha amado mucho. En cambio, al que poco se le perdona, poco ama". Luego le dijo a la mujer: "Tus pecados te han quedado perdonados". Los invitados empezaron a preguntarse a sí mismos: "¿Quién es éste, que hasta los pecados perdona?" Jesús le dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado; vete en paz". Después de esto, Jesús comenzó a recorrer ciudades y poblados predicando la buena nueva del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido libradas de espíritus malignos y curadas de varias enfermedades. Entre ellas iban María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, el administrador de Herodes; Susana y otras muchas, que los ayudaban con sus propios bienes. Palabra del Señor. Pistas de reflexión Contexto bíblico El Evangelio de san Lucas ha sido calificado como el Evangelio de la ternura de Dios. Porque destaca esta actitud del Señor en muchos relatos. La frase que dirige Jesús a la mujer pecadora resume todo el contenido de este texto: Sus pecados han sido perdonados, porque ha amado mucho (v47). 1. El fariseo Simón refleja una mentalidad de los fariseos: hombre cumplidor del deber y de la ley, símbolo del hombre justo según la manera de ver la religión, autosuficiente que se basa en sus méritos, y con cierto derecho de juzgar la conducta de los demás. Pero le falta la práctica del amor. 2. La mujer pecadora, por encima de pecadora, esta mujer queda bien definida por los rasgos de gratitud que san Lucas describe: se postró a los pies de Jesús, signo de que su vida está salvada. Al soltarse el cabello es signo de humillación, llora y humedece los pies de Jesús, los besa y los unge con perfume, la unción es signo de alegría. Lágrimas y besos signos de emoción, acogida y vida. Esta mujer manifiesta una actitud agradecida por la salvación que ha experimentado. Jesús lo reconoce. 3. Jesús ve en la mujer una persona necesitada de verdadero amor, el perdón viene de Dios gratuitamente, es su amor y su misericordia que se adelantan a nuestro arrepentimiento y conversión. El pecado peor que Jesús ataca es el fariseísmo, que consiste en no querer reconocer su pecado y creerse bueno. Preguntas para la lectura: · · · · · · · · ¿Cuántos personajes aparecen en la primera parte del texto? ¿Cuáles son los aspectos más destacados de los personajes del relato? ¿Qué hace Jesús al comienzo? ¿Cómo reacciona Simón el fariseo? ¿Qué hace la mujer pecadora? ¿Cómo se presenta Jesús ante el “pre-juicio” de Simón? ¿Qué es lo que Jesús destaca de la mujer? ¿Cuál es la actitud final de Jesús con la mujer? 2. MEDITACIÓN: ¿Qué me dice el texto? · Texto bíblico · Este Evangelio centra su atención en tres personas, el fariseo Simón, la mujer pecadora y Jesús. · ¿Tengo la apertura de Jesús para acercarme a “pecadores” como la mujer de este texto, o a los “soberbios” y falsamente seguros de sí mismo como Simón el fariseo? ¿Tengo pre-juicios con las personas como los tiene Simón el fariseo con la mujer pecadora y con el mismo Jesús? Ante mi propio pecado: ¿me acerco a Jesús como esta mujer o sucumbo a la tentación de alejarme más de Dios?