Maqueronte Bethabara Gerasa Jerash Betsaida Capharnaum Via Romana Cesarea de Filipo A la casa de Jairo iba Jesús Una gran multitud iba tras él Una pobre mujer llena de fé No miró la multitud, fue y le tocó Has tú cual la mujer que fue y tocó El vorde del vestido de Jesús Virtud salió de él y ella sanó Y si le tocas tú sanas tambien Yo fui Señor Jesus quien te tocó Mi mal ningun doctor pudo curar Tu fama vino a mí, yo vine a tí Y aqui estoy Señor Jesús curada estoy BETANIA Fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación. Romanos 4, 25 El Acontecimiento Pascual La evidencia del Talmud de Babilonia Sólo hay unas pocas referencias claras a Jesús en el Talmud de Babilonia, una colección de escritos rabínicos judíos compilado aproximadamente entre 70 a 500 dC. En la víspera de la pascua Yeshu fue colgado. Durante cuarenta días antes de la ejecución se llevó a cabo, un heraldo. . . exclamó, "Va para adelante para ser apedreado porque ha practicado la hechicería y seducido a Israel a la apostasía." {21} TESTIMONIOS PAGANOS Hacia el año 116, el historiador romano Tácito escribió sus "Anales". En el libro XV de los Anales Tácito narra el pavoroso incendio de Roma del año 64. Se sospechaba que el incendio había sido ordenado por el emperador Nerón. Tácito escribe que "para acabar con los rumores, Nerón presentó como culpables y sometió a los más rebuscados tormentos a los que el vulgo llamaba cristianos, aborrecidos por sus ignominias. Aquel de quien tomaban nombre, Cristo, había sido ejecutado en el reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato; la execrable superstición, momentáneamente reprimida, irrumpía de nuevo no sólo por Judea, origen del mal, sino también por la Ciudad..." (y continúa el relato de la persecución de los cristianos). El testimonio de Pablo • Les he transmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura. Se apareció a Pedro y después a los Doce. Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún, y algunos han muerto. Además, se apareció a Santiago y a todos los Apóstoles. Por último, se me apareció también a mí, que soy como el fruto de un aborto. • 1 Corintios 15, 3-8 El Testimonio de los Apóstoles