Guía de entrevista según el modelo sistémico de Milán Cada modelo de intervención terapéutica tiene unas características particulares en el momento de realizar una entrevista. Esto supone unos pasos, técnicas y saberes, que son fundamentados desde el modelo en general, pero que son diseñados también de acuerdo a unos pasos específicos. Es de resaltar que la finalidad de toda entrevista es recolectar información sobre un sujeto de acuerdo a sus aspectos vitales, ciclo vital, narraciones, relaciones con diferentes contextos sociales o sistemas de apoyo. En este caso tomaremos como modelo de entrevista el de la escuela de Milán el cual tiene unos momentos y pasos determinados para realizarla. Es de recalcar que dentro de los objetivos de este modelo se encuentran los siguientes: Recabar información sobre el paciente identificado (PI) y su familia. Modificar algún aspecto relacionado con el síntoma del PI y de su familia. Este modelo de entrevista, plantea diferentes momentos de intervención los cuales serán explicados a continuación, permitiendo esto que se logré su implementación de manera adecuada y útil para el terapeuta. El contacto telefónico: En este paso se retoma la información básica de quien llama, si este el el paciente identificado, o si el que llama es el cliente que solicita el servicio para una persona en particular. En este momento se indaga el motivo de consulta, las posibles interacciones y la influencia de las mismas que genera el síntoma en los contextos relacionales del individuo. Además se acuerda la hora, fecha, duración, honorarios y el número de personas que asisten a la sesión, siendo estas variada, ya que puede ir el cliente, el PI, o la familia de la persona que llama a solicitar el servicio. La pre- sesión: Esta dura entre 15 y 30 minutos y busca lo siguiente. Discutir la información que arroja la ficha telefónica. Elaborar posibles hipótesis sobre el sistema que consulta. Definir las estrategias de intervención. Identificar los posibles síntomas o problemas que genera el motivo de consulta. Retomar información importante y redefinir a partir de esta en nuevas hipótesis de trabajo, esto cuando se viene haciendo sesiones anteriores, ya que si es la primera sesión este paso se aplica para sesiones posteriores. Se pueden plantear unos posibles objetivos y metas terapéuticas. La Sesión. Dura aproximadamente entre 45 y 60 minutos y tiene como objetivos los siguientes: Obtener información sobre lo que está ocurriendo, evaluar el síntoma y las posibles respuestas ante esto que hace el sistema que consulta. Preparar las tareas que se impartirán al final de la entrevista, buscando procurar un cambio conductual y/o cognitivo de alguna pauta relacionada con el síntoma. Definir el contexto terapéutico. Procedimiento que se llevara durante la sesión. Condiciones técnicas de la entrevista, la cual busca definir qué instrumentos se utilizaran durante la sesión, que técnicas y la finalidad de la misma durante la sesión terapéutica. Uso de preguntas reflexivas, confrontaciones, escucha activa de relatos, narraciones que trae el sistema que consulta. Intervenciones del terapeuta frente a los eventos que hacen los sistemas consultantes, así como las posibles reflexiones que va haciendo el terapeuta frente a las demandas expuestas por los sistemas consultantes. La entrevista durante la sesión, busca evaluar el estado del problema, crear ( o mantener la relación) y cambiar ( o preparar el cambio) de la pauta sintomática. Por tanto resulta inevitable cierto solapamiento entre esos tres intereses, ninguno de los cuales puede omitirse, especialmente en la primera sesión. Las pausas. Estas se producen la menos durante dos momentos en la sesión, puede ser hacia la mitad, la cual puede durar unos 5 minutos y la final, la cual puede durar entre 10 a 15 minutos, aunque en ocasiones de especial complicación puede extenderse un poco más. Dentro de sus objetivos encontramos los siguientes: Alcanzar una evaluación. Alcanzar una tarea (o algún tipo de conclusión) que ofrecer a la familia. Rescatar al terapeuta de una situación más o menos comprometedora. Tomar en cuenta los diferentes puntos de vista que ofrecen los terapeutas que hacen acompañamiento al terapeuta principal. La intervención final. La intervención final puede ser variable, puede ser breve ( 1 minuto) o muy extensa (30 minutos cuando se interesa por diseminar un mensaje en medio de un discurso aparentemente inocuo). Su objetivo es conseguir que el sistema que consulta introduzca un cambio en su actuación sintomática como resultado de las orientaciones y tareas que propone el terapeuta. Dentro de sus objetivos encontramos los siguientes: Dar prescripciones del síntoma a los pacientes. Dejar tareas terapéuticas. Dar un mensaje para el sistema que consulta, buscando generar un impacto en el mismo. La post- sesión. Tiene una duración breve, siendo unos 10 minutos, y su objetivo es: Analizar la respuesta del sistema que consulta frente a la intervención final y establecer hasta qué punto esa respuesta es confirmatoria o disconfirmatoria de la conclusión. Completar, reelaborar, confirmar ( o no) la evaluación que se hizo de la familia a la luz de la respuesta. Realizar una discusión y análisis de la sesión con el equipo terapéutico y si se está solo es el momento donde el terapeuta hace una reflexión crítica y personal de los resultados de la sesión realizada. El seguimiento: Este se hace en torno a los seis meses una vez se hayan terminado las sesiones acordadas con los clientes, buscando dentro de sus objetivos los siguientes: Obtener información sobre el desarrollo posterior de los problemas del paciente y/o cliente. Evaluar los objetivos a mediano que se concertaron con el sistema que consulta. Prolongar si es necesario la terapia, más allá de la última entrevista en un modelo que es la terapia breve (10 entrevistas máximo). Tener una evaluación sobre la eficacia de los métodos terapéuticos utilizados. Es de señalar que este es un modelo que propone unos momentos o pasos para la realización de la entrevista y sesión terapéutica, buscando generar espacios donde el terapeuta pueda hacer énfasis en el momento que el vea necesario con el fin de lograr el cambio terapéutico de sus consultantes, y aunque no es de uso obligatorio este modelo para los terapeutas clínicos, si es un modelo que permite al terapeuta generar situaciones de reflexión entre los consultantes, entre el equipo terapéutico cuando se dispone del mismo o si no de una reflexión personal, así como de unas pausas las cuales buscan distensionar el ambiente que se puede poner tenso durante la sesión, sea esto para el terapeuta como para los consultantes. Así mismo es un modelo que le da libertad al terapeuta para que vaya afianzando y corroborando sus técnicas, metas, hipótesis y objetivos terapéuticos de acuerdo a las demandas que vayan apareciendo por parte de los consultantes y de la sesión misma. Referencias. Garibay, S. 2013. Enfoque Sistémico. Una introducción a la terapia familiar. Manual Moderno. México. Ludewig, K. 2010. Bases teóricas de la terapia sistémica. Herder. México.