La agricultura de subsistencia ocurre cuando los agricultores cultivan alimentos para satisfacer sus necesidades y las de sus familias en las pequeñas propiedades.1 Los agricultores de subsistencia tienen como objetivo la producción agrícola para sobrevivir y para satisfacer principalmente las necesidades locales, con poco o ningún excedente. Las decisiones de plantación se toman principalmente con miras a lo que la familia necesitará durante el próximo año, y solo en segundo lugar a los precios de mercado. La agricultura comercial o agricultura de mercado, es aquel tipo de agricultura que tiene a la comercialización como fin principal. Esto quiere decir que los productos que deriven del proceso de la cosecha serán puestos a la venta para poder obtener un beneficio económico. Este tipo de agricultura se desarrolla con el fin de distribuir el producto de forma general a través de distintas cadenas de supermercados o mercados, así como su exportación a otros países. Además, los productos también son enviados a puntos de venta de menor tamaño, como los puestos locales. La agricultura mecanizada es el proceso de utilizar maquinaria agrícola para mecanizar el trabajo agrícola, lo que aumenta enormemente la productividad de los trabajadores agrícolas. En los tiempos modernos, la maquinaria motorizada ha reemplazado muchos trabajos agrícolas que antes se realizaban con trabajo manual o con animales de trabajo como bueyes, caballos y mulas. La mecanización fue uno de los grandes factores responsables de la urbanización y las economías industriales. Además de mejorar la eficiencia de la producción, la mecanización fomenta la producción a gran escala y, a veces, puede mejorar la calidad de los productos agrícolas. La ganadería intensiva La ganadería intensiva coloca en ganado en determinados ambientes que permiten aumentar la producción en el plazo más corto posible. De ese modo, se consigue, por ejemplo, carne y derivados como los lácteos. Este tipo de ganadería se particulariza por buscar la reducción de los costes. Así, la actividad consigue una mayor rentabilidad. Como contraparte, se cuestiona que la ganadería intensiva sacrifica el bienestar de los animales en favor de un mayor beneficio económico. Además, requiere de más energía y agua por unidad producida. Esto, en comparación con la ganadería intensiva. La ganadería extensiva La ganadería extensiva se caracteriza entonces por llevarse a cabo en un gran número de hectáreas. De ese modo, se cría un ganado del cual se puede vender su carne o productos derivados como los lácteos. Para implementar este tipo de ganadería, el productor imita el ambiente en el que vive usualmente la especie. Intentando, de este modo que su desarrollo sea lo más natural posible. El objetivo de la ganadería extensiva es que los animales puedan movilizarse con más libertad en lugar de estar limitados a un pequeño espacio, como puede suceder en la ganadería intensiva. La minería a gran escala se caracteriza por grandes explotaciones de minerales, como cobre, oro, plata. Suele estar a cargo grandes empresas transnacionales porque son las únicas que tienen la capacidad económica y técnica para explotarlos. Explotación de pequeños yacimientos La minería es una actividad económica del sector primario cuando nos referimos a la extracción de minerales, y del sector energético si hacemos referencia a la extracción de combustibles fósiles. Es representada por la explotación o extracción de los minerales que se han acumulado en el suelo y subsuelo en forma de yacimientos. Dependiendo del tipo de mineral a extraer la actividad se divide en minería metalúrgica (cobre, oro, plata, aluminio, plomo, hierro, mercurio, etc) que son empleados como materias primas básicas para la fabricación de una variedad de productos industriales. Los minerales metálicos son recursos no renovables que están presentes en la corteza terrestre en grandes cantidades y que se producen de forma natural en raras concentraciones. Como puede suponerse, contienen uno o más elementos metálicos, por lo que muchos tienen un característico brillo Minerales no metálicos Los Minerales no metálicos: No tienen brillo propio ni conducen electricidad. En este grupo se ubican: arena sílica, azufre, barita, wollastonita, yeso, entre otros.