Percepción de Unicidad Según la visión del mundo andino, tanto los humanos como los seres de la naturaleza y los dioses constituyen una totalidad interconectada. Eso quiere decir que se considera que cada uno forma parte del todo. De allí la profunda necesidad que experimentan todavía hoy en día los indígenas de respetar a las fuerzas de la naturaleza, pues en el fondo se están respetando a sí mismos. Este pensamiento de unicidad es también el que sustenta la idea de reciprocidad. “Si todos somos uno solo, eso quiere decir que únicamente si tu estas bien yo estoy bien y viceversa.” La variedad de jerarquía de divinidades con las que contaban los aborígenes correspondía a una enorme diversidad. Los dioses no eran ajenos a la naturaleza y a la sociedad, como lo son hoy en día en el mundo occidental. Por el contrario, eran parte de su universo concreto. Es decir, de aquel que podían percibir con los sentidos. Las divinidades andinas eran básicamente el Sol, el trueno, la luna, los astros, la Tierra, el mar, los montes, las rocas y los animales. Había un grupo privilegiado que podía comunicarse con estas divinidades: los shamanes o sacerdotes. La espiritualidad del período aborigen: ritos religiosos, costumbres funerarias y centros ceremoniales. La preocupación de las comunidades aborígenes por el destino de sus difuntos se reflejan en la existencia de cementerios organizados, situados junto a los poblados – base y usados por largo tiempo. Algunos de estos enterramientos estaban acompañados de ofrendas funerarias compuestas especialmente de pequeños guijarros, objetos de concha y hachas de piedra pulida. Hace 4000-600 a.C para la sociedad andina de entonces, las conchas marinas constituían un material muy valioso y de un enorme significado. Los grandes caracoles marinos servían como trompetas, pututos o quipas, utilizadas en ceremonias religiosas. Se les consideraba también símbolo importante de la fertilidad masculina y servían de ofrendas a los dioses. Otras conchas eran apreciadas por su brillo y color, y con ellas se elaboraban ornamentos personales muy codiciados y diversos objetos de culto. Por sobre todas era estimada la concha de una ostra espinosa de la especie spondylus princeps (mullu, en quichua). Su bello color rojo sangre, su brillo y su forma particular, acaso permitía una identificación con una vulva, por lo que era considerada como elemento propiciador de la fertilidad, de la lluvia y del agua de riego y de la reproducción de los seres humanos, los animales y las plantas. Por su gran valor simbólico, se la creía el alimento preferido de los dioses e irreemplazable como ofrenda en los lugares de culto. Los hombres, a imitación de las divinidades, gustaban adornarse con objetos manufacturados con ese material. Todas estas características permitieron que esta concha no solo sea una importante mercancía comercial sino medida de valor y medio de acumulación de riqueza. Hacia 300 a.C. Se establecieron grandes centros ceremoniales, conformados por multitud de tolas o pirámides de tierra, sobre las que se levantaban “templos” o edificios de culto. A estos lugares concurrían grandes multitudes a adorar a sus dioses, a enterrar a sus muertos y para participar en ceremonias religiosas colectivas. Constituían, además, centros de producción de objetos de adorno, tanto para uso ceremonial como funerario, todo con un marcado carácter de símbolo de posición social y poderío económico. Con este fin, se trabajaban diversos metales como el oro, la plata, el platino y el cobre, y se realizaban una serie de aleaciones con técnicas de enriquecimiento. En ceremonial o los recipientes de empleo doméstico, se producían representaciones artísticas de personas, animales, frutos y seres míticos. Algunas de estas últimas, generalmente de gran tamaño, eran utilizadas como imágenes de culto, pero la mayoría de las figuras servían como señales de un beneficio solicitado y a menudo recibido de una divinidad. En muchos casos, estos objetos han llegado a nosotros como parte del ajuar que acompañaba a los difuntos. También hay que destacar la representación plástica de individuos cubiertos con una indumentaria ceremonial profusamente adornada que parecería reflejar su elevada posición y riqueza, lo que es especialmente significativo en las culturas Bahía y Jama-Coaque. CENTRO CEREMONIAL DE LA TOLITA Es preciso destacar la importancia regional que tuvo el gran centro ceremonial construido en la isla de la Tolita, ubicado en la desembocadura de río Santiago. Ahí se han encontrado una gran cantidad de objetos de carácter suntuario (elaborados en metales, cerámica, hueso y piedra), además de abundantes enterramientos humanos y construcciones monumentales, por lo que se lo ha definido como un importante centro ceremonial y de comercio de esta extensa área cultural. Al sitio acudía gente de distintos lugares y en determinadas épocas del año, con el fin de participar en sus grandes fiestas religiosas, pedir favores a sus dioses y sepultar a sus muertos, Esta sede funcionaba también como cementerio de la región, al cual llevaban a enterrar a personajes del alto rango de las comunidades aledañas. El lugar estaba compuesto por suntuosos templos colocados sobre montículos artificiales. Su construcción exigió el control de mano de obra de una buena parte de la población periférica. Los especialistas en la edificación de tolas manejaron no solo el conocimiento que implica edificar estas obras, sino que también eran conscientes del significado de simbólico de su diseño y ubicación, pues su orientación este - oeste tenía relación con los movimientos del Sol, lo que hacía que su función estuviera íntimamente a la actividad ritual. Estos montículos artificiales o tolas estaban distribuidos de tal manera que conformaban amplios espacios públicos, aptos para la celebración de grandes festividades. Dichas ceremonias constituían el enlazamiento comunitario, en las que las ideas económicas, sociales y religiosas que guiaban a la sociedad, se disponían a través de manifestaciones rituales que expresaban una información cultura básica, que regulaba la conducta social. Los sacerdotes y chamanes fueron los encargados de presidir diferentes tipos de ceremonias, relacionadas con ritos de iniciación, cultos de fertilidad, mitos de origen, sacrificios rituales, prácticas mortuorias. Para ello, los líderes religiosos se adoraban con máscaras y otros objetos imbuidos de atributos simbólicos que, a su vez les conferían poder y autoridad. Eso era posible ya que los artesanos alcanzaron un alto desarrollo tecnológico y eran diestros en ramas como la metalurgia, talla de madera, textilería, peletería (trabajo del cuero y piel de animales), alfarería y cestería. Así pues, el mundo sagrado y religioso de la Tolita está presente en sus manifestaciones, a través de una iconografía que intenta relacionar el mundo de las fuerzas sobrenaturales con los acontecimientos de la vida cotidiana. Estas fuerzas sobrenaturales están representadas por los seres que dominan los tres reinos del mundo real, es decir, por los animales más poderosos de aire- cielo (águila harpía, murciélago, búho), de la tierra (jaguar, serpiente) y del agua (caimán), los cuales fueron elevados a la categoría de dioses. Las esculturas antropo-zoomorfas son representaciones humanizadas de las deidades animales, cuya elaboración tenía como propósito servir de ícono religioso y social. Los ritos y celebraciones fueron necesarios para consolidar el ordenamiento de la estructura de pensamiento social. Unas piezas conocidas como "prisioneros" podrían representar, alternativamente, los ritos de pubertad o incluso sacrificios humanos que, en realidad, tiene la significación de entregar un ser humano a una entidad sobre natural para su consumo, pero entendido este de una manera ritualizada, es decir, consistiría en un regalo u oferta a los dioses o a los espíritus para así recibir el bienestar. ACTIVITIES 1. 2. 3. Read the text and then analyze it in order to fulfill the following tasks Describe in a mind map what a sense of unity according to the text is. (Meaning, main characteristics, acquired responsibility from that concept) Compare ancient death rites and modern death rites. Use the following scheme Similarities Differences 4. Issue Ancient Death Rites Modern Death Rites Imagine and draw an ancient burial site identifying its main characteristics and explaining its purpose.