GUÍA TALLER UNIDAD IV: ÉTICA SOCIAL

Anuncio
COLEGIO MONTE DE ASÍS
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
SUBSECTOR: FILOSOFÍA
PROFESORA ARLETTE CIFUENTES
GUÍA TALLER UNIDAD IV:
ÉTICA SOCIAL
Nombre: ________________________________________________ Curso: 4to
.
Objetivos: Identificar los conceptos que pertenecen a la ética social, como Estado, poder, política,
etc.
Analizar nociones de poder y sociedad
Analizar dilemas biopolíticos contemporáneos.
Luego de haber revisado conceptos que pertenecen a la ética y moral, veremos a
continuación cómo estos conceptos han sido puestos en la práctica dentro de la filosofía
política a lo largo de la historia.
LA FILOSOFÍA POLÍTICA CLÁSICA: LA HERENCIA DE LOS GRIEGOS.
Para Castoriadis La antigua Grecia
constituye un ejemplo histórico donde una
sociedad delibera explícitamente sobre sus
leyes y las modifica. En otras civilizaciones, las
leyes que los rigen son heredadas de los
antepasados, son reveladas (según ellos) por los
dioses, o supuestas en la Naturaleza (en este
caso hablamos de Heteronomía política). La
autonomía política consiste entonces, en la
capacidad de cada colectivo humano de crear,
evaluar, transformar
y criticar las
instituciones sociales que los rigen.
En Grecia, la política democrática y la reflexión filosófica nacen juntas. Crear el orden
político y cuestionarlo son actitudes que estaban en germen en la antigua Grecia. La política
griega consistía en la creación y las luchas en torno a la polis. Es un proceso que duró cuatro
siglos. Desde la elección anual de los thesmothetai (arcontes que creaban las leyes) el año 682
A. C, hasta el siglo IV AC, decadencia de las polis griegas. La comunidad de ciudadanos (demos)
se consideraba soberana, participaban en la ecclesia o asamblea del pueblo con igualdad de
derecho de tomar la palabra (isegoría) con la obligación moral de ser sinceros (parrhesia). Se
regían bajo las mismas leyes (nomos) y en igualdad (isonomía). Era una democracia directa, los
asuntos político eran de interés de todo público y sólo el idiota (idiotes) se marginaba de la
participación política.
PLATÓN fue el creador de la primera “ filosofía política”. Pretendió organizar racional
y moralmente la sociedad, bajo un modelo proporcionado por su propia filosofía. En el orden del
alma y en el orden social se busca la virtud. Desencantado de la democracia ateniense, buscó una
organización perfecta para el Estado, que debe ser guiado por los sabios formando una
aristocracia. El gobernante debe renunciar a las riquezas y ser prudente en sus decisiones.
En orden del mejor tipo de gobierno al peor: Aristocracia (gobierno de los mejores),
Timocracia (gobierno de los guerreros) Oligarquía (gobierno de los ricos) Democracia (gobierno
del populacho) y Tiranía (gobierno de un individuo)
ARISTÓTELES parte de la idea de que el ser humano es un “animal político” es decir,
vive bajo instituciones y leyes comunes con otros. La sociabilidad no es lo mismo que ser gregario
(andar en grupos). La política es ética por que busca la “la vida buena” colectiva. La justicia y la
felicidad colectivas son el objetivo de la política.
Durante la Edad media, la política seguía mezclada con la moral cristiana. Los Papas
luchaban con el poder secular. Se reconocían dos leyes la divina, válida por naturaleza, y la
humana válida por la tradición y la costumbre .Para Tomás de Aquino, el soberano tiene derecho
a promulgar leyes y a modificarlas. La autoridad del Estado no viene de la Iglesia, aún así el
Estado tiene como tarea hacer ciudadanos responsables.
LOS COMIENZOS DE LA ERA MODERNA EN LA POLÍTICA: MAQUIAVELO Y
HOBBES.
Mientras que para Platón y Aristóteles el estado era un
hecho natural, la modernidad piensa que el Estado o el gobierno es
más bien algo artificial. Justificar su necesidad y existencia se
transforma en un problema.
Nicolás Maquiavelo (1469 – 1572) fue el primer pensador
político moderno, pero heredó del pesimismo medieval: la idea de
que el hombre es un ser malo “por naturaleza”. El ser humano es
malo, desagradecido, veleidoso, falaz, hipócrita y codicioso.
Maquiavelo regaló su famoso libro “el Príncipe” a Lorenzo de Medici,
un poderoso príncipe de Florencia (Italia renacentista).
Para Maquiavelo hay que separar los asuntos del estado, de la moral personal y de la
religión. El soberano debe velar por el bien del Estado, proteger la comunidad y asegurar la
prosperidad, para lo que es lícito utilizar la violencia, la astucia y la crueldad, en ciertos casos.
“Si la ley falla, el gobernante puede recurrir a la violencia. Tiene que ser capaz de
unir la astucia del zorro que permite detectar a los traidores con la fuerza del león para
castigarlos. Se le permite también faltar a la palabra”.
Para Maquiavelo, que en el fondo era un encendido patriota, lo importante es mantener
la unidad e identidad de una comunidad política. Pensó que para conservar una república se
necesitan: libertad para los ciudadanos, grandeza de la nación y el bien común. Clasificó los tipos
de gobiernos así como la forma en que degeneraban: las monarquías degeneran en tiranías, las
aristocracias en oligarquías, los gobiernos populares se corrompen en anarquías.
Henry Kissinger, político estadounidense durante el gobierno de Nixon, que ganó el
premio Nobel de la paz por lograr el fin de la Guerra de Vietnam y que apoyó las dictaduras
latinoamericanas (como la de Pinochet) es un ejemplo de un político que cree que la moral del
estado es diferente de la moral del ciudadano común.
La filosofía política moderna comienza también con THOMAS HOBBES (1588 – 1679) y
tiene como contexto las guerras religiosas del siglo XVII entre protestantes y católicos,
generadas a partir de la Reforma protestante.
Toma como modelo el orden matemático y en la moral. Además reconoce que no hay
certezas comunes sobre la moral, es decir, lo bueno y lo malo. En la política crea la teoría del
contrato político.
Hobbes deseaba hacer de la política una ciencia. Toda la gente tiene múltiples criterios
de lo que es bueno, lo malo y lo que le interesa. Al ser todos diferentes es imposible basarse en
los intereses, capacidades o deseos de cada individuo, pues hay una desigualdad natural donde
cualquiera puede ser mejor o más astuto que el otro, por ende los intereses de ningún individuo
logran estar seguros.
Llamó a esto estado de naturaleza: cuando no hay ni leyes ni gobierno, las personas no
viven seguras, no son libres ni pueden prosperar . La amenaza a la felicidad es la anarquía. Sin
Estado el ser humano está en una guerra de todos contra todos. Como no todos pueden hacer su
voluntad, deben entrar en un pacto donde limiten sus libertades mutuamente y puedan vivir en
paz (idea de contrato social) El Estado garantiza que los pactos se cumplan por medio de la
violencia, ya que él es el único que puede ejercerla, y todos los ciudadanos se someten
completamente a su autoridad.
UNA POLÍTICA BASADA EN LAS LIBERTADES: EL LIBERALISMO POLÍTICO.
BARUCH SPINOZA. (1632 – 1677) fue un filósofo moderno, racionalista
y panteísta. Estudió a Hobbes para criticarlo. Según este filósofo, el
enfrentamiento entre las personas surge por sus pasiones y esto amenaza su
supervivencia. El estado debe representar los deseos de las personas, y su poder
no es ilimitado: se debe permitir la libertad de expresión y pensamiento.
JOHN LOCKE (1632 – 1704) fue el filósofo moderno, empirista y padre
del liberalismo. Afirmó que los monarcas no tienen derecho divino a gobernar, ya
que a los ojos de Dios somos todos iguales. El hombre en estado de naturaleza es
libre, y esa condición original de libertad nos hace iguales . Ningún individuo
debiese dañar la vida, salud, libertad o actividad de otro individuo
El liberalismo es la doctrina filosófica y política que defiende las libertades individuales.
La libertad se entiende como ausencia de coacción: nadie puede obligarme a hacer algo que yo
no quiero ni impedirme cumplir mis acciones. Por lo tanto hace referencia a las libertades que
gozan los individuos en su sistema social.
El origen del estado y su legitimidad dependen del consentimiento de los individuos que
forman la sociedad. Al formar parte de un Estado, los ciudadanos conservan sus derechos
individuales (derecho a la vida, integridad física, libertad personal, de expresión, etc.). El estado
se subordina a los intereses individuales, el interés general se supedita al interés individual.
Estos derechos personales básicos, según LOCKE son los siguientes:
1.
DERECHO A LA VIDA
2.
DERECHO A LA LIBERTAD
3.
DERECHO A LA PROPIEDAD PRIVADA
4.
DERECHO A REBELARSE CONTRA GOBIERNOS Y LEYES INJUSTAS
Parte importante de la filosofía política de Locke se basa en su idea de la propiedad
privada, que es el resultado del trabajo del individuo, por lo tanto es natural y es un derecho
inalienable (que no se puede arrebatar). Quien viole la propiedad privada puede ser castigado
por el dueño o por la sociedad.
Las ideas liberales fueron acogidas en la naciente ciencia económica, desarrollada en el
siglo XVIII, por Adam Smith (1723 – 1790) quien pensaba que la satisfacción de los intereses
individuales es el mejor medio para que la sociedad progrese en su conjunto. Además sostenía
que el estado debe abstenerse de intervenir en economía. La economía tampoco debe
mezclarse con la moral o la religión.
El capitalismo funciona según leyes naturales que es preciso respetar: la primera de esas
leyes es la de la oferta y la demanda que regula el mercado. La libertad económica se expresa
en que productores y comerciantes definan libremente el precio de sus productos y la gestión
del tiempo y los recursos. La desigualdad es natural y necesaria. La economía se autorregula
como si una mano invisible repartiera los beneficios entre la población.
LA REVOLUCIÓN DE LA IGUALDAD: LA DEMOCRACIA RADICAL DE ROUSSEAU, EL
ANARQUISMO Y EL SOCIALISMO UTÓPICO.
JEAN JACQUES ROUSSEAU (1712 – 1778) pensador
que influyó notablemente en la Revolución Francesa, Uno de los
primeros críticos del racionalismo moderno, pues resalta el
sentimiento en vez de la razón.
A diferencia de MAQUIAVELO y HOBBES, pensó que el
ser humano es naturalmente bueno, y que la sociedad lo corrompe.
¿Cómo se explica que los seres humanos sean viles y crueles unos
con otros? Los órdenes sociales que se han creado en la historia
los vuelven viles y codiciosos. Cuando se crea la propiedad privada se da origen a la
desigualdad. El estado no es el fruto de una unión de propietarios libres para vivir en libertad y
seguridad. Con la propiedad, vinieron las leyes y los contratos, y los estados aparecieron luego
para defender la propiedad y las leyes con la violencia. Así el ser humano se degrada…
Para que la organización política sea legítima, el poder y las leyes deben contar con la
voluntad de los ciudadanos… el Estado es producto de la voluntad libre de las personas. Es como
un contrato político.
La idea de contrato político de Rousseau es que las personas aceptan renunciar a su
libertad personal, para someterse a un poder y unas leyes comunes que los representan pues
nacen de la voluntad general. La voluntad general o colectiva es una idea que representa lo
mejor para toda la ciudadanía. Cada uno al someterse ante la ley, recupera su libertad como
ciudadano en igualdad de derechos ante los otros. El estado toma decisiones en beneficio de
todos, pero los individuos no gozan de derechos individuales como en el caso de lo propuesto por
Locke. El estado colectivo de Rousseau puede llegar a ser despótico aunque tenga ideas
democráticas y participativas.
La revolución Francesa y los problemas que generó para la sociedad moderna, dieron el
nacimiento a la sociología de la mano de Claude – Henri Saint Simon, quien pensaba que la nueva
sociedad estaría administrada por científicos, ingenieros y empresarios. Los sucesores del
pensamiento de Jean Jacques Rousseau son los hijos de la Revolución Francesa y dieron origen
a las ideas socialistas y anarquistas.
Los anarquistas (y también los socialistas) rechazan la idea del liberalismo de que las
personas son egoístas y competitivas. Los socialistas desean el fin del capitalismo que explota
a los trabajadores para la riqueza de una clase privilegiada. Hay que organizar el trabajo para
lograr una igualdad económica
Para Peter Kropotkin (1842 – 1921) los bienes tienen que ser propiedad comunal, y las
mismas personas deben organizar el trabajo. Los anarquistas desconfían profundamente del
Estado. Para Pierre Proudhon (1809 – 1865) la sociedad ideal es de pequeños productores
organizados comunitariamente (autogestión). El poder estatal genera abusos y opresiones sin
fin.
LA FILOSOFÍA SOCIAL DE KARL MARX: ¡A TRANSFORMAR EL MUNDO MUCHACHOS!
La filosofía de Carlos Marx (1818 – 1883) es a la vez una manera
de entender la sociedad, la economía y la historia. Pero a la vez, una
práctica revolucionaria para transformar la sociedad. Marx dijo: “!!Los
filósofos se han dedicado a pensar el mundo, de lo que se trata es de
cambiarlo¡¡”
Marx tomó la idea de Hegel de que lo que mueve al mundo son las
ideas…pero la invirtió. Según Marx es el trabajo humano, lo económico,
lo que determina la conciencia humana…por lo tanto es la sociedad y
la producción lo que genera las mentalidades.
La sociedad capitalista es una etapa superior de la evolución
social. Pero produce un efecto nefasto: la ALIENACIÓN El producto de
tu trabajo no le pertenece al trabajador sino al dueño de la fábrica, quien se queda con la
ganancia. La energía del trabajador se vende por un salario por lo que su trabajo tampoco te
pertenece. Por eso el trabajo se transforma en algo pesado y sin sentido. Es una mercancía que
no tiene que ver con la vida del obrero. Las relaciones sociales se transforman en intercambio
económicas… las personas se tratan como cosas… La ALIENACIÓN es la condición social que
permite la riqueza capitalista.
La sociedad moderna esta dividida en dos clases antagónicas: los burgueses dueños de
las fuerzas de producción (es decir, de las herramientas, las máquinas y de toda la fábrica) y
los proletarios quienes le venden su “fuerza de trabajo” al capitalista por un salario que alcanza
para cubrir sus necesidades básicas.
La historia se mueve por la lucha de clases en la medida que el capitalismo genera pobreza
y desigualdad despierta la conciencia de los proletarios (conciencia de clases) quienes pronto
desean la revolución, es decir el cambio de las estructuras sociales y el fin del dominio de una
clase contra otra clase.
Para Marx la sociedad tiene una infraestructura que son las relaciones económicas en la
sociedad. Sin embargo, se necesita de una superestructura que consiste en las instituciones como
el Estado y en las ideologías, que son los mitos religiosos, éticos y políticos que difunde la clase
burguesa, que están en función de sus intereses y engañan al proletariado. Es decir la base del
ordenamiento político, jurídico y religioso de una sociedad son las relaciones económicas y
productivas.
MARX escribió en el Manifiesto Comunista,
que la concentración del poder en pocas manos
contribuye al fin del capitalismo, pues cada vez cuesta
más producir la ganancia para el capitalista y el
proletariado se empobrece hasta que ya no aguanta
tanta opresión. Mediante una revolución los proletarios
tomarían el poder del estado y modificarían las
relaciones económicas: La fábricas producirían lo que
necesita la gente, y no para enriquecer a unos pocos.
Luego de un periodo en que el Estado administrase la
economía (DICTADURA DEL PROLETARIADO), éste desaparecería para dar lugar a una
sociedad donde no existiría la pobreza, ni las clases sociales, ni la propiedad privada; donde cada
cual haría su aporte a la sociedad sin ser explotado por otros y donde los ser humanos volverían
a relacionarse como personas y no como cosas.
La realidad fue que el pensamiento de MARX se realizó sólo parcialmente en los
proyectos de los países socialistas del siglo XX. Sin duda hay una distancia considerable entre
lo que fue la Unión Soviética de Lenin, Stalin e incluso Gorbachov y lo que se imaginaba Marx
por su sociedad comunista. Muchos consideraron que una vez que se cayó el muro de Berlín, el
comunismo había desaparecido totalmente de la faz de la tierra. Bueno, eso no es así. El marxismo
prosiguió en muchas vertientes inesperadas. Revisemos algunos marxistas connotados de todos
los tiempos: Rosa Luxemburgo criticó el centralismo y rigidez de la Unión Soviética, depositando
la revolución en las manos del pueblo proletario. El filosofo húngaro, Georgy Lúkacs reconectó el
pensamiento de Marx con el de Hegel para criticar las pretensiones “científicas” del marxismo
(es decir pensar que se pueden establecer leyes que determinen el desarrollo de la historia)
como una forma más de pensamiento burgués, que como tal tenía por objetivo el dominio de las
relaciones entre los seres humanos. Lúkacs repensó la cuestión de cómo la clase trabajadora
puede escapar a la alienación y la cosificación de su vida, convirtiéndose en sujeto de su propia
historia por medio de la revolución cuyo primer punto departida era una nueva visión del hombre
y la historia, una nueva “conciencia de clase” que superaría el capitalismo. El dirigente político
italiano Antonio Gramsci se concentró en la idea de hegemonía y de cómo la clase burguesa al
controlar la cultura, era capaz de controlar u organizar la sociedad.
LA TEORÍA CRÍTICA DE LA ESCUELA DE FRANKFURT: HORKHEIMER, ADORNO,
Y HERBERT MARCUSE
Las experiencias desastrosas del siglo XX, la emergencia
del facismo, las dos guerras mundiales, las dictaduras modernas
de izquierdas y de derechas, el consumismo, fueron el punto de
partida para un grupo de autores que fundaron lo que se conocería
como la “Teoría Crítica”. En general son filósofos que criticaron
el desarrollo de la sociedad en occidente y que no se sintieron
cómodos ni en el capitalismo industrial ni con el estatismo
soviético. En 1930, esta serie de investigadores y pensadores se
juntaron en Frankfurt a pensar y denunciar las formas de
dominación modernas que se desarrollaron en Occidente, a pesar
de las promesas de liberación que contenía la Ilustración. El
Instituto de Investigación que fundaron es disuelto por los nazis
en 1933. Muchos de ellos por su condición de judío fueron exiliados
o murieron producto del odio. En los países “democráticos y libres”
estudiaron las formas de legitimación de las injusticias del
capitalismo en las nacientes sociedades de consumo. Dicho
pensamiento influyó notablemente en los movimientos juveniles
antiautoritarios y de protesta que aparecieron en los años
sesentas.
Una de las características de la Teoría Crítica es combinar filósofos tan distintos como
Marx, Schopenhauer, Nietzsche y Hegel así como también hacer uso del psicoanálisis freudiano
y la sociología de Weber. En general, siendo socialistas, criticaron al marxismo por pensar en
que la inminente caída del capitalismo era un proceso “objetivo” y casi automático o, por otro
lado, depositar toda la fe en que el proletariado sería capaz de acabar con la opresión burguesa.
Vieron que el problema con la sociedad estaba en el tipo de racionalidad dominante, una
racionalidad al servicio del poder y la dominación que se fija sólo en disponer los mejores medios
para alcanzar los objetivos, sin considerar los valores o la ética contenido en esos fines que se
persiguen. Max Horkheimer la llamó racionalidad instrumental. La ciencia en vez liberar y
mejorar al hombre, justifica su opresión y esconde ideológicamente la injusticia. En cambio, una
teoría crítica tiene como objetivo la emancipación; denunciando, explicando y proponiendo
utopías para poder imaginar una sociedad libre. Así denuncian que detrás de la supuesta economía
capitalista “libre” existe el monopolio, detrás de los roles masculinos y femeninos existe una gran
represión sexual, y detrás de la democracia moderna existe la manipulación mediática de las
masas.
La palabra “progreso” adquiere un sentido paradójico para estos autores. El racionalismo
occidental en vez de cumplir la promesa de liberar e independizar al hombre de las formas de
opresión, lo que ha traído son formas más eficientes y poderosas de dominio por medio de una
violencia racional. Un ejemplo terrible de esto fueron los campos de concentración nazis, que
eran verdaderas “fábricas de muerte”. El hombre occidental consigue ser racional al precio de
reprimir sus instintos y hacerse dependiente, cada vez más, de las cosas. Incluso la cultura de
masas, manejada por la industria cultural y por los medios de comunicación masivos, a pesar de
que pone al alcance de la población la música, el arte, la poesía que antes sólo gozaban unos pocos,
va haciendo que el arte pierda su fuerza transformadora y rebelde, contribuyendo así a una
perspectiva domesticada de la vida. A juicio de Theodor W. Adorno, la felicidad de la era
industrial es un mero espejismo diseñado para el engaño. El verdadero y oscuro rostro de la
sociedad occidental consiste en grandes masas manejadas por tecnócratas y burócratas
(quienes a su vez son servidores de los capitalistas), individuos sedados por una vida falsa de
entretenimiento y consumo, incapaces de criticar su sociedad.
Tanto Horkheimer como Adorno se mantuvieron alejados de la política directa o de los
movimientos revolucionarios, pues para ello era indispensable que la teoría no se contaminara con
la ideología. En cambio Herbert Marcuse tomó el camino opuesto, apoyó la protesta política
directa y pensó que los nuevos movimientos sociales serían la fuerza que derrocaría el
capitalismo. En particular destacó el papel de la juventud, pues a su juicio, los estudiantes no
habían sido “atrapados por el sistema” y podían denunciar sus injusticias con la libertad que
carece el asalariado autosatisfecho y consumista. Marcuse quería construir una sociedad no
represiva, donde las personas fuesen en verdad libres y felices. Pero para ello había que superar
lo que llamó “el hombre unidimensional”, es decir, aquél estado de las personas donde están
totalmente controlados y manipulados en sus deseos y pensamientos, por los que ejercen el
poder. Los hombres y mujeres unidimensionales no quieren ni desean, ni son capaces de criticar
o pensar en otra sociedad menos opresiva porque han sido integrados al sistema a través de la
educación, el trabajo y sobre todo, el entretenimiento y el consumo. Por ello es que Marcuse
pensó que ya no sería el proletariado sino los excluidos y los marginados del sistema, los únicos
que podrían modificar el capitalismo.
EL POSMODERNISMO: EL FIN DE LA RAZÓN ILUSTRADA.
Casi todos estos autores son considerados como los precursores de una nueva forma de
ver las cosas, donde ya no se parte de la base de la idea de RAZÓN. Tampoco se suman a la fe
en el progreso material y espiritual que profesaba la Ilustración, basadas en la racionalidad. Las
corrientes filosóficas se diversifican: estructuralismo, post marxismo, filosofía analítica,
pragmatismo, deconstruccionismos, etc. Se habla de que la Filosofía ha pasado en el final del
siglo XX a la postura del POSMODERNISMO.
Esta nueva tendencia surge en Francia en los años 60 – 70 durante plena guerra fría.
Tiene una estrecha conexión con la revolución estudiantil de 1968 en París, donde se cuestionan
las concepciones tradicionales y establecidas de la política, la ética, y la moral, que atraviesan
todas las dimensiones de la sociedad: la vida sexual, la familia, la educación formal, el gobierno,
el arte, la cultura popular etc.
La posmodernidad es en términos muy generales, una crítica radical de las ideas y
filosofía de la modernidad. Tiene su precedente en algunas filosofías como la del alemán
Friedrich Nietzsche, quien proclamó la “Muerte de Dios” significando con ello no sólo la
decadencia de las ideas religiosas y el advenimiento de una sociedad cada vez más profana, sino
también la decadencia de los nuevos ídolos modernos: la razón, la ciencia, la idea de progreso, la
igualdad, la sociedad socialista, etc.
Se atacan las teorías modernas sobre el conocimiento, el arte y la moral. Se denuncia la
modernidad en su peligro totalitario, escondidas tanto en los estados colectivistas soviéticos
como en las modernas democracias liberales de masas. En los años setenta se cuestiona lo
establecido (el establishment), y se estudia el poder mismo, en sus más diversas formas. Un
pensador que dio de hablar en esto fue MICHEL FOUCAULT.
MICHEL FOUCAULT: EL VÍNCULO ENTRE SABER Y PODER.
Proclamó la “muerte del hombre” lo que quiere decir que
el ser humano es un invento de la filosofía y las ciencias humanas,
pues no hay algo así como una “esencia” que nos defina como seres
humanos, sino que cada cultura y cada época nos define. Es decir
cada forma de saber genera una definición diferente.
El individuo no tiene una esencia, todo lo que sabe, siente
o quiere esta definido por la estructura social que lo rodea y por
condiciones que no maneja, pues estaban instaladas previas a su
nacimiento. Por ejemplo, el idioma o lengua que hablamos es un
sistema de signos que existe antes de que nacemos y que
aprendemos a partir de los adultos. Lo mismo pasa con los valores, las normas, la manera de vivir
la sexualidad, los sistemas políticos, etc. El psicoanálisis, la etnología, la antropología o la
sociología se concentran en estudiar los sistemas o estructuras y no lo que piensan, sienten o
quieren los individuos. No necesitan del ser humano si quieren ser científicas.
Las estructuras son las relaciones generales y establecidas en una sociedad. Bastan por
sí solas y están por sobre lo individual (por ejemplo el idioma, la economía, el aparato político o
jurídico). La estructura nos revela cómo funciona la sociedad, y nos libera de falsas ilusiones
voluntaristas. El sistema lo podemos cambiar si comprendemos realmente como funciona, si
detectamos donde nace la opresión social y el engaño de las masas.
Un ejemplo de estructuras son el tipo de
conocimiento que tiene cierta época y su efecto en la
sociedad: por ejemplo lo que es la verdad, la locura, la vida
sexual normal, el buen uso del lenguaje, son criterios que
cada época establece y están inmersos en dicha época.
FOUCAULT investigo las reglas comunes a las
ciencias de una época, y como éstas reglas generan un
objeto determinado: un objeto de estudio. Esta idea es
contraria a lo que siempre se enseña: de que la realidad
con sus objetos están ahí afuera para que luego el
investigador los estudie y describa su realidad. La ciencia para FOUCAULT inventa conceptos,
ideas, realidades, las que modifican la sociedad.
Las ciencias no son independientes de la época en que nacen ni tampoco de los efectos
de poder y control que generan en la sociedad. El estudio histórico de la ciencia se denominó
arqueología del saber.
La historia, la teología, la metafísica han producido la creencia de que el poder reside en
alguna parte o que se concentra en ciertos lugares (en el gobierno, en la riqueza de un grupo, en
la armas). Para FOUCAULT esto es falso: el poder es una relación humana y social, son fuerzas
que están en juego en toda la sociedad, desde lo más cotidiano y simple como la familia, la
escuela, la calle hasta las instituciones más relevantes de la nación. El poder no sólo es
económico, se da entre el que maneja conocimiento y el que no, en la disciplina impuesta al
estudiante, en la regulación de los tiempos de trabajo y de ocio, en la relación entre el varón y
la mujer. El poder fija conductas y valores, mediante la vigilancia y el castigo. El estado es una
de las múltiples formas de presencia del poder: el poder se da en la vida cotidiana, desde la
oficina, la escuela, la prisión, y en la intimidad. Por ello es omnipresente, constantemente se nos
supervisa, controla y mide, y esa presencia produce conductas específicas.
Hay una profunda relación entre el saber o conocimiento y el poder. Las ciencias generan
discursos, los que se rigen por reglas y códigos que incluyen o excluyen elementos de la
realidad social. Por ejemplo desde la psiquiatría se establece quién es racional y quién esta loco,
desde la medicina aquél que está sano y el que está enfermo, lo permitido y lo prohibido en cuanto
a la sexualidad, la educación o el trato a los criminales.
La comprensión del poder como algo no fijo y que está en todos lados permite diseñar
nuevas formas de relación y estrategias para luchar en la sociedad. Para ello hay que aceptar las
diferencias, las estrategias variadas, la crítica constante y el pluralismo.
JEAN FRANCOIS LYOTARD y JEAN BAUDRILLARD: LA CONDICIÓN
POSMODERNA.
JEAN FRANCOIS LYOTARD participó también del Mayo de 1968. Su reflexión consiste
en un análisis filosófico y sociológico de los cambios en el conocimiento y la filosofía, sobre
todo en cuanto éstos han servido para justificar o legitimar un determinado orden social. Para
él las sociedades y el conocimiento han estado sometidos a profundas transformaciones. Las
ciencias y la filosofía se han justificado en cuanto a su necesidad en función de lo que LYOTARD
denomina metarrelatos que en el fondo son mitos o narraciones que nos hablan de utopías, de
verdades absolutas y de futuros brillantes como la idea de la total liberación humana de la
opresión social y de la ignorancia, la idea de una sociedad comunista, o la idea de un progreso
constante en lo material o espiritual. El problema de estos mitos es que ya no se cree en ellos.
Pese a que estas explicaciones universales que pretenden abarcarlo todo están en
decadencia, esto abre nuevas posibilidades de ser más sensibles a las diferencias, a lo
heterogéneo y a la complejidad de la realidad. Ya no se trata de uniformar y de decretar leyes
válidas para todos, sino de aceptar múltiples visiones y reconocer diferencias. Este nuevo tipo
de sensibilidad deriva en que aparezcan movimientos políticos con intereses diversos:
ecologistas, minorías sexuales, hippies, punk, pacifistas, feministas, antirracistas, etc.
El único criterio que queda en pie es el tecnológico: la constante búsqueda de una mayor
eficiencia, eficacia y control de la realidad. El objetivo de todo conocimiento tecnocientífico es
incrementar constantemente el poder y el control sobre las cosas y las personas. Las ciencias
más adecuadas para ello son la ingeniería, la informática, la teoría de sistemas, la cibernética, la
robótica, las telecomunicaciones, en especial, los nuevos medios de comunicación globales en red
como Internet.
La posmodernidad desde el arte, la filosofía, el cine, la música estimula nuestra
capacidad de ser inventores de nuevos espacios para la vida personal y grupal, para reinventar
los mundos privados y descomprimir los ambientes públicos . Se trata de ser sensibles a las
diferencias, a lo marginal, a lo excluido, de actuar de manera más libre y creativa ante la realidad,
sin tener que soportar en peso de LA Verdad (con mayúscula) LA Justicia y LA Moral. Vivir sin
pretender reducir la riqueza de lo real a una sola Verdad Absoluta.
Será Jean Baudrillard, sociólogo francés, quién tratará de construir una teoría explícita
de la llamada ERA POSMODERNA. Incorpora importantes temas como la sociedad de consumo,
los medios modernos de comunicación (MASS MEDIA), Las formas de arte y la publicidad del
siglo XX .
Fue influenciado por la teoría marxista y el estudio de los símbolos (semiología). Propone
que la sociedad actual está saturada de productos y servicios que nos fascinan, que hacen que
nos comportemos y deseemos ciertos objetos. Los objetos van constituyendo nuestra vida diaria,
no los dominamos sino que ellos nos dominan a nosotros. Esto es lo que se ha denominado
SOCIEDAD DE CONSUMO.
El mundo de la gente del siglo XX se mueve por los criterios del sistema económico:
acumulación de capital, producción en masa, procesos repetitivos, racionalizados. La gente se
identifica en los productos que consume, reflejan un cierto “status” social y poder. Todo está
organizado en torno a la PRODUCCIÓN. Al estar organizados bajo el principio de la producción,
el sistema “socialista” no es más que una imagen invertida del sistema capitalista. No es un escape
a la utilización instrumental de nuestros deseos, necesidades y cuerpos.
Lo fundamental en la era postmoderna es el SIMULACRO: el control de los medios de
comunicación, la tecnología de la computación y las imágenes audiovisuales sobre nuestras
vidas. La barrera entre la realidad y las imágenes que nos bombardean se hacen difusas. Mientras
que la era moderna era EXPLOSIVA, la posmoderna es IMPLOSIVA, la realidad se condiciona
en base a los distintos modelos de consumo, que a través de imágenes y símbolos nos rodean,
esto se denomina HIPERREALIDAD. Por ejemplo, LAS GUERRAS SON CONTROLADAS POR
LAS CADENAS TELEVISIVAS...
JACQUES DERRIDA: LA DESCONTRUCCIÓN.
El posmodernismo no sólo afecta a las clásicas formas de hacer pintura, de escribir, de
entender los valores y de afectar las formas de comunicación: además afecta a la misma forma
de escribir Filosofía. Un ejemplo de ello es la obra del pensador argelino JACQUES DERRIDA
(1930 – 2004).
Inventó
lo
que
se
conoce
como
“deconstruccionismo”. Básicamente toda filosofía versa
sobre ideas, creencias y valores bajo la forma de un
esquema conceptual. En síntesis, todo discurso filosófico y
toda cultura es un montaje, un grupo de conceptos armados
de cierta manera. Estos conceptos se organizan en un orden
determinado. La deconstrucción trata de romper este
orden y desestabilizar la forma de presentarse los
conceptos, para así cambiar nuestra manera de entender
la cultura y a nosotros mismos.
La filosofía no ha reflexionado sobre como
constituye el pensamiento en base a oposiciones de pares con elementos irreductibles:
masculino/femenino, racional/ irracional, espiritual/ material, eterno/ temporal. Todo elemento
que no encaje dentro de éstos polos tiende a ser marginado y reprimido. La oposición termina
privilegiando uno de los términos; lo que refleja una tendencia ideológica y estratégica en cuanto
al poder. Tanto Foucault como Derrida investigan el modo en que han sido ocupados los conceptos
y la evolución de las pretensiones de la filosofía (verdad, bondad, belleza absoluta). Toda palabra
se inserta en una red de conexiones en los textos y en la historia. La primacía de un elemento
de la oposición otro sobre (lo masculino sobre lo femenino) es ficticia, lo que quiere decir que
depende del contexto, de su inserción en una filosofía, en una obra literaria, en una narración
histórica o en un discurso público, nunca aluden a la realidad tal cual es en sí misma (pues ella
siempre resulta estar interpretada por los textos). Los sistemas filosóficos se sostienen sobre
la base de éstas distinciones y exclusiones.
Los individuos también nos interpretamos: creemos que somos algo y le damos forma al
mundo en función del contexto en el que se envuelve lo que decimos. Por lo tanto toda identidad
es ficticia, es resultado de una historia del pensamiento, de la cultura y de la sociedad en que
vivimos. Los resultados del esta manera de mirar las cosas nos muestran que la tradición
filosófica está llena de aporías y paradojas. Derrida responde con juegos de palabras y la
deconstrucción del orden de los discursos. Si nos obligan a escoger entre uno de los dos términos
de la oposición binaria, podemos escoger uno marginado y relativo: un indecidible. Esto rompe la
lógica.
Lyotard, Foucault y Baudrillard fueron activistas políticos. Sus análisis destacan lo
diverso, la pluralidad, lo heterogéneo, las diferencias y las luchas focalizadas en grupos o
situaciones específicas como estrategias para enfrentar el poder ganan la simpatía de numerosos
movimientos político - sociales actuales: el feminismo, el ecologismo, los movimientos
antirracistas, los movimientos por la causa homosexual, las luchas por el reconocimiento de las
culturas no occidentales, los movimientos antiglobalización y alterglobalizados.
LA DISPUTA ENTRE LOS NUEVOS LIBERALES Y COMUNITARISTAS.
La filosofía política se ha visto influida por una serie de nuevas teorías que han
replanteado el viejo liberalismo de Locke y Adam Smith, lo han radicalizado o se han opuesto a
él. Un importante nombre acá es el de John Rawls quien escribió el influyente libro “Teoría de la
justicia”. Rawls fue acusado de izquierdista por los derechistas y de derechista por los
izquierdistas. Su filosofía política pone en el centro el ideal de la equidad y la justicia como
imparcialidad y su preocupación central es responder a la pregunta ¿cómo es una sociedad con
instituciones justas?
Una sociedad justa es un objetivo especialmente complejo cuando la tendencia natural
es que cada uno busque la mejor situación para sí mismo. Rawls nos propone imaginarnos una
situación inicial o posición original que llama “el velo de la ignorancia” donde tenemos que
escoger un conjunto de derechos y libertades para todos y cada uno de los miembros de la
sociedad pero en el cual nosotros ignoramos cuál será nuestra propia posición en la sociedad. En
tal situación, habría que pensar qué es lo mejor para cualquier persona y que es lo mejor para
todos, y eso es la definición de justicia que propone Rawls. Una sociedad justa es una sociedad
donde los derechos y libertades, los bienes y los ingresos están repartidos de tal modo que cada
individuo saca la mayor ventaja posible. La justicia como equidad se apoya en dos principios: 1)
cada ciudadano tiene que tener acceso igualitario al conjunto de libertades y derechos más
amplio que sea posible (siempre que exista compatibilidad con las libertades de los otros) 2)
admitiendo que existen desigualdades socioeconómicas, estas son sólo tolerables si producen la
mayor ventaja posible para cada uno, y en particular, que beneficien a los más desfavorecidos.
Las desigualdades que sólo benefician a unos pocos son, en realidad, las verdaderamente injustas.
Por ejemplo, los trabajos mejor remunerados deberían, según Rawls, estar al alcance de todos y
ser repartidos en igualdad de oportunidades entre la población.
Una propuesta como la de Rawls supone una presencia fuerte del estado. Al contrario,
los anarcoliberales o libertaristas extremos plantean que el estado debe reducirse a su mínima
expresión. Son defensores a ultranza del capitalismo pues consideran que el libre mercado es el
mejor mecanismo para repartir la riqueza y limitar la acumulación de poder. La mayoría son
individualistas radicales, piensan que la sociedad no tiene el derecho de limitarte tus libertades
o quitarte tus posesiones (por ejemplo, por la vía de impuestos). Están contra la intervención
del estado y contra el asistencialismo social. La sociedad tiende a organizarse sola, no necesita
planificación ni un poder centralizado, los individuos deben dejarse en plena libertad siguiendo
sus impulsos egoístas que dinamizan la sociedad. Por lo tanto para ellos la conservación de la
libertad económica es la base y el fin último de toda política. El principio de la propiedad privada
es la base de todo el individualismo: cada individuo es dueño de sí mismo, la sociedad no puede
obligarte a nada, menos en nombre de la igualdad o la justicia social. Es más, consideran que las
injusticias derivan todas de la indebida intervención del estado. Las posiciones sociales o
económicas son el resultado de la evolución libre de la sociedad, un proceso de selección “casi
natural”. En cambio, la regulación de la economía y los “programas sociales” son una alteración
perversa del orden espontáneo del mercado.
Opuestos a los liberales y neoliberales están
los comunitaristas, que afirman que el tipo hombre
que
propone el liberalismo es demasiado
individualista, abstracto y sin raíces. Por otro lado,
las ideas universalistas de la modernidad y la
ilustración van contra, muchas veces, las tradiciones
y costumbres propias de cada pueblo o comunidad, y
que existe una pluralidad de criterios de justicia
(justicia de intercambio, reconocimiento, mérito,
necesidad, etc.) Ellos enfatizan que la base de la
libertad política y de la justicia es la comunidad en el marco de su contexto de historia y
tradiciones propias. El “nosotros” es tan importante como el “yo”, para definir los criterios de
justicia. Las sociedad modernas son anónimas e individualistas, las personas se vinculan
simplemente por lazos económicos y jurídicos sin tener una identidad común. Rescatando ciertas
ideas de Aristóteles plantean que sólo en el marco de una comunidad alcanzamos ciertas virtudes
cívicas y nociones de bien común. El individualismo desenfrenado hace que muchos miembros de
la sociedad queden desatendidos, en cambio en las pequeñas comunidades como los barrios, los
pueblos y las iglesias, cada miembro es significativo e importante. Aportes significativo del
comunitarismo es la idea de una política de comunidad participativa, el no disociar la moral de
la política y sobre todo, el plantear la necesidad de que se reconozcan las diferencias culturales
de los pueblos.
LA TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA Y EL CAPITALISMO TARDÍO:
JÜRGEN HABERMAS (nacido 1919)
Según Habermas la modernidad se ha centrado en la racionalidad técnica y tecnológica,
dejando de lado la aspiración ética de liberar a los seres humanos de la opresión y la
manipulación. Hoy en día, la sociedad global perfecciona los sistemas económicos y
administrativos por medio de las nuevas tecnologías para producir y para comunicarnos. Pero la
sociedad es aun profundamente poco democrática….
El posmodernismo puede resultar una alternativa nihilista e incluso conservadora. No
podemos descartar el legado de la ilustración en cuanto proyecto de liberación humana por la
razón y de autonomía de los sujetos.
Habermas rescata ideas tanto de Kant como de Marx, y de muchos otros teóricos
sociales. Como Marx, Habermas cree que el capitalismo genera modos de vida inhumanos
(alienación), desigualdad y conflictos entre clases. Pero le reprocha la idea de que la historia se
dirija naturalmente al fin del capitalismo, y sobre todo no concuerda con que la opresión consista
sólo en la explotación en el trabajo.
De Kant rescata la idea de que la ética tiene que estar basada en la razón humana, que
se debe promover la autonomía de los sujetos liberándolos de influencias o autoridades
irracionales. Sin embargo sostiene que una forma de vida ética solo puede darse en el diálogo y
la comunicación.
El capitalismo ha evolucionado y hoy puede evitar las crisis sociales expandiendo el
asistencialismo a los sectores pobres. Además del trabajo o acción instrumental, para poder
entender la sociedad realmente hay que hablar sobre la comunicación, y por supuesto, del
lenguaje. Razonar es comunicarse con otros en la búsqueda de la verdad en base a argumentos .
Hoy la gente es manipulada por la publicidad y por los ofertones electoralistasHabermas entiende la sociedad desde dos perspectivas: una es el mundo – de – la – vida,
o “mundo de la vida cotidiana” que consiste en el espacio social
en el cual nos comunicamos e interpretamos colectivamente el
mundo, desde donde preservamos y transformamos tradiciones
y culturas. Es decir hace referencia a las interacciones
cotidianas en el barrio, en el hogar, en la escuela, etc.
El mundo de la vida abarca un conjunto complejo de
formas de vida colectivas: reuniones de amigos, equipos de
fútbol, las relaciones escolares, la vida de barrio, la familia, la
vida de pareja, etc. Además de desarrollar la cultura, en el
mundo de la vida nos socializamos: aprendemos a vivir en una determinada sociedad y construimos
relaciones con otros formando nuestra identidad personal. La tradición y la comunicación tienen
mucho peso en el mundo de la vida, pero se ha visto transforma por el SISTEMA.
¿Qué es el sistema?, para Habermas es la sociedad especializada por funciones, en
donde cada subsistema (como la economía y el estado) se administran por funciones
independientes: producir más dinero y producir más poder. Este proceso tiene ventajas, pero
produce una sociedad impersonal donde los valores y el entendimiento humano pierden
importancia. Para Habermas mientras más se expande el sistema, las relaciones humanas se
comienzan a regular en función del dinero, o del poder, o de las leyes, y menos en la comunicación.
La opinión pública es manipulada por la publicidad y los poderes detrás de los medios de
comunicación
El sistema capitalista no entra en crisis sólo por la economía. El estado y el mercado no
pueden satisfacer todas las demandas de los ciudadanos, y se produce una crísis de motivación
es decir, la gente deja de creer que el sistema funciona. Tampoco hay ideologías o religiones que
justifiquen el orden establecido. La salida a la crisis social (apatía, la drogadicción, la violencia
urbana, pobreza, etc.) es una democracia radical: una ciudadanía que participe opinando,
argumentando y definiendo las mejores políticas para su sociedad.
HANNAH ARENDT: REFLEXIONAR SOBRE LOS TOTALITARISMOS.
Hannah Arendt (1906 – 1975) es la mayor pensadora política de los tiempos modernos.
Fue discípula de los filósofos más importantes del siglo XX: Husserl, Jaspers, Heidegger. Por su
condición de judía sufrió en carne propia la persecución nazi. Esta experiencia la llevó a
reflexionar sobre la política.
En su libro Los Orígenes del totalitarismo se hace la pregunta de cómo fue posible que
el Holocausto haya ocurrido. El totalitarismo no es una forma más de tiranía, sino es el tipo de
régimen que se basa en la creencia de una ley universal, por encima de todo derecho humano o
nacional. Dicha ley puede ser la superioridad aria (Nazis), la voluntad de los poderosos (Facismo),
o el cumplimiento de la historia (comunismo)…en el totalitarismo se legaliza el terror, el
individuo se reduce a masa, y el ciudadano busca desentenderse de la política.
La democracia moderna se ha debilitado mucho. Los
ciudadanos se desencantan de la política, su incapacidad de
participar y de reflexionar los vuelve meros consumidores
llenos de inseguridad. Un elemento del totalitarismo es el
protagonismo de las masas. El totalitarismo trata todas las
dimensiones de la vida como políticas (la educación, el arte,
etc.). El totalitarismo aspira a un control total por medio de
la vigilancia permanente de los individuos.
El totalitarismo hace uso de todo el poderío técnico
para vigilar e incluso, exterminar, toda vida privada y expresión
de individualidad. Este poder ilimitado orientado a la destrucción de lo privado, del individuo,
constituye un mal radical… una maldad absoluta.
HANNAH AREDNT no se contenta con diagnosticar las causas de nuestros males:
propone una solución en una auténtica comprensión de lo político, y de su renovación. Se propone
pensar “lo que hacemos los seres humanos” bajo las condiciones de éste planeta: laboramos,
obramos y actuamos… estas actividades se oponen al pensamiento puro, contemplativo.
La Labor consiste en las actividades destinadas a satisfacer las necesidades vitales… su
finalidad es el consumo y su producto son objetos de corta duración. La obra produce objetos
duraderos (muebles, edificios, máquinas) explotando la naturaleza, tratándola con un medio más
para la producción La acción nos compromete como seres sociales (plurales) que los relacionamos
en un espacio público destinado al dialogo y los acuerdos.
Tanto Habermas como Arendt enfatizan que en nuestra época se corre el riesgo de
perder la armonía entre el espacio privado (el de la familia y la intimidad de los individuos)
con el espacio público (el de la convivencia política, del diálogo razonable con los otros y de
los debates).
El individualismo consumista como el colectivismo totalitario pueden ser las
consecuencias extremas de una población que se olvida, junto con la participación política,
de la reflexión y el juicio.
NUEVAS BASES PARA LA ÉTICA: EMMANUEL LEVINAS Y HANS JONAS…
LEVINAS es un pensador judío y francés que intenta rescatar un humanismo en la ética.
El pensamiento moderno obsesionado con comprenderlo todo violenta al Otro hasta reducirlo a
una mera parte de un Todo… es decir, el sistema se consume a la persona … le quita su valor,
su diferencia y dignidad.
Ese “Otro” no es más que la experiencia de la persona concreta en el encuentro cara a
cara que es la base de toda moral. Es imposible reducir al otro a objeto, pues cada uno es un
universo entero, un infinito que se me revela a través de su “Rostro” concreto. Esa experiencia
del Otro, en cuanto no hay normas, ni valores ni imposiciones sociales es la ética auténtica …surge
la responsabilidad radical por el Otro que es mi hermano, pues los seres humanos somos
vulnerables y frágiles ante la violencia y el poder… la obligación de velar por el Otro, sin esperar
nada a cambio, es el primer mandato moral
HANS JONAS es un pensador judío – alemán que critica las consecuencias de nuestra
sociedad basada en la tecnología. Nuestra sociedad piensa sólo en el cortoplazo y extiende su
responsabilidad a los que son iguales en derechos y deberes… esto deja afuera a la Naturaleza
y a las futuras generaciones.
No sólo hemos amenazado mortalmente la Naturaleza. El ser humano puede modificarse
por el uso de drogas o manipulando su código genético. Jonas propone un Principio de la
Responsabilidad: “obra de manera que los efectos de tu acción sean compatibles con la
preservación de la Tierra para las próximas generaciones…”. Finalmente nuestra
responsabilidad deriva del deber de sobrevivir a las consecuencias de nuestros actos, de que la
Tierra exista para nuestras futuras generaciones.
EVALUACIÓN.
I. Defina cada uno de los siguientes términos y describa para cada uno las
características de los regímenes o formas de ejercer la política que representan,
juzgando al menos una virtud y un defecto de estos sistemas políticos.
REPÚBLICA:
DEMOCRACIA:
MONARQUÍA:
OLIGARQUÍA
TIRANÍA:
DEMAGOGIA:
TOTALITARISMO:
PAUTA DE REVISIÓN (0 a 3 puntos) 1) Formalidades (puntuación, redacción,
legibilidad, etc.) = ______ 2) Uso de contenidos de la guía y clases = ______ 3)
pertinencia de los definiciones = ______ 4) claridad de la redacción y coherencia del texto
escrito= ______ 5) capacidad de juzgar virtudes y efectos= _______ 6) capacidad de
síntesis =_______
II. Compare estas corrientes de pensamiento político señalando en cada
caso, con precisión, cuáles son sus características principales en cuanto a la finalidad
de la política y los modos de hacer política.
¿Cuál es la finalidad de
la política?
LIBERALISMO
POLÍTICO
(Spinoza, Locke,
Rawls)
REALISMO
POLÍTICO
(Maquiavelo –
Hobbes)
DEMOCRATISMO
POLÍTICO
(Rousseau)
SOCIALISMO Y
MARXISMO POLÍTICO
(Marx)
¿Cómo hacer
política y gobernar?
ANARQUISMO
COMUNITARISTAS
PAUTA DE REVISIÓN (0 a 3 puntos) 1) Formalidades (puntuación, redacción,
legibilidad, etc.) = ______ 2) Uso de contenidos de la guía y clases = ______ 3)
identificación de las características principales= ______ 4) claridad de la redacción y
coherencia del texto escrito= ______ 5) uso de vocabulario filosófico específico= _______
6) capacidad de síntesis =_______
III.
Señale y explique los principales aspectos de la sociedad que
critican estas corrientes de ética y filosofía social, y luego indique el criterio ético
o valor que haría falta (ej.: justicia, solidaridad, verdad, tolerancia, etc.)
¿Qué aspectos de la
sociedad critican estas
corrientes de filosofía y ética
social?
¿Qué valor o
principio ético estaría
faltando y por qué?
TEORÍA CRÍTICA
(ESCUELA DE
FRANKFURT)
POSMODERNISMO
(Loytard, Baudrillard)
TEORÍA DEL
PODER (Foucault)
TEORÍA DE LA
DECONSTRUCCIÓN (J.
Derrida)
LA TEORÍA
CRÍTICA DE JURGEN
HABERMAS
PAUTA DE REVISIÓN (0 a 3 puntos) 1) Formalidades (puntuación, redacción,
legibilidad, etc.) = ______ 2) Uso de contenidos de la guía y clases = ______ 3)
identificación de las características principales de las corrientes filosóficas= ______ 4)
claridad de la redacción y coherencia del texto escrito= ______ 5) uso de vocabulario
filosófico específico= _______ 6) capacidad de juicio ético y fundamentación=_______
Descargar