Subido por mi_casaministerio

PRINCIPIOS PARA UN NOVIAZGO BIBLICO

Anuncio
PRINCIPIOS PARA UN NOVIAZGO BIBLICO
Por David Logacho
CÓMO SÉ QUE ESTOY ENAMORADO DE UNA CHICA Y SI ESTO ES DE DIOS
Asumo que Ud. es creyente por el hecho de haber recibido a Cristo como su Salvador personal.
Bajo esta premisa, Ud. podría saber si está enamorado haciéndose las siguientes preguntas:
Primero: ¿He orado fervientemente al Señor por una enamorada, aún antes de conocer a la chica que
ahora me gusta? En el caso del creyente, el enamoramiento comienza no cuando se encuentra con
una chica que es muy atractiva físicamente y su corazón late más aprisa cuando se encuentra con
ella, sino cuando en la comunión íntima con el Señor en su Palabra y la oración ruega a Dios por
que Dios traiga a su vida la persona con quien Ud. va a compartir el resto de sus días como esposa.
Ningún joven creyente debería entrar al enamoramiento sin antes haber cultivado una íntima
comunión con el Señor. Me imagino que Ud. conoce a una chica que le gusta mucho. Si Ud. no ha
estado en comunión con el Señor con anterioridad, y siente una atracción hacia esa chica,
seguramente no es Dios quien esté poniendo esa atracción en Ud. sino sus hormonas, su instinto por
tener una compañera.
La base del enamoramiento no es el atractivo físico entre la pareja de enamorados, tampoco es el
amor entre enamorados. La base del enamoramiento debe ser la voluntad de Dios quien pone en el
corazón de los dos el deseo de unir sus vidas en matrimonio.
Ya que hemos hablado de matrimonio, permítame una advertencia: Si no piensa casarse con aquella
chica, no pierda su tiempo y su santidad enamorándose de esa chica. El enamoramiento no es un
pasatiempo. El enamoramiento no es un día sí y el siguiente no. El enamoramiento guiado por el
Señor es la antesala del matrimonio.
La segunda pregunta que debe hacerse para saber si Ud. está enamorado de determinada chica es la
siguiente: ¿Es esa chica creyente? La Biblia es clara en manifestar que la voluntad de Dios es que
un creyente se enamore y se case exclusivamente con otro creyente del sexo opuesto.
2ª Corintios 6:14 dice: "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?"
Un enamoramiento entre un creyente y un incrédulo es contrario a la voluntad de Dios. Si la chica
que a Ud. le gusta no es creyente y Ud. siente una atracción hacia ella, no es Dios quien ha puesto
esa atracción en Ud. Esa atracción es fruto de su propio deseo, de su propia pasión. Si Ud. persiste
en esa unión desigual, Ud. lo lamentará grandemente tarde o temprano, probablemente más
temprano que tarde.
Cuando alguien está en este caso, la pasión es tan fuerte que anula a la razón. El joven o la joven
creyente razona más o menos de la siguiente manera. Bueno, yo soy creyente, él o ella no es. Qué
buena oportunidad para guiarle en los caminos del Señor por medio de enamorarme de él o de ella.
Parece lógico, pero el problema está en que este razonamiento contradice la palabra de Dios cuando
dice que los creyentes no deben unirse en yugo desigual con los incrédulos.
1
Un buen fin, que es llevar a un incrédulo a los pies del Señor, no debe llevarse a cabo con un mal
medio, como esto de unirse en yugo desigual con un incrédulo. El fin no justifica el medio.
Asumamos que Ud. ha orado al Señor por una enamorada y la chica que le gusta es creyente.
Entonces debería hacerse una tercera pregunta: ¿Están mis padres, los padres de ella y los líderes de
la iglesia de acuerdo con esta relación? Quizá Ud. dirá: ¿Qué tienen que ver mis padres en algo que
es asunto mío? ¿Qué tienen que ver los líderes de la iglesia en mis cosas personales?
Estas preguntas tienen respuesta en la palabra de Dios. Colosenses 3:20 dice "Hijos, obedeced a
vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor"
Los hijos creyentes deben andar en sumisión a sus padres, aún cuando sean mayores de edad. Por
tanto, una decisión tan importante como aquella de enamorarse de alguien debe ser en total acuerdo
con los padres tanto suyos como de la chica que a Ud. le gusta. No es prudente un enamoramiento a
espaldas de los padres o peor todavía, en contra de la voluntad de los padres. Ahora, Hebreos 13:17
dice: "Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas,
como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no
es provechoso"
Los pastores o líderes de la iglesia local donde Ud. se congrega han sido puestos por Dios como
autoridades sobre la congregación. Su responsabilidad es sujetarse a ellos. Ud. por tanto está en la
obligación de buscar el asesoramiento de ellos para saber si debe o no entablar una relación de
enamoramiento con alguien. No desprecie a los pastores de su iglesia haciendo cosas que ellos no
han sido al menos informados. Asumamos que tanto sus padres como los líderes de la iglesia están
de acuerdo con su probable relación de enamoramiento.
La cuarta pregunta que debe hacerse sería: ¿Está la chica que me gusta, dispuesta a tener una
relación de enamoramiento conmigo? Ud. puede haber estado orando por una enamorada, esta chica
puede ser creyente, Ud. puede haber obtenido el apoyo de sus padres y de los líderes de la iglesia
local, pero eso no significa que ya es enamorado de ella, porque falta que ella dé su palabra de
aceptación.
Para eso, yo le recomendaría que Ud. de una manera muy madura y respetuosa hable con ella para
indicarle que Ud. ha estado orando por ella para que sea su enamorada y que le gustaría saber si ella
está de acuerdo con eso. No cometa el error de exigir una respuesta ese mismo instante o al día
siguiente o la semana siguiente, etc. Recuerde que Ud. está tratando de hacer las cosas en la
voluntad de Dios y si es de Dios, Ud. no tiene por qué apresurar las cosas. Pida a la chica que
comience a orar por este asunto, y cuando ella esté segura que Dios ha respondido a su oración
sobre este asunto, que le haga conocer.
La chica entonces tendrá que seguir los mismos pasos que Ud. ha dado, es decir, debe esmerarse por
tener una comunión íntima con el Señor, debe orar al Señor sobre este asunto, debe buscar la guía
de la palabra de Dios, debe consultar a sus padres y a sus pastores y si todo concuerda debería
hablar con Ud. para comenzar la relación de enamoramiento.
Recién allí, se podría decir en honor a la verdad que Ud. sabe a ciencia cierta que está enamorado y
que eso es la voluntad de Dios. Lo que hemos sugerido no concuerda con la costumbre de
enamoramiento que prevalece en el mundo. La razón es muy sencilla. El enamoramiento al estilo
del mundo se fundamenta en lo físico y deja a un lado lo espiritual. Según el mundo, si a Ud. le
gusta una chica, simplemente va, le habla y de frente le dice que ella le gusta y que le encantaría ser
2
enamorado de ella. Si Ud. cae bien a la chica, ella también dirá que Ud. le gusta y eso es todo. Ya
son enamorados.
Pero note que todo gira alrededor de lo físico, de lo que perciben los ojos, de lo material. Dios no
tiene nada que ver en este plan. No es extraño que enamoramientos que comienzan así terminan mal
y cuando llegan a matrimonio, la posibilidad de éxito es mínima. No juegue a la ruleta rusa. Ud.
conoce al Señor, deje que el Señor guíe el proceso de enamoramiento. Dios sabe lo que es mejor
para Ud. y cuando permitimos que Dios maneje nuestros asuntos tenemos garantizado el éxito tanto
en el enamoramiento como en el matrimonio.
ENAMORAMIENTO (CUANDO LOS PADRES SE OPONEN)
Una vez un joven me escribió pidiéndome le aconsejara en un difícil momento de su vida. Algunos
años atrás había conocido a una hermana en la fe de quien se enamoró. Luego de hablar con ella y
de ponerse de acuerdo, entre los dos para ser oficialmente enamorados, decidieron hablar con sus
respectivos padres. Los padres de la joven no aprobaron la relación de enamoramiento, aduciendo
que su hija debía primero terminar sus estudios universitarios. El joven entonces pensó que la falta
de acuerdo de los padres de la joven se debía en realidad a un defecto físico que tiene y al hecho que
no tiene un título universitario. Me preguntó si era opuesto a la voluntad de Dios que se casara con
ella aun cuando los padres de ella no estaban de acuerdo. Entonces le referí estos prácticos consejos
que ahora comparto con ustedes...
Permítame comenzar señalando que el enamoramiento o noviazgo es algo en lo cual no solo
interviene la voluntad de los enamorados o novios. Un enamoramiento que agrada a Dios, debe
comenzar con la aprobación de Dios. Es decir que se deben respetar los principios bíblicos para el
enamoramiento y se debe orar mucho para buscar la voluntad de Dios en cuanto a ello.
Luego, es importante y necesario buscar el consejo de los ancianos o pastores de la iglesia. Estas
personas han sido puestas por Dios en las iglesias locales para pastorear la grey. Es necesario por
tanto pedir el consejo de ellos antes de entablar una relación de enamoramiento.
Después es necesario pedir el consejo de los padres. Tanto del joven como de la joven. Si la
voluntad de Dios parece ser que la relación prosiga y no hay oposición de los ancianos o pastores y
tampoco de los padres, entonces recién allí se debe iniciar la relación de enamoramiento
propiamente dicha.
Usted debe saber que si Dios quiere que Usted se case con la joven de quien está enamorado, Dios
mismo se encargará de que los ancianos o pastores apoyen la relación y que los padres tanto suyos
como los de ella también apoyen la relación.
En el caso de que los padres de la joven no estén de acuerdo con la relación, me daría la impresión
que entonces Usted se ha apresurado al comenzar la relación de enamoramiento sin contar con la
aprobación previa de los padres de ella. Esto traerá como consecuencia que la relación entre
Ustedes dos no marche normalmente, porque tendrán que verse a escondidas de los padres de ella y
lo peor, tendrán la conciencia manchada porque saben que están haciendo algo que no está bien del
todo.
Si los ancianos, pastores o los padres, no están de acuerdo, lo menos que Ustedes deberían hacer es
postergar la relación de enamoramiento, hasta que Dios cambie el corazón y la mente de los
ancianos de la iglesia o de los padres para apoyar la relación de enamoramiento. Si eso nunca pasa,
3
entonces Ustedes ya tienen la respuesta de Dios sobre esa relación. Significará simplemente que eso
no es la voluntad de Dios.
En el supuesto de que los padres de la joven no aprobaran la relación de enamoramiento con Usted
debido a algún defecto físico que Usted tenga o debido a que Usted no tiene un título universitario
como ella, entonces le sugiero que con mucho tino y amor fraternal hable sobre eso con ellos. Quizá
pueda hacerles notar que el valor de una persona no está dado por los rasgos físicos que posea ni por
los títulos que se ostente. Recuerde el dicho: El hábito no hace al monje. El valor de la persona está
dado por el carácter de la misma. Si Usted cultiva su carácter en el temor de Dios y es un hombre
maduro en la fe y en la virtud cristiana, Usted es un hombre de gran valía. Trate de compartir este
pensamiento con los padres de la joven.
Por último quisiera referirme acerca de si será la voluntad de Dios que Usted se case con ella aún en
contra de la voluntad los padres de ella. Yo tengo mis reservas en cuanto a esto. La Biblia enseña a
honrar a los padres por medio de la obediencia. Si la joven vive con sus padres, es imprescindible
que ella les obedezca en todo, sin importar la edad que tenga. Yo le aconsejaría que siga orando y
esperando en Dios. Espere al menos hasta que la joven termine de estudiar para ver si mientras tanto
el Señor cambia la mente de los padres de la joven para que apoyen la relación de enamoramiento
con Usted. Ore mucho. Puede ser que el Señor tenga diferentes planes para Usted y para ella.
Recuerde que los planes del Señor siempre serán los mejores planes. El hombre puede tener buenos
planes, pero los mejores planes son siempre los del Señor.
ORAR PARA QUE OTRA PERSONA SEA MI ENAMORADA/O
Tengo 13 años y recibí a Jesucristo como mi Salvador cuando tenía 8. Hace unos pocos días, me
habló un joven creyente de la iglesia para decirme que ha estado orando al Señor para que yo sea su
enamorada y para pedirme que yo también ore al Señor para buscar su dirección y después le dé una
respuesta. Yo nunca he tenido ningún interés en ese joven, y además me parece que estoy muy niña
como para entrar en una relación formal de enamoramiento con alguien. ¿Me pueden dar algún
consejo?
Antes de nada, permíteme señalar que el enamoramiento es la fase previa al matrimonio. Digo esto
para rebatir la idea común en muchos jóvenes, tanto hombres como mujeres, quienes ven al
enamoramiento como un pasatiempo, o como un hobby. Por eso es que existen jóvenes, tanto
hombres como mujeres, que hoy están enamorados de alguien y mañana están enamorados de
alguien diferente y así sucesivamente.
El joven que ha hablado contigo parece ser un joven maduro, por cuanto ha estado orando por ti
desde hace tiempo y por cuando te ha pedido que tú también ores para buscar la dirección del Señor
para tu vida en relación con el enamoramiento.
Tú dices que nunca has tenido ningún interés en ese joven. Bueno, eso no es problema, porque si la
voluntad de Dios es que tú seas enamorada de él, Dios mismo pondrá en ti el interés que por ahora
no tienes en él. Recuerda que el amor que debe existir entre los enamorados no es algo que nace
sino algo que se tiene que aprender.
Tú decides lo que amas y lo que no amas. Es cuestión de la voluntad y no de las emociones. Donde
me parece que existe mayor dificultad es en tu corta edad. 13 años me parece muy temprano como
para entrar a una relación seria de enamoramiento. Percibo que a ti también te parece que estás muy
niña para enamorarte.
4
La Biblia dice en Cantares 2:7 que no es prudente hacer despertar ni hacer velar al amor hasta que
quiera. Parece que a ti todavía no te ha llegado el tiempo para hacer despertar al amor. Siendo así,
yo te aconsejaría que con sinceridad busques la dirección del Señor en oración sobre este asunto.
Lee mucho tu Biblia, ora mucho al Señor y si persiste ese pensamiento que todavía no es tiempo
para hacer despertar al amor, lo prudente será hablar con aquel joven para decirle que simplemente
no estás lista para comenzar una relación de enamoramiento.
Mientras llegue el tiempo para hacer despertar al amor, espera confiada en la dirección del Señor.
Mientras tanto, dedica tu tiempo por entero a tus estudios, a tu familia, a tu iglesia, a tus amigas y
amigos. Si tú te mantienes fiel al Señor, él mismo se encargará de mostrarte cuando es la hora para
comenzar una relación de enamoramiento y él mismo se encargará de traer a tu vida el joven a
quien tú harás feliz y quien te hará a ti feliz. No olvides que la relación de enamoramiento debe ser
con el total acuerdo de tus padres, de los padres de él y de los líderes de la iglesia.
Si no tienes luz verde de todas estas personas, es mejor que no entres a una relación de
enamoramiento. Espero que esta sugerencia te ayude a tomar una decisión correcta.
PARA SEGUIR SIENDO ENAMORADOS, DEBO ACEPTAR A JESUS
Soy creyente y estuve enamorada de un joven incrédulo. Hablé con él en cuanto a que no podía
seguir con él porque debía obedecer la enseñanza de la palabra de Dios en relación con el yugo
desigual en el enamoramiento. Pero él me dijo que con tal de seguir siendo enamorados estaría
dispuesto a recibir a Cristo. Ahora no sé lo que debo hacer. ¿Qué me aconseja?
Comenzaré felicitándole. No por haberse enamorado de un joven incrédulo, eso es condenable, sino
por su decisión de terminar con esa relación, porque esa relación no está de acuerdo con lo que dice
la Biblia.
Me imagino que para Usted habrá sido una sorpresa que su enamorado incrédulo le diga que quiere
recibir a Cristo si ese es el requisito para seguir con la relación. Bueno, permítame decirle que las
personas no reciben a Cristo para poder mantener una relación de enamoramiento con una persona
creyente, sino para arreglar su problema de pecado con Dios.
Su enamorado necesita entender que es un pecador condenado al castigo eterno por su pecado. Su
enamorado necesita entender que Dios le ama y que por ese amor, Dios envió a su Hijo, el Señor
Jesucristo, para que muera en lugar de él, en la cruz del calvario.
Su enamorado necesita entender que el regalo de la salvación se lo recibe exclusivamente por la fe
en el Salvador, el Señor Jesucristo.
Su enamorado necesita entender que la fe en Cristo Jesús como Salvador, cuando es una fe
verdadera se demuestra en buenas obras.
Es posible que su enamorado entienda todas estas cosas y en realidad esté listo para recibir a
Jesucristo como su Salvador. Sería un caso entre miles, pero nada es imposible para Dios.
Pero el problema es que Usted no puede ver el corazón de su enamorado. Solo Dios puede verlo.
Por este motivo, mi consejo es que Usted termine definitivamente la relación de enamoramiento,
pero antes de terminar hable con su enamorado y dígale que Usted estará buscando la voluntad de
Dios en cuanto a re-iniciar la relación en el futuro, lo cual dependerá primeramente de Dios y en
5
segundo lugar de si este joven muestra en su vida los frutos de una vida transformada por el poder
de la palabra de Dios y el Espíritu Santo.
Si en el tiempo Usted ve que este joven en realidad ha nacido de nuevo por las obras que manifiesta
su vida, entonces no habrá ningún inconveniente en que llegue a ser su enamorado.
QUIERO FORTALECER LA RELACIÓN CON MI ENAMORADA Y NO CAER EN
PECADO
Tengo enamorada cristiana como yo, pero quisiera que esta relación se fortalezca en Dios, nosotros
tenemos 14 meses de enamorados y varias veces Satanás nos ha estado tentando a caer en el pecado
de fornicación, pero nosotros no queremos caer en ello pues no es correcto delante de dios. Quisiera
su consejo para evitar ceder a la tentación de Satanás.
Gracias por su consulta amigo oyente. Comenzaré por señalar que no es correcto echar a Satanás
toda la culpa de nuestras tentaciones. Si bien Satanás puede tentarnos a pecar, no olvidemos que el
mundo también puede tentarnos a pecar y nuestra vieja naturaleza, o la carne como la llama la
Biblia, también puede tentarnos a pecar.
En su caso, me atrevería a pensar que más que Satanás o el mundo, es su carne lo que ha provocado
la tentación a pecar. Para dominar la carne, es necesario que Ud. reconozca que ésta fue crucificada
juntamente con Cristo en la cruz.
Romanos 6:6 dice: "sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él,
para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado."
Allí lo tiene amigo oyente, la Biblia declara que Ud. debe saber que su carne, o su viejo hombre o
sus deseos pecaminosos, ha sido crucificada juntamente con Cristo. Es decir que su carne ha
perdido el poder que tenía sobre Ud. antes de que Ud. reciba a Cristo como su Salvador. A esto se
refiere esa frase que dice que el cuerpo del pecado sea destruido. Esta es la única garantía que Ud. y
yo que somos de Cristo tenemos para no satisfacer los deseos de nuestra vieja naturaleza. De modo
que el primer paso para que Ud. pueda vencer a su carne es reconocer que su carne ha sido
crucificada juntamente con Cristo y por tanto su carne no tiene el poder de dominarlo.
En segundo lugar, Ud. debe investigar lo que dice la Biblia sobre la tentación a la fornicación.
Permítame citar un par de textos a este respecto. 2ª Timoteo 2:22 dice: "Huye también de las
pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan
al Señor."
Las pasiones juveniles implican muchas cosas, pero ciertamente las tentaciones de índole sexual.
Cuando nos ataca una tentación sexual, no debemos quedarnos estáticos resistiendo la tentación. El
consejo de la palabra de Dios es que huyamos de este tipo de tentaciones. El que huye vive, afirma
el dicho. Ante una tentación de índole sexual, su responsabilidad amigo oyente, es huir.
Lo mismo encontramos en 1ª Corintios 6:18 que dice: "Huid de la fornicación. Cualquier otro
pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo
peca."
6
La fornicación, o las relaciones sexuales fuera del matrimonio, es un pecado en extremo pernicioso,
porque atenta contra el propio cuerpo del que peca. ¿Cuál es el consejo de la palabra de Dios
cuando ataca la tentación a fornicar? El versículo leído lo dice claramente. Huid. La tentación
sexual debe ser catalogada como un peligro tan serio que lo prudente es huir.
¿Qué haría Ud. si supiera que el edificio donde Ud. se encuentra ha sido amenazado con una
bomba? ¿Se quedaría en el edifico para ver si es verdad que se ha colocado una bomba?
Dudo que lo haga si está en sus cabales por supuesto. Lo que yo haría es huir para preservar la vida.
No importa si la amenaza es real o ficticia. Lo importante es estar lo más lejos posible del peligro.
De igual manera debemos tratar a las tentaciones de índole sexual. Es necesario huir de ellas. Así
que nuestro consejo para Ud. es muy sencillo. Considérese muerto al pecado porque su carne ha
sido crucificada juntamente con Cristo y huya cada vez que enfrente una tentación a pecar en el área
sexual.
Esto fue justamente lo que hizo José cuando servía a su amo Potifar. ¿Recuerda la historia? La
esposa de Potifar se había enamorado locamente de José. Claro, José era muy apuesto. No podía
pasar desapercibido de las mujeres. Con lo que no contaba la esposa de Potifar es que además de ser
apuesto, José era temeroso de Dios y sabía que debía huir de las tentaciones sexuales. Un día, José
estaba solo en la casa de Potifar, muy ocupado en realizar su oficio. En esas condiciones llegó la
esposa de Potifar. Seguramente preguntó a José si había alguien más en casa, y la respuesta de José
fue negativa. Inmediatamente, la esposa de Potifar comenzó a insinuarse a José. Probablemente José
se fue a otra habitación, pero la esposa de Potifar era muy persistente y corrió tras José. El tono del
diálogo pasó de la insinuación a la demanda. Totalmente controlada por su pasión, la mujer de
Potifar ordenó a José que se acueste con ella. Ahora, miremos la situación en la que se hallaba José.
Era hombre como cualquier otro, tenía deseo sexual como cualquier hombre. No había nadie en la
casa, aparte de la mujer de su amo, la mujer insistía en acostarse con él. Él podía caer en el pecado
de fornicación y luego decir que no fue su culpa porque fue obligado a hacerlo. La tentación sexual
debió haber sido muy fuerte. Pero José hizo lo que la Biblia aconseja. En desesperación la mujer de
Potifar se abalanzó sobre José para desvestirlo. José probablemente forcejeó con ella y en el
forcejeo perdió algo de su ropa. Pero José logró soltarse y huir. José perdió su ropa, pero ganó una
corona delante de Dios. José honró a Dios con su testimonio. Este es el ejemplo que Ud. y yo
debemos seguir cuando enfrentamos tentaciones de índole sexual.
En su caso, amigo oyente. Hable seriamente con su enamorada y entre los dos comprométanse
mutuamente a no acariciarse mientras sean enamorados. Luego diseñe un plan de escape para el
momento que aparezca la tentación de índole sexual. Parte de ese plan debería ser un compromiso
para no estar solos en ningún lugar, y si por algún motivo eso llegara a suceder, hágase la firme
proposición de no entregarse al contacto físico.
Reconozca los indicios que conducen al pecado de fornicación y tan pronto que aparezcan, huya.
No me queda sino añadir que tanto Ud. como su enamorada o novia, deben ser sabios en discernir el
tiempo cuando deben casarse. Cierto que Dios les ha dado el poder a los dos para vivir en santidad
en lo sexual, pero llegará un momento cuando Uds. dos sepan que ya no es posible vivir huyendo.
Cuando esto suceda es prudente casarse amigo oyente, para que de esa manera se establezca el
marco adecuado para el correcto uso del sexo entre los dos. Recuerde que sexo fuera del
matrimonio es pecado, pero sexo dentro del matrimonio es puro.
7
Espero amigo oyente que estas ideas le ayuden a vencer las tentaciones de índole sexual. Ocupe su
tiempo de noviazgo o enamoramiento en edificarse espiritualmente, oren, estudien la Biblia juntos,
participen en las actividades de la iglesia, conózcanse lo más que puedan y guarden su virginidad
como un regalo mutuo para la luna de miel. Le garantizo que no se arrepentirá jamás.
SOY CREYENTE Y ESTOY ENAMORADO DE UNA CHICA NO CREYENTE
Soy creyente y estoy profundamente enamorado de una chica católica romana. Mi mamá me ha
dicho que eso no está bien porque es contrario a lo que dice la Biblia. Pero mi mamá no entiende
que yo quiero mucho a esta chica. Además, yo no creo que la Biblia esté en contra de algo que me
hace sentir tan bien. Inclusive yo estoy seguro que en algún momento esta chica llegará a recibir a
Cristo como Salvador. Necesito su consejo.
Me parece que el problema básico es que comenzaste mal esa fase de la vida que es tan hermosa y
que se llama enamoramiento.
Antes de enamorarte de alguien era necesario que busques la voluntad de Dios sobre ello. Recuerda
que la voluntad de Dios está en la palabra de Dios. Si hubieras dado la debida atención a la palabra
de Dios hubieras encontrado textos como 2 Corintios 6:14 donde dice: “No os unáis en yugo
desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué
comunión la luz con las tinieblas?”
Basado en este texto, hubieras llegado a la conclusión que no podías ni pensar en enamorarte de una
chica que no sea creyente. Creyentes e incrédulos parecen iguales externamente, pero internamente
son totalmente diferentes.
Los creyentes están vivos espiritualmente, los incrédulos están muertos espiritualmente. Me
imagino que no te gustará ir de brazo con alguien que está muerto espiritualmente.
Los creyentes son luz, los incrédulos son tinieblas. Me imagino que no te gustará estar junto a
alguien que vive en tinieblas. Los creyentes son justicia, los incrédulos son injusticia. Me imagino
que no te gustará andar junto a alguien que es injusticia.
Los creyentes son hijos de Dios, los incrédulos son hijos de Satanás. Me imagino que no te gustará
hacer pareja con alguien que es hijo de Satanás.
¿Qué tal si llegas a casarte con ella? ¿Sabes quien llegará a ser tu suegro espiritual, entre comillas?
Claro. Satanás. Me imagino que no te gustará meter a Satanás en tu familia.
Por todas estas consideraciones, la voluntad de Dios es que no te unas en yugo desigual con una
incrédula. Tu mamá tiene toda la razón cuando te ha dicho que no está bien que te enamores de una
chica incrédula. Tú dices que quieres profundamente a esta chica incrédula. Pues eso es otro
problema adicional.
Además de no tomar en cuenta la voluntad de Dios en cuanto a no unirte en yugo desigual con la
incrédula, tú cometiste otro error. Dejaste que tus emociones te arrastren. Es por eso que estás
infatuado o locamente enamorado o como quiera que lo llames. Tus emociones están tan agitadas
que te han vuelto ciego a la razón. Por eso es que no puedes ver que tu mamá está tratando de
ayudarte.
8
En tu ceguera estás pensando que tu mamá no quiere que seas feliz. En tu ceguera has llegado
inclusive a pensar que la Biblia está en contra de que seas feliz.
Todo lo contrario mi querido joven amigo. Dios por medio de la Biblia quiere lo mejor para ti y por
eso te advierte en contra de algo que está muy mal en tu vida. Hablando de la buena voluntad de
Dios, Romanos 12:2 dice que es buena, agradable y perfecta. Dios quiere lo mejor para ti. Si tú
buscas de corazón hacer la voluntad de Dios en cuanto al enamoramiento, encontrarás que lo que
Dios traiga a tu vida será lo mejor, algo bueno, algo agradable, algo perfecto para tu necesidad.
En tu ceguera también has llegado a pensar o a esperar que tu enamorada llegue a recibir a Cristo
como Salvador. Bueno, para Dios nada es imposible, pero lamentablemente las estadísticas de los
casos similares al tuyo demuestran que es poco probable que una persona incrédula se haga creyente
estando en una relación de enamoramiento.
Lo que pasa es más bien lo opuesto. Es decir que la persona creyente se amolde a la persona
incrédula y actúe como si fuera incrédula. Si tomas la decisión de casarte con esa chica incrédula,
¿en qué iglesia tendrá lugar la ceremonia de bodas? Me imagino que la chica siendo católica
romana y querrá casarse en una iglesia católico romana. En cambio tú siendo creyente querrás
casarte en una iglesia evangélica. ¿En cuál iglesia te vas a casar?
El primer domingo después de casado, tu esposa querrá ir a misa. Tú como creyente querrás ir a una
iglesia evangélica. ¿Adónde vas a ir? ¿A ninguna? Pues eso justamente será el inicio de tu debacle
espiritual. Más tarde vendrán los hijos. Tu esposa querrá bautizarles de niños como es la costumbre
en la iglesia católico romana. Tú insistirás que deben bautizarse una vez que hayan crecido y una
vez que hayan recibido a Cristo. Esto encenderá una discusión no pequeña con tu esposa que echará
a perder la felicidad en el matrimonio.
Es decir mi querido joven, si persistes en ese camino tienes todas las de perder y nada para ganar,
aparte de satisfacer tu obstinado corazón. No es para nada recomendable hacer pareja con una chica
incrédula. Amós 3:3 dice: “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?”
Por último, cometiste el error de entrar en una relación de enamoramiento sin contar con el apoyo
de tus padres, al menos de tu mamá, ni de los ancianos en tu iglesia, ni de personas maduras
espiritualmente hablando.
El enamoramiento es algo tan importante en tu vida que no debiste haber comenzado esa relación
basado solo en tu buen juicio. Recuerda que la Biblia advierte en contra de confiar las decisiones al
corazón. Jeremías 17:9 dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién
lo conocerá?”
No te dejes guiar por los impulsos de tu corazón. Pensando que estás caminando derecho vas a
terminar en el precipicio. Confía en la palabra de Dios, en tus padres, en los líderes de la iglesia y en
las personas que te aconsejen bíblicamente.
¿Qué más podría decirte? Es probable que lo que yo te he dicho, tú lo hayas escuchado ya. No eches
a perder tu vida. No causes dolor a tu familia y a la iglesia donde te congregas. Lo antes posible,
reconoce que estás mal. Reconoce que estás en pecado. Confiesa a Dios tu pecado y apártate del
pecado. No será fácil terminar con tu enamorada, porque las emociones están en juego. Pero es
necesario que lo hagas. Un dolor ahora es preferible a toda una vida de permanente dolor. Que Dios
te guíe a tomar la decisión correcta.
9
CARICIAS EN EL NOVIAZGO
Efectivamente, hace un tiempo atrás, tratamos el caso de las caricias en el noviazgo, pero a lo mejor
no profundizamos mucho sobre el efecto pernicioso de este comportamiento en las señoritas.
Por tanto, permítame mencionar los estragos más evidentes, a la luz de la experiencia pastoral,
tratando casos de señoritas que han transitado por este tortuoso sendero.
Primero, el problema de un espíritu sucio. Cuando una señorita deja que su novio o enamorado
toque partes íntimas de su cuerpo, el espíritu de esa señorita queda manchado, porque esa señorita
sabe que ha transgredido cantidad de mandamientos expresados en la palabra de Dios relativos a la
pureza con la cual las chicas deben ser tratadas por los chicos.
Solamente como ejemplo permítame citar un par de textos. 1ª Timoteo 5:1-2 dice: "No reprendas al
anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a
madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza"
Según este texto, las jovencitas deben ser tratadas por los varones, como hermanas. Un varón, en su
cabal juicio, no anda tocando partes íntimas del cuerpo de sus propias hermanas, ¿verdad? Por
supuesto que no. Los varones tratan con toda pureza a sus hermanas y ese es el modelo de trato de
cualquier joven a su novia o enamorada. Las chicas saben esto, pero cuando permiten que sus
novios las acaricien, inmediatamente saben que han desobedecido la palabra de Dios al haberse
prestado para que las traten de una forma impura y esto ensucia su espíritu.
2ª Timoteo 2:22 dice: "Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la
paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor"
Las caricias de los novios despiertan pasiones juveniles en las novias. Eso lo sabe toda chica que ha
permitido que su novio le acaricie. Pero ¿qué es lo que dice la Biblia? La Biblia dice: "Huye
también de las pasiones juveniles"
Una chica que se deja tocar por su novio no está huyendo de las pasiones juveniles y está de esa
manera violando un mandato de la palabra de Dios. Esto hace que el espíritu de una chica así quede
manchado. Tenemos entonces que las caricias en el noviazgo ensucian el espíritu de una chica. Pero
no solamente eso, las caricias en el noviazgo ensucian el alma de una chica.
El alma de una jovencita que no ha sido tocada o acariciada por ningún varón, es como una sábana
blanca, pero cuando esa chica permite que su cuerpo sea acariciado por su novio, en esa sábana
blanca aparecen manchas indelebles. No se puede caminar por el barro sin que el barro salpique la
vestidura.
Puesto en términos bíblicos sonaría como lo que dice en Proverbios 6:27-29: "¿Tomará el hombre
fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? ¿Andará el hombre sobre brasas sin que sus pies se
quemen? Así es el hombre que se llega a la mujer de su prójimo; No quedará impune ninguno que
la tocare"
Así es, no se puede tener un alma pura y a la vez andar en caricias en el noviazgo. Hemos visto
entonces que las caricias en el noviazgo ensucian el espíritu y el alma de las chicas. Pero no todo
queda allí.
10
En tercer lugar, las caricias en el noviazgo ensucian el cuerpo de una chica. El cuerpo de una chica
acariciada por su novio lleva un letrero quizá invisible para otros, pero muy visible para ella misma
y en cual aparece la leyenda: De segunda mano.
O en las más audaces, de tercera o cuarta o quinta mano. Las chicas que se dejan acariciar de sus
novios piensan que nadie aparte de sus novios va a saber lo que hacen a solas. Pero no hay tal Dios
sabe todo, porque todo aconteció en su presencia y además los muchachos se jactan de su conducta
con sus novias cuando están con otros muchachos. Es así como se desploma el prestigio de las
chicas en su círculo de amistades.
Para ilustrar este hecho, una vez llevé una docena de hermosas rosas rojas a una reunión de jóvenes
en la iglesia. Puse las rosas en un florero y pedí que uno de los asistentes pasara y tomara la rosa
que a él le parecía más bonita y que la examinara bien, la oliera, tocara sus suaves pétalos y luego la
pasara a otro de los asistentes hasta que todos hubieran hecho lo mismo. Una vez que todos tocaron,
y olieron a esa pobre rosa, pedí que la devolvieran al florero. Luego pedí que los varones pasaran de
uno en uno y tomaran una de las rosas que estaban en el florero, la que más les gustara. ¿Sabe lo
que pasó? Nadie tomó aquella rosa que anduvo de mano en mano. Claro, como todos la tocaron, la
pobre rosa quedó toda marchita. Tenía un letrero invisible, pero que comunicaba a gritos: He sido
tocada por todos, estoy marchita. La enseñanza fue muy obvia.
El mensaje a las chicas fue contundente. Así como nadie quiere una rosa tocada por todos, nadie
quiere para esposa una chica que ha sido tocada por todos. Así es, el cuerpo se ensucia cuando una
chica permite que su novio la acaricie.
En resumen entonces, las caricias en el noviazgo ensucian espíritu, alma y cuerpo de las chicas que
se prestan para ello.
Pero hay algunas preguntas que a lo mejor están en las mentes de algunas de nuestras amigas,
jóvenes especialmente.
En primer lugar, ¿cuál es el propósito de las caricias en la pareja?
Las caricias son parte de la relación íntima en la pareja. Son en realidad la antesala o la preparación
para el acto sexual en la pareja. Por eso, las caricias deben estar reservadas para el matrimonio.
Proverbios 6:18-19 dice: "Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, Como
cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en s amor recréate
siempre"
El autor del libro está hablando de la intimidad de una relación en pareja y textualmente dice que el
esposo halla satisfacción en las caricias de la esposa. De aquí justamente nace uno de los peligros de
entrar a las caricias en el noviazgo.
Como las caricias son la preparación para el acto sexual, muchas parejas que andan por este sendero
terminan cometiendo el pecado de fornicación o lo que también se llama una relación sexual
prematrimonial.
Las parejas de novios normalmente piensan que una relación de noviazgo sin caricias es insípida.
Piensan que las caricias son la expresión del amor que se tiene el uno para el otro. ¿Es real esto?
11
Pensar que el amor se expresa con caricias, es un concepto inexacto de lo que es el amor y de lo que
son las caricias. Ya hemos visto que las caricias tienen que ver con la relación íntima en la pareja.
Por otro lado el amor es la acción de sacrificio en favor de la persona amada. Las caricias en el
noviazgo de ninguna manera pueden considerarse acciones de sacrificio. Nadie puede decir que se
está sacrificando al acariciar.
Las caricias en el noviazgo tampoco buscan el beneficio de la persona amada, sino que son la forma
más egoísta de buscar la satisfacción propia, especialmente por parte de los muchachos.
En conclusión entonces, si alguien piensa que porque ama a alguien tiene licencia para acariciar,
debe revisar su concepto de amor.
Y, si una pareja ya ha entrado en esto de las caricias en el noviazgo, ¿qué deberían hacer para salir
de ese estado?
Si no son creyentes, deberían primero buscar una relación personal con Dios por medio de recibir a
Cristo como Salvador y luego deberían buscar someterse a lo que Dios dice sobre esto de las
caricias.
Si ya son creyentes, y es alarmante el número de jóvenes creyentes que piensan que no hay nada de
malo con las caricias en el noviazgo, deben reconocer el peligro de ello, por las razones que hemos
expuesto, deben confesar a Dios como pecado, deben perdonarse mutuamente por haber
incursionado donde no debían y deben abandonar la práctica de acariciarse durante el noviazgo.
LA JUVENTUD Y EL NOVIAZGO
La juventud y el noviazgo es un tema bastante amplio como para desarrollarlo en tan poco tiempo,
así que me limitaré a compartir con Ud. quizá lo más importante.
Primero, reconocer que la decisión más importante después de la decisión de recibir a Cristo como
Salvador, es saber con quién se va uno a casar. Una mala decisión en cuanto a la pareja puede echar
a perder el futuro de cualquier creyente. Por eso, no se debe pensar siquiera en noviazgo, sin
primeramente estar en íntima comunión con Dios a través de su palabra y la oración.
Ninguno de nosotros es lo suficientemente sabio para tomar esta decisión tan importante sin la guía
y dirección de Dios. Así que, todo joven o señorita que piense ponerse de novio o de novia, debe
primeramente invertir bastante tiempo con el Señor.
Un texto que probablemente sintetiza muy bien esta idea se encuentra en Salmo 37:4 que dice:
"Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón."
Cuando un joven o una señorita se entregan por completo a hallar su deleite en la persona de Dios,
de seguro que Dios mismo pondrá en sus mentes lo que él quiere que hagan en cuanto a la pareja y
será Dios mismo quien permita que ese deseo se cumpla totalmente.
Segundo, mientras se está en comunión con el Señor, es imperativo el escudriñar la palabra de Dios
para saber cuál es la voluntad de Dios para el noviazgo. Por supuesto que en las páginas de la Biblia
no se va a hallar el nombre del joven o la señorita con quien Ud. debe ponerse de novio o de novia,
pero en la Biblia Ud. encontrará principios generales que atañen al noviazgo.
12
Uno muy importante se encuentra en 2ª Corintios 6:14 que dice: "No os unáis en yugo desigual con
los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la
luz con las tinieblas?"
Un joven creyente no debe enamorarse o ponerse de novio con una joven incrédula y una joven
creyente no debe enamorarse o ponerse de novia con un joven incrédulo. Si lo hacen están en franca
y total rebeldía contra Dios. El enemigo es muy astuto y hace creer a los jóvenes que no importa
enamorarse de un incrédulo o una incrédula porque mientras se desarrolla la relación de noviazgo el
joven o la joven incrédula recibirán al Señor como Salvador por el testimonio de ellos.
Pero no hay tal amigo oyente. La triste realidad es que lo más probable que sucederá es que el joven
o la señorita creyentes se debilitarán en su fe y no será extraño que se aparten totalmente del Señor
por el solo hecho de mantener esa relación desigual de enamoramiento.
Tercero, los jóvenes creyentes deben saber que sobre lo físico y emocional de una persona está lo
espiritual. Esto significa que por ejemplo un joven no debe volverse loco de amor por una chica que
es poco menos que una estrella de cine por su apariencia física aunque es un desastre
emocionalmente hablando y un cero a la izquierda espiritualmente hablando.
El joven creyente debe mirar primero las cualidades espirituales de una probable candidata a novia
o enamorada y si eso está bien, y se ve madurez espiritual entonces se puede pensar en una probable
relación de noviazgo con esa chica.
Es millón veces mejor casarse con una mujer no tan atractiva pero muy temerosa de Dios que con
una mujer muy atractiva pero apática a las cosas de Dios.
En definitiva amigo oyente, no valore a una persona solo por lo físico. Ponga más énfasis en lo
emocional y sobre todo en lo espiritual. Lo físico dura poco, no sé, serán unos 20 años digamos, y
luego la esbeltez del cuerpo se deforma con el peso de los años. La piel lozana se arruga y un
montón de cosas más que cambian para peor en la parte física.
Pero el espíritu y el alma pueden estar más jóvenes mientras los años pasan. No sacrifique el alma y
el espíritu sobre el altar de lo físico.
Cuarto, cuando el Señor parece que le está guiando en cierta dirección específica en cuando a con
quien ponerse de novio o de novia, no deseche el consejo de las autoridades de su iglesia local y de
sus padres. Saque de su mente lo que es común en muchas parejas de novios, me refiero a llevar
adelante un noviazgo secreto. Esto no es la voluntad del Señor.
El noviazgo es una etapa hermosa de la vida de todo joven y de toda señorita. No debe ser algo de
lo cual Ud. se avergüence y actúe como si nada estuviera pasando. Si su probable noviazgo no
cuenta con el apoyo de las autoridades de la iglesia local y con el apoyo de sus padres, es mejor que
no se meta a ponerse de novio o de novia.
La falta de aprobación será la manera de Dios de decir: Espera un momento, yo tengo mejores
planes para ti. Yo te voy a traer una persona mejor que la que tú estás pensando.
Recuerde que los jóvenes creyentes deben estar sometidos a la autoridad de los líderes de la iglesia
local y a la autoridad de sus padres. No juegue con fuego enamorándose de alguien en contra de la
voluntad de los que son autoridades sobre Ud.
13
Quinto, si ya está de novio o de novia con todas las de ley, sométase a edificar la relación en la parte
espiritual principalmente y luego en menor grado en la parte emocional y deje totalmente afuera la
parte física.
En otras palabras, evite las escenas románticas que Ud. seguramente habrá visto personalmente o
por la televisión. Me refiero a un paraje solitario, a media luz, ellos solos, y una pasión que no
reconoce límite alguno. Ud. debe reconocer que las caricias en la pareja están reservadas para el
matrimonio, porque son parte de la preparación de la pareja para el acto sexual.
En el noviazgo no debe haber acto sexual, entonces tampoco debe haber caricias. Y no me diga que
Ud. es tan dueño de Ud. mismo que sabe hasta dónde debe ir en las caricias para no caer en una
relación sexual pre marital. Si Ud. supiera la cantidad de gente que se creía muy dueña de sí mismo
para frenar justo a tiempo en su pasión, pero desafortunadamente en el instante crucial no pudieron
detenerse y terminaron entregándose el uno al otro en una relación rodeada de temores y
sentimientos de culpa que ha echado a perder la hermosura de un noviazgo puro.
Note lo que dice la Biblia sobre esto 1ª Corintios 6:18 "Huid de la fornicación. Cualquier otro
pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo
peca."
El consejo de Dios es huir de la fornicación. Cuando Ud. se vea tentado a algo que tenga que ver
con el uso impropio del sexo, huya. Aléjese inmediatamente de eso. Solo así logrará mantener un
cuerpo puro para su futura esposa o esposo. Yo sé que hablar de esto en esta manera, horroriza a
mucha gente. Se piensa que llegar virgen al matrimonio es lo peor que le puede pasar a un joven o a
una señorita.
Lo que pasa es que hoy por hoy vivimos en una sociedad que idolatra el placer sexual. La idea del
mundo es: Si te gusta, hazlo. No importa cómo ni con quien ni en dónde. Esto ha abierto la puerta al
homosexualismo, al lesbianismo, al adulterio, a las relaciones sexuales pre matrimoniales, al aborto,
etc.
Lo que deja como resultado es una sociedad que se debate en problemas sociales tan graves como
prostitución, enfermedades venéreas, sida, madres solteras, etc.
Cuidado con transitar por este tortuoso sendero amigo oyente. Lo prudente es someterse a lo que
dice la palabra de Dios cuando en Proverbios 5:18 dice: "Alégrate con la mujer de tu juventud,
como cierva amada y graciosa gacela, sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor
recréate siempre"
Deje que primero Dios le guíe a la persona con quien Ud. se va a casar y solo con esa persona, una
vez casado, disfrute de los deleites de la vida matrimonial.
Por último, en sexto lugar, no piense que el noviazgo es un deporte. Es decir que hoy está con una
novia, mañana con otra y pasado mañana con otra, etc. El noviazgo es la antesala del matrimonio. Si
no piensa casarse con alguien, no pierda su tiempo poniéndose de novio o novia con esa persona. Es
peligroso jugar con los sentimientos de la gente.
Si Ud. logra poner en práctica al menos estas sugerencias, estoy seguro que le espera un noviazgo
feliz y ciertamente también un matrimonio feliz. Muchos de los problemas matrimoniales tienen sus
raíces en errores que se cometieron durante el noviazgo.
14
NOVIAZGO (CUANDO LOS PADRES SE OPONEN)
Una vez un joven me escribió pidiéndome le aconsejara en un difícil momento de su vida. Algunos
años atrás había conocido a una hermana en la fe de quien se enamoró. Luego de hablar con ella y
de ponerse de acuerdo, entre los dos para ser oficialmente enamorados, decidieron hablar con sus
respectivos padres. Los padres de la joven no aprobaron la relación de enamoramiento, aduciendo
que su hija debía primero terminar sus estudios universitarios. El joven entonces pensó que la falta
de acuerdo de los padres de la joven se debía en realidad a un defecto físico que tiene y al hecho que
no tiene un título universitario. Me preguntó si era opuesto a la voluntad de Dios que se casara con
ella aun cuando los padres de ella no estaban de acuerdo. Entonces le referí estos prácticos consejos
que ahora comparto con ustedes...
Permítame comenzar señalando que el enamoramiento o noviazgo es algo en lo cual no solo
interviene la voluntad de los enamorados o novios. Un enamoramiento que agrada a Dios, debe
comenzar con la aprobación de Dios. Es decir que se deben respetar los principios bíblicos para el
enamoramiento y se debe orar mucho para buscar la voluntad de Dios en cuanto a ello.
Luego, es importante y necesario buscar el consejo de los ancianos o pastores de la iglesia. Estas
personas han sido puestas por Dios en las iglesias locales para pastorear la grey. Es necesario por
tanto pedir el consejo de ellos antes de entablar una relación de enamoramiento.
Después es necesario pedir el consejo de los padres. Tanto del joven como de la joven. Si la
voluntad de Dios parece ser que la relación prosiga y no hay oposición de los ancianos o pastores y
tampoco de los padres, entonces recién allí se debe iniciar la relación de enamoramiento
propiamente dicha.
Usted debe saber que si Dios quiere que Usted se case con la joven de quien está enamorado, Dios
mismo se encargará de que los ancianos o pastores apoyen la relación y que los padres tanto suyos
como los de ella también apoyen la relación.
En el caso de que los padres de la joven no estén de acuerdo con la relación, me daría la impresión
que entonces Usted se ha apresurado al comenzar la relación de enamoramiento sin contar con la
aprobación previa de los padres de ella. Esto traerá como consecuencia que la relación entre
Ustedes dos no marche normalmente, porque tendrán que verse a escondidas de los padres de ella y
lo peor, tendrán la conciencia manchada porque saben que están haciendo algo que no está bien del
todo.
Si los ancianos, pastores o los padres, no están de acuerdo, lo menos que Ustedes deberían hacer es
postergar la relación de enamoramiento, hasta que Dios cambie el corazón y la mente de los
ancianos de la iglesia o de los padres para apoyar la relación de enamoramiento. Si eso nunca pasa,
entonces Ustedes ya tienen la respuesta de Dios sobre esa relación. Significará simplemente que eso
no es la voluntad de Dios.
En el supuesto de que los padres de la joven no aprobaran la relación de enamoramiento con Usted
debido a algún defecto físico que Usted tenga o debido a que Usted no tiene un título universitario
como ella, entonces le sugiero que con mucho tino y amor fraternal hable sobre eso con ellos. Quizá
pueda hacerles notar que el valor de una persona no está dado por los rasgos físicos que posea ni por
los títulos que se ostente. Recuerde el dicho: El hábito no hace al monje. El valor de la persona está
dado por el carácter de la misma. Si Usted cultiva su carácter en el temor de Dios y es un hombre
15
maduro en la fe y en la virtud cristiana, Usted es un hombre de gran valía. Trate de compartir este
pensamiento con los padres de la joven.
Por último quisiera referirme acerca de si será la voluntad de Dios que Usted se case con ella aún en
contra de la voluntad los padres de ella. Yo tengo mis reservas en cuanto a esto. La Biblia enseña a
honrar a los padres por medio de la obediencia. Si la joven vive con sus padres, es imprescindible
que ella les obedezca en todo, sin importar la edad que tenga. Yo le aconsejaría que siga orando y
esperando en Dios. Espere al menos hasta que la joven termine de estudiar para ver si mientras tanto
el Señor cambia la mente de los padres de la joven para que apoyen la relación de enamoramiento
con Usted. Ore mucho. Puede ser que el Señor tenga diferentes planes para Usted y para ella.
Recuerde que los planes del Señor siempre serán los mejores planes. El hombre puede tener buenos
planes, pero los mejores planes son siempre los del Señor.
NOVIAZGO A LA MANERA DE DIOS
¿Cómo sé que estoy realmente enamorado de alguien y que es la voluntad de Dios?
Asumiendo que Ud. es creyente por el hecho de haber recibido a Cristo como su Salvador personal
voy a proseguir adelante.
Bajo esta premisa, Ud. podría saber si está enamorado haciéndose las siguientes preguntas:
Primero: ¿He orado fervientemente al Señor por una enamorada, aún antes de conocer a la chica que
ahora me gusta? En el caso del creyente, el enamoramiento comienza no cuando se encuentra con
una chica que es muy atractiva físicamente y su corazón late más aprisa cuando se encuentra con
ella, sino cuando en la comunión íntima con el Señor en su palabra y la oración ruega a Dios por
que Dios traiga a su vida la persona con quien Ud. va a compartir el resto de sus días como esposa.
Ningún joven creyente debería entrar al enamoramiento sin antes haber cultivado una íntima
comunión con el Señor. Me imagino que Ud. conoce a una chica que le gusta mucho. Si Ud. no ha
estado en comunión con el Señor con anterioridad, y siente una atracción hacia esa chica,
seguramente no es Dios quien esté poniendo esa atracción en Ud. sino sus hormonas, su instinto por
tener una compañera. La base del enamoramiento no es el atractivo físico entre la pareja de
enamorados, tampoco es el amor entre enamorados. La base del enamoramiento debe ser la
voluntad de Dios, quien pone en el corazón de los dos el deseo de unir sus vidas en matrimonio.
Ya que hemos hablado de matrimonio, permítame una advertencia: Si no piensa casarse con aquella
chica, no pierda su tiempo y su santidad enamorándose de esa chica. El enamoramiento no es un
pasatiempo. El enamoramiento no es un día sí y el siguiente no. El enamoramiento guiado por el
Señor es la antesala del matrimonio.
Segundo: ¿Es esa chica creyente? La Biblia es clara en manifestar que la voluntad de Dios es que un
creyente se enamore y se case exclusivamente con otro creyente del sexo opuesto.
2ª Corintios 6:14 dice: "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? "
Un enamoramiento entre un creyente y un incrédulo es contrario a la voluntad de Dios. Si la chica
que a Ud. le gusta no es creyente y Ud. siente una atracción hacia ella, no es Dios quien ha puesto
esa atracción en Ud. Esa atracción es fruto de su propio deseo, de su propia pasión. Si Ud. persiste
16
en esa unión desigual, Ud. lo lamentará grandemente tarde o temprano, probablemente más
temprano que tarde.
Cuando alguien está en este caso, la pasión es tan fuerte que anula a la razón. El joven o la joven
creyente razona más o menos de la siguiente manera. Bueno, yo soy creyente, él o ella no es. Qué
buena oportunidad para guiarle en los caminos del Señor por medio de enamorarme de él o de ella.
Parece lógico, pero el problema está en que este razonamiento contradice la palabra de Dios cuando
dice que los creyentes no deben unirse en yugo desigual con los incrédulos. Un buen fin, que es
llevar a un incrédulo a los pies del Señor, no debe llevarse a cabo con un mal medio, como esto de
unirse en yugo desigual con un incrédulo. El fin no justifica el medio.
Tercero: Asumamos que Ud. ha orado al Señor por una enamorada y la chica que le gusta es
creyente. Entonces debería hacerse la siguiente pregunta: ¿Están mis padres, los padres de ella y los
líderes de la iglesia de acuerdo con esta relación? Quizá Ud. dirá: ¿Qué tienen que ver mis padres en
algo que es asunto mío? ¿Qué tienen que ver los líderes de la iglesia en mis cosas personales? Estas
preguntas tienen respuesta en la palabra de Dios.
Colosenses 3:20 dice: "Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor."
Los hijos creyentes deben andar en sumisión a sus padres, aún cuando sean mayores de edad. Por
tanto, una decisión tan importante como aquella de enamorarse de alguien debe ser en total acuerdo
con los padres tanto suyos como de la chica que a Ud. le gusta. No es prudente un enamoramiento a
espaldas de los padres o peor todavía, en contra de la voluntad de los padres.
Hebreos 13:17 dice: "Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose,
porque esto no es provechoso."
Los pastores o líderes de la iglesia local donde Ud. se congrega han sido puestos por Dios como
autoridades sobre la congregación. Su responsabilidad es sujetarse a ellos. Ud. por tanto está en la
obligación de buscar el asesoramiento de ellos para saber si debe o no entablar una relación de
enamoramiento con alguien. No desprecie a los pastores de su iglesia haciendo casas que ellos no
han sido al menos informados.
Cuarto: Asumamos que tanto sus padres como los líderes de la iglesia están de acuerdo con su
probable relación de enamoramiento. La pregunta que debe hacerse sería: ¿Está la chica que me
gusta, dispuesta a tener una relación de enamoramiento conmigo? Ud. puede haber estado orando
por una enamorada, esta chica puede ser creyente, Ud. puede haber obtenido el apoyo de sus padres
y de los líderes de la iglesia local, pero eso no significa que ya es enamorado de ella, porque falta
que ella dé su palabra de aceptación.
Para eso, yo le recomendaría que Ud. de una manera muy madura y respetuosa hable con ella para
indicarle que Ud. ha estado orando por ella para que sea su enamorada y que le gustaría saber si ella
está de acuerdo con eso. No cometa el error de exigir una respuesta ese mismo instante o al día
siguiente o la semana siguiente, etc. Recuerde que Ud. está tratando de hacer las cosas en la
voluntad de Dios y si es de Dios, Ud. no tiene por qué apresurar las cosas. Pida a la chica que
comience a orar por este asunto, y cuando ella esté segura que Dios ha respondido a su oración
sobre este asunto, que le haga conocer.
17
La chica entonces tendrá que seguir los mismos pasos que Ud. ha dado, es decir, debe esmerarse por
tener una comunión íntima con el Señor, debe orar al Señor sobre este asunto, debe buscar la guía
de la palabra de Dios, debe consultar a sus padres y a sus pastores y si todo concuerda debería
hablar con Ud. para comenzar la relación de enamoramiento. Recién allí, se podría decir en honor a
la verdad que Ud. sabe a ciencia cierta que está enamorado y que eso es la voluntad de Dios.
Lo que hemos sugerido no concuerda con la costumbre de enamoramiento que prevalece en el
mundo. La razón es muy sencilla. El enamoramiento al estilo del mundo se fundamenta en lo físico
y deja a un lado lo espiritual. Según el mundo, si a Ud. le gusta una chica, simplemente va, le habla
y de frente le dice que ella le gusta y que le encantaría ser enamorado de ella. Si Ud. cae bien a la
chica, ella también dirá que Ud. le gusta y eso es todo. Ya son enamorados.
Pero note que todo gira alrededor de lo físico, de lo que perciben los ojos, de lo material. Dios no
tiene nada que ver en este plan. No es extraño que enamoramientos que comienzan así terminen mal
y cuando llegan al matrimonio, la posibilidad de éxito es mínima. No juegue a la ruleta rusa. Usted
conoce al Señor, deje que el Señor guíe el proceso de enamoramiento. Dios sabe lo que es mejor
para Ud. y cuando permitimos que Dios maneje nuestros asuntos tenemos garantizado el éxito tanto
en el enamoramiento como en el matrimonio.
18
Descargar