Celebración de la Palabra para el mes misionero

Celebración de la Palabra para el mes
misionero
Se dispondrá un altar donde estará la imagen de la Virgen,
Signos de la celebración. Vasija de barro, semillas de trigo, un
Rosario. Imágenes de los misterios del Rosario.(o signos que se refieran a los misterios.
Gozosos=flores. Dolorosos=la cruz Luminosos=cirio. Gloriosos =laureles)
Guía: Queridos Niños «La oración de la Iglesia está apoyada en la oración de María».
Efectivamente, si Jesús, es el Camino de nuestra oración, María, pura transparencia de Él,
muestra el Camino, y «a partir de esta cooperación singular de María a la acción del Espíritu
Santo, la Iglesia ha desarrollado la oración a la santa Madre de Dios, centrándola sobre la
persona de Cristo manifestada en sus misterios»
Es por eso que hoy ella nos reúne, nos acoge como hijos, nos acompaña en nuestro diario
peregrinar.
Procesión de los signos:
A continuación Irán pasando los signos y dejándolos en el altar a medida que el guía relata.
Guía: Quien más que la santísima Virgen para enseñarnos y mostrarnos los misterios de
Cristo. Porque fue ella como:
Vasija de Barro: Se dejo modelar por Dios, contuvo en seno maternal a su Hijo, se dejó llenar
de Él y contuvo en su corazón los Misterios de Jesús, Contemplando en silencio y
guardándolos en su corazón.
Simboliza su humildad, su pequeñez, cual barro formó esta vasija de la sencillez del polvo.
María cual vasija acoge con fe la palabra de Dios: fe, que para ella fue premisa y camino hacia
la Maternidad divina, “ (M.C. |7) "Ella, llena de fe, y concibiendo a Cristo en su mente antes
que en su seno", dijo: "he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra".
Semillas de trigo: Simbolizar la fecundidad del grano del trigo, que cae en tierra y se multiplica
dando alimento a todos los hombres, así es Nuestra Madre,” por su fe y obediencia engendró
en la tierra al mismo Hijo del Padre.
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El Rosario:(Misterios del Rosario) Salido del corazón mismo de la Virgen.
El Rosario, centrado en los momentos de Jesús “. En sus partes, concentra en sí la
profundidad de todo el mensaje de Jesús, del cual es como un resumen, él resuena la oración
de María. Con él, el nosotros los cristianos aprendemos de María a contemplar la belleza del
rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor. Mediante el Rosario, obtenemos
abundantes gracias, como recibiéndolas de las mismas manos de la Virgen María.
Los misterios del Rosario: (Se Irán colocando las imágenes alrededor del altar, o en un lugar
que todos la puedan ver)
Son los recuerdo de la Virgen que por medio de la oración del santo Rosario los actualizamos.
Aquellos recuerdos que la llenaron de alegría, gozo. (misterios gozosos) , los que la llenaron
de tristeza y dolor (misterios dolorosos) Cuando contemplo la grandeza y el triunfo de su
Hijo, la Gloria misma de Dios (misterios gloriosos) Y aquellos que nos hacen recordar el
sentido de Cristo en el mundo, la buena nueva, la luz de los hombre, el reino de Dios entre
nosotros (misterios luminosos)
Celebrante: Unidos a la Virgen decimos todos juntos. En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo.
Guía: Presentémonos ante Dios, tomados de la mano de María, reconozcamos también
nuestra pequeñez, que ante el somos polvo y queremos que nos moldee. Reconozcamos
nuestras miserias, todo lo que nos aleja de su hijo Jesús.
Oración: Padre de bondad, tú eres nuestro único Dios, tú nos conoces y nos amas, sabes de
nuestros pensamientos, nuestros afectos, nuestras heridas y limitaciones. Tú no nos condenas,
ni nos rechazas. Recíbenos hoy en tu misericordia como hijos que necesitan de tu perdón y
amor. A ti el honor y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Guía: Con un corazón dispuesto escuchemos la palabra de Dios.
Proclamación de la Palabra: (Dramatizada)
Lucas 2,41-51
Sus padres acostumbraban ir a Jerusalén todos los años a la fiesta
de la Pascua. Y cuando cumplió doce años, subieron allá
conforme a la costumbre de la fiesta; y al regresar ellos, después
de haber pasado todos los días de la fiesta, el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo
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supieran sus padres, y suponiendo que iba en la caravana, anduvieron camino de un día, y
comenzaron a buscarle entre los familiares y conocidos. Al no hallarle, volvieron a Jerusalén
buscándole. Y aconteció que después de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio
de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que le oían estaban
asombrados de su entendimiento y de sus respuestas. Cuando sus padres le vieron, se
quedaron maravillados; y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera?
Mira, tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia. Entonces El les dijo: ¿Por
qué me buscabais? ¿Acaso no sabíais que me era necesario estar en la casa de mi Padre? Pero
ellos no entendieron las palabras que El les había dicho. Y descendió con ellos y vino a
Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y su madre atesoraba todas estas cosas en su corazón.
Reflexión:
María vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras: « Guardaba todas estas
cosas, y las meditaba en su corazón » (Lc 2, 19; cf. 2, 51). Los recuerdos de Jesús, impresos en
su alma, la han acompañado en todo momento, llevándola a recorrer con el pensamiento los
distintos episodios de su vida junto al Hijo. Han sido aquellos recuerdos los que han
constituido, en cierto sentido, el 'rosario' que Ella ha recitado constantemente en los días de
su vida terrenal.(R.V.M.)
Guía: A cada invocación vamos a responder.
-María santísima ruega por nosotros.
ÁFRICA: Jesús amigo mío, tu eres mi gozo, y el más grande amigo de los niños,
nosotros tus pequeños misioneros, te pedimos por África. Ayúdanos a acoger el amor
de Dios padre porque queremos construir un mundo nuevo con ayuda de María y
Cristo nuestro Señor. Amén
AMERICA: Padre nuestro, sabemos que tu amor por los pequeños es infinito. Por eso
hoy te pido por los alegres y los tristes, por los angustiados, por los que sufren hambre,
por los sanos y por los enfermos, y especialmente por los que no te conocen, para que
envíes misioneros a todas esas partes del mundo en donde el amor no ha llegado te lo
pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén
ASIA: María madre nuestra, tú que tienes confianza en los niños te pedimos por el
continente Asiático y por toda la humanidad. Para que reine la paz y el amor fraternal.
Acompaña la vida de los pequeños, de los marginados, y has que brille la luz del
Evangelio, te lo pedimos por Jesucristo tu hijo amado. Amén
EUROPA: Oh Jesús tú que amas tanto a los niños y que dijiste que de ellos es el Reino
de los cielos, te damos gracias por la fe que nos has dado, te pedimos por los niños que
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aún no te conocen. Danos misioneros para que lleven la buena nueva y puedas
derramar tu amor a los que no lo conocen, por la intercesión de María tu dulce y santa
madre. Amén.
OCEANÍA: Padre de bondad nosotros los niños misioneros te pedimos para que los
habitantes de Oceanía, vayan por un camino misionero y así poder caminar juntos en
el amor de tu hijo amado Jesucristo nuestro maestro. Amén.
Celebrante:
Elevemos al Padre la oración que Jesús nos enseño.
Oración del Padre Nuestro.
Oración a La Virgen:
Conclusión
Guía: La fidelidad a la Iglesia incluye hoy día una actitud de querer
seguir creciendo en la expresión religiosa de nuestra devoción mariana.
Nuestra verdadera devoción debe pasar por una auténtica imitación de
lo que María tiene de más bienaventurada. Imitarla es prolongar su sí
en nuestra vida: "Hágase en mí según tu palabra".
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