Subido por Jorge Real Díaz.

Mi proyecto de vida

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Mi nombre es Jorge Roberto Real Diaz, tengo 48 años de edad. Nací en Quito Ecuador,
soy optometrista de profesión, egrese en marzo de 1998. Soltero tengo un hijo de 7 años, el
cual se ha convertido en mi motor de vida. Actualmente curso el primer ciclo de la carrera de
psicología a distancia periodo abril - agosto del presente año. El objetivo de retomar los
estudios universitarios y específicamente la carrera de psicología, es por la gran ayuda que
esta brinda a la sociedad.
El entender del proceder, sentir, actuar del ser humano, es una de mis pasiones, como
se relaciona, en lo que cree, como piensa, en fin. El saber, entender, la complejidad del ser
humano, me dará más herramientas necesarias para poder ayudar a la gente a entenderse a
mejorar sus relaciones y a mejorar su calidad de vida. Estoy convencido que el ser humano ha
venido a esta tierra a ayudar a sus semejantes a contribuir a que la sociedad mejore tanto su
proceder como sus acciones.
Es innegable que el ser humano necesita bienes materiales para vivir, pero esa no debe ser su
misión en la vida. El pasar por esta vida y dejar algo positivo para la humanidad es lo que me
motiva día a día, no solo en mi paso académico, sino como fin en mi vida. Desde la elección de
mi primera carrera.
La optometría es un campo muy humanitario, ya que el haber aprendido algo que pueda
dar una mejor calidad de vida a mis semejantes, me llena mucho como persona. El ayudar a
que la gente mejore su calidad visual y por ende mejore su vida es algo inefable. Desde mis
inicios como optómetra sentí ese deseo de ayudar, para lo cual me capacité dentro y fuera del
país. Como toda rama medica es una profesión de constante estudio y actualización, proceso
en el cual no se me dificulta cumplir, me recarga de ganas por tener nuevos y mejores
conocimientos para brindar a la gente mis servicios.
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Ya en el aspecto familiar como le mencione previamente, tengo un hijo que se ha
convertido en mi inspiración. A alguien que le debo una educación y sentido de servicio, ayuda,
colaboración a sus semejantes, como yo le he recibido. Creo fehacientemente que el que no
vive para servir no sirve para vivir.
El formar una familia no es una prioridad en mi vida, hay cosas que solo Dios sabe por qué
hace y como lo hace. No negando la posibilidad, pero con una clara expectativa que lo que
tenga que pasar, pasará, reiterando los caminos y tiempos de Dios son perfectos.
En el ámbito laboral deseo fervientemente graduarme y no solo con un título sino con el
verdadero conociendo para seguir ayudando a la gente, ya desde otro frente, como psicólogo y
no solo como optometrista. Al ser dos profesiones que se coadjuntan en el servicio social me
permitirá llegar a más personas, para en lo que mis manos este, darles una mejor calidad de
vida.
Ya con algunos años recorridos en mi vida tengo muchas cosas claras, el que da recibe,
el que ayuda lo ayudan. Las expectativas ante cualquier situación anulan el alma, las cosas
tienen un sentido y un fin superior. A todos nos pasan cosas en la vida, buenas, malas estás
ultimas, la verdadera esencia de la vida se matiza en dar ayudar sin esperar nada a cambio. La
sociedad se tornó en algo tan fatuo y efímero en el que se perdió el verdadero sentido de la
misma, voy a aportar mis conocimientos para ser parte del cambio, que es el servir.
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