De Artistas Viajeros y su importancia en la apreciación de paisajes Latinoamericanos. On traveling artists and their importance in the appreciation of Latin American landscapes. Benjamín Vielma Ogalde Resumen: En el siguiente trabajo investigativo, se estudiarán temas relacionados a los artistas viajeros, a su forma de representaciones en los paisajes latinoamericanos y a la influencia que éstos le dejaron a los pintores de paisajes nativos del nuevo continente. Se profundizará particularmente en la representación de paisajes y retratos atribuidos a artistas como Frans Post, Albert Eckhout y Johann Moritz Rugendas, en el viaje que hicieron los primeros dos al territorio actual de Brasil y el último a Chile. En esta investigación también se hablará sobre Pedro Lira, Enrique Swinburn y Luis Strozzi, pintores chilenos que se dedicaron en algún momento de su vida o a lo largo de toda su vida a la creación y realización de paisajes. Para esto, se extraerá y se compilará la información necesaria desde diversos escritos, papers y documentos en general que puedan ser útiles para el desarrollo de la investigación. De la misma manera, se analizarán y explicarán un total de 13 pinturas, con la finalidad de rectificar y graficar lo que se irá mencionando a lo largo de este trabajo investigativo. Palabras Clave: Artistas Viajeros, Paisajes, Naturaleza, Frans Post, Rugendas, Chile, Latinoamérica, Pedro Lira. Abstract: In this following investigative work, some issues related to traveling artists will be studied, related to their form of representations in Latin American landscapes and the influence these painters left for the next landscape painters born in the new continent. It will be particularly deepening the representation of landscapes and portraits attributed to artists such as Frans Post, Albert Eckhout and Johann Moritz Rugendas, in the trip that the first two mentioned made to the current territory of Brazil and the last one to Chile. This research will also talk about Pedro Lira, Enrique Swinburn and Luis Strozzi, Chilean painters who were dedicated in some point of their lives or even throughout their entire lives to the creation and realization of landscapes. For this, the necessary information will be extracted and compiled from various writings, papers and documents in general that may be useful for the development of the research. In the same way, a total of 13 paintings will be analyzed and explained, to rectify and graph what will be mentioned throughout this investigative work. Keywords: Traveling Artists, Landscapes, Nature, Frans Post, Rugendas, Chile, Latin America, Pedro Lira. Consideraciones Iniciales En este trabajo investigativo, nos dispondremos a dar a conocer y explicar de la mejor manera posible cuál fue la importancia y la necesidad de la llegada de los conocidos Artistas Viajeros para generar una apreciación adecuada a los paisajes que son posibles encontrar en Latinoamérica. Para esto, nos apoyaremos con información recopilada de distintos textos entregados a lo largo del semestre en el curso Arte Republicano. En primera instancia, haremos un recorrido lineal-temporal durante los siglos XVII, XVIII, XIX y principios del XX. De esta manera, plantearemos el cómo influyeron las características pictóricas de este tipo de artista en la forma de observar y representar a la nación y sus principales atributos por parte de artistas latinoamericanos. Por otro lado, iniciaremos una investigación que nos brinde respuestas sobre las técnicas y los medios que eran utilizados por los artistas viajeros desde que llegaron al nuevo continente hasta que algunos decidieron quedarse. Asimismo, iremos acercándonos a temas y ramificaciones que se van presentando luego de la formación de la pintura viajera, tales como los viajes pintorescos, en los cuales se reconoce lo pintoresco como un tipo de categoría estética a la cual puede serle otorgado el valor y el mérito de un instrumento que puede ser utilizado con propósitos específicos como representar y demostrar la aprehensión y el reconocimiento otorgado por medio de las experiencias vividas en algún escenario que no corresponda a la normalidad de aquellos viajeros. De la misma manera, nos centraremos en la creación de las pinturas históricas y paisajísticas que buscan representar lugares y escenas pertenecientes a Chile, en las cuales se utiliza principalmente la Cordillera de los Andes, como firma geográfica dentro del territorio chileno, lo cual pasó a ser una característica recurrente en la mayoría de las representaciones -tanto nacionales como internacionales- sobre Chile y sus habitantes. En cuanto al siglo XVII, debemos tener en cuenta que comenzaremos a mencionar y a conocer a estos artistas viajeros con la llegada de visitantes holandeses a lo que hoy pertenece a territorios brasileños. El primer artista viajero que conocemos y que, como mencionamos anteriormente, llegó a lo que hoy conocemos como Brasil, es un pintor holandés llamado Frans Post, el cual visitaba los territorios que pertenecían a Holanda. Es así como, con su llegada al nuevo continente, se da paso a este tipo de artistas que profesaban su fascinación con las tierras desconocidas que sus países y repúblicas se encargaban de gobernar y colonizar. Estos artistas viajeros solían emprender sus travesías exploratorias y productivas a distintos países dentro de este nuevo continente, todo esto con objetivos y propósitos tanto naturalistas como geográficos e incluso antropológicos. El comienzo de la representación de un Nuevo Mundo Tal como fue mencionado en la introducción a este proyecto de investigación, tenemos datos suficientes que nos permiten descubrir y afirmar cuándo sucedió por primera vez la representación de paisajes latinoamericanos. Fue Frans Post aquel personaje neerlandés que decidió visitar una colonia de su país ubicada en el nuevo mundo, junto a la comparsa y compañía de Joan Mauritz NassauSiegen en el año 1637, por lo que decidió ir escribiendo, haciendo bosquejos y representando de la mejor manera posible todos aquellos paisajes que no era posible encontrar en su país de origen, con la finalidad de dar a conocer todo aquello que su país había obtenido al otro lado del mundo. Es así como comenzó a expandirse a lo largo de toda América Latina esta costumbre de representar las maravillas que este nuevo mundo presentaba frente a los ojos europeos. Sin embargo, estos artistas viajeros no se dedicaron solamente a representar y exponer aquellas maravillas naturales que América decidía brindarles, sino también comenzaron a explicar de manera pictórica escenas de la vida cotidiana que se presentaban por parte de los indígenas y las personas que aquí habitaban. Vale la pena mencionar que la creación o la implementación de la pintura histórica o de género en América nace de estos artistas viajeros, pero no fue la primera opción y ni mucho menos la primera decisión que éstos tomaron. Por el contrario, con el paso de los años fue ganando mayor importancia este tipo de representaciones. A pesar de tener un boom explosivo durante el siglo XIX, los retratos en Latinoamérica pueden apreciarse desde el mismo año que llegó Post a Brasil, puesto que no fue el único artista que venía en la embarcación que lo trajo al Nuevo Mundo, sino que venía acompañado de otro tipo de profesionales europeos tales como arquitectos, científicos y cartógrafos. No obstante, existe otro nombre reconocido entre los primeros artistas viajeros. Entre los primeros artistas que se conocen por llegar a la tierra desconocida e incógnita que oculta el nuevo continente, también se encuentra Albert Eckhout, quien estaba encargado -al contrario de su compañero de viaje, Frans Post- de representar la vida humana y nativa que pudiera ser observada en este nuevo mundo. De esta manera es como se conocen situaciones que atravesaban los indígenas de la época, sus formas de vestir, de actuar e incluso su posición frente a estos hombres desconocidos que invadían su espacio y sus territorios. A continuación, presentamos un selecto grupo de imágenes recopiladas para rectificar lo que ha sido mencionado hasta el momento: -La imagen 1 corresponde a la vista de la isla de Itamaracá y es la primera pintura que se conoce de Frans Post en el nuevo continente. En ella se puede apreciar un grupo de tres hombres, dos de ellos esclavos, los cuales se encuentran explorando el territorio representado. Al fondo de la pintura se aprecia una colina verdosa, típica de los paisajes de Brasil. Se dice que fue en Itamaracá donde se quiso fundar la nueva capital de este territorio perteneciente -en aquel momento- a Holanda. Imagen 1. La Isla de Itamaracá. (1637). Frans Post. Óleo sobre lienzo. Galería Real de Pinturas Mauritshuis, La Haya. -La imagen 2 representa otro tipo de paisaje brasileño. Tal como en el anterior, podemos observar a personas que seguramente utilizados eran como esclavos, puesto que se logra apreciar que éstos no están descansando, sino trabajando con el carro que se aprecia, siendo arrastrados por bueyes y guiados Imagen 2. The Ox Cart. (1638). Frans Post. Óleo sobre lienzo. Museo del Louvre, París. por otro personaje. En este paisaje se logra apreciar un gran árbol, un rio y una montaña al fondo de los anteriores. Tal como podemos apreciar, colores verdes típicos de un sector de naturaleza frondosa como lo es Brasil gracias a sus grandes selvas. -En la imagen 3; podemos apreciar un retrato realizado por Albert Eckhout, en el cual se presenta bajo un árbol a una mujer Mameluca se conoce como Mameluca/o a los guerreros aborígenes de Brasil- vestida con una larga túnica o vestido, si se quiere, sosteniendo un cesto de mimbre repleto de flores, similares a las que se sostienen en su cabeza. A sus pies se encuentra un animal, el cual parece ser un roedor típico de la zona. Una vez más, se aprecia una gran naturaleza viva alrededor y al fondo de la protagonista. Imagen 3. Retrato de una mujer Mameluca. (1641). Albert Eckhout. Óleo sobre tela. Museo Nacional de Dinamarca, Copenhague. -En la imagen 4; podemos observar una pintura similar a la anterior, en cuanto a fondo y paisaje, puesto que es un escenario común entre las obras de Eckhout. Si bien no todos los paisajes son iguales entre sí, suelen retratar a la persona junto a un árbol, distintos tipos de plantas y un horizonte lejanamente bello. En esta ocasión, podemos apreciar una mujer Tapuya -nombre que se le daba a cierto tipo de indígenasdesnuda, la cual solo se cubre su pubis con hojas de plantas o árboles. En su mano derecha se encuentra una mano humana, y en el cesto de su espada se admira un pie, también humano. Esta protagonista también está acompañada de un animal, pero esta vez no se asemeja a un roedor, sino a un canino. Imagen 4. Retrato de una mujer Tapuya sosteniendo partes del cuerpo humano. (1641). Albert Eckhout. Óleo sobre tela. Museo Nacional de Dinamarca, Copenhague. Sobre los Artistas Viajeros en Chile Durante el siglo XIX, en el año 1834, comenzaron a llegar los primeros y primordiales Pintores Viajeros al territorio que conocemos actualmente como Chile. Luego de ir expandiéndose a lo largo de Latinoamérica, finalmente comienzan a llegar diversos artistas viajeros al territorio nacional, siendo Johann Moritz Rugendas -conocido nacionalmente como Juan Mauricio Rugendas- uno de los más reconocidos a lo largo de la historia de Chile desde la creación de la República. Esto es lo que dice Stanton Catlín en su escrito “El artista viajero-cronista y la tradición empírica en el arte latinoamericano posterior a la Independencia” con respecto a la llegada de Johann Moritz Rugendas a Latinoamérica, en especial a Chile: Rugendas pasó diez años en Chile, moviéndose entre las ciudades y los elevados pasos andinos de Perú, Bolivia y Argentina, convirtiéndose virtualmente en ciudadano de Santiago, cuya intellígentsia comenzaba por entonces, a finales de la década de 1830, a sentir y expresar las cualidades culturales de su nación. (Catlín, p.7) El momento de la llegada de estos artistas viajeros a Chile, comienza a fusionarse con el periodo independentista de principios y mediados del siglo XIX, permitiéndole al mismo poder representar las escenas que durante la época ocurrían. Creando, poco a poco, una consciencia con respecto a la memoria y a la historia nacional. De esta manera, comienzan a unificarse distintas áreas de la sociedad y, especialmente, de los intelectuales, con la finalidad de aportar registros que logren ir conformando los primeros escritos o retratos de los que se tiene información que se remonten a la primera época republicana nacional. Para continuar con Rugendas, debemos tener en cuenta que, a pesar de convivir con chilenos durante la época post-colonial e independentista, la importancia que este mayoritariamente tiene dentro de la historia del país en vías de formación, se basa en la representación, reconocimiento y visibilidad de los pueblos indígenas. De esta manera Rugendas, al igual que Eckhout en Brasil, comienza a retratar indígenas -principalmente Mapuches- y escenas en las que éstos aparecían. De esta manera comienzan a aparecer las primeras imágenes que se conocen de los pueblos indígenas de Chile. Lo anterior, comienza a desarrollarse con la finalidad de que las nuevas repúblicas que comenzaban a formarse pudieran tener en cuenta todos los actores y pilares de la sociedad sobre la que se estaban construyendo los nuevos territorios. Desde aquí ha iniciado el constante e insaciable debate sobre la inclusión y la exclusión de los pueblos originarios al momento de crearse estos países nacientes. La importancia de la representación de aquellos personajes pertenecientes a los orígenes del Nuevo Mundo es asociada a la heterogeneidad de las etnias americanas, dando a conocer que no existen solamente los nacidos desde que llegaron los colonizadores europeos, sino demostrando también que existía una vida previa a la llegada de los primeros españoles en el año 1492. Durante sus años en Chile, Rugendas se dedicó, en primer lugar, a representar la realidad social de aquello que se vivía en el país. Su principal foco de atención se basaba en la representación de escenas costumbristas y cotidianas, ambientes de características pictóricas y población indígena en general, pero otorgando mayor detención a aquellos cercanos a la frontera del Bio-Bio. Como sabemos, Rugendas no solamente visitó Chile en busca de obtener representaciones inéditas sobre lo que existía y habitaba en este nuevo continente. Es por esto que Pablo Diener menciona lo siguiente en su escrito “Lo pintoresco como categoría estética en el arte de viajeros. Apuntes para la obra de Rugendas”: Al llegar al final de su gran periplo, Rugendas había construido un amplio repertorio de temas americanos, una especie de guión temático sobre los más diversos aspectos de esta geografía y sus habitantes. Los quince años de arduo trabajo de campo representan el largo tiempo de elaboración de una magna obra dedicada a la América pintoresca. Y su concepción implicó constantes tomas de decisión de qué debía ser incorporado. (…) (Diener, pp. 304-305) Tal y como en el apartado anterior, a continuación se presentará un grupo de imágenes con la finalidad de demostrar y ejemplificar todo aquello mencionado anteriormente: -En la imagen 5; podemos apreciar la representación en forma de retrato de una mujer araucana, la cual lleva los ropajes típicos de su etnia. En ella podemos apreciar que su color de piel es más oscuro que aquel representado en los demás chilenos, puesto que ella representa una sangre pura, sin mezclarse con los colonos llegados a Chile. Sus joyas y tocados pertenecen a la cultura que conocemos actualmente como Mapuche. Bajo su cuerpo, se encuentra una gran piedra sobre la que reposa, y tras esta se logran apreciar atisbos de lo que pueden ser árboles o incluso arbustos. Finalmente, se aprecia un cielo claro con algunas nubes. Este retrato -distinto a los de las indígenas de Eckhout- no muestra mucho más que a la protagonista, extraída de su entorno. Imagen 5. La Araucana. (1845 -aprox.). Johann Moritz Rugendas. Óleo sobre tela. Colección Particular. -A continuación, en la imagen 6; podemos encontrar un paisaje perteneciente al puerto de Valparaíso, en el cual se pueden observar numerosos botes y barcos, puesto que este puerto está relacionado a la Aduana nacional. De fondo podemos apreciar los grandes cerros típicos de la región de Valparaíso, ya con construcciones en sus cimas y en sus faldas. Esta obra nos Imagen 6. La Aduana en el Centro de Valparaíso. (Inexacto). Johan Moritz Rugendas. Óleo sobre tela. Museo Municipal de Bellas Artes de Valparaíso, Valparaíso. presenta un momento en la historia chilena en la que la nación ya estaba constituida en cuanto a exportación e importación de bienes. -En la siguiente imagen (7), podemos apreciar el momento en el periodo de Chile que Rugendas ha llegado a representar y graficar. La representación de la llegada del presidente José Joaquín Prieto Vial a la pampilla demuestra no solamente esta acción o escena en la que un presidente visita lugares de su país, sino una representación de una nación y república totalmente consolidada, al ser este el cuarto presidente del país. Tal como se aprecia en la obra, la bandera chilena ya era oficialmente la que Imagen 7. La Llegada del Presidente Prieto a la Pampilla. (1837). Johan Moritz Rugendas. Óleo sobre tela. Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile. conocemos en la actualidad. En la obra también podemos apreciar un sinfín de personas, de todas clases sociales. Podemos observar mujeres vestidas con trajes frondosos y de colores llamativos, pero a su vez podemos apreciar hombres con ropajes de trabajo, representando las diferencias existentes desde ya en las clases sociales. Hombres con sombreros enormes, a bordo de caballos totalmente emperifollados. Por otro lado, con respecto al paisaje mismo, se logran apreciar grandes montañas de fondo, que podríamos reconocer como la Cordillera de los Andes -la principal protagonista de los paisajes chilenos a lo largo del tiempo. La imagen propuesta nos presenta también un paisaje típico del norte de Chile, como son las pampillas. Si bien las pampas y pampillas suelen ser completamente desiertas, esta se presenta con colores verdosos al fondo, en las faldas de la montaña. Paisajistas Chilenos Con el paso del tiempo, fueron surgiendo cada vez más artistas nativos latinoamericanos que decidieron dedicar su obra al desarrollo de paisajes, en este siguiente apartado nos centraremos en aquellos pintores de paisajes chilenos que fueron tomando influencia de los primeros artistas viajeros que llegaron al nuevo mundo. Para comenzar, presentaremos a continuación la vida y obra de los siguientes artistas: i. Pedro Lira ii. Enrique Swinburn iii. Luis Strozzi Pedro Lira fue un pintor chileno conocido, entre otras cosas, por sus grandes representaciones de paisajes, nacido en la capital de Chile, Santiago. A pesar de haber terminado su grado de leyes y convertirse en abogado, fue desarrollándose y haciéndose conocido en el ámbito artístico por sus obras de arte enfocadas en el paisajismo. De la mano de profesores y maestros de nombres reconocidos tanto en Chile como en Europa tales como Antonio Smith, Alessando Ciccarelli, Jules Élie Delaunay, Évariste Luminais, Jean Paul Laurens, Juan Antonio González y Paul Laroche- estudió arte en diversos medios y soportes, entre los que se encuentran óleo sobre tela, sobre madera, dibujos, murales, aguafuertes, entre otros. También tuvo estudios relacionados a las composiciones y técnicas necesarias para representar grandes y variados temas históricos y mitológicos. Es así como su nombre fue haciéndose conocido desde sus años vividos en París y posteriormente en su regreso a Chile, lugar en el que alcanzó el mayor renombre debido, llegando a ser una de las figuras principales dentro del mundo artístico del periodo. Dentro de sus grandes reconocimientos fuera de sus obras, se encuentra la fundación de la Unión Artística, la entidad responsable de la construcción del Partenón de Quinta Normal, lugar donde se ubicó posteriormente hasta principios del siglo XX el Museo Nacional de Bellas Artes. También fue conocido por ser profesor en la Academia de Bellas Artes por un periodo aproximado de 30 años. Si bien Pedro Lira no fue considerado un gran innovador dentro de su rubro, sí se le conceden reconocimientos con respecto a la dedicación, el respeto y el amor que éste brindaba y entregaba en cada obra que presentaba. Sobretodo en sus apasionadas representaciones que dignificaban la vida de los pueblos. -En la imagen 8, podemos observar la pintura más conocida de Pedro Lira quien, si bien es conocido por sus grandes paisajes, decidió representar en momentos de su vida escenas históricas. En este caso podemos encontrar la fundación de Santiago de Chile, a manos de Pedro de Valdivia. En esta pintura podemos apreciar la capacidad que tenía Lira el momento de representar Imagen 8. La Fundación de Santiago. (1888). Pedro Lira. Óleo sobre tela. Museo Histórico Nacional, Santiago de Chile. cuerpos humanos. En la imagen podemos apreciar tanto españoles como indígenas, habitantes anteriores del continente, junto a una gran roca que, tal como los personajes, parece estar ubicada en un cerro, puesto que es todo lo que Santiago solía ser previo a la colonización. De fondo se aprecia la majestuosa Cordillera de los Andes, que como mencionamos anteriormente es la firma del paisaje chileno. Posteriormente se logran distinguir diversos árboles y un gran río que cruza la ciudad. En cuanto a las actitudes de los representados, se aprecia a los europeos con posiciones de poder y grandeza, frente a la inquietud y desentendimiento del indígena que se encuentra en una posición inferior a los demás. - A continuación en la imagen 9, se nos presenta otra obra de Pedro Lira, en la que podemos apreciar de mejor manera la forma que tenía de representar paisajes y naturaleza el artista mencionado. La obra presentada, es una representación de la Quinta Normal y el gran parque que lleva el mismo nombre. En esta podemos apreciar una cantidad innumerable de árboles y vegetación que demuestran la manera realista de representar los paisajes que tenía Imagen 9. En la Quinta Normal. (1908). Pedro Lira. Óleo sobre tela. Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile. Pedro Lira. La obra fue pintada en uno de sus últimos años de vida, lo cual nos demuestra que su pasión por el arte perduró hasta el fin de su vida terrenal. Enrique Swinburn, por su parte, es un paisajista ceñido a la corriente romántica del arte. Sus visiones y sus representaciones sobre la naturaleza están movidas principalmente por la subjetividad de aquello llamado el estado del alma en el artista. Es por esto que Antonio R. Romera menciona en “La Historia de la Pintura Chilena” lo siguiente: Los mismos verdes acuosos, los mismos tonos bituminosos, el mismo sentimiento humilde de la naturaleza, idéntica melancolía. ¿Son las luces y el color de sus cuadros, las luces y el color del paisaje chileno? No es seguro, pero no importa. Swinburn es un paisajista con los defectos y las virtudes de su escuela y de su tiempo. (Romera, p. 112) El extracto anterior representa la visión que se tenía sobre el romanticismo, en el que reinaban las emociones y las sensaciones del artista por sobre la objetividad de aquello que buscaba ser representado, puesto que en la época de Swinburn, se creía que su corriente artística era un retroceso frente a los que se estaba creando simultáneamente. Similar a aquello que le ocurrió a Pedro Lira, de quien fue alumno, Swinburn ingresa a la educación superior a estudiar matemáticas. Sin embargo, su vocación triunfó por sobre sus otros intereses y logró incorporarse a la Escuela de Bellas Artes, donde -además de Pedro Lira- fue alumno de grandes nombres como Thomas Somerscales, Juan Mochi y Onofre Jarpa. Enrique Swinburn se especializó en la creación y representación de paisajes, principalmente en zonas marinas y entornos cordilleranos. Las características principales y más llamativas dentro de las escenas representadas por Swinburn, se basan en los cuidados bien trabajados de las atmósferas y el juego con la luz, logrando así presentar y demostrar diversos momentos u horas del día, estaciones del año, etcétera. Así como también el uso protagonista de los colores, por sobre lo representado. Características dignas del romanticismo. -La imagen 10 nos muestra un paisaje marino, o -para ser exactos- una playa chilena. En esta obra, podemos apreciar claramente la manera característica que Swinburn tenía para pintar. El uso de colores se apoderan de la atención de la obra, los distintos tonos de azules nos demuestran la dedicación del artista para representar Imagen 10. Playa de Penco. (1886). Enrique Swinburn. Óleo sobre tela. Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile. sus ideas y sus inspiraciones. En la obra podemos observar un grupo de personas pasando el día en la playa, con ropajes elegantes, mujeres de vestidos coloridos y hombres de trajes. Junto a ellos, se observa la inmensidad del mar, el cual contiene en su interior un par de botes. En el fondo se aprecian montañas y cerros típicos de los paisajes naturales en Chile. Más al frente, se encuentra un pequeño puente entre dos grandes rocas, elementos también típicos de las playas chilenas. -En la imagen 11, se nos presenta un paisaje típico del sur del país. Esta obra, en particular, representa un paisaje extraído de las afueras de Chillán, lugar en el que vivó muchos años Swinburn luego de dejar Santiago. En esta obra, la luminosidad se nos presenta observando un como si estuviéramos atardecer. Esa luz inconfundible del sol cuando se está poniendo tiñe el final superior de la arboleda Imagen 11. Afueras de Chillán. (Inexacto). Enrique Swinburn. Óleo sobre tela. Banco Central de Chile, Santiago de Chile. presente en la obra. De fondo se logra distinguir la Cordillera de los Andes -elemento de mayor relevancia en los paisajes nacionales. Dentro de la obra también podemos apreciar una gran cantidad de áreas verdes, típicas del sur de Chile, barreras de madera que delimitan los sectores privados de los públicos y un gran camino de tierra. A su lado, se aprecia una gran poza de agua, la cual refleja el cielo y los árboles que la rodean. Luis Strozzi fue un pintor paisajista chileno, nacido en la capital del país. Desciende de una familia europea en la que existen diversos artistas. Strozzi fue un pintor y estudiante autodidacta, es decir no asistió a alguna escuela específica para aprender todo lo que creó y representó. Sin embargo, asistió a la Escuela Nocturna para obreros de la Sociedad de Fomento Fabril, una escuela de dibujo que permitía a los pertenecientes del sector industrial aprender técnicas que les permitieran crecer artísticamente. En este lugar recibió lecciones del pintor Nicanor González Méndez. En cuanto a Luis Strozzi respecta, debemos mencionar en segundo lugar que fue un paisajista chileno. Entera y totalmente paisajista. No estaba en sus planes ni busca ser algo más que artista paisajista. Al contrario de Swinburn, sus obras están invadidas de colores neutros y apagados, en su obra no existe un gran y pronunciado contraste entre sus colores. Mientras más sobrio, mejor. Los colores que predominan son el gris y, con mucha suerte, algunos atisbos de verdes fríos o amarillos moribundos. Strozzi es un artista ceñido a lo objetivo y a lo naturalista dentro del arte, tal como lo aprendió y heredó de su gran ícono e inspiración; Alberto Valenzuela Llano. En el libro “Historia de la Pintura Chilena”, Romera menciona lo siguiente con respecto a las técnicas y a la manera de pintar de Luis Strozzi: No hay tonos puros, ni empleo de los complementarios. Tampoco ha de buscarse un fuerte contraste de valores. En las obras de Strozzi imponen su dominio los tonos quebrados. La ensambladura de gamas agrias y ásperas da a la totalidad de la composición una atmósfera de cierta suavidad. Gusta de los gruesos empastes y en las obras finales aflora una inclinación hacia el barroquismo formal. (Romera, pp. 171) -A continuación, en la imagen 12, se nos presenta una obra creada por Strozzi, en la cual se pueden apreciar las características que mencionamos anteriormente sobre su manera de crear y representar los paisajes. En esta obra en particular, podemos apreciar un mayor número de colores, pero sin embargo no logra compararse, por ejemplo, con el uso de color Imagen 12. Ranchos en Parral. (1920). Luis Strozzi. Óleo sobre cartón. Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile. en las obras de Swinburn. En esta pintura, se logran apreciar montañas en el fondo, la cual está cubierta en su parte superior por nubes. Más cercano al primer plano, podemos observar ciertos palos de madera que al unirse construyen una especie de parra, pero sin la vegetación suficiente para lograr serlo. También es posible apreciar un árbol, con una cantidad diminuta de hojas, pero con un amplio número de ramas finas, junto a lo que pareciera ser un tejado a la distancia. Hacia el otro extremos de la obra se observa una construcción que parece ser una versión básica de una casa o cobertizo. -Finalmente, en la imagen 13, se nos presenta un paisaje de Strozzi que está llevado a cabo con ciertos colores que -a pesar de no serlo, como los tierra- sí parecen colores fríos. El uso de colores sigue sin extenderse mucho dentro de la gama posible. En esta obra, podemos apreciar un paisaje cordillerano, en el cual se observa una gran extensión de área verde. Césped y arbustos se encuentran en la falda de los cerros que se adelantan a la cordillera, de entre los Imagen 13. Paisaje de Cordillera. (1932) Luis Strozzi. Óleo sobre tela. Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile. mismos arbustos van tomando protagonismo los árboles que, aunque sin hoja alguna, logran llamar la atención debido a su gran altura. La cordillera que se presenta en esta obra, tiene la mayor parte de su cima cubierta de nieve, mientras que de los cerros que se interponen entre el observador y la misma, solamente uno contiene una mínima parte nieve en su punto más alto. Conclusión En síntesis, y para finalizar, debemos mencionar una cierta cantidad de detalles que fueron observados y aprendidos durante la realización de esta investigación. Por una parte, se logró dar a entender la participación y la importancia de los llamados artistas viajeros en Latinoamérica durante un periodo aproximado de los 200 años estudiados durante este trabajo investigativo, llegando los primeros mencionados -Frans Post y Albert Eckhout- a territorios que actualmente le pertenecen a Brasil, en el siglo XVII, aunque más específicamente en el año 1637 y el tercer mencionado -Johann Moritz Rugendas-, llegando por primera vez a Latinoamérica en 1821, aunque sin embargo no llega a Chile hasta 1834. Por otra parte, logramos comprender que la necesidad de esta llegada de los artistas viajeros a Latinoamérica, ya que se necesitaba el conocimiento que estos cargaban y llevaban a cabo, con la finalidad de graficar y dejar registro de todo aquello que fuera posible observar en este nuevo mundo, para así poder ir desarrollando poco a poco los estudios necesarios que se fueran a necesitar en el momento que los nuevos territorios descubiertos -o invadidos- fueran conformando nuevos países y repúblicas, tal como la tarea que ejerció Rugendas en Chile al representar tanto a personas indígenas como escenas relacionadas al poder y al periodo republicano post-independencia de Chile. Finalmente, no podemos no pasar por alto la importancia de los artistas nacionales mencionados en la investigación. Por un lado, i bien buscamos centrarnos en el paisajismo a lo largo del trabajo, no debemos ignorar detalles de tal magnitud como el hecho que Pedro Lira no era considerado un paisajista, puesto que él mismo expresó en alguna ocasión que prefería dedicarse a retratos. No obstante, nos fijamos en esta faceta suya a lo largo de la investigación para poder centrarnos de mejor manera en aquellos temas que sí favorecían a la misma. En el caso de Enrique Swinburn y Luis Strozzi, éstos sí eran totalmente paisajistas aunque, como fue mencionado en sus respectivas secciones de la investigación, cada uno formaba parte de distintos estilos y distintas corrientes dentro de la pintura paisajista. 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