RENATA EMPRENDEDORA Hace mucho tiempo, vivía una Chica llamada Renata, pero ella no era como algunas chicas de su edad que esperaban casarse y vivir felices para siempre, más bien ella quería trabajar, poner un negocio de venta de joyería creía que un día podría hacerlo y tenía la cabeza llena de aquellas ideas emprendedoras. Un día, mientras caminaba por una avenida checando locales para su negocio se cruzó con un joven chico al cual le llamo la atención la seguridad que ella proyectaba, la saludo y pidió su nombre, ella respondió: «¡No, no!, ¡no doy mis datos personales a desconocidos!» «Espere por favor señorita.» – Dijo el joven – «No le haré nada malo, soy formal y educado.» «¿Y eso qué? Respondió la Princesa, ¿qué deseas de mi señor Príncipe?» – Dijo la Princesa muy segura de sí misma. «Le pido disculpe mi atrevimiento.» – respondió– «¿Me presento soy alguien que busca independizarse y si usted me escuchara 5 minutos, tal vez podría emplearme en su negocio que esta por emprender? yo puedo ayudarle.» La Princesa se quedó pensando y le contestó: «Ok, lo haré, pero antes necesito rentar un local y checar muchas cuestiones administrativas antes de contratar personal» «El joven le dio las gracias por la oportunidad y prometió ayudarla con todos los trámites» «Manos a la obra.» – Respondió Renata. «Entonces, por favor, comencemos.» – Dijo el Joven Creyendo en su ideal, la Chica lo contrató. Al paso de los días pudo emprender su negocio y el joven chico le ayudo con la administración y a contratar a dos personas más. El negocio comenzó a tener mucha clientela y a crecer y poner más sucursales, y con ello generar empleos para la gente de su ciudad, Renata no podía estar más feliz de sus logros y emprendimiento. FIN